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Leyes sobre los sacrificios

15 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

«Di a los israelitas lo siguiente: Cuando entren ustedes en el país que yo voy a darles para que vivan en él, y me ofrezcan un toro o una oveja para quemarlo en mi honor como sacrificio u holocausto de olor agradable, ya sea en cumplimiento de alguna promesa o como ofrenda voluntaria, o en ocasión de alguna fiesta, el que presente la ofrenda deberá añadir dos kilos de harina fina amasada con un litro de aceite. Además, a los sacrificios indicados se deberá añadir una ofrenda de un litro de vino por cada cordero. Si se trata del sacrificio de un carnero, se añadirán cuatro kilos de harina amasada con poco más de un litro de aceite y algo más de un litro de vino, como ofrenda de olor agradable para mí. Si se trata del sacrificio de un becerro, para ofrecerlo como holocausto o como sacrificio de reconciliación, o en cumplimiento de una promesa, se añadirán seis kilos de harina amasada con dos litros de aceite, 10 más dos litros de vino, como ofrenda quemada de olor agradable para mí. 11 Esto es lo que deberá hacerse por cada toro, cada carnero, cada cordero o cada cabrito que se ofrezca. 12 Por cada animal que se ofrezca se hará su ofrenda correspondiente, según el número de animales. 13 Todo israelita deberá cumplir estas normas cuando me haga una ofrenda quemada de olor agradable.

14 »Si un extranjero, ya sea que se encuentre de paso o que viva permanentemente entre ustedes, quiere presentarme una ofrenda quemada de olor agradable, deberá cumplir las mismas normas que todos ustedes. 15 La misma norma vale para ustedes y para los extranjeros; será una ley permanente, que pasará de padres a hijos. 16 Una misma ley y una misma norma habrá para ustedes y para los extranjeros.»

17 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

18 «Di a los israelitas lo siguiente: Cuando hayan entrado en el país adonde los voy a llevar, 19 y empiecen a disfrutar del trigo que se produce en él, deberán separar una parte para ofrecérmela. 20 Y así como me ofrecen la primera porción del trigo trillado, así también con la primera masa que preparen me harán una ofrenda de pan. 21 Esta ofrenda deberán hacerla siempre.

22 »Cuando involuntariamente dejen ustedes de hacer cualquiera de las cosas que le he ordenado a Moisés 23 desde el primer día en adelante, para que ustedes y sus descendientes las cumplan, deberán hacer lo siguiente:

24 »Si la falta ha sido involuntaria y de todo el pueblo, todo el pueblo me ofrecerá un becerro como holocausto de olor agradable, con su correspondiente ofrenda de cereales y de vino, como Dios lo ha ordenado; además, me ofrecerán un chivo como sacrificio por el pecado. 25 Luego el sacerdote celebrará el rito para obtener el perdón a favor de todo el pueblo de Israel, y yo los perdonaré, pues se trata de una falta involuntaria y ellos me presentaron su ofrenda y su sacrificio por el pecado. 26 Yo perdonaré a todo el pueblo de Israel y a los extranjeros que vivan entre ustedes, si la falta del pueblo ha sido involuntaria.

27 »Si la falta involuntaria la comete una persona en particular, esa persona ofrecerá como sacrificio por el pecado una cabrita de un año. 28 El sacerdote celebrará ante mí el rito para obtener el perdón por el pecado involuntario de esa persona, y yo la perdonaré. 29 La misma norma vale para los israelitas y para los extranjeros que vivan entre ustedes, si la falta cometida ha sido involuntaria.

30 »Pero si una persona peca voluntariamente, ya sea israelita o extranjera, me ofende a mí. Por lo tanto, esa persona será eliminada de entre su gente, 31 pues despreció mi palabra y no cumplió mis órdenes; será eliminada del todo y cargará con su maldad.»

Castigo por la violación del sábado

32 Cuando los israelitas estaban en el desierto, encontraron a un hombre recogiendo leña en sábado. 33 Los que lo encontraron lo llevaron ante Moisés y Aarón, y ante todo el pueblo, 34 y ellos lo tuvieron bajo vigilancia, pues aún no se había decidido lo que se debía hacer con él. 35 Entonces dijo el Señor a Moisés: «Ese hombre debe ser condenado a muerte. Que todos los israelitas lo apedreen fuera del campamento.» 36 Entonces los israelitas lo sacaron del campamento y lo apedrearon hasta que murió, tal como el Señor se lo había ordenado a Moisés.

Borlas con flecos en el borde de la ropa

37 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

38 «Di a los israelitas lo siguiente: Ustedes y sus descendientes deberán llevar borlas con flecos en el borde de su ropa. Las borlas deben ser de hilo morado. 39 Así, cuando ustedes vean las borlas, se acordarán de todos los mandamientos que yo les he dado y los cumplirán, y no se dejarán llevar por sus propios pensamientos y deseos, por los cuales ustedes han dejado de serme fieles. 40 Así se acordarán de todos mis mandamientos y los cumplirán, y estarán consagrados a mí, que soy su Dios. 41 Yo soy el Señor, el Dios de ustedes, que los saqué de Egipto para ser su Dios. Yo soy el Señor su Dios.»

La rebelión de Coré y su castigo

16 Un levita descendiente de Quehat, llamado Coré, hijo de Ishar, y tres hombres más de la tribu de Rubén, llamados Datán y Abiram, hijos de Eliab, y On, hijo de Pélet, se rebelaron contra Moisés. A ellos se les unieron otros doscientos cincuenta israelitas, hombres de autoridad en el pueblo, que pertenecían al grupo de consejeros y tenían buena fama. Todos ellos se reunieron, se enfrentaron con Moisés y Aarón, y les dijeron:

—¡Basta ya de privilegios! Todo el pueblo ha sido consagrado por Dios, y el Señor está con todos nosotros. ¿Por qué se levantan ustedes como autoridad suprema sobre el pueblo del Señor?

Al oír esto, Moisés se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y dijo a Coré y a los que lo seguían:

—Mañana por la mañana el Señor hará saber quién le pertenece y quién le está consagrado y puede presentarle las ofrendas. Sólo podrá presentarle ofrendas aquel a quien él escoja. Hagan lo siguiente: traigan los incensarios de Coré y sus compañeros, pónganles brasas, échenles incienso y colóquenlos mañana delante del Señor. El hombre a quien el Señor escoja, es el que le está consagrado. ¡Y basta ya, levitas!

Luego dijo Moisés a Coré:

—Óiganme, levitas: ¿Les parece poco que el Dios de Israel los haya escogido a ustedes de entre el pueblo de Israel, y que estén cerca de él y se ocupen de los oficios del santuario del Señor y presten este servicio al pueblo? 10 El Señor ha querido que tú y los demás miembros de tu tribu, los levitas, estén cerca de él, ¿y ahora ambicionan también el sacerdocio? 11 Realmente Aarón no es nadie para que hablen mal de él; es contra el Señor contra quien tú y tus compañeros se han rebelado.

12 Luego Moisés mandó llamar a Datán y a Abiram, hijos de Eliab, pero ellos respondieron:

—No queremos ir. 13 ¿Te parece poco habernos sacado de un país donde la leche y la miel corren como el agua, para hacernos morir en el desierto, que además quieres ser nuestro jefe supremo? 14 Tú no nos has llevado a ningún país donde la leche y la miel corran como el agua, ni nos has dado campos ni viñedos. ¿Quieres que todos se dejen llevar como si fueran ciegos? No, no iremos a verte.

15 Entonces Moisés se enojó mucho, y dijo al Señor:

—¡No aceptes sus ofrendas! Yo no les he quitado a ellos ni siquiera un asno, y tampoco le he hecho mal a ninguno de ellos.

