⁶ —Yo soy el camino, la verdad y la vida —contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.

¹⁰ Porque, si cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida!