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PORQUE todo pontífice, tomado de entre los hombres, es constituído á favor de los hombres en lo que á Dios toca, para que ofrezca presentes y sacrificios por los pecados:

Que se pueda compadecer de los ignorantes y extraviados, pues que él también está rodeado de flaqueza;

Y por causa de ella debe, como por sí mismo, así también por el pueblo, ofrecer por los pecados.

Ni nadie toma para sí la honra, sino el que es llamado de Dios, como Aarón.

Así también Cristo no se glorificó á sí mismo haciéndose Pontífice, mas el que le dijo: Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado hoy;

Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote eternamente, Según el orden de Melchîsedec.

El cual en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fué oído por su reverencial miedo.

Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;

Y consumado, vino á ser causa de eterna salud á todos los que le obedecen;

10 Nombrado de Dios pontífice según el orden de Melchîsedec.

11 Del cual tenemos mucho que decir, y dificultoso de declarar, por cuanto sois flacos para oir.

12 Porque debiendo ser ya maestros á causa del tiempo, tenéis necesidad de volver á ser enseñados cuáles sean los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado á ser tales que tengáis necesidad de leche, y no de manjar sólido.

13 Que cualquiera que participa de la leche, es inhábil para la palabra de la justicia, porque es niño;

14 Mas la vianda firme es para los perfectos, para los que por la costumbre tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.

POR tanto, dejando la palabra del comienzo en la doctrina de Cristo, vamos adelante á la perfección; no echando otra vez el fundamento; no arrepentimiento de obras muertas, y de la fe en Dios,

De la doctrina de bautismos, y de la imposición de manos, y de la resurrección de los muertos, y del juicio eterno.

Y esto haremos á la verdad, si Dios lo permitiere.

Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron el don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo.

Y asimismo gustaron la buena palabra de Dios, y las virtudes del siglo venidero,

Y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios, y exponiéndole á vituperio.

Porque la tierra que embebe el agua que muchas veces vino sobre ella, y produce hierba provechosa á aquellos de los cuales es labrada, recibe bendición de Dios:

Mas la que produce espinas y abrojos, es reprobada, y cercana de maldición; cuyo fin será el ser abrasada.

Pero de vosotros, oh amados, esperamos mejores cosas, y más cercanas á salud, aunque hablamos así.

10 Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado á su nombre, habiendo asistido y asistiendo aún á los santos.

11 Mas deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el cabo, para cumplimiento de la esperanza:

12 Que no os hagáis perezosos, mas imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.

13 Porque prometiendo Dios á Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo,

14 Diciendo: De cierto te bendeciré bendiciendo, y multiplicando te multiplicaré.

15 Y así, esperando con largura de ánimo, alcanzó la promesa.

16 Porque los hombres ciertamente por el mayor que ellos juran: y el fin de todas sus controversias es el juramento para confirmación.

17 Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente á los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento;

18 Para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo, los que nos acogemos á trabarnos de la esperanza propuesta:

19 La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que entra hasta dentro del velo;

20 Donde entró por nosotros como precursor Jesús, hecho Pontífice eternalmente según el orden de Melchîsedec.

PORQUE este Melchîsedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, el cual salió á recibir á Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo,

Al cual asimismo dió Abraham los diezmos de todo, primeramente él se interpreta Rey de justicia; y luego también Rey de Salem, que es, Rey de paz;

Sin padre, sin madre, sin linaje; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, mas hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.

Mirad pues cuán grande fué éste, al cual aun Abraham el patriarca dió diezmos de los despojos.

Y ciertamente los que de los hijos de Leví toman el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es á saber, de sus hermanos aunque también hayan salido de los lomos de Abraham.

Mas aquél cuya genealogía no es contada de ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas.

Y sin contradicción alguna, lo que es menos es bendecido de lo que es más.

Y aquí ciertamente los hombres mortales toman los diezmos: mas allí, aquel del cual está dado testimonio que vive.

Y, por decirlo así, en Abraham fué diezmado también Leví, que recibe los diezmos;

10 Porque aun estaba en los lomos de su padre cuando Melchîsedec le salió al encuentro.

11 Si pues la perfección era por el sacerdocio Levítico (porque debajo de él recibio el pueblo la ley) ¿qué necesidad había aún de que se levantase otro sacerdote según el orden de Melchîsedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón?

