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Rut pide a Booz que sirva de redentor

Después su suegra Noemí le dijo: Hija mía, ¿no he de buscar seguridad[a] para ti, para que te vaya bien? Ahora pues, ¿no es Booz nuestro pariente[b](A), con cuyas criadas estabas? He aquí, él avienta cebada en la era esta noche. Lávate, pues, úngete y ponte tu mejor vestido y baja a la era; pero no te des a conocer al hombre hasta que haya acabado de comer y beber. Y sucederá que cuando él se acueste, notarás[c] el lugar donde se acuesta; irás, descubrirás sus pies y te acostarás; entonces él te dirá lo que debes hacer. Y ella le respondió: Todo lo que me dices, haré(B).

Descendió, pues, a la era e hizo todo lo que su suegra le había mandado. Cuando Booz hubo comido y bebido, y su corazón estaba contento(C), fue a acostarse al pie[d] del montón de grano; y ella vino calladamente, descubrió sus pies y se acostó. Y sucedió que a medianoche el hombre se asustó, se volvió[e], y he aquí que una mujer estaba acostada a sus pies. Y él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Soy Rut, tu sierva. Extiende, pues, tu manto sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano[f]. 10 Entonces él dijo: Bendita seas del Señor(D), hija mía. Has hecho tu última bondad mejor que la primera, al no ir en pos de los jóvenes, ya sean pobres o ricos. 11 Ahora hija mía, no temas. Haré por ti todo lo que me pidas[g], pues todo mi pueblo en la ciudad[h] sabe que eres una mujer virtuosa(E). 12 Ahora bien, es verdad que soy pariente cercano[i], pero hay un pariente[j] más cercano que yo. 13 Quédate esta noche, y cuando venga la mañana, si él quiere redimirte[k], bien, que te redima(F). Pero si no quiere redimirte[l], entonces yo te redimiré, vive el Señor(G). Acuéstate hasta la mañana.

14 Y ella se acostó a sus pies hasta la mañana, y se levantó antes que una persona pudiera reconocer a otra; y él dijo: Que no se sepa que ha venido mujer a la era(H). 15 Dijo además: Dame el manto que tienes puesto y sujétalo. Y ella lo sujetó, y él midió seis medidas de cebada y se las puso encima. Entonces ella[m] entró en la ciudad. 16 Cuando llegó a donde estaba su suegra, esta dijo: ¿Cómo te fue[n], hija mía? Y le contó todo lo que el hombre había hecho por ella. 17 Y dijo: Me dio estas seis medidas de cebada, pues dijo: «No vayas a tu suegra con las manos vacías». 18 Entonces Noemí dijo: Espera, hija mía, hasta que sepas cómo se resolverá[o] el asunto; porque el hombre no descansará hasta que lo haya arreglado[p] hoy.

Footnotes

  1. Rut 3:1 Lit., reposo
  2. Rut 3:2 O, conocido
  3. Rut 3:4 Lit., sabrás
  4. Rut 3:7 Lit., extremo
  5. Rut 3:8 Lit., y se torció
  6. Rut 3:9 O, redentor
  7. Rut 3:11 Lit., digas
  8. Rut 3:11 Lit., puerta
  9. Rut 3:12 O, redentor
  10. Rut 3:12 O, redentor
  11. Rut 3:13 O, actuar como pariente cercano
  12. Rut 3:13 O, actuar como pariente cercano
  13. Rut 3:15 Así en muchos mss. y versiones antiguas; en el T.M., él
  14. Rut 3:16 Lit., ¿Quién eres
  15. Rut 3:18 Lit., caerá
  16. Rut 3:18 Lit., termine el asunto

Rut y Booz en la era

Después le dijo su suegra Noemí: Hija mía, ¿no he de buscar hogar para ti, para que te vaya bien? ¿No es Booz nuestro pariente, con cuyas criadas tú has estado? He aquí que él avienta esta noche la parva de las cebadas. Te lavarás, pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, irás a la era; mas no te darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber. Y cuando él se acueste, notarás el lugar donde se acuesta, e irás y descubrirás sus pies, y te acostarás allí; y él te dirá lo que hayas de hacer. Y ella respondió: Haré todo lo que tú me mandes.

Descendió, pues, a la era, e hizo todo lo que su suegra le había mandado. Y cuando Booz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, se retiró a dormir a un lado del montón. Entonces ella vino calladamente, y le descubrió los pies y se acostó. Y aconteció que a la medianoche se estremeció aquel hombre, y se volvió; y he aquí, una mujer estaba acostada a sus pies. Entonces él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Rut tu sierva; extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano. 10 Y él dijo: Bendita seas tú de Jehová, hija mía; has hecho mejor tu postrera bondad que la primera, no yendo en busca de los jóvenes, sean pobres o ricos. 11 Ahora pues, no temas, hija mía; yo haré contigo lo que tú digas, pues toda la gente de mi pueblo sabe que eres mujer virtuosa. 12 Y ahora, aunque es cierto que yo soy pariente cercano, con todo eso hay pariente más cercano que yo. 13 Pasa aquí la noche, y cuando sea de día, si él te redimiere, bien, redímate; mas si él no te quisiere redimir, yo te redimiré, vive Jehová. Descansa, pues, hasta la mañana.

14 Y después que durmió a sus pies hasta la mañana, se levantó antes que los hombres pudieran reconocerse unos a otros; porque él dijo: No se sepa que vino mujer a la era.

15 Después le dijo: Quítate el manto que traes sobre ti, y tenlo. Y teniéndolo ella, él midió seis medidas de cebada, y se las puso encima; y ella se fue a la ciudad.

16 Y cuando llegó a donde estaba su suegra, esta le dijo: ¿Qué hay, hija mía? Y le contó ella todo lo que con aquel varón le había acontecido. 17 Y dijo: Estas seis medidas de cebada me dio, diciéndome: A fin de que no vayas a tu suegra con las manos vacías.

18 Entonces Noemí dijo: Espérate, hija mía, hasta que sepas cómo se resuelve el asunto; porque aquel hombre no descansará hasta que concluya el asunto hoy.