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Profecía acerca de los amonitas

49 Mensaje del Señor acerca de Amón:
«¿Dónde están los hijos de Israel?
¿Dónde están sus herederos?
¿Por qué el dios Milcom es ahora dueño de Gad?
¿Por qué los amonitas habitan en sus ciudades?

»Pues bien, yo, el Señor, afirmo:
Va a llegar el día
en que haré que la ciudad amonita de Rabá
escuche el grito de guerra;
se convertirá en un montón de ruinas,
y sus poblaciones arderán en llamas.
Entonces Israel reconquistará sus ciudades.
Yo, el Señor, lo afirmo.

»¡Gime, Hesbón, pues Ai ha sido destruida!
¡Hagan lamentación, mujeres de Rabá!
¡Vístanse de luto, golpéense el pecho!
¡Corran como locas, hiéranse el cuerpo!
Porque el dios Milcom va al destierro,
con sus sacerdotes y gente importante.
¿Por qué te jactas de tu fuerza?
Tu fuerza ya se acaba, pueblo rebelde,
que confías en las riquezas que has juntado
y dices: “¿Quién me va a atacar?”
Pues bien, de todas partes
voy a enviar terror sobre ti.
Yo, el Señor todopoderoso, lo afirmo.
Cada uno de ustedes saldrá corriendo por su lado,
y no habrá nadie que los vuelva a reunir.
Pero después cambiaré la suerte de los amonitas.
Yo, el Señor, lo afirmo.»

Profecía acerca de Edom

Mensaje del Señor todopoderoso acerca de Edom:

«¿Ya no hay sabiduría en Temán?
¿Ya no saben qué hacer los inteligentes?
¿Se echó a perder su sabiduría?
¡Habitantes de Dedán, salgan corriendo,
vayan a esconderse!
Porque voy a destruir el pueblo de Esaú;
ha llegado el tiempo en que voy a castigarlo.
Cuando se cosechan las uvas,
se dejan algunos racimos;
cuando por la noche llegan ladrones,
sólo se llevan lo que necesitan.
10 Pero yo he dejado al pueblo de Esaú sin nada,
he descubierto sus escondites
y ya no puede ocultarse.
Sus hijos, sus parientes y vecinos,
fueron todos destruidos;
no quedó nadie que diga:
11 “Déjame a tus huérfanos, que yo los cuidaré.
Tus viudas pueden contar conmigo.”»

12 El Señor dice: «Si aquellos que no merecían la copa del castigo han tenido que beberla, de ningún modo quedarás tú sin castigo, sino que tendrás que beber también de ella. 13 Yo, el Señor, lo juro por mí mismo: La ciudad de Bosrá quedará convertida en un desierto, en ruinas, en ejemplo de humillación y maldición, y las demás ciudades quedarán en ruinas para siempre.»

14 Me ha llegado una noticia de parte del Señor;
un heraldo proclama entre las naciones:
«¡Reúnanse y marchen contra Edom!
¡Prepárense para la batalla!
15 Yo te haré el más pequeño de los pueblos,
el más despreciado entre los hombres.
16 Te dejaste engañar por tu orgullo,
porque infundías terror.
Vives entre las grietas de las rocas,
agarrado a las cumbres de los montes.
Pero aunque anides tan alto como el águila,
de allá te haré bajar.
Yo, el Señor, lo afirmo.

17 »La destrucción de Edom será tan grande que causará espanto. Todo el que pase por allí se espantará al ver el castigo, 18 pues quedará como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, cuando fueron destruidas. Nadie volverá a vivir allí, ni siquiera de paso. Yo, el Señor, lo digo. 19 Vendré repentinamente, como un león que sale de los matorrales del Jordán y se lanza a los lugares donde siempre hay pasto fresco, y haré huir de ahí a los de Edom, y haré que gobierne la persona que yo escoja. Pues ¿quién puede compararse a mí? ¿Quién puede desafiarme? ¿Qué pastor me puede hacer frente? 20 Escuchen el plan que yo, el Señor, he preparado contra Edom, el proyecto que he formulado contra los habitantes de Temán: Aun a los corderos más pequeños se los llevarán, y las praderas mismas serán también destrozadas. 21 La caída de Edom hará tanto ruido, que la tierra temblará; gritará pidiendo auxilio, y sus gritos se oirán hasta en el Mar Rojo. 22 El enemigo se lanzará contra Bosrá como un águila con las alas extendidas, y ese día los guerreros de Edom temblarán como mujer de parto.»

Profecía acerca de Damasco

23 Mensaje acerca de Damasco:

«Las ciudades de Hamat y Arpad están avergonzadas,
porque les han llegado malas noticias.
Se llenan de terror, no pueden estar tranquilas.
24 Damasco, ya sin fuerzas, se dispone a huir.
La dominan el pánico, la angustia y el dolor,
como a una mujer de parto.
25 La ciudad famosa, la ciudad feliz,
ha quedado abandonada.
26 Ese día quedarán sus jóvenes tendidos en las calles,
y todos sus guerreros morirán.
Yo, el Señor todopoderoso, lo afirmo.
27 Voy a prender fuego a las murallas de Damasco,
y ese fuego destruirá los palacios de Ben-hadad.»

