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La marcha triunfal de Israel

(1) Del maestro de coro. Salmo y cántico de David.

68 (2) Cuando Dios entra en acción,
sus enemigos se dispersan;
los que le odian huyen de su presencia;
(3) desaparecen como el humo en el aire,
se derriten como la cera en el fuego;
¡ante Dios están perdidos los malvados!
(4) Pero los buenos se alegran;
ante Dios se llenan de gozo,
¡saltan de alegría!

(5) Canten ustedes a Dios,
canten himnos a su nombre;
alaben al que cabalga sobre las nubes.
¡Alégrense en el Señor!
¡Alégrense en su presencia!
(6) Dios, que habita en su santo templo,
es padre de los huérfanos
y defensor de las viudas;
(7) Dios da a los solitarios un hogar donde vivir,
libera a los prisioneros y les da prosperidad;
pero los rebeldes vivirán en tierra estéril.

(8) Oh Dios, cuando saliste al frente de tu pueblo
marchando a través del desierto,
(9) la tierra tembló,
la lluvia cayó del cielo,
el Sinaí tembló delante de Dios,
delante del Dios de Israel.
(10) Oh Dios, tú hiciste llover en abundancia;
tu pueblo estaba agotado, y tú le diste fuerza.
10 (11) Tu pueblo se estableció allí
y tú, oh Dios, por tu bondad,
le diste al pobre lo necesario.

11 (12) El Señor dio un mensaje;
muchas mujeres lo anunciaban:
12 (13) «¡Están huyendo los reyes y sus ejércitos!»
En casa, las mujeres se repartían
lo que se le había quitado al enemigo,
13 (14) pero ustedes se quedaron entre los rediles.
¡Alas de paloma cubiertas de plata!
¡Sus plumas cubiertas de oro fino!
14 (15) Cuando el Todopoderoso hizo huir a los reyes,
nevaba sobre el monte Salmón.

15 (16) ¡Qué altos son los montes de Basán,
y qué elevadas sus cumbres!
16 (17) Ustedes, que son montes tan altos,
¿por qué miran con envidia
el monte donde Dios quiso residir?
¡El Señor vivirá allí para siempre!

17 (18) Dios cuenta por millones sus carros de combate;
del Sinaí vino en ellos a su templo.
18 (19) Oh Dios, subiste a lo alto llevando cautivos;
recibiste tributo entre los hombres
y hasta los rebeldes se rindieron a ti, Señor.

19 (20) ¡Bendito sea el Señor, nuestro Dios y Salvador,
que día tras día lleva nuestras cargas!
20 (21) Nuestro Dios es un Dios que salva
y que puede librarnos de la muerte.
21 (22) Dios partirá la cabeza de sus enemigos,
la cabeza de los que siguen pecando.

22 (23) El Señor ha dicho:
«Te haré volver de Basán;
te haré volver del mar profundo,
23 (24) para que bañes tus pies
en la sangre de tus enemigos
y tus perros se la beban.»

24 (25) Oh Dios, mi Dios y Rey,
en tu santuario se ven las procesiones
que celebran en tu honor.
25 (26) Los cantores van al frente
y los músicos detrás,
y en medio las jovencitas
van tocando panderetas.
26 (27) ¡Bendigan todos ustedes a Dios el Señor!
¡Bendígalo todo Israel reunido!
27 (28) Al frente de ellos va Benjamín, el menor,
con muchos jefes de Judá,
de Zabulón y de Neftalí.

28 (29) Dios mío, demuestra tu poder;
¡reafirma lo que has hecho por nosotros!
29 (30) Desde tu alto templo, en Jerusalén,
adonde los reyes te traen regalos,
30 (31) reprende a Egipto, a esa bestia de los juncos,
a esa manada de toros bravos y de becerros
que en su afán de riquezas humillan a los pueblos;
¡dispersa a la gente que ama la guerra!
31 (32) De Egipto vendrán embajadores;
Etiopía levantará sus manos a Dios.

