Add parallel Print Page Options

30 »Los soportaste por muchos años,
y les testificaste con tu espíritu
por medio de tus profetas,
pero no escucharon;
por lo cual los entregaste
en manos de los pueblos de la tierra.
31 Mas por tus muchas misericordias
no los consumiste ni los desamparaste;
porque eres Dios clemente y misericordioso.

32 »Ahora pues, Dios nuestro,
Dios grande, fuerte, temible,
que guardas el pacto y la misericordia,
no sea tenido en poco delante de ti todo el sufrimiento
que ha alcanzado a nuestros reyes, a nuestros gobernantes,
a nuestros sacerdotes, a nuestros profetas,
a nuestros padres y a todo tu pueblo,
desde los días de los reyes de Asiria hasta este día.

Read full chapter