Profecía acerca de Quedar y Hasor

28 Mensaje del Señor acerca de la tribu de Quedar y de los jefes de Hasor, a los cuales derrotó Nabucodonosor, rey de Babilonia:

«¡Adelante, ataquen a Quedar!
¡Destruyan a esa tribu de oriente!
29 Apodérense de sus tiendas y de sus rebaños,
de sus lonas y de todos sus utensilios.
Quítenles sus camellos y grítenles:
“¡Hay terror por todas partes!”
30 ¡Salgan corriendo, habitantes de Hasor!
¡Vayan a esconderse!
Yo, el Señor, lo digo.
Pues Nabucodonosor, el rey de Babilonia,
ha hecho planes contra ustedes.
31 Yo, el Señor, les ordeno:
¡Adelante, ataquen a ese pueblo
que vive confiado y tranquilo,
sin puertas ni cerrojos
y completamente solo!
32 ¡Róbenle sus camellos y todo su ganado!
Voy a dispersar en todas direcciones
a esa gente que se afeita las sienes;
de todas partes les traeré el desastre.
Yo, el Señor, lo afirmo.
33 Hasor será para siempre
un desierto y guarida de chacales.
Nadie volverá a vivir allí ni siquiera de paso.»

Profecía acerca de Elam

34 Cuando Sedequías comenzó a reinar en Judá, el Señor dirigió este mensaje a Jeremías acerca de Elam:

35 «Yo, el Señor todopoderoso, afirmo:
Voy a romper los arcos de Elam,
que son su arma principal.
36 Voy a traer vientos contra este pueblo
desde las cuatro direcciones,
para que lo dispersen por todas partes,
hasta que no quede país
adonde no lleguen sus refugiados.
37 Haré temblar a Elam ante sus enemigos mortales,
le enviaré calamidades,
desataré mi ira contra él,
y le enviaré la guerra hasta destruirlo por completo.
Yo, el Señor, lo afirmo.
38 Pondré mi trono en Elam,
y haré morir a sus reyes y a sus jefes.
Yo, el Señor, lo afirmo.
39 Pero en el futuro cambiaré la suerte de Elam.
Yo, el Señor, lo afirmo.»

Profecía sobre los amonitas

49 Acerca de los hijos de Amón.(A) Así ha dicho Jehová: ¿No tiene hijos Israel? ¿No tiene heredero? ¿Por qué Milcom ha desposeído a Gad, y su pueblo se ha establecido en sus ciudades? Por tanto, vienen días, ha dicho Jehová, en que haré oír clamor de guerra en Rabá de los hijos de Amón; y será convertida en montón de ruinas, y sus ciudades serán puestas a fuego, e Israel tomará por heredad a los que los tomaron a ellos, ha dicho Jehová.

Lamenta, oh Hesbón, porque destruida es Hai; clamad, hijas de Rabá, vestíos de cilicio, endechad, y rodead los vallados, porque Milcom fue llevado en cautiverio, sus sacerdotes y sus príncipes juntamente. ¿Por qué te glorías de los valles? Tu valle se deshizo, oh hija contumaz, la que confía en sus tesoros, la que dice: ¿Quién vendrá contra mí? He aquí yo traigo sobre ti espanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos, de todos tus alrededores; y seréis lanzados cada uno derecho hacia adelante, y no habrá quien recoja a los fugitivos. Y después de esto haré volver a los cautivos de los hijos de Amón, dice Jehová.

Profecía sobre Edom

Acerca de Edom.(B) Así ha dicho Jehová de los ejércitos: ¿No hay más sabiduría en Temán? ¿Se ha acabado el consejo en los sabios? ¿Se corrompió su sabiduría? Huid, volveos atrás, habitad en lugares profundos, oh moradores de Dedán; porque el quebrantamiento de Esaú traeré sobre él en el tiempo en que lo castigue. Si vendimiadores hubieran venido contra ti, ¿no habrían dejado rebuscos? Si ladrones de noche, ¿no habrían tomado lo que les bastase? 10 Mas yo desnudaré a Esaú, descubriré sus escondrijos, y no podrá esconderse; será destruida su descendencia, sus hermanos y sus vecinos, y dejará de ser. 11 Deja tus huérfanos, yo los criaré; y en mí confiarán tus viudas.

12 Porque así ha dicho Jehová: He aquí que los que no estaban condenados a beber el cáliz, beberán ciertamente; ¿y serás tú absuelto del todo? No serás absuelto, sino que ciertamente beberás. 13 Porque por mí he jurado, dice Jehová, que asolamiento, oprobio, soledad y maldición será Bosra, y todas sus ciudades serán desolaciones perpetuas.

