Entonces Josué habló a Jehová, el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: «Sol, detente en Gabaón, y tú, luna, en el valle de Ajalón.»

Saalabín, Ajalón, Jetla,

Ajalón con sus ejidos y Gat-rimón con sus ejidos: cuatro ciudades.

El amorreo persistió en habitar en el monte de Heres, en Ajalón y en Saalbim, pero cuando la casa de José cobró fuerzas, lo hizo tributario.

Murió Elón, el zabulonita, y fue sepultado en Ajalón, en la tierra de Zabulón.

Aquel día derrotaron a los filisteos desde Micmas hasta Ajalón, pero el pueblo estaba muy cansado.

Ajalón y Gat-rimón, con sus respectivos ejidos.

Bería y Sema, que fueron jefes de las familias de los habitantes de Ajalón, los cuales echaron a los habitantes de Gat.

Zora, Ajalón y Hebrón, que eran ciudades fortificadas de Judá y Benjamín.

Asimismo los filisteos se habían extendido por las ciudades de la Sefela y del Neguev de Judá, y habían tomado Bet-semes, Ajalón, Gederot, Soco, Timna y Gimzo, con sus respectivas aldeas; y habitaban en ellas.