Explicación de la parábola del trigo y la cizaña

36 Entonces dejó a la multitud y entró en la casa(A). Y se le acercaron sus discípulos, diciendo: Explícanos la parábola de la cizaña del campo(B). 37 Y respondiendo Él, dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre(C), 38 y el campo es el mundo; y la buena semilla son[a] los hijos del reino(D), y la cizaña son los hijos(E) del maligno(F); 39 y el enemigo que la sembró es el diablo, y la siega es el fin[b] del mundo[c](G), y los segadores son los ángeles. 40 Por tanto, así como la cizaña se recoge y se quema en el fuego, de la misma manera será en el fin[d] del mundo[e](H). 41 El Hijo del Hombre(I) enviará a sus ángeles(J), y recogerán de su reino a todos los que son piedra de tropiezo[f] y a los que hacen iniquidad(K); 42 y los echarán en el horno de fuego(L); allí será el llanto y el crujir de dientes(M). 43 Entonces los justos resplandecerán como el sol(N) en el reino de su Padre. El que tiene oídos[g], que oiga(O).

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Footnotes

  1. Mateo 13:38 Lit., estos son
  2. Mateo 13:39 Lit., la consumación
  3. Mateo 13:39 O, siglo
  4. Mateo 13:40 Lit., la consumación
  5. Mateo 13:40 O, siglo
  6. Mateo 13:41 O, todo lo que ofende
  7. Mateo 13:43 Algunos mss. antiguos dicen: oídos para oír

Jesús explica la parábola de la cizaña

36 Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo. 37 Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. 38 El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo. 39 El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. 40 De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. 41 Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, 42 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. 43 Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.

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