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No hay condenación para los que creen

Por tanto, ahora no hay condenación(A) para los que están en Cristo Jesús[a](B), los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús(C) te[b] ha libertado[c] de la ley del pecado y de la muerte(D).

Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne(E), Dios lo hizo(F): enviando a Su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y como ofrenda por el pecado, condenó al pecado en la carne(G), para que el requisito de la ley(H) se cumpliera en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu(I).

Porque los que viven[d] conforme a la carne(J), ponen la mente en las cosas de la carne, pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu(K). Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz(L). La mente puesta en la carne es enemiga de Dios(M), porque no se sujeta a la ley de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo, y los que están en la carne(N) no pueden agradar a Dios.

Viviendo según el Espíritu

Sin embargo, ustedes no están en la carne(O) sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en ustedes(P). Pero si alguien no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él(Q). 10 Y si Cristo está en ustedes, aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, sin embargo, el espíritu está vivo[e] a causa de la justicia(R). 11 Pero si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes(S), el mismo que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de[f] Su Espíritu que habita en ustedes(T).

12 Así que, hermanos, somos deudores, no a la carne, para vivir conforme a la carne. 13 Porque si ustedes viven conforme a la carne, habrán de[g] morir; pero si por el Espíritu hacen morir las obras de la carne[h](U), vivirán(V). 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios(W), los tales son hijos de Dios(X).

15 Pues ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor[i](Y), sino que han recibido un espíritu[j] de adopción(Z) como hijos, por el cual clamamos: «¡Abba, Padre(AA)!». 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu(AB) de que somos hijos de Dios(AC). 17 Y si somos hijos, somos también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo(AD), si en verdad padecemos con Él a fin de que también seamos glorificados con Él(AE).

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Footnotes

  1. Romanos 8:1 Muchos mss. antiguos no incluyen el resto del vers.
  2. Romanos 8:2 Algunos mss. antiguos dicen: me.
  3. Romanos 8:2 O te ha libertado en Cristo Jesús.
  4. Romanos 8:5 Lit. son.
  5. Romanos 8:10 Lit. es vida.
  6. Romanos 8:11 Algunos mss. antiguos dicen: por causa de.
  7. Romanos 8:13 O están a punto de.
  8. Romanos 8:13 Lit. del cuerpo.
  9. Romanos 8:15 Lit. otra vez para temor.
  10. Romanos 8:15 O el Espíritu.

Viviendo en el Espíritu

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.

Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 10 Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. 11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.

12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; 13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios. 15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. 17 Y si hijos, también herederos;(A) herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

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29 Porque a los que de antemano conoció(A), también los predestinó(B) a ser hechos conforme a la imagen de Su Hijo(C), para que Él sea el primogénito(D) entre muchos hermanos. 30 A los que predestinó(E), a esos también llamó(F). A los que llamó, a esos también justificó(G). A los que justificó, a esos también glorificó(H).

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29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.

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15 Él es la imagen del Dios invisible(A), el primogénito[a] de toda creación(B).

16 Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra(C), visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades(D); todo ha sido creado por medio de Él y para Él(E). 17 Y Él es[b] antes de todas las cosas(F), y en Él todas las cosas permanecen[c].

18 Él es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia(G). Él es el principio(H), el primogénito[d] de entre los muertos(I), a fin de que Él tenga en todo la primacía. 19 Porque agradó al Padre(J) que en Él habitara toda la plenitud[e](K), 20 y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo(L), habiendo hecho la paz por medio de la sangre de Su cruz, por medio de Él(M), repito, ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielos(N).

21 Y aunque ustedes antes estaban alejados y eran de ánimo hostil[f](O), ocupados en malas obras, 22 sin embargo, ahora Dios los ha reconciliado(P) en Cristo en Su cuerpo de carne(Q), mediante Su muerte, a fin de presentarlos santos, sin mancha e irreprensibles(R) delante de Él. 23 Esto Él hará si en verdad permanecen en la fe bien cimentados y constantes(S), sin moverse de la esperanza del evangelio que han oído(T), que fue proclamado a toda la creación debajo del cielo(U), y del cual yo, Pablo, fui hecho[g] ministro(V).

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Footnotes

  1. Colosenses 1:15 Gr. protótokos; aquí: el primero en prioridad y soberanía.
  2. Colosenses 1:17 O ha existido.
  3. Colosenses 1:17 Lit. se conservan unidas.
  4. Colosenses 1:18 Gr. protótokos; aquí: el primero que resucitó de entre los muertos.
  5. Colosenses 1:19 I.e. de la Deidad.
  6. Colosenses 1:21 Lit. enemigos en mente.
  7. Colosenses 1:23 Lit. llegué a ser.

Reconciliación por medio de la muerte de Cristo

15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. 17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; 18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia,(A) él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; 19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, 20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.(B)

21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado 22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; 23 si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.

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Porque yo les entregué en primer lugar lo mismo que recibí(A): que Cristo[a] murió por nuestros pecados(B), conforme a las Escrituras(C); que fue sepultado y que resucitó al tercer día(D), conforme a las Escrituras(E); que se apareció a Cefas[b](F) y después a los doce(G).

