Un día, Caín invitó a su hermano Abel a dar un paseo, y cuando los dos estaban ya en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató.

Adá dio a luz a Jabal, de quien descienden los que viven en tiendas de campaña y crían ganado.

Un día Noé bebió vino y se emborrachó, y se quedó tirado y desnudo en medio de su tienda de campaña.

Dios permita que Jafet pueda extenderse; que viva en los campamentos de Sem, y que Canaán sea su esclavo.»

Luego se fue a la región montañosa que está al este de la ciudad de Betel, y allí puso su campamento. Betel quedaba al oeste de donde él había acampado, y la ciudad de Ai al este. En ese lugar Abram construyó otro altar e invocó el nombre del Señor.

Así pues, Abram levantó su campamento y se fue a vivir al bosque de encinas de un hombre llamado Mamré, cerca de la ciudad de Hebrón. Allí construyó un altar en honor del Señor.

Dios promete un hijo a Abraham

El Señor se le apareció a Abraham en el bosque de encinas de Mamré, mientras Abraham estaba sentado a la entrada de su tienda de campaña, como a mediodía.

Abraham entró en su tienda de campaña y le dijo a Sara: —¡Rápido! Toma unos veinte kilos de la mejor harina y haz unos panes.

Al terminar de comer, los visitantes le preguntaron a Abraham: —¿Dónde está tu esposa Sara? —Allí, en la tienda de campaña —respondió él.

Cuando el Señor terminó de hablar con Abraham, se fue de allí; y Abraham regresó a su tienda de campaña.

y le preguntó al siervo: —¿Quién es ese hombre que viene por el campo hacia nosotros? —Es mi amo —contestó el siervo. Entonces ella tomó su velo y se cubrió la cara.

Luego Isaac llevó a Rebeca a la tienda de campaña de su madre Sara, y se casó con ella. Isaac amó mucho a Rebeca, y así se consoló de la muerte de su madre.

Éstos son los nombres de los doce hijos de Ismael, y con esos mismos nombres se conocieron sus propios territorios y campamentos. Cada uno era jefe de su propia gente.

Esaú vende sus derechos de hijo mayor

Los niños crecieron. Esaú llegó a ser un hombre del campo y muy buen cazador; Jacob, por el contrario, era un hombre tranquilo, y le agradaba quedarse en el campamento.

Un día en que Jacob estaba cocinando, Esaú regresó muy cansado del campo

Cuando Jacob se acercó para besarlo, Isaac le olió la ropa. Entonces lo bendijo con estas palabras: «Sí, este olor es de mi hijo. Es como el olor de un campo bendecido por el Señor.

En el campo vio un pozo, cerca del cual estaban descansando tres rebaños de ovejas, porque los animales bebían agua de él. Sobre la boca del pozo había una piedra muy grande,

Un día fue Rubén al campo, durante la cosecha de trigo, y allí encontró unas frutas llamadas mandrágoras, las cuales llevó a su madre Lía. Cuando Raquel vio las frutas, le dijo a Lía: —Por favor, dame algunas de esas mandrágoras que tu hijo te trajo.

Por la noche, cuando Jacob regresó del campo, Lía salió a su encuentro y le dijo: —Hoy vas a dormir conmigo, porque te he alquilado a cambio de las mandrágoras de mi hijo. Esa noche Jacob durmió con Lía,

Jacob mandó llamar a Raquel y a Lía, para que vinieran al campo donde estaba él con sus ovejas,

Labán entró en la tienda de campaña de Jacob, luego en la de Lía y también en la de las dos esclavas, pero no encontró los ídolos. Cuando salió de la tienda de campaña de Lía y entró en la de Raquel,

no merezco la bondad y fidelidad con que me has tratado. Yo crucé este río Jordán sin llevar nada más que mi bastón, y ahora he llegado a tener dos campamentos.

Así, pues, los regalos se fueron antes, y él se quedó a pasar la noche en su campamento.

Por cien monedas compró un terreno a los hijos de Hamor, el padre de Siquem, y allí puso su campamento.

Jacob supo que Siquem había deshonrado a su hija Dina, pero como sus hijos estaban en el campo con sus animales, no dijo nada hasta que ellos regresaron.