Un dia a la Vez
No estamos solos
El Señor es mi fuerza y mi escudo; mi corazón en él confía; de él recibo ayuda.
Salmo 28:7
Si en catorce versículos Dios habla de los cuidados que tiene por las viudas, lo hace también por los huérfanos, así como por los viudos, los solteros, los ancianos, los divorciados y todos los que tengan esa carencia de pareja. También lo encontramos establecido en la primera carta del apóstol Pablo a Timoteo, donde le da instrucciones de cómo debe tratar la iglesia cristiana a personas con estas características y qué tipo de ayuda deben recibir en cuanto a lo espiritual y lo comunitario.
Las preguntas que nos debemos hacer ahora son las siguientes: ¿Qué estamos haciendo por las personas abandonadas, mayores y viudas? ¿Las tenemos en cuenta en la iglesia y en nuestra sociedad?
Tú y yo tenemos el llamado a distinguirnos, más aun cuando decimos ser cristianos. Por lo tanto, a esas personas las debemos llamar, visitar, orar por ellas y atender en sus necesidades.
No obstante, si el caso tuyo es que eres una de estas personas que mencionamos hoy y te encuentras sola sin sentir apoyo alguno de quienes te rodean, Dios quiere decirte que no estás sola. Él es tu Padre, tu Amigo y tu Compañero en cualquier parte que estés.
En su Palabra, Dios dice que tú debes recibir mayor cuidado y protección que otras personas.
Confía en Dios con todo tu corazón y descansa en los brazos de tu Padre.
Un Día a la Vez Copyright © by Claudia Pinzón