12 Pues mudado el sacerdocio, necesario es que se haga también mudanza de la ley.

13 Porque aquel del cual esto se dice, de otra tribu es, de la cual nadie asistió al altar.

14 Porque notorio es que el Señor nuestro nació de la tribu de Judá, sobre cuya tribu nada habló Moisés tocante al sacerdocio.

15 Y aun más manifiesto es, si á semejanza de Melchîsedec se levanta otro sacerdote,

16 El cual no es hecho conforme á la ley del mandamiento carnal, sino según la virtud de vida indisoluble;

17 Pues se da testimonio de él: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de Melchîsedec.

18 El mandamiento precedente, cierto se abroga por su flaqueza é inutilidad;

19 Porque nada perfeccionó la ley; mas hízolo la introducción de mejor esperanza, por la cual nos acercamos á Dios.

20 Y por cuanto no fué sin juramento,

21 (Porque los otros cierto sin juramento fueron hechos sacerdotes; mas éste, con juramento por el que le dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote eternamente Según el orden de Melchîsedec:)

22 Tanto de mejor testamento es hecho fiador Jesús.

23 Y los otros cierto fueron muchos sacerdotes, en cuanto por la muerte no podían permanecer.

24 Mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable:

25 Por lo cual puede también salvar eternamente á los que por él se allegan á Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.

26 Porque tal pontífice nos convenía: santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores, y hecho más sublime de los cielos;

27 Que no tiene necesidad cada día, como los otros sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus pecados, y luego por los del pueblo: porque esto lo hizo una sola vez, ofreciéndose á sí mismo.

28 Porque la ley constituye sacerdotes á hombres flacos; mas la palabra del juramento, después de la ley, constituye al Hijo, hecho perfecto para siempre.

ASI que, la suma acerca de lo dicho es: Tenemos tal pontífice que se asentó á la diestra del trono de la Majestad en los cielos;

Ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que el Señor asentó, y no hombre.

Porque todo pontífice es puesto para ofrecer presentes y sacrificios; por lo cual es necesario que también éste tuviese algo que ofrecer.

Así que, si estuviese sobre la tierra, ni aun sería sacerdote, habiendo aún los sacerdotes que ofrecen los presentes según la ley;

Los cuales sirven de bosquejo y sombre de las cosas celestiales, como fué respondido á Moisés cuando había de acabar el tabernáculo: Mira, dice, haz todas las cosas conforme al dechado que te ha sido mostrado en el monte.

Mas ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, el cual ha sido formado sobre mejores promesas.

Porque si aquel primero fuera sin falta, cierto no se hubiera procurado lugar de segundo.

Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor, Y consumaré para con la casa de Israel y para con la casa de Judá un nuevo pacto;

No como el pacto que hice con sus padres El día que los tomé por la mano para sacarlos de la tierra de Egipto: Porque ellos no permanecieron en mi pacto, Y yo los menosprecié, dice el Señor.

10 Por lo cual, este es el pacto que ordenaré á la casa de Israel Después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis leyes en el alma de ellos, Y sobre el corazón de ellos las escribiré; Y seré á ellos por Dios, Y ellos me serán á mí por pueblo:

11 Y ninguno eneseñará á su prójimo, Ni ninguno á su hermano, diciendo: Conoce al Señor: Porque todos me conocerán, Desde el menor de ellos hasta el mayor.

12 Porque seré propicio á sus injusticias, Y de sus pecados y de sus iniquidades no me acordaré más.

13 Diciendo, Nuevo pacto, dió por viejo al primero; y lo que es dado por viejo y se envejece, cerca está de desvanecerse.

TENIA empero también el primer pacto reglamentos del culto, y santuario mundano.

Porque el tabernáculo fué hecho: el primero, en que estaban las lámparas, y la mesa, y los panes de la proposición; lo que llaman el Santuario.

Tras el segundo velo estaba el tabernáculo, que llaman el Lugar Santísimo;

El cual tenía un incensario de oro, y el arca del pacto cubierta de todas partes alrededor de oro; en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, y la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto;

Y sobre ella los querubines de gloria que cubrían el propiciatorio; de las cuales cosas no se puede ahora hablar en particular.