14 La noticia oí, que de Jehová había sido enviado mensajero a las naciones, diciendo: Juntaos y venid contra ella, y subid a la batalla. 15 He aquí que te haré pequeño entre las naciones, menospreciado entre los hombres. 16 Tu arrogancia te engañó, y la soberbia de tu corazón. Tú que habitas en cavernas de peñas, que tienes la altura del monte, aunque alces como águila tu nido, de allí te haré descender, dice Jehová.

17 Y se convertirá Edom en desolación; todo aquel que pasare por ella se asombrará, y se burlará de todas sus calamidades. 18 Como sucedió en la destrucción de Sodoma y de Gomorra y de sus ciudades vecinas,(C) dice Jehová, así no morará allí nadie, ni la habitará hijo de hombre. 19 He aquí que como león subirá de la espesura del Jordán contra la bella y robusta; porque muy pronto le haré huir de ella, y al que fuere escogido la encargaré; porque ¿quién es semejante a mí, y quién me emplazará? ¿Quién será aquel pastor que me podrá resistir? 20 Por tanto, oíd el consejo que Jehová ha acordado sobre Edom, y sus pensamientos que ha resuelto sobre los moradores de Temán. Ciertamente a los más pequeños de su rebaño los arrastrarán, y destruirán sus moradas con ellos. 21 Del estruendo de la caída de ellos la tierra temblará, y el grito de su voz se oirá en el Mar Rojo. 22 He aquí que como águila subirá y volará, y extenderá sus alas contra Bosra; y el corazón de los valientes de Edom será en aquel día como el corazón de mujer en angustias.

Profecía sobre Damasco

23 Acerca de Damasco.(D) Se confundieron Hamat y Arfad, porque oyeron malas nuevas; se derritieron en aguas de desmayo, no pueden sosegarse. 24 Se desmayó Damasco, se volvió para huir, y le tomó temblor y angustia, y dolores le tomaron, como de mujer que está de parto. 25 ¡Cómo dejaron a la ciudad tan alabada, la ciudad de mi gozo! 26 Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos los hombres de guerra morirán en aquel día, ha dicho Jehová de los ejércitos. 27 Y haré encender fuego en el muro de Damasco, y consumirá las casas de Ben-adad.

Profecía sobre Cedar y Hazor

28 Acerca de Cedar y de los reinos de Hazor, los cuales asoló Nabucodonosor rey de Babilonia. Así ha dicho Jehová: Levantaos, subid contra Cedar, y destruid a los hijos del oriente. 29 Sus tiendas y sus ganados tomarán; sus cortinas y todos sus utensilios y sus camellos tomarán para sí, y clamarán contra ellos: Miedo alrededor. 30 Huid, idos muy lejos, habitad en lugares profundos, oh moradores de Hazor, dice Jehová; porque tomó consejo contra vosotros Nabucodonosor rey de Babilonia, y contra vosotros ha formado un designio. 31 Levantaos, subid contra una nación pacífica que vive confiadamente, dice Jehová, que ni tiene puertas ni cerrojos, que vive solitaria. 32 Serán sus camellos por botín, y la multitud de sus ganados por despojo; y los esparciré por todos los vientos, arrojados hasta el último rincón; y de todos lados les traeré su ruina, dice Jehová. 33 Hazor será morada de chacales, soledad para siempre; ninguno morará allí, ni la habitará hijo de hombre.

Profecía sobre Elam

34 Palabra de Jehová que vino al profeta Jeremías acerca de Elam, en el principio del reinado de Sedequías rey de Judá, diciendo: 35 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí que yo quiebro el arco de Elam, parte principal de su fortaleza. 36 Traeré sobre Elam los cuatro vientos de los cuatro puntos del cielo, y los aventaré a todos estos vientos; y no habrá nación a donde no vayan fugitivos de Elam. 37 Y haré que Elam se intimide delante de sus enemigos, y delante de los que buscan su vida; y traeré sobre ellos mal, y el ardor de mi ira, dice Jehová; y enviaré en pos de ellos espada hasta que los acabe. 38 Y pondré mi trono en Elam, y destruiré a su rey y a su príncipe, dice Jehová. 39 Pero acontecerá en los últimos días, que haré volver a los cautivos de Elam, dice Jehová.