32 (33) ¡Canten a Dios, reinos de la tierra,
canten himnos al Señor,
33 (34) al que cabalga en los cielos,
en los cielos eternos!
Escuchen cómo resuena su voz,
su voz poderosa.
34 (35) Reconozcan el poder de Dios:
su majestad se extiende sobre Israel,
su poder alcanza el cielo azul.
35 (36) Maravilloso es Dios en su santuario;
el Dios de Israel da poder y fuerza a su pueblo.

¡Bendito sea Dios!

El Dios del Sinaí y del santuario

Al músico principal. Salmo de David. Cántico.

68 Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos,

Y huyan de su presencia los que le aborrecen.

Como es lanzado el humo, los lanzarás;

Como se derrite la cera delante del fuego,

Así perecerán los impíos delante de Dios.

Mas los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios,

Y saltarán de alegría.

Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre;

Exaltad al que cabalga sobre los cielos.

JAH es su nombre; alegraos delante de él.

Padre de huérfanos y defensor de viudas

Es Dios en su santa morada.

Dios hace habitar en familia a los desamparados;

Saca a los cautivos a prosperidad;

Mas los rebeldes habitan en tierra seca.

Oh Dios, cuando tú saliste delante de tu pueblo,

Cuando anduviste por el desierto, Selah

La tierra tembló;

También destilaron los cielos ante la presencia de Dios;

Aquel Sinaí tembló delante de Dios,(A) del Dios de Israel.

Abundante lluvia esparciste, oh Dios;

A tu heredad exhausta tú la reanimaste.

10 Los que son de tu grey han morado en ella;

Por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre.

11 El Señor daba palabra;

Había grande multitud de las que llevaban buenas nuevas.

12 Huyeron, huyeron reyes de ejércitos,

Y las que se quedaban en casa repartían los despojos.

13 Bien que fuisteis echados entre los tiestos,

Seréis como alas de paloma cubiertas de plata,

Y sus plumas con amarillez de oro.

14 Cuando esparció el Omnipotente los reyes allí,

Fue como si hubiese nevado en el monte Salmón.

15 Monte de Dios es el monte de Basán;

Monte alto el de Basán.

16 ¿Por qué observáis, oh montes altos,

Al monte que deseó Dios para su morada?

Ciertamente Jehová habitará en él para siempre.

17 Los carros de Dios se cuentan por veintenas de millares de millares;

El Señor viene del Sinaí a su santuario.

18 Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad,

Tomaste dones para los hombres,(B)

Y también para los rebeldes, para que habite entre ellos JAH Dios.

19 Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios

El Dios de nuestra salvación. Selah

20 Dios, nuestro Dios ha de salvarnos,

Y de Jehová el Señor es el librar de la muerte.

21 Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos,

La testa cabelluda del que camina en sus pecados.

22 El Señor dijo: De Basán te haré volver;

Te haré volver de las profundidades del mar;

23 Porque tu pie se enrojecerá de sangre de tus enemigos,

Y de ella la lengua de tus perros.

24 Vieron tus caminos, oh Dios;

Los caminos de mi Dios, de mi Rey, en el santuario.

25 Los cantores iban delante, los músicos detrás;

En medio las doncellas con panderos.

26 Bendecid a Dios en las congregaciones;

Al Señor, vosotros de la estirpe de Israel.

27 Allí estaba el joven Benjamín, señoreador de ellos,

Los príncipes de Judá en su congregación,

Los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí.

28 Tu Dios ha ordenado tu fuerza;

Confirma, oh Dios, lo que has hecho para nosotros.

29 Por razón de tu templo en Jerusalén

Los reyes te ofrecerán dones.

30 Reprime la reunión de gentes armadas,

La multitud de toros con los becerros de los pueblos,

Hasta que todos se sometan con sus piezas de plata;

Esparce a los pueblos que se complacen en la guerra.

31 Vendrán príncipes de Egipto;

Etiopía se apresurará a extender sus manos hacia Dios.

32 Reinos de la tierra, cantad a Dios,

Cantad al Señor; Selah

33 Al que cabalga sobre los cielos de los cielos, que son desde la antigüedad;

He aquí dará su voz, poderosa voz.

34 Atribuid poder a Dios;

Sobre Israel es su magnificencia,

Y su poder está en los cielos.

35 Temible eres, oh Dios, desde tus santuarios;

El Dios de Israel, él da fuerza y vigor a su pueblo.