Y estas cosas así ordenadas, en el primer tabernáculo siempre entraban los sacerdotes para hacer los oficios del culto;

Mas en el segundo, sólo el pontífice una vez en el año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo, y por los pecados de ignorancia del pueblo:

Dando en esto á entender el Espíritu Santo, que aun no estaba descubierto el camino para el santuario, entre tanto que el primer tabernáculo estuviese en pie.

Lo cual era figura de aquel tiempo presente, en el cual se ofrecían presentes y sacrificios que no podían hacer perfecto, cuanto á la conciencia, al que servía con ellos;

10 Consistiendo sólo en viandas y en bebidas, y en diversos lavamientos, y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de la corrección.

11 Mas estando ya presente Cristo, pontífice de los bienes que habían de venir, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es á saber, no de esta creación;

12 Y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, mas por su propia sangre, entró una sola vez en el santuario, habiendo obtenido eterna redención.

13 Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y la ceniza de la becerra, rociada á los inmundos, santifica para la purificación de la carne,

14 ¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció á sí mismo sin mancha á Dios, limpiará vuestras conciencias de las obras de muerte para que sirváis al Dios vivo?

15 Así que, por eso es mediador del nuevo testamento, para que interviniendo muerte para la remisión de las rebeliones que había bajo del primer testamento, los que son llamados reciban la promesa de la herencia eterna.

16 Porque donde hay testamento, necesario es que intervenga muerte del testador.

17 Porque el testamento con la muerte es confirmado; de otra manera no es válido entre tanto que el testador vive.

18 De donde vino que ni aun el primero fué consagrado sin sangre.

19 Porque habiendo leído Moisés todos los mandamientos de la ley á todo el pueblo, tomando la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, y lana de grana, é hisopo, roció al mismo libro, y también á todo el pueblo,

20 Diciendo: Esta es la sangre del testamento que Dios os ha mandado.

21 Y además de esto roció también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio.

22 Y casi todo es purificado según la ley con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.

23 Fué, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas con estas cosas; empero las mismas cosas celestiales con mejores sacrificios que éstos.

24 Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el mismo cielo para presentarse ahora por nosotros en la presencia de Dios.

25 Y no para ofrecerse muchas veces á sí mismo, como entra el pontífice en el santuario cada año con sangre ajena;

26 De otra manera fuera necesario que hubiera padecido muchas veces desde el principio del mundo: mas ahora una vez en la consumación de los siglos, para deshacimiento del pecado se presentó por el sacrificio de sí mismo.

27 Y de la manera que está establecido á los hombres que mueran una vez, y después el juicio;

28 Así también Cristo fué ofrecido una vez para agotar los pecados de muchos; y la segunda vez, sin pecado, será visto de los que le esperan para salud.

10 PORQUE la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos á los que se allegan.

De otra manera cesarían de ofrecerse; porque los que tributan este culto, limpios de una vez, no tendrían más conciencia de pecado.

Empero en estos sacrificios cada año se hace conmemoración de los pecados.

Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.

Por lo cual, entrando en el mundo, dice: sacrificio y presente no quisiste; Mas me apropiaste cuerpo:

Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron.

Entonces dije: Heme aquí (En la cabecera del libro está escrito de mí) Para que haga, oh Dios, tu voluntad.

Diciendo arriba: Sacrificio y presente, y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron, (las cuales cosas se ofrecen según la ley,)

Entonces dijo: Heme aquí para que haga, oh Dios, tu voluntad. Quita lo primero, para establecer lo postrero.

10 En la cual voluntad somos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una sola vez.

11 Así que, todo sacerdote se presenta cada día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados:

12 Pero éste, habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio para siempre, está sentado á la diestra de Dios,

13 Esperando lo que resta, hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies.

14 Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre á los santificados.

15 Y atestíguanos lo mismo el Espíritu Santo; que después que dijo:

16 Y este es el pacto que haré con ellos Después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis leyes en sus corazones, Y en sus almas las escribiré:

17 Añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados é iniquidades.

18 Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por pecado.