Mensaje para Amón

49 Así dice el Señor acerca de los amonitas:

«¿Acaso Israel no tiene hijos?
    ¿Acaso no tiene herederos?
¿Por qué Moloc[a] ha heredado Gad
    y su pueblo vive en sus ciudades?
Vienen días», afirma el Señor,
«en que yo haré resonar el grito de guerra
    contra Rabá de los amonitas
y se convertirá en un montón de ruinas;
    sus villas serán incendiadas.
Entonces Israel despojará de todo
    a los que de todo la despojaron»,
    afirma el Señor.
«¡Gime, Hesbón, porque Hai ha sido destruida!
    ¡Griten, hijas de Rabá!
¡Vístanse de luto y hagan lamentación;
    corran de un lado a otro, dentro de los muros!,
porque Moloc marcha al destierro,
    junto con sus sacerdotes y oficiales.
¿Por qué te jactas de tus valles,
    de tus fértiles valles?
Hija rebelde, tú confías en tus tesoros
    y dices: “¿Quién me atacará?”.
Voy a hacer que te acose
    el terror por todas partes»,
    afirma el Señor de los Ejércitos.
«Todos serán expulsados, cada uno por su lado,
    y nadie reunirá a los fugitivos.

»Pero después de esto, restauraré la fortuna de los amonitas»,
    afirma el Señor.

Mensaje para Edom(A)(B)

Así dice el Señor de los Ejércitos acerca de Edom:

«¿Ya no hay sabiduría en Temán?
    ¿Se acabó el consejo de los inteligentes?
    ¿Acaso se ha echado a perder su sabiduría?
Habitantes de Dedán:
    ¡Huyan, vuélvanse atrás!
    ¡Escóndanse en lo más profundo de la tierra!
Yo provocaré un desastre sobre Esaú,
    pues le llegó la hora del castigo.
Si los que cosechan las uvas vinieran a ti,
    ¿no te dejarían algunas uvas?
Si de noche te llegaran ladrones,
    ¿no se llevarían solo lo que desean?
10 Pero yo despojaré por completo a Esaú;
    pondré a descubierto sus escondites,
    y no podrá ocultarse.
Sus hijos, parientes y vecinos,
    serán destruidos y dejarán de existir.
11 ¡Abandona a tus huérfanos,
    que yo les protegeré la vida!
    ¡Tus viudas pueden confiar en mí!».

12 Así dice el Señor: «Los que no estaban condenados a beber la copa de castigo la bebieron. ¿Y acaso tú vas a quedarte sin castigo? ¡De ninguna manera quedarás impune, sino que también beberás de esa copa! 13 Tan cierto como que yo vivo —afirma el Señor—, Bosra se convertirá en objeto de maldición, en horror, deshonra y ruina. Para siempre quedarán en ruinas todas sus ciudades».

14 He oído un mensaje de parte del Señor.
    Un heraldo ha sido enviado a las naciones, diciendo:
«¡Reúnanse, ataquen a la ciudad!
    ¡Prepárense para la guerra!

15 »Te haré pequeño entre las naciones,
    menospreciado por la humanidad.
16 Tú, que habitas en las hendiduras de las rocas;
    tú, que ocupas las alturas de los montes:
fuiste engañado por el terror que infundías
    y por el orgullo de tu corazón.
Aunque pongas tu nido tan alto como el del águila,
    desde allí te haré caer»,
    afirma el Señor.
17 «Tan espantosa será la caída de Edom
    que todo el que pase por él
    quedará atónito y se burlará de todas sus heridas.
18 Será como en la destrucción de Sodoma y Gomorra
    y de sus ciudades vecinas;
nadie volverá a habitar allí,
    ningún ser humano vivirá en ella»,
    afirma el Señor.

19 «Como león que sale de la espesura del Jordán
    hacia praderas de verdes pastos,
en un instante espantaré de su tierra a los de Edom.
    ¿Quién es el elegido que nombraré para esto?
Porque, ¿quién como yo?
    ¿Quién me puede desafiar?
    ¿Qué pastor se me puede oponer?».

20 Por eso, escuchen el plan que el Señor ha diseñado contra Edom;
    escuchen lo que tiene planeado contra los habitantes de Temán:
Serán arrastrados los más pequeños del rebaño;
    por causa de ellos sus praderas quedarán asoladas.
21 Tiembla la tierra por el estruendo de su caída;
    hasta en el mar Rojo[b] resuenan sus gritos.
22 Remonta vuelo el enemigo,
    se desliza como un águila,
    extiende sus alas sobre Bosra.
En aquel día se angustiarán los valientes de Edom,
    como se angustia una mujer de parto.

Mensaje para Damasco

23 Mensaje acerca de Damasco:

«Jamat y Arfad están desanimadas,
    pues ya saben la mala noticia.
Están inquietas, se agitan como el mar
    y no pueden calmarse.
24 Damasco desfallece;
    trató de huir,
    pero la dominó el pánico.
Se halla presa de la angustia y el dolor,
    como si estuviera de parto.
25 ¿Por qué no ha sido abandonada
    la ciudad famosa, la que era mi delicia?
26 Por eso, sus jóvenes quedarán tendidos en las calles;
    ¡perecerán todos sus soldados!»,
    afirma el Señor de los Ejércitos.
27 «Prenderé fuego al muro de Damasco,
    y los palacios de Ben Adad serán consumidos».