Bendito sea Dios.

Al director musical. Salmo de David. Cántico.

68 Que se levante Dios,
    que sean dispersados sus enemigos,
    que huyan de su presencia los que lo odian.
Que desaparezcan del todo,
    como humo que se disipa con el viento;
que perezcan ante Dios los malvados,
    como cera que se derrite en el fuego.
Pero que los justos se alegren y se regocijen;
    que estén felices y alegres delante de Dios.

Canten a Dios, canten salmos a su nombre;
    aclamen a quien cabalga sobre las nubes,
    y regocíjense en su presencia.
    ¡Su nombre es el Señor!
Padre de huérfanos y defensor de viudas
    es Dios en su morada santa.
Dios da un hogar a los desamparados
    y dicha a los cautivos que libera;
    pero los rebeldes habitarán en el desierto.

Cuando saliste, oh Dios, al frente de tu pueblo,
    cuando a través del desierto marchaste, Selah
la tierra se estremeció,
    el cielo derramó su lluvia
    delante de Dios, el Dios de Sinaí,
    delante de Dios, el Dios de Israel.
Tú, oh Dios, diste abundantes lluvias;
    reanimaste a tu extenuada herencia.
10 Tu familia se estableció en la tierra
    que en tu bondad, oh Dios, preparaste para el pobre.

11 El Señor ha emitido la palabra
    y las mensajeras que la proclaman son una multitud poderosa:
12 «Van huyendo los reyes y sus tropas;
    en las casas, las mujeres se reparten el botín:
13 alas de paloma cubiertas de plata,
    con plumas de oro resplandeciente,
    mientras ustedes se quedan a dormir entre los rebaños».
14 Cuando el Todopoderoso puso en fuga a los reyes de la tierra,
    parecían copos de nieve cayendo sobre la cumbre del Zalmón.

15 Montañas de Basán, montañas imponentes;
    montañas de Basán, montañas escarpadas:
16 ¿Por qué, montañas escarpadas, miran con envidia
    al monte donde a Dios le place residir,
    donde el Señor habitará por siempre?
17 Los carros de guerra de Dios
    se cuentan por millares;
del Sinaí vino en ellos el Señor
    para entrar en su santuario.
18 Cuando tú, Dios y Señor,
    ascendiste a las alturas,
    te llevaste contigo a los cautivos;
recibiste ofrendas entre los hombres,
    aun de los rebeldes,
    para establecer tu morada.

19 Bendito sea el Señor, nuestro Dios y Salvador,
    que día tras día sobrelleva nuestras cargas. Selah
20 Nuestro Dios es un Dios que salva;
    el Señor Soberano nos libra de la muerte.
21 Dios aplastará la cabeza de sus enemigos,
    la cabellera en forma de corona de los que persisten en pecar.
22 El Señor dice: «De Basán los regresaré;
    de las profundidades del mar los haré volver,
23 para que se empapen tus pies en la sangre de sus enemigos;
para que al lamerla tus perros tengan también su parte».

24 En el santuario pueden verse las procesiones de mi Dios,
    las procesiones de mi Dios y Rey.
25 Los cantores van al frente,
    seguidos de los músicos de cuerda,
    entre doncellas que tocan panderetas.
26 Bendigan a Dios en la gran asamblea;
    alaben al Señor, descendientes de Israel.
27 Los guía la pequeña tribu de Benjamín,
    seguida de los múltiples príncipes de Judá
    y de los príncipes de Zabulón y Neftalí.

28 Despliega tu poder, oh Dios;
    haz gala, oh Dios, de tu poder,
    que has manifestado en favor nuestro.
29 Por causa de tu Templo en Jerusalén
    los reyes te ofrecerán presentes.
30 Reprende a esa bestia de los juncos,
    a esa manada de toros bravos
    entre naciones que parecen becerros.
Haz que, humillada, te lleve barras de plata;
    dispersa a las naciones que se deleitan en la guerra.
31 Egipto enviará embajadores,
    y Cus presentará sus tributos a Dios.

