Salmos 21-25
Reina-Valera 1995
Alabanza por haber sido librado del enemigo
Al músico principal. Salmo de David
21 El rey se alegra en tu poder, Jehová;
y en tu salvación, ¡cómo se goza!
2 Le has concedido el deseo de su corazón
y no le negaste la petición de sus labios, Selah
3 porque le has salido al encuentro con bendiciones de bien;
corona de oro fino has puesto sobre su cabeza.
4 Vida te demandó y se la diste;
largura de días eternamente y para siempre.
5 Grande es su gloria por tu salvación;
honra y majestad has puesto sobre él.
6 Lo has bendecido para siempre;
lo llenaste de alegría con tu presencia.
7 Por cuanto el rey confía en Jehová,
y por la misericordia del Altísimo, no será conmovido.
8 Alcanzará tu mano a todos tus enemigos;
tu diestra alcanzará a los que te aborrecen.
9 Los pondrás como horno de fuego
en el tiempo de tu ira;
Jehová los deshará en su ira
y el fuego los consumirá.
10 Su fruto destruirás de la tierra
y su descendencia de entre los hijos de los hombres,
11 porque intentaron el mal contra ti,
fraguaron maquinaciones, pero no prevalecerán,
12 pues tú los pondrás en fuga;
en tus cuerdas dispondrás saetas contra sus rostros.
13 ¡Engrandécete, Jehová, en tu poder!
¡Cantaremos y alabaremos tu poderío!
Un grito de angustia y un canto de alabanza
Al músico principal; sobre Ajelet-sahar. Salmo de David
22 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
¿Por qué estás tan lejos de mi salvación
y de las palabras de mi clamor?
2 Dios mío, clamo de día y no respondes;
y de noche no hay para mí descanso.
3 Pero tú eres santo,
tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
4 En ti esperaron nuestros padres;
esperaron y tú los libraste.
5 Clamaron a ti y fueron librados;
confiaron en ti y no fueron avergonzados.
6 Pero yo soy gusano y no hombre;
oprobio de los hombres y despreciado del pueblo.
7 Todos los que me ven se burlan de mí;
tuercen la boca y menean la cabeza, diciendo:
8 «Se encomendó a Jehová, líbrelo él;
sálvelo, puesto que en él se complacía.»
9 Pero tú eres el que me sacó del vientre,
el que me hizo estar confiado
desde que estaba en el regazo de mi madre.
10 A ti fui encomendado desde antes de nacer;
desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
11 No te alejes de mí,
porque la angustia está cerca
y no hay quien me ayude.
12 Me han rodeado muchos toros;
fuertes toros de Basán me han cercado.
13 Abrieron contra mí su boca
como león rapaz y rugiente.
14 He sido derramado como el agua
y todos mis huesos se descoyuntaron.
Mi corazón fue como cera,
derritiéndose dentro de mí.
15 Como un tiesto se secó mi vigor
y mi lengua se pegó a mi paladar.
¡Me has puesto en el polvo de la muerte!
16 Perros me han rodeado;
me ha cercado una banda de malignos;
desgarraron mis manos y mis pies.
17 ¡Contar puedo todos mis huesos!
Entre tanto, ellos me miran y me observan.
18 Repartieron entre sí mis vestidos
y sobre mi ropa echaron suertes.
19 Mas tú, Jehová, ¡no te alejes!
Fortaleza mía, ¡apresúrate a socorrerme!
20 Libra de la espada mi alma,
del poder del perro mi vida.
21 Sálvame de la boca del león
y líbrame de los cuernos de los toros salvajes.
22 Anunciaré tu nombre a mis hermanos;
en medio de la congregación te alabaré.
23 Los que teméis a Jehová, ¡alabadlo!
¡Glorificadlo, descendencia toda de Jacob!
¡Temedlo vosotros, descendencia toda de Israel!,
24 porque no menospreció ni rechazó el dolor del afligido,
ni de él escondió su rostro,
sino que cuando clamó a él, lo escuchó.
25 De ti será mi alabanza en la gran congregación;
mis votos pagaré delante de los que lo temen.
26 Comerán los humildes hasta quedar saciados;
alabarán a Jehová los que lo buscan;
vivirá vuestro corazón para siempre.