Mensaje para Cedar y Jazor

28 Así dice el Señor acerca de Cedar y de los reinos de Jazor que fueron atacados por Nabucodonosor, rey de Babilonia:

«¡Vamos, ataquen a Cedar!
    ¡Destruyan a esa gente del oriente!
29 Sus tiendas de campaña y rebaños les serán arrebatados,
    se llevarán sus cortinas,
    bienes y camellos.
La gente les gritará:
    “¡El terror está por todas partes!”.

30 »¡Huyan, habitantes de Jazor!
Escapen ya, escóndanse
    en lo más profundo de la tierra»,
    afirma el Señor.
«Nabucodonosor, rey de Babilonia,
    maquina planes contra ustedes;
    contra ustedes ha diseñado un plan.

31 »¡Levántense y ataquen a esta nación indolente
    que vive del todo confiada,
nación que no tiene puertas ni cerrojos
    y que vive muy aislada!»,
    afirma el Señor.
32 «Sus camellos serán el botín,
    y su numeroso ganado, el despojo.
Dispersaré a los cuatro vientos a los que se rapan las sienes;
    de todas partes les traeré su ruina»,
    afirma el Señor.
33 «Jazor se convertirá en una guarida de chacales,
    en un lugar desolado para siempre.
Ningún ser humano vivirá allí,
    nadie habitará en ese lugar».

Mensaje para Elam

34 La palabra del Señor acerca de Elam vino al profeta Jeremías al comienzo del reinado de Sedequías, rey de Judá.

35 Así dice el Señor de los Ejércitos:

«Voy a quebrar el arco de Elam;
    voy a acabar con lo mejor de su poderío.
36 Voy a desatar contra Elam los cuatro vientos
    desde los cuatro extremos del cielo.
Los voy a esparcir por los cuatro vientos,
    y no quedará nación alguna
    adonde no lleguen sus desterrados.
37 Aterraré a Elam frente a sus enemigos,
    frente a los que atentan contra su vida;
desataré mi ardiente ira,
    y traeré sobre Elam calamidad»,
    afirma el Señor.
«Haré que la espada los persiga
    hasta que los haya exterminado.
38 Estableceré mi trono en Elam,
    y destruiré a su rey y a sus oficiales»,
    afirma el Señor.

39 «Pero en los días venideros
    restauraré la fortuna de Elam»,
    afirma el Señor.

Footnotes

  1. 49:1 Moloc. Lit. Malcán; es decir, Milcón. Alt. su rey; también en v. 3.
  2. 49:21 Lit. mar de las Cañas. Término con el que se designa en la Biblia al mar Rojo en su parte septentrional.

Advertencia contra Amón

49 Acerca de la nación de Amón, Dios dijo:

«El territorio de Gad era de los israelitas,
pero me desobedecieron,
y por eso ahora los amonitas,
que adoran al dios Milcom,
se han apropiado del país.

»Ya se acerca el día
en que haré que se escuchen
gritos de guerra en la ciudad de Rabá,
que está en el territorio de Amón.
Tanto Rabá como las ciudades vecinas
arderán en llamas y quedarán en ruinas,
y entonces Israel echará de allí
a todos los que le robaron su tierra.

»¡Lloren ustedes, los que viven en Hesbón,
porque su ciudad quedará en ruinas!
¡Griten ustedes, las que viven en Rabá!
¡Vístanse de luto y hagan lamentos!
Corran de un lado para otro,
dentro de los muros de la ciudad,
porque su dios Milcom y sus sacerdotes
serán llevados a otro país,
junto con sus oficiales.
Ustedes los amonitas se sienten orgullosos
de tener un país con valles fértiles;
confían mucho en sus riquezas
y creen que nadie los atacará.
Pero yo soy el Dios de Israel;
soy el Dios todopoderoso,
y haré que las naciones vecinas
los asusten y persigan por todas partes.
Todos ustedes serán expulsados de aquí,
y nadie podrá reunir a los que huyan.
Pero después de todo esto,
yo haré que ustedes, los amonitas,
vuelvan del país adonde hayan sido llevados».

Advertencia contra Edom

Acerca de la nación de Edom, el Dios todopoderoso dijo:

«¡Ya no hay sabios en Temán!
Ya no queda ni uno solo.
Se ha acabado la sabiduría,
no hay nadie que dé consejos.
Ustedes, los que viven en Dedán,
¡Den media vuelta y huyan de aquí!
¡Métanse en las cuevas más profundas!
Voy a enviar una terrible desgracia
contra los habitantes de Edom,
pues ya es hora de que los castigue.

»Los que cosechan uvas
siempre dejan algo para los pobres.
Los ladrones que roban de noche
nunca se llevan todo.
10 Pero a los habitantes de Edom
no voy a dejarles nada;
¡dañaré hasta sus escondites,
para que no tengan dónde esconderse!
Morirán sus hijos y sus familias;
morirán también sus vecinos.
11 Pero sepan que yo cuidaré
de sus huérfanos y de sus viudas;
¡pueden confiar en mí!»

12-13 Dios también dijo:

«Ciudad de Bosrá, no creas que escaparás del castigo. Si he castigado a las naciones que no debían sufrir ningún castigo, ¡con mayor razón te castigaré a ti! Yo soy el Dios de Israel, y te juro que serás destruida y humillada; ¡llegarás a ser el hazmerreír de todos! También tus otras ciudades quedarán en ruinas para siempre.

14 »Ya he mandado un mensajero
para que anuncie entre las naciones:
“¡Prepárense para la guerra!
¡Únanse y ataquen a Edom!”

15 »Edom, voy a convertirte
en la nación más débil del mundo;
voy a hacer que todos te desprecien.
16 Tú te sientes orgullosa
de vivir en los altos montes.
Como si fueras un ave
has puesto tu nido entre las rocas
y por eso te crees a salvo.
Pero de allí te derribaré,
aunque tu nido sea tan alto
como el nido de las águilas.
Te juro que así lo haré.

17 »Tu caída será tan terrible
que se espantarán al verte
los que pasen por tus ruinas.
18 Quedarás como Sodoma y Gomorra,
¡y nadie volverá a vivir en ti!

19 »Edom, yo te atacaré sin aviso,
como lo hace un león con su presa.
Yo elegiré a tu enemigo,
para que en poco tiempo te derrote.
¡No hay otro Dios como yo!
¡No hay quien me pueda desafiar!
¡Ningún pastor de ovejas
es capaz de hacerme frente!

20 »Por lo tanto, presten atención;
escuchen lo que he pensado hacer
con los que viven en Temán.
Ya tengo preparado un plan contra Edom.
Los más jóvenes serán arrastrados
y todo el país quedará destruido.
21 Edom caerá en forma tan violenta
que la tierra temblará,
y los gritos de la gente
se oirán hasta el Mar de los Juncos.
22 El enemigo se lanzará al ataque
con la rapidez de las águilas;
atacará con las alas abiertas,
y cubrirá la ciudad de Bosrá.
Ese día, los soldados edomitas
temblarán como tiemblan las mujeres
cuando van a tener un hijo».

Advertencia contra Damasco

23 Acerca de Damasco, Dios dijo:

«Las ciudades de Hamat y Arpad
ya recibieron la mala noticia
y no hay nada que las consuele;
¡están inquietas y agitadas
como las olas del mar!
24 Los habitantes de Damasco
se han quedado sin fuerzas;
quieren huir, pero les tiemblan las piernas;
se retuercen de angustia y dolor,
como si fueran mujeres
a punto de tener su primer hijo.
25 Damasco fue en otros tiempos
una ciudad importante y alegre,
pero ahora ha quedado abandonada.
26-27 Y cuando llegue el momento,
sus mejores guerreros y sus jóvenes
caerán muertos por las calles.
Con el fuego que prenderé
a los altos muros de Damasco,
arderán los palacios de Ben-adad.
Yo soy el Dios todopoderoso
y les juro que así será».

Advertencia contra Quedar y Hasor

28 El rey de Babilonia había vencido a las tribus de Quedar y de Hasor. Acerca de ellas, Dios dijo:

«¡Soldados de Babilonia,
ataquen a la nación de Quedar!
¡Maten a esa gente del oriente!
29 ¡Atáquenlos! ¡Quítenles todo!
¡Quítenles sus carpas y sus ovejas!
¡Quítenles sus camellos
y sus cosas de valor!
Asústenlos con este grito:
“¡Hay terror por todas partes!”

30 »Ustedes, los que viven en Hasor,
¡escápense ya!,
¡escóndanse bajo tierra!
El rey de Babilonia
ha preparado contra ustedes
un terrible plan de ataque.
Les juro que va a atacarlos.

31-32 »Y ustedes, soldados de Babilonia,
¡ataquen a esta nación orgullosa!
Es una nación egoísta,
y se siente tan segura
que nunca cierra sus portones.
Pero yo voy a dispersarla
por todo el mundo,
y de todos lados le traeré el desastre.
A ustedes, babilonios, les permito
que les quiten sus camellos y sus tesoros.
Les juro que así será.

33 »La ciudad de Hasor quedará en ruinas
y se llenará de perros salvajes;
nunca más volverá a ser habitada,
porque nadie va a querer vivir allí».

Advertencia contra Elam

34 Cuando el rey Sedequías comenzó a reinar en Judá, Dios me habló acerca de la nación de Elam. Me dijo:

35 «Jeremías, yo soy el Dios todopoderoso, y éste es mi mensaje acerca de Elam:

»Voy a acabar con el ejército elamita.
Sus soldados son expertos guerreros,
pero yo los haré pedazos.
36 Desde los cuatro puntos cardinales
enviaré contra Elam grandes ejércitos,
y con la fuerza del viento
los dispersaré por todas partes;
¡no habrá un solo país
donde no haya elamitas refugiados!

