Add parallel Print Page Options

Y si alguien comienza nuevamente con profecías falsas, su propio padre o su madre lo matarán. “Debes morir”, le dirán, “porque has difundido mentiras como si fueran mensajes de parte del Señor”.

»Entonces nadie se jactará de tener dones proféticos. Nadie usará la túnica típica de profeta para engañar nuevamente al pueblo con sus mentiras. En vez de jactarse que son profetas, cada uno dirá: “No, yo no soy profeta; soy campesino. Toda mi vida me la he pasado en el campo”.

Read full chapter