32 Cántenle a Dios, oh reinos de la tierra,
    cántenle salmos al Señor, Selah
33 al que cabalga por los cielos,
    los cielos antiguos,
al que hace oír su voz,
    su voz poderosa.
34 ¡Reconozcan el poder de Dios!
    Su majestad está sobre Israel,
    su poder está en las alturas.
35 En tu santuario, oh Dios, eres imponente;
    ¡el Dios de Israel da poder y fuerza a su pueblo!

¡Bendito sea Dios!

Dios victorioso

SALMO 68 (67)

Himno de David.

68 ¡Vamos, Dios mío,
dispersa a tus enemigos!
¡Haz que huya de tu presencia
esa gente que te odia!
¡Haz que desaparezcan por completo,
como desaparece el humo
tan pronto como sopla el viento!
¡Haz que esos malvados
se derritan como cera en el fuego!
Pero a la gente honrada
permítele alegrarse y hacer fiesta,
y estar feliz en tu presencia.

¡Cantemos himnos a Dios!
¡Sí, cantémosle al que manda la lluvia!
¡Hagamos fiesta en su presencia!
¡Él es el Dios de Israel!

Dios, que vive en su santo templo,
cuida a los huérfanos
y defiende a las viudas;
les da hogar a los desamparados,
y libertad a los presos;
pero a los que no lo obedecen
les da tierras que nada producen.

7-8 Dios mío,
cuando sacaste de Egipto
a tu pueblo Israel
y lo guiaste por el desierto,
tan pronto llegaste al monte Sinaí,
la tierra tembló
y el cielo dejó caer su lluvia.
Dios mío, tú
enviaste abundantes lluvias
y nuestras tierras
volvieron a producir.
10 Y en esa tierra vivimos;
en la tierra que, por tu bondad,
preparaste para los pobres.

11 Tú, Dios mío, hablaste,
y miles de mujeres dieron la noticia:
12 «¡Huyen los reyes,
huyen sus ejércitos!»
Las mujeres, en sus casas,
se reparten las riquezas
que le quitaron al enemigo:
13 objetos de plata y de oro.
Pero algunos israelitas
se escondieron entre el ganado.
14 Cuando tú, Dios todopoderoso,
hiciste que los reyes de la tierra
salieran huyendo,
lo alto del monte Salmón
se llenó de nieve.

15 Las montañas de Basán
son montañas muy altas;
las montañas de Basán
son montañas majestuosas.
16 Ustedes, altas montañas,
¿por qué ven con envidia
la montaña que Dios ha elegido
para vivir allí para siempre?
17 Son miles los carros
que Dios usa para la guerra;
en uno de ellos vino del Sinaí
para entrar en su santuario.

18 Cuando tú, Dios y Señor,
subiste a las alturas,
te llevaste contigo a los presos,
y te quedaste a vivir allí.
¡Todo el mundo, hasta los rebeldes,
te dieron muchos regalos!
19 ¡Bendito seas siempre, nuestro Dios!
Tú, Dios y salvador nuestro,
nos ayudas en nuestros problemas.
20 Tú eres un Dios que salva;
¡tú nos libras de la muerte!
21 ¡A esos enemigos tuyos
que no dejan de pecar,
les aplastarás la cabeza
y se la partirás en dos!

22 Dios nuestro,
tú nos has dicho:
«Yo los haré volver de Basán;
yo los haré volver
de las profundidades del mar,
23 para que se empapen los pies
en la sangre de sus enemigos,
¡y hasta los perros de ustedes
lamerán esa sangre!»

24 En el santuario se ven
los desfiles de mi Dios y Rey.
25 Al frente van los cantores,
seguidos de las que tocan panderetas;
los músicos cierran el desfile.
26-27 Los dirige la tribu más joven,
que es la de Benjamín,
y los sigue una gran multitud:
¡Son los príncipes de Judá,
de Zabulón y de Neftalí!
Ustedes, israelitas,
¡bendigan a nuestro Dios,
cuando celebren sus reuniones!

28 Dios mío, Dios mío,
¡demuéstranos tu poder!
¡Déjanos ver la fuerza
que has usado para ayudarnos!

29-31 Dios mío,
por causa de tu templo
los reyes te traen regalos
a la ciudad de Jerusalén.
Reprende a esa nación
que vive sólo para la guerra.
Parece una fiera entre los juncos;
es como una manada de toros,
¡parece una nación de terneros!
Es tanta su ambición por las riquezas
que hasta entre ellos se pelean.
Egipto te enviará su bronce,
y Etiopía te traerá regalos.