37 »Los elamitas temblarán de miedo
cuando se enfrenten a sus enemigos,
y ellos los destruirán por completo.
Yo estoy muy enojado con ellos,
así que les enviaré terribles castigos.
Haré que haya guerra entre ellos,
hasta que nadie quede con vida.
38 Mataré a su rey y a sus oficiales,
y el rey de Elam seré yo.
39 Sin embargo, cuando todo termine,
haré volver a los elamitas
de los países adonde fueron llevados.
Les juro que así lo haré».

Profecía sobre Amón

49 Acerca de los hijos de Amón.

Así dice el Señor:

¿No tiene hijos Israel?
¿No tiene heredero?
¿Por qué, pues, Milcom[a] se ha apoderado de Gad(A)
y su pueblo se ha establecido en sus ciudades?
Por tanto, he aquí, vienen días —declara el Señor
en que haré que se oiga el grito de guerra(B)
contra Rabá de los hijos de Amón(C),
y será convertida en montón de ruinas,
y sus ciudades[b] serán incendiadas.
Entonces se apoderará Israel de los que lo poseían(D) —dice el Señor.
Gime, Hesbón(E), porque Hai ha sido destruida(F).
Clamad, hijas de Rabá,
ceñíos(G) de cilicio y lamentaos,
corred de un lado a otro por entre los muros,
porque Milcom[c] irá al destierro
junto con sus sacerdotes y sus príncipes(H).
¡Cómo te jactas(I) de los valles!
Tu valle se desvanece,
hija infiel(J),
la que confía en sus tesoros(K), diciendo:
«¿Quién vendrá contra mí(L)?».
He aquí, traigo sobre ti terror
—declara el Señor, Dios[d](M) de los ejércitos—
de todos tus alrededores(N);
y seréis lanzados cada uno delante de sí,
y no habrá quien reúna a los fugitivos(O).
Pero después restauraré
el bienestar[e](P) de los hijos de Amón
—declara el Señor.

Profecía sobre Edom

Acerca de Edom.

Así dice el Señor(Q) de los ejércitos:

¿No hay ya sabiduría(R) en Temán?
¿Se ha perdido el consejo(S) de los prudentes?
¿Se ha corrompido su sabiduría?
Huid, volved, morad en las profundidades,
habitantes de Dedán(T),
porque la ruina de Esaú traeré[f] sobre él
al momento de castigarlo[g](U).
Si vinieran a ti vendimiadores,
¿no dejarían rebuscos?
Si vinieran ladrones de noche,
solo destruirían hasta que les bastara[h](V).
10 Pero yo he despojado totalmente a Esaú,
he descubierto sus escondrijos(W)
y no podrá esconderse.
Ha sido destruida su descendencia[i], sus hermanos
y vecinos, y él ya no existe(X).
11 Deja a tus huérfanos, yo los conservaré con vida;
que tus viudas(Y) confíen en mí.

12 Pues así dice el Señor: He aquí, los que no estaban condenados a[j] beber la copa, ciertamente la beberán(Z), ¿y serás tú absuelto por completo? No serás absuelto, sino que ciertamente la beberás(AA). 13 Porque por mí he jurado —declara el Señor(AB)— que Bosra será motivo de horror, de oprobio, de ruina y de maldición(AC); todas sus ciudades se convertirán en ruinas perpetuas(AD).

14 He oído un mensaje de parte del Señor,
y un mensajero es enviado(AE) entre las naciones, diciendo:
Reuníos y venid contra él(AF),
y levantaos para la guerra(AG).
15 Pues he aquí, pequeño te he hecho entre las naciones,
menospreciado entre los hombres.
16 En cuanto al terror que infundías[k],
te ha engañado la soberbia de tu corazón;
tú que vives en las hendiduras de las peñas[l],
que ocupas la cumbre del monte.
Aunque hagas tu nido(AH) tan alto como el del águila(AI),
de allí te haré bajar —declara el Señor(AJ).

17 Y Edom se convertirá en objeto de horror; todo el que pase por él se quedará atónito y silbará(AK) a causa de todas sus heridas(AL). 18 Como en la destrucción de Sodoma y Gomorra y de sus ciudades vecinas —dice el Señor— nadie habitará allí, ni residirá en él hijo de hombre(AM). 19 He aquí que uno subirá como león de la espesura[m] del Jordán(AN) contra el pastizal de perenne verdor[n], y[o] en un instante lo haré huir de él, y al que sea escogido nombraré sobre él(AO). Porque ¿quién es como yo(AP) y quién me citará a juicio? ¿Quién es el pastor que me podrá resistir(AQ)?

