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Por qué han de preguntarnos los paganos:
«¿Y dónde está su Dios?»
Nuestro Dios está en los cielos,
y él hace todo lo que quiere hacer.
Los dioses de ellos son de oro y plata;
son producto de la mano del hombre.
Tienen boca, pero no hablan;
tienen ojos, pero no ven;
tienen orejas, pero no oyen;
tienen narices, pero no huelen;
tienen manos, pero no palpan;
tienen pies, pero no caminan;
¡de su garganta no sale ningún sonido!
¡Iguales a ellos son quienes los fabrican,
y todos los que en ellos ponen su confianza!(A)

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