16 Después Moisés dijo a Coré:

—Preséntense mañana tú y tus compañeros, delante del Señor. Aarón también estará allí. 17 Que cada uno lleve su incensario y le ponga incienso. Tú y Aarón llevarán también su incensario y lo pondrán, junto con los otros doscientos cincuenta, delante del Señor.

18 Entonces cada uno tomó su incensario, le puso brasas e incienso y se colocó, junto con Moisés y Aarón, delante de la tienda del encuentro. 19 Coré ya había reunido contra ellos a todo el pueblo frente a la tienda del encuentro. La gloria del Señor se apareció entonces ante todo el pueblo, 20 y el Señor les dijo a Moisés y Aarón:

21 —¡Apártense de ese pueblo, que voy a destruirlo en un momento!

22 Pero ellos, inclinándose hasta tocar el suelo con la frente, dijeron:

—Oh Dios, tú que das la vida a todos los hombres, ¿vas a enojarte con todo el pueblo por el pecado de un solo hombre?

23 Y el Señor respondió a Moisés:

24 —Diles a todos los israelitas que se aparten de la tienda donde están Coré, Datán y Abiram.

25 Moisés se levantó, seguido por los ancianos de Israel, y fue a donde estaban Datán y Abiram. 26 Entonces le dijo al pueblo:

—Apártense de las tiendas de esos hombres perversos, y no toquen nada de lo que les pertenece, no vaya a ser que también ustedes mueran por el pecado de ellos.

27 El pueblo se apartó de donde estaban Coré, Datán y Abiram. Datán y Abiram estaban a la entrada de su tienda, con sus mujeres y sus hijos. 28 Y Moisés continuó:

—Con esto les voy a probar que es el Señor quien me ha enviado a hacer todas estas cosas, y que no las hago por mi propia voluntad. 29 Si estos hombres mueren de muerte natural, como los demás hombres, es que el Señor no me ha enviado; 30 pero si el Señor hace algo extraordinario, y la tierra se abre y se los traga a ellos con todo lo que tienen, y caen vivos al fondo de la tierra, entonces sabrán ustedes que son estos hombres los que han menospreciado al Señor.

31 En cuanto Moisés terminó de hablar, la tierra se abrió debajo de ellos 32 y se tragó a todos los hombres que se habían unido a Coré, junto con sus familias y todo lo que tenían. 33 Cayeron vivos al fondo de la tierra, con todas sus cosas, y luego la tierra volvió a cerrarse. Así fueron eliminados de entre los israelitas. 34 Al oírlos gritar, todos los israelitas que se encontraban alrededor salieron corriendo y diciendo: «¡No nos vaya a tragar la tierra a nosotros también!» 35 Además, el Señor envió un fuego que mató a los doscientos cincuenta hombres que habían ofrecido incienso.

36 (17.1) Y el Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

37 (17.2) «Ordena a Eleazar, hijo de Aarón, que saque los incensarios de entre los restos del incendio, y que arroje lejos las brasas que aún haya en ellos. 38 (17.3) Los incensarios de estos hombres, que han muerto por haber pecado, han quedado consagrados porque fueron usados para presentar incienso delante de mí. Conviertan, pues, ese metal en láminas para recubrir el altar, y para que sirva de advertencia a los israelitas.»

39 (17.4) El sacerdote Eleazar recogió los incensarios de bronce que habían presentado los hombres que murieron en el incendio, y ordenó que los convirtieran en láminas para recubrir el altar. 40 (17.5) Ésta fue una advertencia a los israelitas de que nadie, aparte de los descendientes de Aarón, podía acercarse al altar para ofrecer incienso al Señor; de lo contrario, le pasaría lo que a Coré y a sus compañeros. Y todo se hizo tal como el Señor se lo había ordenado a Eleazar por medio de Moisés.

41 (17.6) Al día siguiente, todo el pueblo de Israel empezó a hablar contra Moisés y Aarón. Decían:

—¡Ustedes están matando al pueblo del Señor!

42 (17.7) Y todos se arremolinaban alrededor de Moisés y Aarón; pero ellos se dirigieron a la tienda del encuentro. En ese momento la nube la cubrió y se apareció la gloria del Señor. 43 (17.8) Entonces Moisés y Aarón fueron al frente de la tienda del encuentro, 44 (17.9) y el Señor le dijo a Moisés:

45 (17.10) —¡Apártense de toda esa gente, que los voy a destruir en un momento!

Moisés y Aarón se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente, 46 (17.11) y Moisés le dijo a Aarón:

—Trae tu incensario, ponle brasas del altar y échale incienso; vete en seguida a donde está el pueblo y pide a Dios perdón por ellos, porque la ira del Señor se ha encendido y la plaga ya comenzó.

47 (17.12) Aarón hizo lo que le dijo Moisés, y se fue corriendo a donde estaba el pueblo reunido. La plaga enviada por Dios ya estaba haciendo estragos entre el pueblo. Entonces Aarón puso incienso y pidió a Dios perdón por el pueblo. 48 (17.13) Luego se colocó entre los que ya habían muerto y los que todavía estaban con vida, y la plaga se detuvo, 49 (17.14) aunque ya para entonces habían muerto catorce mil setecientas personas, sin contar los que habían muerto antes, durante la rebelión de Coré. 50 (17.15) Cuando la plaga terminó, Aarón volvió a la entrada de la tienda del encuentro para reunirse con Moisés.

Leyes sobre las ofrendas

15 Jehová habló a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra de vuestra habitación que yo os doy, y hagáis ofrenda encendida a Jehová, holocausto, o sacrificio, por especial voto, o de vuestra voluntad, o para ofrecer en vuestras fiestas solemnes olor grato a Jehová, de vacas o de ovejas; entonces el que presente su ofrenda a Jehová traerá como ofrenda la décima parte de un efa de flor de harina, amasada con la cuarta parte de un hin de aceite. De vino para la libación ofrecerás la cuarta parte de un hin, además del holocausto o del sacrificio, por cada cordero. Por cada carnero harás ofrenda de dos décimas de flor de harina, amasada con la tercera parte de un hin de aceite; y de vino para la libación ofrecerás la tercera parte de un hin, en olor grato a Jehová. Cuando ofrecieres novillo en holocausto o sacrificio, por especial voto, o de paz a Jehová, ofrecerás con el novillo una ofrenda de tres décimas de flor de harina, amasada con la mitad de un hin de aceite; 10 y de vino para la libación ofrecerás la mitad de un hin, en ofrenda encendida de olor grato a Jehová.

11 Así se hará con cada buey, o carnero, o cordero de las ovejas, o cabrito. 12 Conforme al número así haréis con cada uno, según el número de ellos. 13 Todo natural hará estas cosas así, para ofrecer ofrenda encendida de olor grato a Jehová. 14 Y cuando habitare con vosotros extranjero, o cualquiera que estuviere entre vosotros por vuestras generaciones, si hiciere ofrenda encendida de olor grato a Jehová, como vosotros hiciereis, así hará él. 15 Un mismo estatuto tendréis vosotros de la congregación y el extranjero que con vosotros mora; será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; como vosotros, así será el extranjero delante de Jehová. 16 Una misma ley y un mismo decreto tendréis, vosotros y el extranjero que con vosotros mora.(A)

17 También habló Jehová a Moisés, diciendo: 18 Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra a la cual yo os llevo, 19 cuando comencéis a comer del pan de la tierra, ofreceréis ofrenda a Jehová. 20 De lo primero que amaséis, ofreceréis una torta en ofrenda; como la ofrenda de la era, así la ofreceréis. 21 De las primicias de vuestra masa daréis a Jehová ofrenda por vuestras generaciones. 22 Y cuando errareis, y no hiciereis todos estos mandamientos que Jehová ha dicho a Moisés, 23 todas las cosas que Jehová os ha mandado por medio de Moisés, desde el día que Jehová lo mandó, y en adelante por vuestras edades, 24 si el pecado fue hecho por yerro con ignorancia de la congregación, toda la congregación ofrecerá un novillo por holocausto en olor grato a Jehová, con su ofrenda y su libación conforme a la ley, y un macho cabrío en expiación. 25 Y el sacerdote hará expiación por toda la congregación de los hijos de Israel; y les será perdonado, porque yerro es; y ellos traerán sus ofrendas, ofrenda encendida a Jehová, y sus expiaciones delante de Jehová por sus yerros. 26 Y será perdonado a toda la congregación de los hijos de Israel, y al extranjero que mora entre ellos, por cuanto es yerro de todo el pueblo.

27 Si una persona pecare por yerro, ofrecerá una cabra de un año para expiación. 28 Y el sacerdote hará expiación por la persona que haya pecado por yerro; cuando pecare por yerro delante de Jehová, la reconciliará, y le será perdonado.(B) 29 El nacido entre los hijos de Israel, y el extranjero que habitare entre ellos, una misma ley tendréis para el que hiciere algo por yerro. 30 Mas la persona que hiciere algo con soberbia, así el natural como el extranjero, ultraja a Jehová; esa persona será cortada de en medio de su pueblo. 31 Por cuanto tuvo en poco la palabra de Jehová, y menospreció su mandamiento, enteramente será cortada esa persona; su iniquidad caerá sobre ella.

Lapidación de un violador del día de reposo

32 Estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron a un hombre que recogía leña en día de reposo.[a] 33 Y los que le hallaron recogiendo leña, lo trajeron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación; 34 y lo pusieron en la cárcel, porque no estaba declarado qué se le había de hacer. 35 Y Jehová dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedréelo toda la congregación fuera del campamento. 36 Entonces lo sacó la congregación fuera del campamento, y lo apedrearon, y murió, como Jehová mandó a Moisés.

Franjas en los vestidos

37 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: 38 Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos,(C) por sus generaciones; y pongan en cada franja de los bordes un cordón de azul. 39 Y os servirá de franja, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová, para ponerlos por obra; y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales os prostituyáis. 40 Para que os acordéis, y hagáis todos mis mandamientos, y seáis santos a vuestro Dios. 41 Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios. Yo Jehová vuestro Dios.

La rebelión de Coré

16 Coré hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, y Datán y Abiram hijos de Eliab, y On hijo de Pelet, de los hijos de Rubén, tomaron gente, y se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de renombre. Y se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová? Cuando oyó esto Moisés, se postró sobre su rostro; y habló a Coré y a todo su séquito, diciendo: Mañana mostrará Jehová quién es suyo, y quién es santo, y hará que se acerque a él; al que él escogiere, él lo acercará a sí. Haced esto: tomaos incensarios, Coré y todo su séquito, y poned fuego en ellos, y poned en ellos incienso delante de Jehová mañana; y el varón a quien Jehová escogiere, aquel será el santo; esto os baste, hijos de Leví. Dijo más Moisés a Coré: Oíd ahora, hijos de Leví: ¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la congregación de Israel, acercándoos a él para que ministréis en el servicio del tabernáculo de Jehová, y estéis delante de la congregación para ministrarles, 10 y que te hizo acercar a ti, y a todos tus hermanos los hijos de Leví contigo? ¿Procuráis también el sacerdocio? 11 Por tanto, tú y todo tu séquito sois los que os juntáis contra Jehová; pues Aarón, ¿qué es, para que contra él murmuréis?

12 Y envió Moisés a llamar a Datán y Abiram, hijos de Eliab; mas ellos respondieron: No iremos allá. 13 ¿Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que también te enseñorees de nosotros imperiosamente? 14 Ni tampoco nos has metido tú en tierra que fluya leche y miel, ni nos has dado heredades de tierras y viñas. ¿Sacarás los ojos de estos hombres? No subiremos.

15 Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo a Jehová: No mires a su ofrenda; ni aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal. 16 Después dijo Moisés a Coré: Tú y todo tu séquito, poneos mañana delante de Jehová; tú, y ellos, y Aarón; 17 y tomad cada uno su incensario y poned incienso en ellos, y acercaos delante de Jehová cada uno con su incensario, doscientos cincuenta incensarios; tú también, y Aarón, cada uno con su incensario. 18 Y tomó cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, y echaron en ellos incienso, y se pusieron a la puerta del tabernáculo de reunión con Moisés y Aarón. 19 Ya Coré había hecho juntar contra ellos toda la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión; entonces la gloria de Jehová apareció a toda la congregación. 20 Y Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo: 21 Apartaos de entre esta congregación, y los consumiré en un momento. 22 Y ellos se postraron sobre sus rostros, y dijeron: Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un solo hombre el que pecó? ¿Por qué airarte contra toda la congregación? 23 Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: 24 Habla a la congregación y diles: Apartaos de en derredor de la tienda de Coré, Datán y Abiram.

25 Entonces Moisés se levantó y fue a Datán y a Abiram, y los ancianos de Israel fueron en pos de él. 26 Y él habló a la congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos hombres impíos, y no toquéis ninguna cosa suya, para que no perezcáis en todos sus pecados. 27 Y se apartaron de las tiendas de Coré, de Datán y de Abiram en derredor; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a las puertas de sus tiendas, con sus mujeres, sus hijos y sus pequeñuelos. 28 Y dijo Moisés: En esto conoceréis que Jehová me ha enviado para que hiciese todas estas cosas, y que no las hice de mi propia voluntad. 29 Si como mueren todos los hombres murieren estos, o si ellos al ser visitados siguen la suerte de todos los hombres, Jehová no me envió. 30 Mas si Jehová hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su boca y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces conoceréis que estos hombres irritaron a Jehová.

31 Y aconteció que cuando cesó él de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de ellos. 32 Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes. 33 Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación. 34 Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron al grito de ellos; porque decían: No nos trague también la tierra. 35 También salió fuego de delante de Jehová, y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.

36 Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: 37 Di a Eleazar hijo del sacerdote Aarón, que tome los incensarios de en medio del incendio, y derrame más allá el fuego; porque son santificados 38 los incensarios de estos que pecaron contra sus almas; y harán de ellos planchas batidas para cubrir el altar; por cuanto ofrecieron con ellos delante de Jehová, son santificados, y serán como señal a los hijos de Israel. 39 Y el sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce con que los quemados habían ofrecido; y los batieron para cubrir el altar, 40 en recuerdo para los hijos de Israel, de que ningún extraño que no sea de la descendencia de Aarón se acerque para ofrecer incienso delante de Jehová, para que no sea como Coré y como su séquito; según se lo dijo Jehová por medio de Moisés.

41 El día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis dado muerte al pueblo de Jehová. 42 Y aconteció que cuando se juntó la congregación contra Moisés y Aarón, miraron hacia el tabernáculo de reunión, y he aquí la nube lo había cubierto, y apareció la gloria de Jehová. 43 Y vinieron Moisés y Aarón delante del tabernáculo de reunión. 44 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: 45 Apartaos de en medio de esta congregación, y los consumiré en un momento. Y ellos se postraron sobre sus rostros. 46 Y dijo Moisés a Aarón: Toma el incensario, y pon en él fuego del altar, y sobre él pon incienso, y ve pronto a la congregación, y haz expiación por ellos, porque el furor ha salido de la presencia de Jehová; la mortandad ha comenzado. 47 Entonces tomó Aarón el incensario, como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación; y he aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo; y él puso incienso, e hizo expiación por el pueblo, 48 y se puso entre los muertos y los vivos; y cesó la mortandad. 49 Y los que murieron en aquella mortandad fueron catorce mil setecientos, sin los muertos por la rebelión de Coré. 50 Después volvió Aarón a Moisés a la puerta del tabernáculo de reunión, cuando la mortandad había cesado.

Notas al pie

  1. Números 15:32 Aquí equivale a sábado.

Leyes adicionales sobre las ofrendas

15 El Señor ordenó a Moisés que dijera a los israelitas: «Después de que hayan entrado en la tierra que les doy para que la habiten, si alguno ofrece al Señor una vaca o una oveja, ya sea como ofrenda puesta al fuego, o como holocausto, o como sacrificio para cumplir una promesa especial, o como ofrenda voluntaria, o para celebrar una fiesta sagrada, para que esa ofrenda sea un aroma grato al Señor, el que presente su ofrenda deberá añadirle, como ofrenda de cereal al Señor, la décima parte de un efa[a] de harina refinada mezclada con un cuarto de hin[b] de aceite. A cada cordero que se ofrezca como holocausto o sacrificio se añadirá, como ofrenda líquida, un cuarto de hin de vino.

»Si se trata de un carnero, se preparará una ofrenda de cereal de dos décimas partes de un efa[c] de harina refinada, mezclada con un tercio de hin[d] de aceite. Como ofrenda líquida ofrecerás también un tercio de hin de vino. Así será una ofrenda de aroma grato al Señor.

»Si ofreces un ternero como holocausto o sacrificio, a fin de cumplir una promesa especial o hacer un sacrificio de comunión para el Señor, junto con el ternero presentarás, como ofrenda de cereal, tres décimas partes de un efa[e] de harina refinada mezclada con medio hin[f] de aceite. 10 Presentarás también, como ofrenda líquida, medio hin vino. Será una ofrenda puesta al fuego, cuyo aroma es grato al Señor. 11 Cada novillo, carnero, cordero o cabrito deberá prepararse de la manera indicada. 12 Procederás así con cada uno de ellos, sin que importe el número de animales que ofrezcas.

13 »Cada vez que un israelita presente una ofrenda puesta al fuego y de aroma grato al Señor, se ceñirá a estas instrucciones. 14 Si un extranjero que viva entre ustedes o entre sus descendientes desea presentar una ofrenda puesta al fuego, cuyo aroma sea grato al Señor, seguirá estas mismas instrucciones. 15 Porque en la comunidad regirá un solo estatuto para ustedes y para el extranjero que viva entre ustedes. Será un estatuto perpetuo para todos tus descendientes. Ustedes y el extranjero son iguales ante el Señor, 16 así que la misma ley y la misma ordenanza regirán, tanto para ustedes como para el extranjero que viva entre ustedes».

Ofrenda de los primeros frutos

17 El Señor ordenó a Moisés 18 que dijera a los israelitas: «Cuando entren en la tierra adonde los llevo 19 y coman de lo que ella produce, ofrecerán una contribución al Señor. 20 De la primera horneada, presentarán una torta de harina; la ofrecerán como una contribución de su cosecha. 21 Todos sus descendientes ofrecerán perpetuamente al Señor una contribución de la primera horneada.

Ofrendas por pecados inadvertidos

22 »Podría ocurrir que ustedes pecaran involuntariamente, y que no cumplieran con todos los mandamientos que el Señor entregó a Moisés; 23 es decir, con todos los mandamientos que el Señor dio a ustedes por medio de Moisés, desde el día en que los promulgó para todos sus descendientes. 24 Si el pecado de la comunidad pasa inadvertido, esta ofrecerá un ternero como holocausto de aroma grato al Señor, junto con la ofrenda líquida, la ofrenda de cereal y un macho cabrío como sacrificio por el perdón de pecados, tal como está ordenado. 25 El sacerdote pedirá el perdón en favor de toda la comunidad israelita, y serán perdonados porque fue un pecado inadvertido y porque presentaron al Señor una ofrenda puesta al fuego y un sacrificio por el perdón del pecado inadvertido que cometieron. 26 Toda la comunidad israelita será perdonada, junto con los extranjeros, porque todo el pueblo pecó involuntariamente.

27 »Si es una persona la que peca involuntariamente, deberá presentar, como sacrificio por el perdón, una cabra de un año. 28 El sacerdote pedirá el perdón ante el Señor en favor de la persona que haya pecado involuntariamente. El sacerdote pedirá el perdón y la persona que pecó será perdonada. 29 Una sola ley se aplicará para todo el que peque involuntariamente, tanto para el israelita como para el extranjero residente.

30 »Pero el que peque deliberadamente, sea nativo o extranjero, ofende al Señor. Tal persona será eliminada de la comunidad 31 y cargará con su culpa por haber despreciado la palabra del Señor y quebrantado su mandamiento».

Quebrantamiento del día de reposo

32 Un sábado, durante la estadía de los israelitas en el desierto, un hombre fue sorprendido recogiendo leña. 33 Quienes lo sorprendieron lo llevaron ante Moisés, Aarón y ante toda la comunidad. 34 Al principio solo quedó detenido, porque no estaba claro qué se debía hacer con él. 35 Entonces el Señor dijo a Moisés: «Ese hombre debe morir. Que toda la comunidad lo apedree fuera del campamento». 36 Así que la comunidad lo llevó fuera del campamento y lo apedreó hasta matarlo, tal como el Señor se lo ordenó a Moisés.

Flecos recordatorios

37 El Señor ordenó a Moisés 38 que dijera a los israelitas: «Ustedes y todos sus descendientes deberán confeccionarse flecos y coserlos en los bordes de sus vestidos con hilo de color azul. 39 Estos flecos les ayudarán a recordar que deben cumplir con todos los mandamientos del Señor, y que no deben prostituirse ni dejarse llevar por los impulsos de su corazón ni por los deseos de sus ojos. 40 Tendrán presentes todos mis mandamientos y los pondrán por obra. Así serán para su Dios un pueblo consagrado. 41 Yo soy el Señor su Dios, que los sacó de Egipto para ser su Dios. ¡Yo soy el Señor su Dios!».

La rebelión de Coré, Datán y Abirán

16 Coré, que era hijo de Izar, nieto de Coat y bisnieto de Leví, y los rubenitas Datán y Abirán, hijos de Eliab, y On, hijo de Pélet, se atrevieron a sublevarse contra Moisés, con el apoyo de doscientos cincuenta israelitas. Todos ellos eran personas de renombre y líderes de la comunidad que habían sido nombrados miembros del consejo. Se reunieron para oponerse a Moisés y a Aarón, y les dijeron:

—¡Ustedes han ido ya demasiado lejos! Si toda la comunidad es santa, lo mismo que sus miembros, y el Señor está en medio de ellos, ¿por qué se creen ustedes los dueños de la comunidad del Señor?

Cuando Moisés escuchó lo que le decían, cayó rostro en tierra ante ellos, y respondió a Coré y a todo su grupo:

—Mañana el Señor mostrará quién es suyo y quién es santo. Será él quien declare quién es su escogido, y hará que se le acerque. Coré, esto es lo que tú y tu gente harán: tomarán incensarios y mañana les pondrán fuego e incienso en la presencia del Señor. El escogido del Señor será el que sea santo. ¡Son ustedes, hijos de Leví, los que han ido demasiado lejos!

Moisés dijo a Coré:

—¡Escúchenme ahora, levitas! ¿Les parece poco que el Dios de Israel los haya separado del resto de la comunidad para que estén cerca de él, ministren en el santuario del Señor y se distingan como servidores de la comunidad? 10 Dios mismo los ha puesto a su lado, a ti y a todos los levitas, ¿y ahora quieren también el sacerdocio? 11 Tú y tu gente se han reunido para oponerse al Señor, porque ¿quién es Aarón para que murmuren contra él?

12 Moisés mandó llamar a Datán y Abirán, hijos de Eliab, pero ellos contestaron:

—¡No iremos! 13 ¿Te parece poco habernos sacado de la tierra donde abundan la leche y la miel, para que ahora quieras matarnos en este desierto y dártelas de gobernante con nosotros? 14 Lo cierto es que tú no has logrado llevarnos a esa tierra donde abundan la leche y la miel; tampoco nos has dado posesión de campos y viñas. Lo único que quieres es seguir engañando[g] a este pueblo. ¡Pues no iremos!

15 Entonces Moisés, sumamente enojado, dijo al Señor:

—No aceptes la ofrenda que te traigan, que yo de ellos no he tomado ni siquiera un asno ni les he hecho ningún daño.

16 A Coré, Moisés le dijo:

—Tú y tu gente y Aarón se presentarán mañana ante el Señor. 17 Cada uno de ustedes se acercará al Señor con su incensario lleno de incienso, es decir, se acercarán con doscientos cincuenta incensarios. También tú y Aarón llevarán los suyos.

18 Así que cada uno, con su incensario lleno de fuego e incienso, se puso de pie a la entrada de la Tienda de reunión, junto con Moisés y Aarón. 19 Cuando Coré hubo reunido a toda su gente en contra de Moisés y Aarón a la entrada de la Tienda de reunión, la gloria del Señor se apareció ante todos ellos. 20 Entonces el Señor dijo a Moisés y a Aarón:

21 —Apártense de esta gente para que yo la consuma de una vez por todas.

22 Pero Moisés y Aarón se postraron rostro en tierra y exclamaron:

—Oh Dios, Dios de toda la humanidad:[h] un solo hombre ha pecado, ¿y vas tú a enojarte con todos ellos?

23 Entonces el Señor dijo a Moisés:

24 —Ordénales que se alejen de las tiendas de Coré, Datán y Abirán.

25 Moisés y los ancianos jefes de Israel fueron adonde estaban Datán y Abirán. 26 Entonces Moisés advirtió a la gente:

—¡Aléjense de las tiendas de estos impíos! No toquen ninguna de sus pertenencias para que ustedes no perezcan por los pecados de ellos.

27 El pueblo se alejó de las tiendas de Coré, Datán y Abirán. Los dos últimos habían salido a la entrada de sus tiendas y estaban allí, de pie, con sus esposas y todos sus hijos.

28 Moisés siguió diciendo:

—Ahora van a saber si el Señor me ha enviado a hacer todas estas cosas o si estoy actuando por mi cuenta. 29 Si estos hombres mueren de muerte natural, como es el destino de todos los hombres, eso querrá decir que el Señor no me ha enviado. 30 Pero si el Señor crea algo nuevo, hace que la tierra se abra y se los trague con todas sus pertenencias, de tal manera que desciendan vivos a los dominios de la muerte;[i] entonces sabrán que estos hombres menospreciaron al Señor.

31 Tan pronto como Moisés terminó de hablar, la tierra se abrió debajo de ellos; 32 se abrió y se los tragó, a ellos y a sus familias, junto con la gente y las posesiones de Coré. 33 Bajaron vivos a los dominios de la muerte, junto con todo lo que tenían, y la tierra se cerró sobre ellos. De este modo fueron eliminados de la comunidad. 34 Al oírlos gritar, todos los israelitas huyeron de allí exclamando:

—¡Corramos, no sea que la tierra nos trague también a nosotros!

35 Y los doscientos cincuenta hombres que ofrecían incienso fueron consumidos por el fuego del Señor.

Los incensarios

36 El Señor dijo a Moisés: 37 «Ya que ahora los incensarios están consagrados a mí, ordena a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, que los retire del rescoldo y que esparza las brasas. 38 Toma los incensarios de aquellos que pecaron a costa de su vida y haz con ellos láminas para recubrir el altar. Ahora están consagrados porque fueron presentados ante el Señor y serán así una señal para los israelitas».

39 Entonces el sacerdote Eleazar recogió esos incensarios de bronce y con ellos mandó hacer láminas para recubrir el altar. 40 Las láminas quedaron allí, como advertencia a los israelitas, para que ninguno que no fuera descendiente de Aarón ni estuviera autorizado se atreviera a ofrecer incienso ante el Señor; de lo contrario, le sucedería lo mismo que a Coré y su gente, tal como el Señor se lo había advertido por medio de Moisés.

Aarón intercede por el pueblo

41 Al día siguiente, toda la congregación de los israelitas volvió a murmurar contra Moisés y Aarón, alegando:

—Ustedes mataron al pueblo del Señor.

42 Como la congregación empezó a amotinarse contra Moisés y Aarón, estos se dirigieron a la Tienda de reunión. De repente la nube cubrió la Tienda y apareció la gloria del Señor. 43 Entonces Moisés y Aarón se detuvieron frente a la Tienda de reunión 44 y el Señor dijo a Moisés:

45 —Apártate de esta gente, para que yo la consuma de una vez por todas.

Ellos se postraron rostro en tierra 46 y Moisés dijo a Aarón:

—Toma tu incensario y pon en él algunas brasas del altar, agrégale incienso y vete corriendo adonde está la congregación, para pedir perdón por ellos, porque la ira del Señor se ha desbordado y una desgracia ha caído sobre ellos.

47 Aarón hizo lo que Moisés dijo y corrió a ponerse en medio de la asamblea. La desgracia de parte de Dios ya había empezado entre el pueblo, así que Aarón ofreció incienso y pidió perdón por el pecado del pueblo. 48 Se puso entre los vivos y los muertos, y así detuvo la plaga. 49 Con todo, catorce mil setecientas personas murieron por la plaga, sin contar las que perdieron la vida por causa de Coré. 50 Una vez que cesó la plaga, Aarón volvió a la entrada de la Tienda de reunión, donde estaba Moisés.

Notas al pie

  1. 15:4 Es decir, aprox. 1.6 kg.
  2. 15:4 Es decir, aprox. 1 l.
  3. 15:6 Es decir, aprox. 3.2 kg.
  4. 15:6 Es decir, aprox. 1.3 l; también en v. 7.
  5. 15:9 Es decir, aprox. 5 kg.
  6. 15:9 Es decir, aprox. 1.9 l; también en v. 10.
  7. 16:14 seguir engañando. Lit. sacarle los ojos.
  8. 16:22 toda la humanidad. Lit. los espíritus de toda carne.
  9. 16:30 a los dominios de la muerte. Lit. al Seol; también en v. 33.

Ofrendas y sacrificios

15 Dios le ordenó a Moisés:

«Diles esto a los israelitas: Cuando ya estén en el país que les voy a dar para que vivan en él, deben presentar sus ofrendas de la siguiente manera:

»Podrán llevar como ofrenda animales de sus ganados o rebaños para sacrificarlos y quemarlos en mi honor; también podrán presentar ofrendas voluntarias, o para cumplir alguna promesa, o de las que se dan en las fiestas. Así es como me agradan las ofrendas.

4-5 »Por cada cordero deben llevar un litro de vino y dos kilos de buena harina amasada con un litro de aceite de oliva. 6-7 Si sacrifican un carnero, deben llevar más de un litro de vino y cuatro kilos de harina amasada con más de un litro de aceite. Así es como me agradan las ofrendas.

8-10 »Cuando quemen un toro en mi honor, o presenten una ofrenda para hacer la paz conmigo, o quieran cumplir con una promesa, deben llevar dos litros de vino y seis kilos de buena harina amasada con dos litros de aceite. Así es como me agradan las ofrendas.

11-16 »De esta manera todos, incluso los extranjeros, me presentarán sus ofrendas, es decir, sus toros, carneros, corderos y cabritos. No hay diferencia. Esto será siempre así».

17 Luego Dios le ordenó a Moisés:

18 «Diles a los israelitas que cuando lleguen al país que les voy a dar, 19 y empiecen a cosechar el trigo y a comérselo, deben separar una parte para mí. 20-21 Siempre deberán darme el primer trigo que limpien y el primer pan que horneen.

Las ofrendas para el perdón de los pecados

22-23 »Si no hacen lo que desde el primer día les mandé por medio de Moisés, harán lo siguiente:

24-26 »Si todo el pueblo me desobedeció, pero no era esa su intención, deben sacrificar un toro y quemarlo por completo. Deben ofrecérmelo con harina y vino. Además, ofrecerán un chivo como sacrificio para que les perdone su pecado. Así es como me agradan las ofrendas. El sacerdote presentará las ofrendas para que yo perdone a todo el pueblo de Israel y también a los extranjeros que vivan con ustedes.

27 »Si sólo fue una persona la que sin querer desobedeció, entonces me ofrecerá una cabrita de un año. 28 El sacerdote hará la ceremonia y presentará la ofrenda de esa persona, y yo la perdonaré. 29 Ésta es una ley acerca de los que pecan sin querer, y vale tanto para los israelitas como para los extranjeros. 30-31 Pero si sabe lo que yo quiero y a propósito no lo hace, esa persona me ha ofendido y se le deberá eliminar de mi pueblo».

Desobediencia y castigo

32 Cuando los israelitas todavía vivían en el desierto, encontraron a un hombre juntando leña en sábado. 33 Entonces lo llevaron delante de Moisés y de Aarón y de todo el pueblo. 34 Como no sabían qué hacer con él, lo detuvieron esperando a que Dios les hablara. 35 Y Dios le ordenó a Moisés: «Saquen a ese hombre del campamento, y que todos lo apedreen hasta matarlo».

36 Y así lo hicieron los israelitas.

Cordones en la ropa

37 Después Dios le ordenó a Moisés:

38 «Diles a los israelitas que ellos y sus descendientes deben poner siempre, en el borde de su ropa, cordones de color violeta. 39 Así, cada vez que vean los cordones, recordarán que deben obedecer todo lo que les he mandado. De esa manera no me desobedecerán ni seguirán sus propios deseos, ni los pensamientos que los llevan a alejarse de mí. 40 Recordarán que deben hacer todo lo que les digo, y vivirán sólo para obedecerme. 41 Yo soy su Dios, que los saqué de Egipto para que fueran mi pueblo. Sólo a mí me deben obedecer».

La rebelión de Coré

16 1-2 Coré era un levita de la familia de Quehat, y su padre se llamaba Ishar. Coré tenía tres amigos de la tribu de Rubén: Datán y Abiram, que eran hijos de Eliab, y On, hijo de Pélet. Ninguno de ellos quería que Moisés fuera su jefe, y a ellos se les unieron doscientos cincuenta jefes israelitas que eran consejeros de la gente y muy respetados por todos.

Coré y su grupo fueron a decirles a Moisés y a Aarón:

—¡Ya estamos hartos de que ustedes se crean los jefes de todos nosotros! Dios está con todo el pueblo, y a todos nos ha elegido para servirle. ¿Por qué quieren hacerlo todo?

Cuando Moisés oyó esto, se tiró de cara al suelo, 5-7 y les dijo a Coré y a su grupo:

—¡Ustedes, descendientes de Leví, son los que me tienen harto! Vengan mañana temprano con su brasero para quemar incienso y pónganlo delante de Dios. Entonces Dios elegirá a los que él quiera que le sirvan en el santuario, y sólo ellos podrán hacerlo.

Luego Moisés le dijo a Coré:

—¡Escúchame, tú y los descendientes de Leví que están contigo! ¿Les parece poco que Dios los haya elegido de entre todos los israelitas para que le sirvan en su santuario? 10 Dios los eligió a ustedes para que estén cerca de él. ¿Por qué ahora quieren ser también sacerdotes? 11 No se están quejando y rebelando contra Aarón sino contra Dios.

12 Luego Moisés mandó llamar a Datán y a Abiram, pero ellos le respondieron:

«No iremos. 13-14 Bastante daño nos has hecho con sacarnos de un país en donde siempre había abundancia de alimentos como lo era Egipto. Tú prometiste llevarnos a un territorio con muchos campos y muchas viñas, en donde siempre habría abundancia de alimentos. ¡Pero sólo nos trajiste a morir a un desierto donde no hay nada bueno! ¿Y aun así quieres que te obedezcamos y te sigamos? ¿Crees que estamos ciegos? ¡No queremos verte, ni hablarte!»

15 Moisés se enojó muchísimo y le dijo a Dios: «No aceptes sus ofrendas, Dios mío. Yo nunca les he hecho ningún daño, y ellos jamás me han dado nada. ¿Cómo pueden decir que me aprovecho de ellos?»

16-17 Luego Moisés le recordó a Coré que debía venir al día siguiente con Aarón y los doscientos cincuenta descendientes de Leví, y traer sus braseros para quemar incienso delante de Dios.

Dios castiga a Coré y a sus compañeros

18-19 Al día siguiente, Coré reunió a todos sus compañeros frente al santuario para enfrentarse a Moisés y a Aarón. Cada uno llevaba su brasero encendido. Entonces Dios se presentó con toda su gloria delante del pueblo, 20 y les dijo a Moisés y a Aarón:

21 —¡Aléjense de esta gente, porque ahora mismo los voy a destruir a todos!

22 Moisés y Aarón se tiraron de cara al suelo, y le dijeron a Dios:

—Dios mío, tú que nos das vida a todos, ¡no los mates! ¿Vas a destruirlos por culpa de un solo hombre?

23 Dios le respondió a Moisés:

24 —Diles a todos los israelitas que se alejen de las tiendas de campaña donde están Coré, Datán y Abiram.

25 Moisés se levantó y fue a donde estaban Datán y Abiram. Con él iban los ancianos que eran jefes del pueblo. 26 Y Moisés le dijo a todo el pueblo: «Aléjense de las tiendas de esos malvados, y ni siquiera toquen lo que les pertenece. No sea que por su culpa mueran también ustedes».

27 El pueblo se alejó de Datán, Abiram y Coré, que estaban a la entrada de sus tiendas, con sus mujeres y sus hijos. 28 Entonces Moisés dijo:

«Ahora verán que yo sólo sigo órdenes de Dios, y no actúo por mi propia cuenta. 29 Si esta gente muere normalmente, como cualquiera de nosotros, entonces significa que yo hago las cosas por mi cuenta. 30 Pero si Dios hace algo extraordinario, y se abre la tierra y se los traga vivos, no habrá duda de que ellos se rebelaron contra Dios».

31 En cuanto Moisés terminó de hablar, la tierra se abrió 32 y se tragó vivos a todos los que habían seguido a Coré, junto con sus familias y todas sus pertenencias. 33 Así fue como desapareció toda aquella gente.

34 Al ver esto, todo el pueblo salió corriendo y gritando: «¡Vámonos de aquí! ¡No sea que también a nosotros nos trague la tierra!»

35 Enseguida, Dios envió un fuego, y los doscientos cincuenta descendientes de Leví murieron quemados.

36 Luego Dios le dijo a Moisés:

37-38 «Dile a Eleazar que les quite los braseros a esos malvados y apague el fuego que todavía tienen. Yo he purificado ya los braseros con fuego, y ahora los descendientes de Aarón los usarán para mi servicio. Hagan láminas con el metal de los braseros, y cubran con ellas el altar. Así todos los israelitas tendrán presente lo que pasó y quedarán advertidos».

39-40 Eleazar hizo todo tal y como Dios se lo había ordenado a Moisés, y los israelitas quedaron advertidos de que nadie podía acercarse al altar para quemar incienso, a menos que fuera descendiente de Aarón. De lo contrario podría perder la vida como Coré y sus compañeros.

El pueblo vuelve a rebelarse

41-43 Al día siguiente, todo el pueblo se reunió y empezó a acusar a Moisés y a Aarón. Querían hacerles daño y les decían: «¡Por culpa de ustedes se está muriendo el pueblo de Dios!»

Entonces ellos dos entraron en el santuario, y la nube los cubrió. Allí Dios se presentó con toda su gloria, 44 y le dijo a Moisés: 45 «Aléjense de esta gente, porque la voy a destruir ahora mismo».

Moisés y Aarón se tiraron de cara al suelo, 46 y Moisés le dijo a Aarón: «Dios está muy enojado, y está castigando a la gente. Así que toma el brasero, ponle carbones encendidos del altar, y échale incienso; ve luego a donde están los israelitas, y pídele a Dios que los perdone».

47 Aarón hizo lo que Moisés le dijo, y fue a donde estaba el pueblo. Al ver que Dios los estaba castigando, empezó a quemar incienso y a pedirle a Dios que los perdonara. 48 Aarón, por su parte, se paró entre la gente que ya estaba muerta y la que todavía estaba viva, y así detuvo el castigo de Dios.

49 Ese día murieron catorce mil setecientas personas, sin contar a las que habían muerto junto con Coré.

50 Cuando dejó de morir la gente, Aarón regresó al santuario para reunirse con Moisés.

Leyes sobre varias ofrendas

15 Y el Señor habló a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel(A), y diles: «Cuando entréis en la tierra que yo os doy por morada[a], y presentéis[b], de vacas o de ovejas, una ofrenda(B) encendida al Señor en holocausto o sacrificio para cumplir un voto especial[c](C), o como ofrenda voluntaria, o para ofrecer[d] en vuestras fiestas señaladas(D) aroma agradable al Señor(E), entonces el que presente su ofrenda(F), traerá al Señor una ofrenda de cereal de una décima de un efa[e] de flor de harina mezclada con un cuarto de un hin[f] de aceite. Tú prepararás vino para la libación, un cuarto de un hin con el holocausto o para el sacrificio, por cada cordero(G). O por un carnero prepararás como ofrenda de cereal dos décimas de un efa de flor de harina mezclada con la tercera parte de un hin de aceite; y para la libación ofrecerás la tercera parte de un hin de vino, como aroma suave al Señor. Y cuando prepares un novillo(H), como holocausto o sacrificio para cumplir un voto especial[g], o para las ofrendas de paz al Señor, entonces ofrecerás con el novillo una ofrenda de cereal de tres décimas de un efa de flor de harina mezclada con la mitad de un hin de aceite; 10 y ofrecerás como libación medio hin de vino como ofrenda encendida, como aroma agradable al Señor.

11 »Así se hará con cada buey, o con cada carnero, o con cada uno de los corderos o de las cabras. 12 Según el número que preparéis, así haréis con cada uno conforme a su número. 13 Todo nativo hará estas cosas en esta forma al presentar una ofrenda encendida, como aroma agradable al Señor. 14 Y si un extranjero[h] reside con vosotros, o uno que esté entre vosotros por vuestras generaciones, y desea presentar[i] una ofrenda encendida como aroma agradable al Señor, como lo hacéis vosotros, así lo hará él. 15 En cuanto a la asamblea, un estatuto habrá para vosotros y para el extranjero que reside con vosotros(I), un estatuto perpetuo por vuestras generaciones; como vosotros sois, así será el extranjero delante del Señor. 16 Una sola ley habrá, una sola ordenanza, para vosotros y para el extranjero que reside con vosotros(J)».

17 Después el Señor habló a Moisés, diciendo: 18 Habla a los hijos de Israel, y diles: «Cuando entréis en la tierra adonde os llevo, 19 será que cuando comáis de la comida[j] de la tierra(K), elevaréis una ofrenda[k] al Señor. 20 De las primicias de vuestra masa[l] elevaréis una torta como ofrenda[m](L); como la ofrenda[n] de la era(M), así la elevaréis. 21 De las primicias de vuestra masa[o] daréis al Señor una ofrenda[p] por vuestras generaciones.

22 »Pero cuando erréis(N) y no observéis todos estos mandamientos que el Señor ha hablado a Moisés, 23 todo lo que el Señor os ha mandado por medio[q] de Moisés, desde el día en que el Señor dio mandamiento, en el futuro, por todas vuestras generaciones, 24 entonces sucederá que si se hizo inadvertidamente(O), sin el conocimiento de la congregación[r], toda la congregación ofrecerá un novillo como holocausto, como aroma agradable al Señor, con su ofrenda de cereal y su libación(P), según la ordenanza, y un macho cabrío como ofrenda por el pecado. 25 Entonces el sacerdote hará expiación(Q) por toda la congregación de los hijos de Israel, y serán perdonados, pues fue un error. Cuando presenten su ofrenda, una ofrenda encendida al Señor, y su ofrenda por el pecado delante del Señor por su error, 26 será perdonada toda la congregación de los hijos de Israel, y el extranjero que reside entre ellos, pues sucedió a todo el pueblo por error(R).

27 »También, si una persona peca inadvertidamente, ofrecerá una cabra de un año como ofrenda por el pecado(S). 28 Y el sacerdote hará expiación delante del Señor por la persona que ha cometido error, cuando peca inadvertidamente, haciendo expiación por él, y será[s] perdonado(T). 29 Para el que es nativo entre los hijos de Israel y para el extranjero que reside entre ellos, tendréis una sola ley para el que haga algo inadvertidamente. 30 Pero aquel[t] que obre con desafío[u](U), ya sea nativo o extranjero, ese blasfema contra el Señor, y esa persona[v] será cortada de entre su pueblo. 31 Porque ha menospreciado la palabra del Señor(V), y ha quebrantado su mandamiento, esa persona será enteramente cortada; su culpa[w] caerá sobre ella(W)».

32 Cuando los hijos de Israel estaban en el desierto, encontraron a un hombre que recogía leña en el día de reposo(X). 33 Los que lo encontraron recogiendo leña, lo llevaron a Moisés y a Aarón y a toda la congregación; 34 y lo pusieron bajo custodia, porque no se había aclarado[x] qué debería hacerse(Y) con él. 35 Entonces el Señor dijo a Moisés: Ciertamente al hombre se le dará muerte; toda la congregación lo apedreará[y](Z) fuera del campamento. 36 Y toda la congregación lo sacó fuera del campamento y lo apedrearon[z], y murió, tal como el Señor había ordenado a Moisés.

37 También habló el Señor a Moisés, diciendo: 38 Habla a los hijos de Israel y diles que se hagan flecos en los bordes de sus vestidos(AA), por sus generaciones, y que pongan en el fleco de cada borde un cordón azul[aa]. 39 Y os servirá el fleco, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos del Señor(AB), a fin de que los cumpláis y no sigáis[ab] vuestro corazón ni[ac] vuestros ojos, tras los cuales os habéis prostituido, 40 para que os acordéis de cumplir todos mis mandamientos y seáis santos a vuestro Dios(AC). 41 Yo soy el Señor vuestro Dios que os saqué de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Yo soy el Señor vuestro Dios.

La rebelión de Coré

16 Y se rebeló[ad] Coré, hijo de Izhar(AD), hijo de Coat, hijo de Leví, con Datán y Abiram, hijos de Eliab(AE), y On, hijo de Pelet, hijos de Rubén, y se alzaron contra Moisés, junto con algunos[ae] de los hijos de Israel, doscientos cincuenta jefes de la congregación, escogidos[af] en la asamblea(AF), hombres de renombre. Y se juntaron contra Moisés y Aarón(AG), y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros[ag](AH)! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y el Señor está en medio de ellos(AI). ¿Por qué, entonces, os levantáis por encima de la asamblea del Señor?

Cuando Moisés escuchó esto, cayó sobre su rostro(AJ); y habló a Coré y a todo su grupo, diciendo: Mañana temprano el Señor mostrará quién es de Él, y quién es santo, y lo acercará a sí(AK); aquel a quien Él escoja(AL), lo acercará a sí. Haced esto, Coré y todo vuestro[ah] grupo: tomad incensarios para vosotros, y poned fuego en ellos, y echad incienso sobre ellos mañana en la presencia del Señor; y el hombre a quien el Señor escoja será el que es santo. ¡Basta ya de vosotros[ai](AM), hijos de Leví!

Entonces Moisés dijo a Coré: Oíd ahora, hijos de Leví. ¿No os es suficiente[aj](AN) que el Dios de Israel os haya separado del resto de la congregación de Israel, para acercaros a sí, a fin de cumplir[ak] el ministerio del tabernáculo del Señor, y para estar ante la congregación para ministrarles(AO), 10 y que se te ha acercado a ti, Coré, y a todos tus hermanos, hijos de Leví, contigo? ¿Y pretendéis también el sacerdocio(AP)? 11 Por tanto, tú y toda tu compañía os habéis juntado contra el Señor; pues en cuanto a Aarón, ¿quién[al] es él para que murmuréis(AQ) contra él(AR)?

12 Entonces Moisés mandó llamar a Datán y a Abiram, hijos de Eliab, pero ellos dijeron: No iremos[am]. 13 ¿No es suficiente[an] que nos hayas sacado de una tierra que mana leche y miel(AS) para que muramos en el desierto(AT), sino que también quieras enseñorearte sobre nosotros? 14 En verdad, tú no nos has traído a una tierra que mana leche y miel(AU), ni nos has dado herencia de campos y viñas(AV). ¿Les sacarías[ao] los ojos a estos hombres(AW)? ¡No iremos[ap]!

15 Moisés se enojó mucho y dijo al Señor: ¡No aceptes[aq] su ofrenda(AX)! No he tomado de ellos ni un solo asno(AY), ni le he hecho daño a ninguno de ellos. 16 Y dijo Moisés a Coré: Tú y toda tu compañía presentaos mañana delante del Señor; tú, ellos y Aarón. 17 Cada uno de vosotros tome su incensario y ponga incienso en él[ar], y cada uno de vosotros traiga su incensario delante del Señor, doscientos cincuenta incensarios; tú también, y Aarón, cada uno traiga su incensario. 18 Y cada uno tomó su incensario[as] y puso fuego en él[at], y echó incienso en él[au]; y se pusieron a la puerta de la tienda de reunión con Moisés y Aarón. 19 Así reunió Coré a toda la congregación en contra de ellos a la puerta de la tienda de reunión, y la gloria del Señor apareció a toda la congregación(AZ).

Castigo de Coré, sus compañeros y sus familias

20 Entonces el Señor habló a Moisés y a Aarón, diciendo: 21 Apartaos de entre esta congregación, para que yo la destruya[av](BA) en un instante(BB). 22 Pero ellos cayeron sobre sus rostros, y dijeron: Oh Dios, Dios de los espíritus de toda carne(BC), cuando un hombre peque, ¿te enojarás con toda la congregación(BD)? 23 Entonces respondió el Señor a Moisés, diciendo: 24 Habla a la congregación, y diles[aw]: «Alejaos(BE) de los alrededores de las tiendas de Coré, Datán y Abiram».

25 Entonces se levantó Moisés y fue a Datán y a Abiram, y le seguían los ancianos de Israel, 26 y habló a la congregación, diciendo: Apartaos(BF) ahora de las tiendas de estos malvados, y no toquéis nada que les pertenezca, no sea que perezcáis[ax](BG) con[ay] todo su pecado. 27 Se retiraron, pues, de los alrededores de las tiendas de Coré, Datán y Abiram; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a la puerta de sus tiendas, junto con sus mujeres, sus hijos(BH) y sus pequeños. 28 Y Moisés dijo: En esto conoceréis que el Señor me ha enviado(BI) para hacer todas estas obras, y que no es iniciativa mía[az]: 29 si estos mueren como mueren[ba] todos los hombres(BJ) o si sufren la suerte de todos los hombres[bb], entonces el Señor no me envió. 30 Pero si el Señor hace algo enteramente nuevo[bc](BK) y la tierra abre su boca y los traga con todo lo que les pertenece, y descienden vivos al Seol[bd](BL), entonces sabréis que estos hombres han menospreciado al Señor.

31 Y aconteció que cuando terminó de hablar todas estas palabras, la tierra debajo de ellos se partió, 32 y la tierra abrió su boca y se los tragó, a ellos(BM) y a sus casas y a todos los hombres de Coré(BN) con todos sus bienes. 33 Ellos y todo lo que les pertenecía descendieron vivos al Seol; y la tierra los cubrió y perecieron de en medio de la asamblea. 34 Y todos los israelitas que estaban alrededor de ellos huyeron a sus gritos[be], pues decían: ¡No sea que la tierra nos trague! 35 Salió también fuego del Señor y consumió(BO) a los doscientos cincuenta hombres(BP) que ofrecían el incienso.

36 [bf]Entonces habló el Señor a Moisés, diciendo: 37 Di a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, que levante los incensarios de en medio de la hoguera, pues son santos; y esparce allí las brasas[bg]. 38 En cuanto a los incensarios de estos que han pecado a costa de sus vidas[bh], que se hagan de ellos láminas batidas para cubrir el altar, puesto que los presentaron ante el Señor y son santos; y serán por señal a los hijos de Israel(BQ). 39 El sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce que habían presentado los que fueron quemados, y a martillo los hicieron una cubierta para el altar, 40 como recordatorio[bi] para los hijos de Israel de que ningún laico[bj], que no fuera descendiente[bk] de Aarón, debería acercarse(BR) a quemar incienso delante del Señor(BS), para que no le sucediera como a Coré y a su grupo, tal como el Señor se lo había dicho por medio[bl] de Moisés.

Plaga mortal por causa de las quejas del pueblo

41 Pero al día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón(BT), diciendo: Vosotros sois los que habéis sido la causa de la muerte del pueblo del Señor. 42 Sucedió, sin embargo, que cuando la congregación se había juntado contra Moisés y Aarón, se volvieron hacia la tienda de reunión, y he aquí, la nube la cubría y la gloria del Señor apareció(BU). 43 Y Moisés y Aarón fueron al frente de la tienda de reunión, 44 y el Señor habló a Moisés, diciendo: 45 Apartaos[bm] de en medio de esta congregación, para que yo la destruya[bn] en un instante(BV). Entonces ellos cayeron sobre sus rostros. 46 Y Moisés le dijo a Aarón: Toma tu incensario y pon en él fuego del altar, y echa incienso en él; tráelo entonces pronto a la congregación y haz expiación(BW) por ellos, porque la ira(BX) ha salido de parte del Señor. ¡La plaga ha comenzado! 47 Aarón lo tomó como Moisés le había dicho, y corrió hacia el medio de la asamblea, pues he aquí que la plaga ya había comenzado entre el pueblo. Y echó el incienso e hizo expiación(BY) por el pueblo. 48 Y se colocó entre los muertos y los vivos, y la plaga se detuvo. 49 Y los que murieron a causa de la plaga(BZ) fueron catorce mil setecientos, sin contar los que murieron por causa de Coré(CA). 50 Después Aarón regresó a Moisés a la puerta de la tienda de reunión, pues la plaga había sido detenida.

Notas al pie

  1. Números 15:2 Lit., de vuestras moradas
  2. Números 15:3 Lit., hacéis
  3. Números 15:3 O, hacer una ofrenda votiva especial
  4. Números 15:3 Lit., hacer
  5. Números 15:4 Un efa equivale aprox. a 22 litros
  6. Números 15:4 Un hin equivale aprox. a 3.7 litros
  7. Números 15:8 O, hacer una ofrenda votiva especial
  8. Números 15:14 O, peregrino, y así en el resto del cap.
  9. Números 15:14 Lit., hacer
  10. Números 15:19 Lit., del pan
  11. Números 15:19 U, ofrenda alzada
  12. Números 15:20 O, harina gruesa
  13. Números 15:20 U, ofrenda alzada
  14. Números 15:20 U, ofrenda alzada
  15. Números 15:21 O, harina gruesa
  16. Números 15:21 U, ofrenda alzada
  17. Números 15:23 Lit., mano
  18. Números 15:24 Lit., intención de los ojos de la congregación
  19. