Cántico de los peregrinos.

134 Bendigan al Señor todos ustedes sus siervos,
    que de noche permanecen en la casa del Señor.
Eleven sus manos hacia el santuario
    y bendigan al Señor.

Que desde Sión te bendiga el Señor,
    que hizo el cielo y la tierra.

146 ¡Aleluya!

Alaba, alma mía, al Señor.

Alabaré al Señor toda mi vida;
    mientras haya aliento en mí, cantaré salmos a mi Dios.

No pongan su confianza en gente poderosa,
    en simples mortales, que no pueden salvar.
Exhalan el espíritu y vuelven al polvo,
    y ese mismo día se arruinan sus planes.
Dichoso aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob,
    cuya esperanza está en el Señor su Dios,
que hizo el cielo y la tierra,
    el mar y todo lo que hay en ellos
    y que siempre mantiene la verdad.
El Señor hace justicia a los oprimidos,
    da de comer a los hambrientos
    y pone en libertad a los cautivos.
El Señor da vista a los ciegos,
    el Señor levanta a los agobiados,
    el Señor ama a los justos.
El Señor protege al extranjero
    y sostiene al huérfano y a la viuda,
    pero frustra los planes de los malvados.

10 ¡Oh Sión, que el Señor reine para siempre!
    ¡Que tu Dios reine por todas las generaciones!

¡Aleluya!

147 ¡Aleluya!

¡Cuán bueno es cantar salmos a nuestro Dios,
    cuán agradable y justo es alabarlo!

El Señor reconstruye a Jerusalén
    y reúne a los exiliados de Israel;
sana a los de corazón quebrantado
    y venda sus heridas.
Él determina el número de las estrellas
    y a cada una de ellas llama por su nombre.
Excelso es nuestro Señor y grande su poder;
    su entendimiento es infinito.
El Señor sostiene a los humildes,
    pero a los malvados lanza contra el suelo.

Canten al Señor con gratitud;
    canten salmos a nuestro Dios al son del arpa.

Él cubre de nubes el cielo,
    envía la lluvia sobre la tierra
    y hace crecer la hierba en los montes.
Él alimenta a los ganados
    y a las crías de los cuervos cuando graznan.

10 Él no se deleita en los bríos del caballo
    ni se complace en la fuerza del hombre;
11 el Señor se complace en los que le temen,
    en los que confían en su gran amor.

12 ¡Alaba al Señor, Jerusalén!
    ¡Alaba a tu Dios, oh Sión!

13 Él refuerza los cerrojos de tus puertas
    y bendice a los que en ti habitan.
14 Él trae la paz a tus fronteras
    y te sacia con lo mejor del trigo.

15 Envía sus órdenes a la tierra;
    su palabra corre a toda prisa.
16 Extiende la nieve como lana,
    esparce la escarcha cual ceniza.
17 Deja caer el granizo como grava;
    ¿quién puede resistir su frío?
18 Pero envía su palabra y lo derrite;
    hace que el viento sople y las aguas fluyan.

19 A Jacob le ha revelado su palabra;
    sus estatutos y leyes a Israel.
20 Esto no lo ha hecho con ninguna otra nación;
    jamás han conocido ellas sus leyes.

¡Aleluya!

148 ¡Aleluya!

Alaben al Señor desde los cielos,
    alábenlo desde las alturas.
Alábenlo, todos sus ángeles,
    alábenlo, todos sus ejércitos.
Alábenlo, sol y luna,
    alábenlo, estrellas luminosas.
Alábenlo ustedes, altísimos cielos,
    y ustedes, las aguas que están sobre los cielos.

Sea alabado el nombre del Señor,
    porque él dio una orden y todo fue creado.
Todo quedó afirmado para siempre;
    emitió un estatuto que no será abolido.

Alaben al Señor desde la tierra
    los grandes animales marinos y las profundidades del mar,
el rayo y el granizo, la nieve y la neblina,
    el viento tempestuoso que obedece su palabra,
los montes y todas las colinas,
    los árboles frutales y todos los cedros,
10 los animales salvajes y los domésticos,
    los reptiles y las aves,
11 los reyes de la tierra y todas las naciones,
    los príncipes y los gobernantes de la tierra,
12 los jóvenes y las jóvenes,
    los ancianos y los niños.

13 Alaben el nombre del Señor,
    porque solo su nombre es exaltado;
    su esplendor está por encima de la tierra y de los cielos.
14 ¡Él ha dado poder a su pueblo![a]
    ¡A él sea la alabanza de todos sus fieles,
    de los hijos de Israel, su pueblo cercano!

¡Aleluya!

149 ¡Aleluya!

Canten al Señor un cántico nuevo,
    alábenlo en la comunidad de los fieles.

Que se alegre Israel por su Hacedor;
    que se regocijen los hijos de Sión por su Rey.
Que alaben su nombre con danzas;
    que le canten salmos al son del arpa y el pandero.
Porque el Señor se complace en su pueblo;
    a los humildes concede el honor de la victoria.
Que se alegren los fieles por su gloria;
    que aun en sus camas griten de júbilo.

Que broten de su garganta alabanzas a Dios
    y haya en sus manos una espada de dos filos
para que tomen venganza de las naciones
    y castiguen a los pueblos;
para que sujeten a sus reyes con cadenas,
    a sus nobles con grilletes de hierro;
para que se cumpla en ellos la sentencia escrita.
    ¡Esta será la gloria de todos sus fieles!

¡Aleluya!

150 ¡Aleluya!

Alaben a Dios en su santuario,
    alábenlo en su poderosa expansión del cielo.
Alábenlo por sus proezas,
    alábenlo por su inmensa grandeza.
Alábenlo con sonido de trompeta,
    alábenlo con la lira y el arpa.
Alábenlo con panderos y danzas,
    alábenlo con cuerdas y flautas.
Alábenlo con címbalos sonoros,
    alábenlo con címbalos resonantes.

¡Que todo lo que respira alabe al Señor!

¡Aleluya!

Footnotes

  1. 148:14 ¡Él ha dado … su pueblo! Lit. ¡Él levantó un cuerno para su pueblo!

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