32 Gente de todos los reinos,
¡cántenle a Dios!
¡Cántenle himnos a nuestro Dios!
33-34 ¡Reconozcan su poder!
Sobre el cielo de Israel pueden verse
su poder y su majestad.
Nuestro Dios va por el cielo
como si fuera montando un caballo,
y deja oír su potente voz,
que resuena como el trueno.

35 Dios mío, Dios de Israel,
¡qué imponente te ves
al venir de tu santuario!
Tú nos das fuerza y poder.
¡Bendito seas!

El Dios del Sinaí y del santuario

Para el director del coro. Salmo de David. Cántico.

68 Levántese Dios; sean esparcidos sus enemigos,
y huyan delante de Él los que le aborrecen(A).
Como se disipa el humo, disípalos(B);
como la cera se derrite delante del fuego(C),
así perezcan los impíos delante de Dios(D).
Pero alégrense los justos(E), regocíjense delante de Dios;
sí, que rebosen de alegría.
Cantad a Dios, cantad alabanzas a su nombre(F);
abrid paso[a](G) al que cabalga por los desiertos[b](H),
cuyo nombre es el Señor[c](I); regocijaos delante de Él.

Padre de los huérfanos(J) y defensor[d] de las viudas(K)
es Dios en su santa morada(L).
Dios prepara un hogar(M) para los solitarios[e];
conduce[f] a los cautivos(N) a prosperidad;
solo los rebeldes habitan en una tierra seca(O).

Oh Dios, cuando saliste al frente[g] de tu pueblo(P),
cuando marchaste por el desierto(Q), (Selah[h])
tembló la tierra(R);
también se derramaron los cielos ante la presencia de Dios(S);
el Sinaí mismo[i] tembló delante de Dios(T), el Dios de Israel.
Tú esparciste lluvia abundante, oh Dios(U),
tú fortaleciste[j] tu heredad cuando estaba extenuada[k].
10 Los de tu pueblo[l] se establecieron en ella;
en tu bondad, oh Dios, proveíste para el pobre(V).

11 El Señor da la palabra[m];
las mujeres(W) que anuncian las buenas nuevas son gran multitud[n]:
12 Los reyes de los ejércitos huyen(X); huyen,
y la que se queda en casa repartirá el botín(Y).
13 Cuando[o] os acostáis en los apriscos[p](Z),
sois como alas de paloma cubiertas de plata,
y sus plumas de oro resplandeciente.
14 Cuando el Omnipotente[q] dispersó allí[r] a los reyes,
nevaba en el monte Salmón(AA).

15 Monte de Dios[s](AB) es el monte de Basán;
monte de muchos picos es el monte de Basán.
16 ¿Por qué miráis con envidia, oh montes de muchos picos,
al monte que Dios ha deseado para morada suya(AC)?
Ciertamente el Señor habitará allí para siempre(AD).
17 Los carros de Dios(AE) son miríadas, millares y millares[t](AF);
el Señor está entre ellos en santidad, como en el Sinaí[u].
18 Tú has ascendido a lo alto(AG), has llevado en cautividad a tus cautivos(AH);
has recibido dones entre los hombres,
y aun entre los rebeldes, para que el Señor[v] Dios habite entre ellos.

19 Bendito sea el Señor, que cada día lleva nuestra carga(AI),
el Dios que es nuestra salvación(AJ). (Selah)
20 Dios es para nosotros un Dios de salvación[w](AK),
y a Dios[x] el Señor pertenece el librar[y] de la muerte(AL).
21 Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos(AM),
la testa cabelluda del que anda en sus delitos[z](AN).
22 Dijo[aa] el Señor: De Basán(AO) los haré volver;
los haré volver de las profundidades del mar(AP);
23 para que tu pie los aplaste[ab] en sangre(AQ),
y la lengua de tus perros tenga la porción de tus enemigos(AR).

