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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Nueva Versión Internacional (NVI)
Version
Salmos 113-115

113 ¡Aleluya!

Alaben, siervos del Señor,
    alaben el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
    desde ahora y para siempre.
Desde la salida del sol hasta su ocaso,
    sea alabado el nombre del Señor.

El Señor domina sobre todas las naciones;
    su gloria está sobre los cielos.
¿Quién como el Señor nuestro Dios,
    que tiene su trono en las alturas
    y se inclina para contemplar los cielos y la tierra?

Él levanta del polvo al pobre
    y saca del basurero al necesitado;
para hacerlos sentar entre príncipes,
    entre los príncipes de su pueblo.
A la mujer estéril le da un hogar
    y le concede la dicha de ser madre de hijos.

¡Aleluya!

114 Cuando Israel, el pueblo de Jacob,
    salió de Egipto, de un pueblo de lengua extraña,
Judá se convirtió en el santuario de Dios;
    Israel llegó a ser su dominio.

Al ver esto, el mar huyó;
    el Jordán se volvió atrás.
Los montes saltaron como carneros,
    las colinas saltaron como corderos.

¿Qué te pasó, mar, que huiste,
    y a ti, Jordán, que te volviste atrás?
¿Y a ustedes, montes, que saltaron como carneros?
    ¿Y a ustedes, colinas, que saltaron como corderos?

¡Tiembla, oh tierra, ante el Señor,
    tiembla ante el Dios de Jacob!
¡Él convirtió la roca en un estanque,
    la dura piedra en manantial de aguas!

115 (A)La gloria, Señor, no es para nosotros;
    no es para nosotros, sino para tu nombre,
    por causa de tu gran amor y tu fidelidad.

¿Por qué tienen que decirnos las naciones:
    «Dónde está su Dios»?
Nuestro Dios está en los cielos
    y puede hacer todo cuanto quiere.
Pero sus ídolos son de plata y oro,
    producto de manos humanas.
Tienen boca, pero no pueden hablar;
    ojos, pero no pueden ver.
Tienen oídos, pero no pueden oír;
    nariz, pero no pueden oler.
Tienen manos, pero no pueden palpar;
    pies, pero no pueden andar.
    Ni un solo sonido emite su garganta.
Semejantes a ellos son sus hacedores
    y todos los que confían en ellos.

Pueblo de Israel, confía en el Señor;
    él es tu ayuda y tu escudo.
10 Descendientes de Aarón, confíen en el Señor;
    él es su ayuda y su escudo.
11 Los que temen al Señor, confíen en él;
    él es su ayuda y su escudo.

12 El Señor nos recuerda y nos bendice:
    bendice a su pueblo Israel,
    bendice a la familia de Aarón,
13 bendice a los que temen al Señor,
    bendice a grandes y pequeños.

14 Que el Señor multiplique la descendencia
    de ustedes y de sus hijos.
15 Que reciban bendiciones del Señor,
    él hizo el cielo y la tierra.

16 Los cielos pertenecen al Señor,
    pero a la humanidad le ha dado la tierra.
17 Los muertos no alaban al Señor,
    ninguno de los que bajan al silencio.
18 Somos nosotros los que alabamos al Señor
    desde ahora y para siempre.

¡Aleluya!

1 Corintios 6

Pleitos entre creyentes

Si alguno de ustedes tiene un pleito con otro, ¿cómo se atreve a presentar demanda ante los injustos, en vez de acudir a los creyentes? ¿Acaso no saben que los creyentes juzgarán al mundo? Y si ustedes han de juzgar al mundo, ¿cómo no van a ser capaces de juzgar casos insignificantes? ¿No saben que aun a los ángeles los juzgaremos? ¡Cuánto más los asuntos de esta vida! Por tanto, si tienen pleitos sobre tales asuntos, ¿cómo es que nombran como jueces a los que no cuentan para nada ante la iglesia?[a] Digo esto para que les dé vergüenza. ¿Acaso no hay entre ustedes nadie lo bastante sabio como para juzgar un pleito entre creyentes? Al contrario, un hermano demanda a otro, ¡y esto ante los incrédulos!

En realidad, ya es una grave falla el solo hecho de que haya pleitos entre ustedes. ¿No sería mejor soportar la injusticia? ¿No sería mejor dejar que los defrauden? Lejos de eso, son ustedes los que defraudan y cometen injusticias, ¡y conste que se trata de sus hermanos!

¿No saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los inmorales sexuales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los homosexuales, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios. 11 Y eso eran algunos de ustedes. Pero ya han sido lavados, santificados y justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.

La inmoralidad sexual

12 «Todo me está permitido», pero no todo es para mi bien. «Todo me está permitido», pero no dejaré que nada me domine. 13 «Los alimentos son para el estómago y el estómago para los alimentos»; así es, y Dios los destruirá a ambos. Pero el cuerpo no es para la inmoralidad sexual, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. 14 Con su poder Dios resucitó al Señor y nos resucitará también a nosotros. 15 ¿No saben que sus cuerpos son miembros de Cristo mismo? ¿Tomaré acaso los miembros de Cristo para unirlos con una prostituta? ¡Jamás! 16 ¿No saben que el que se une a una prostituta se hace un solo cuerpo con ella? Pues la Escritura dice: «Los dos llegarán a ser uno solo».[b] 17 Pero el que se une al Señor se hace uno con él en espíritu.

18 Huyan de la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que una persona comete quedan fuera de su cuerpo; pero el que comete inmoralidades sexuales peca contra su propio cuerpo. 19 ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; 20 fueron comprados por un precio. Por tanto, glorifiquen con su cuerpo a Dios.

Nueva Versión Internacional (NVI)

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