Print Page Options

Matrimonio simbólico de Oseas

Y el Señor me dijo: Ve otra vez, ama a una mujer amada por otro[a] y adúltera, así como el Señor ama a los hijos de Israel(A) a pesar de que ellos se vuelven a otros dioses y se deleitan con tortas de pasas(B). La compré(C), pues, para mí por quince siclos[b] de plata y un homer[c] y medio[d] de cebada. Y le dije: Te quedarás conmigo por muchos días(D). No te prostituirás, ni serás de otro hombre, y yo también seré para ti. Porque por muchos días los hijos de Israel quedarán sin rey y sin príncipe(E), sin sacrificio(F) y sin pilar sagrado(G), y sin efod(H) y sin ídolos domésticos[e](I). Después los hijos de Israel volverán y buscarán al Señor su Dios(J) y a David su rey(K); y acudirán temblorosos al Señor(L) y a su bondad en los últimos días.

Footnotes

  1. Oseas 3:1 Lit., de un compañero
  2. Oseas 3:2 Un siclo equivale aprox. a 11.4 gramos
  3. Oseas 3:2 Un homer equivale aprox. a 220 litros
  4. Oseas 3:2 Heb., letek
  5. Oseas 3:4 Heb., terafim

Oseas y la mujer adúltera

El Señor volvió a decirme:
«Ve y ama a una mujer
amada de su amigo y adúltera.
Así ama el Señor a los israelitas,
aunque ellos se vuelven a dioses extraños
    y comen de las tortas de pasas que les ofrecen.»
Entonces adquirí una mujer para mí
por quince monedas de plata
y trescientos treinta litros de cebada.
Le dije: «Por mucho tiempo serás mía;
no te prostituyas ni te entregues a otro hombre,
y yo también te seré fiel.»

Pues por mucho tiempo los israelitas
estarán sin rey ni jefe,
sin sacrificio ni piedras sagradas,
sin ropas sacerdotales ni ídolos familiares.
Después de esto se volverán los israelitas
y buscarán al Señor su Dios
y a David su rey.
En los últimos tiempos
acudirán con reverencia al Señor
y a los bienes que él concede.

Oseas y la adúltera

Me dijo otra vez Jehová: Ve, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera, como el amor de Jehová para con los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, y aman tortas de pasas. La compré entonces para mí por quince siclos de plata y un homer y medio de cebada. Y le dije: Tú serás mía durante muchos días; no fornicarás, ni tomarás otro varón; lo mismo haré yo contigo. Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin estatua, sin efod y sin terafines. Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días.

Oseas y su esposa infiel

Dios volvió a decirme:

«Oseas, tu esposa te es infiel:
tiene un amigo que es su amante.
También los israelitas me son infieles,
pues adoran a dioses falsos
y comen de las ofrendas que presentan.
Sin embargo, ve y ama a tu esposa,
así como yo amo a los israelitas».

Yo, Oseas, le pagué al amante de mi esposa quince monedas de plata y le di trescientos treinta kilos de cebada, para que ella volviera a vivir conmigo. Y luego le dije a ella:

«Ya eres mía,
y vivirás conmigo mucho tiempo.
Si tú prometes serme fiel,
yo también te seré fiel,
aunque por un tiempo
no viviremos como esposos».

Lo mismo sucederá con los israelitas: Durante mucho tiempo no tendrán rey ni jefe; tampoco podrán presentar ofrendas a Dios, ni sabrán lo que Dios quiere que hagan; además, no tendrán sacerdotes ni ídolos familiares. Después de esto, se arrepentirán. Cuando llegue el tiempo del fin, volverán a obedecer a Dios y pedirán sus bendiciones, y también seguirán el ejemplo del rey David.

Adonai said to me, “Go once more, and show love to [this] wife [of yours] who has been loved by her boyfriend, to this adulteress — just as Adonai loves the people of Isra’el, even though they turn to other gods and love the raisin cakes [offered to them].”

So I bought her back for myself with fifteen pieces of silver and eight bushels of barley . Then I told her, “You are to remain in seclusion for a long time and be mine. You are not to be a prostitute, and you are not to be with any other man; and I won’t come in to have sex with you either.” For the people of Isra’el are going to be in seclusion for a long time without a king, prince, sacrifice, standing-stone, ritual vest or household gods. Afterwards, the people of Isra’el will repent and seek Adonai their God and David their king; they will come trembling to Adonai and his goodness in the acharit-hayamim.