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En vez de jactarse que son profetas, cada uno dirá: “No, yo no soy profeta; soy campesino. Toda mi vida me la he pasado en el campo”. Y si alguien le pregunta: “Entonces, ¿qué significan las cicatrices que tienes en las manos?”, él responderá: “Son heridas que me hicieron mis propios amigos”.

El pastor herido, las ovejas dispersas

»El Señor Todopoderoso exclama: ¡Mi espada será lanzada contra mi pastor, contra aquel que había hecho mi compañero de confianza! ¡Herido el pastor, entonces las ovejas se dispersarán! ¡Yo mismo me encargaré de matar a los corderitos!

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