38 Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida(A), ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes[a](B),
39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios(A) que es en Cristo Jesús Señor nuestro(B).
6 De nuevo, cuando trae[a] al Primogénito al mundo(A), dice:
«Y lo adoren todos los Ángeles de Dios(B)».
Nueva Biblia de las Américas™ NBLA™ Copyright © 2005 por The Lockman Foundation