20 Por tanto, oíd el plan que el Señor ha trazado contra Edom, y los designios que ha decretado contra los habitantes de Temán: ciertamente los arrastrarán, aun a los más pequeños del rebaño(AR); ciertamente a causa de ellos hará una desolación de su pastizal[p](AS). 21 Al estruendo de su caída tiembla la tierra; hay un clamor. Hasta el mar(AT) Rojo[q] se oye su voz. 22 He aquí, se remonta, vuela veloz como un águila y extiende sus alas contra[r](AU) Bosra. En aquel día el corazón de los valientes de Edom será como el corazón de una mujer de parto(AV).

Profecía sobre Damasco

23 Acerca de Damasco(AW).

Avergonzadas están Hamat y Arfad(AX).
Porque han oído malas noticias(AY)
están desalentadas.
Hay ansiedad(AZ) como en el mar
que no se puede calmar(BA).
24 Desamparada está Damasco;
se ha vuelto para huir,
y el pánico se ha apoderado de ella;
angustia y dolores la oprimen
como a mujer de parto(BB).
25 ¿Cómo es que no ha sido abandonada la ciudad alabada,
la ciudad de mi regocijo(BC)?
26 Por eso sus jóvenes caerán en sus calles,
y todos los hombres de guerra serán
silenciados[s] en aquel día —declara el Señor de los ejércitos(BD).
27 Y prenderé fuego al muro de Damasco
que consumirá los palacios[t] de Ben-adad(BE).

Profecía sobre Cedar y Hazor

28 Acerca de Cedar y de los reinos de Hazor, que derrotó Nabucodonosor, rey de Babilonia. Así dice el Señor:

Levantaos, subid a Cedar
y destruid a los hijos(BF) del oriente(BG).
29 Sus tiendas(BH) y sus rebaños serán tomados;
las cortinas de sus tiendas, todos sus bienes y sus camellos se los llevarán(BI),
y gritarán el uno al otro: «¡Terror por todas partes(BJ)!».
30 Escapaos, huid; morad en las profundidades,
habitantes de Hazor —declara el Señor—,
porque Nabucodonosor, rey de Babilonia(BK), ha concebido un plan contra vosotros,
ha trazado un designio contra vosotros.
31 Levantaos, subid contra una nación tranquila,
que vive confiada(BL) —declara el Señor.
No tiene puertas ni cerrojos;
viven solitarios(BM).
32 Sus camellos serán el despojo,
y la multitud de sus ganados el botín;
esparciré a todos los vientos(BN) a los que se rapan las sienes,
y de todos lados les traeré su ruina(BO) —declara el Señor.
33 Y Hazor será guarida de chacales,
una desolación para siempre;
nadie habitará allí,
ni residirá en ella hijo de hombre(BP).

Profecía sobre Elam

34 Palabra del Señor que vino al profeta Jeremías acerca de Elam(BQ) al comienzo del reinado de Sedequías, rey de Judá, diciendo(BR): 35 Así dice el Señor de los ejércitos:

«He aquí, quebraré el arco de Elam(BS),
lo mejor[u] de su fortaleza.
36 Y traeré sobre Elam los cuatro vientos
desde los cuatro extremos del cielo(BT),
y a todos estos vientos los esparciré;
no habrá nación(BU)
adonde no vayan los expulsados de Elam.
37 Destrozaré[v] a Elam delante de sus enemigos
y delante de los que buscan sus vidas;
traeré sobre ellos calamidad(BV),
el ardor de mi ira(BW)» —declara el Señor
«y enviaré tras ellos la espada
hasta que los haya acabado(BX).
38 Entonces pondré mi trono en Elam,
y allí destruiré al rey y a los príncipes»
—declara el Señor.
39 «Pero sucederá en los postreros días
que restauraré el bienestar[w] de Elam»
—declara el Señor(BY).

Footnotes

  1. Jeremías 49:1 Heb., Malcam
  2. Jeremías 49:2 Lit., hijas
  3. Jeremías 49:3 Heb., Malcam
  4. Jeremías 49:5 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
  5. Jeremías 49:6 O, haré volver a los cautivos
  6. Jeremías 49:8 O, he traído
  7. Jeremías 49:8 O, que le castigué
  8. Jeremías 49:9 Lit., lo suficiente para ellos
  9. Jeremías 49:10 Lit., simiente
  10. Jeremías 49:12 Lit., cuya sentencia no fue la de
  11. Jeremías 49:16 Lit., a tu terror
  12. Jeremías 49:16 O, de Sela
  13. Jeremías 49:19 Lit., del orgullo
  14. Jeremías 49:19 O, una habitación perenne
  15. Jeremías 49:19 Lit., porque
  16. Jeremías 49:20 O, habitación
  17. Jeremías 49:21 Lit., mar de Cañas
  18. Jeremías 49:22 O, sobre
  19. Jeremías 49:26 O, destruidos
  20. Jeremías 49:27 O, las fortalezas
  21. Jeremías 49:35 Lit., primero
  22. Jeremías 49:37 O, E infundiré temor
  23. Jeremías 49:39 O, haré volver a los cautivos