24 Ellos han visto tu procesión[ac](AS), oh Dios,
la procesión[ad] de mi Dios, mi Rey, hacia el santuario[ae](AT).
25 Los cantores iban delante, los músicos detrás(AU),
en medio de las doncellas[af] tocando panderos(AV).
26 Bendecid a Dios en las congregaciones(AW),
al Señor, vosotros del linaje[ag] de Israel(AX).
27 Allí va Benjamín(AY), el más joven[ah], dirigiéndolos[ai],
los príncipes de Judá con su grupo,
los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí(AZ).

28 El Dios tuyo ha mandado[aj] tu fuerza(BA);
muestra tu poder, oh Dios, tú que has obrado por nosotros(BB).
29 Por causa de[ak] tu templo en Jerusalén
te traerán presentes los reyes(BC).
30 Reprende las fieras de las cañas(BD),
la manada de toros[al](BE) con los becerros de los pueblos,
pisoteando las piezas de plata;
Él ha dispersado a los pueblos que se deleitan en la guerra(BF).
31 De Egipto(BG) saldrán mensajeros;
Etiopía[am] se apresurará a extender sus manos hacia Dios(BH).

32 Cantad a Dios, oh reinos de la tierra(BI);
cantad alabanzas al Señor(BJ). (Selah)
33 Cantad al que cabalga(BK) sobre los cielos de los cielos(BL), que son desde la antigüedad;
he aquí, Él da su voz(BM), voz poderosa(BN).
34 Atribuid a Dios fortaleza[an](BO);
su majestad es sobre Israel,
y su poder está en los cielos[ao](BP).
35 Imponente(BQ) eres, oh Dios, desde tu santuario[ap].
El Dios mismo de Israel da fortaleza y poder al pueblo(BR).
¡Bendito sea Dios(BS)!

Footnotes

  1. Salmos 68:4 O, exaltad
  2. Salmos 68:4 Posiblemente, los cielos; véase vers. 33
  3. Salmos 68:4 Heb., Yah
  4. Salmos 68:5 O, juez
  5. Salmos 68:6 Lit., Dios hace morar a los solitarios en una casa
  6. Salmos 68:6 Lit., saca
  7. Salmos 68:7 O, delante
  8. Salmos 68:7 Posiblemente, Pausa, Crescendo, o Interludio
  9. Salmos 68:8 Lit., este Sinaí
  10. Salmos 68:9 O, reanimaste
  11. Salmos 68:9 O, agotada
  12. Salmos 68:10 O, Tus criaturas
  13. Salmos 68:11 U, orden
  14. Salmos 68:11 Lit., ejército
  15. Salmos 68:13 Lit., Si
  16. Salmos 68:13 O, entre las alforjas, o, entre las piedras de fogón
  17. Salmos 68:14 Heb., Shaddai
  18. Salmos 68:14 Lit., en ella; i.e., en la heredad
  19. Salmos 68:15 O, Monte poderoso
  20. Salmos 68:17 Lit., dos veces diez mil
  21. Salmos 68:17 Otra posible lectura es: el Señor ha venido desde Sinaí al santuario
  22. Salmos 68:18 Heb., Yah
  23. Salmos 68:20 Lit., salvaciones
  24. Salmos 68:20 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
  25. Salmos 68:20 O, dar escapes
  26. Salmos 68:21 O, culpas
  27. Salmos 68:22 O, Dice
  28. Salmos 68:23 Algunas versiones antiguas dicen: bañes tu pie
  29. Salmos 68:24 Lit., tus idas
  30. Salmos 68:24 Lit., las idas
  31. Salmos 68:24 Lit., en el santuario o en santidad
  32. Salmos 68:25 O, las doncellas en medio
  33. Salmos 68:26 Lit., de la fuente
  34. Salmos 68:27 O, el más pequeño
  35. Salmos 68:27 O, gobernándolos, o, su gobernador
  36. Salmos 68:28 Algunos mss. dicen: Manda, Dios
  37. Salmos 68:29 O, Desde
  38. Salmos 68:30 Lit., fuertes
  39. Salmos 68:31 Heb., Cush
  40. Salmos 68:34 O, poder
  41. Salmos 68:34 Lit., las nubes
  42. Salmos 68:35 Lit., tus lugares santos