Luego se apareció a más de 500 hermanos a la vez, la mayoría de los cuales viven aún, pero algunos ya duermen[c](H). Después se apareció a Jacobo[d](I), luego a todos los apóstoles(J).

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Footnotes

  1. 1 Corintios 15:3 I.e. el Mesías.
  2. 1 Corintios 15:5 O Pedro.
  3. 1 Corintios 15:6 O murieron.
  4. 1 Corintios 15:7 O Santiago.

Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;(A) y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;(B) y que apareció a Cefas,(C) y después a los doce.(D) Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles;

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Cristo, garantía de la resurrección

20 Pero ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos(A), primicias(B) de los que durmieron[a](C). 21 Porque ya que la muerte entró por un hombre(D), también por un hombre vino la resurrección de los muertos. 22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados(E).

23 Pero cada uno en su debido orden[b]: Cristo, las primicias(F); luego los que son de Cristo(G) en Su venida(H). 24 Entonces vendrá el fin, cuando Él entregue el reino(I) al Dios y Padre(J), después que haya terminado[c] con todo dominio y toda autoridad y poder(K). 25 Pues Cristo debe reinar hasta que haya puesto a todos Sus enemigos debajo de Sus pies(L). 26 Y el último enemigo que será eliminado[d] es la muerte(M).

27 Porque Dios ha puesto todo en sujeción bajo Sus pies(N). Pero cuando dice que todas las cosas están sujetas a Él(O), es evidente que se exceptúa a Aquel que ha sometido a Él todas las cosas. 28 Y cuando todo haya sido sometido a Él(P), entonces también el Hijo mismo se sujetará a Aquel que sujetó a Él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos(Q).

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Footnotes

  1. 1 Corintios 15:20 O murieron.
  2. 1 Corintios 15:23 O rango.
  3. 1 Corintios 15:24 O destruido.
  4. 1 Corintios 15:26 O destruido.

20 Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. 22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. 23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. 24 Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. 25 Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.(A) 26 Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. 27 Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies.(B) Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. 28 Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.

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17 Toda buena dádiva y todo don perfecto viene[a] de lo alto(A), desciende del Padre de las luces(B), con el cual no hay cambio(C) ni sombra de variación. 18 En el ejercicio de Su voluntad(D), Él nos hizo nacer(E) por la palabra de verdad(F), para que fuéramos las[b] primicias de sus criaturas(G).

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Footnotes

  1. Santiago 1:17 Lit. es.
  2. Santiago 1:18 Lit. ciertas.

17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. 18 Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.

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Beneficios de la redención

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo(A), que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo(B). Porque Dios nos escogió(C) en Cristo antes de la fundación del mundo(D), para que fuéramos[a] santos y sin mancha(E) delante de Él. En amor(F) nos predestinó[b](G) para adopción como hijos para sí(H) mediante Jesucristo, conforme a la buena intención de Su voluntad(I), para alabanza de la gloria(J) de Su gracia que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el Amado(K).

En Él[c] tenemos redención(L) mediante Su sangre(M), el perdón de nuestros pecados(N) según las riquezas de Su gracia(O) que ha hecho abundar para con nosotros. En toda sabiduría y discernimiento[d] nos dio a conocer el misterio(P) de Su voluntad, según la buena intención(Q) que se propuso en Cristo(R), 10 con miras a una buena administración en el[e] cumplimiento de los tiempos(S), es decir, de reunir todas las cosas en Cristo(T), tanto las que están en los cielos, como las que están en la tierra[f].

11 También en Él hemos obtenido herencia[g](U), habiendo sido predestinados según el propósito de Aquel(V) que obra todas las cosas conforme al consejo de Su voluntad(W), 12 a fin de que nosotros, que fuimos los primeros en esperar en Cristo[h], seamos para alabanza de Su gloria(X).

13 En Él[i] también ustedes, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio(Y) de su salvación, y habiendo creído, fueron sellados en Él(Z) con[j] el Espíritu Santo de la promesa(AA), 14 que nos es dado como garantía[k](AB) de nuestra herencia(AC), con miras a la redención(AD) de la posesión adquirida de Dios(AE), para alabanza de Su gloria(AF).

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Footnotes

  1. Efesios 1:4 O seamos.
  2. Efesios 1:5 Lit. habiéndonos predestinado.
  3. Efesios 1:7 Lit. quien.
  4. Efesios 1:8 O para con nosotros, en toda sabiduría y entendimiento.
  5. Efesios 1:10 Lit. del.
  6. Efesios 1:10 Lit. en la tierra, en Él.
  7. Efesios 1:11 O fuimos hechos una herencia.
  8. Efesios 1:12 I.e. el Mesías.
  9. Efesios 1:13 Lit. quien.
  10. Efesios 1:13 O habiendo creído en Él, fueron sellados con.
  11. Efesios 1:14 O arras.

Bendiciones espirituales en Cristo

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados(A) según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, 10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.

11 En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, 12 a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. 13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, 14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.

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