27 Se acordarán y se volverán a Jehová
todos los confines de la tierra,
y todas las familias de las naciones
adorarán delante de ti,
28 porque de Jehová es el reino
y él regirá las naciones.
29 Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra;
se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo,
aun el que no puede conservar la vida a su propia alma.
30 La posteridad lo servirá;
esto será contado de Jehová hasta la postrera generación.
31 Vendrán y anunciarán su justicia;
a pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto.
Jehová es mi pastor
Salmo de David
23 Jehová es mi pastor, nada me faltará.
2 En lugares de delicados pastos me hará descansar;
junto a aguas de reposo me pastoreará.
3 Confortará mi alma.
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,
no temeré mal alguno,
porque tú estarás conmigo;
tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
5 Aderezas mesa delante de mí
en presencia de mis angustiadores;
unges mi cabeza con aceite;
mi copa está rebosando.
6 Ciertamente, el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
y en la casa de Jehová moraré por largos días.
El rey de gloria
Salmo de David
24 De Jehová es la tierra y su plenitud,
el mundo y los que en él habitan,
2 porque él la fundó sobre los mares
y la afirmó sobre los ríos.
3 ¿Quién subirá al monte de Jehová?
¿Y quién estará en su lugar santo?
4 El limpio de manos y puro de corazón;
el que no ha elevado su alma a cosas vanas
ni ha jurado con engaño.
5 Él recibirá bendición de Jehová
y justicia del Dios de salvación.
6 Tal es la generación de los que lo buscan,
de los que buscan tu rostro, Dios de Jacob. Selah
7 ¡Alzad, puertas, vuestras cabezas!
¡Alzaos vosotras, puertas eternas,
y entrará el Rey de gloria!
8 ¿Quién es este Rey de gloria?
¡Jehová el fuerte y valiente,
Jehová el poderoso en batalla!
9 ¡Alzad, puertas, vuestras cabezas!
¡Alzaos vosotras, puertas eternas,
y entrará el Rey de gloria!
10 ¿Quién es este Rey de gloria?
¡Es Jehová de los ejércitos!
¡Él es el Rey de gloria! Selah
David implora dirección, perdón y protección
Salmo de David
25 A ti, Jehová, levantaré mi alma.
2 Dios mío, en ti confío;
no sea yo avergonzado.
¡No se alegren de mí mis enemigos!
3 Ciertamente, no será confundido ninguno de cuantos esperan en ti;
serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
4 Muéstrame, Jehová, tus caminos;
enséñame tus sendas.
5 Encamíname en tu verdad y enséñame,
porque tú eres el Dios de mi salvación;
en ti he esperado todo el día.
6 Acuérdate, Jehová, de tus piedades y de tus misericordias,
que son perpetuas.
7 De los pecados de mi juventud y de mis rebeliones no te acuerdes.
Conforme a tu misericordia acuérdate, Jehová, de mí,
por tu bondad.
8 Bueno y recto es Jehová;
por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.
9 Encaminará a los humildes en la justicia
y enseñará a los mansos su carrera.
10 Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad
para los que guardan su pacto y sus testimonios.
11 Por amor de tu nombre, Jehová,
perdonarás también mi pecado, que es grande.
12 ¿Quién es el hombre que teme a Jehová?
Él le enseñará el camino que ha de escoger.
13 Gozará él de bienestar
y su descendencia heredará la tierra.
14 La comunión íntima de Jehová es con los que lo temen,
y a ellos hará conocer su pacto.
15 Mis ojos siempre se dirigen hacia Jehová,
porque él saca mis pies de la red.
16 Mírame y ten misericordia de mí,
porque estoy solo y afligido.
17 Las angustias de mi corazón se han aumentado;
sácame de mis congojas.
18 Mira mi aflicción y mi trabajo
y perdona todos mis pecados.
19 Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado
y con odio violento me aborrecen.
20 ¡Guarda mi alma y líbrame!
No sea yo avergonzado, porque en ti he confiado.
21 Integridad y rectitud me guarden,
porque en ti he esperado.
22 ¡Redime, Dios, a Israel
de todas sus angustias!
Copyright © 1995 by United Bible Societies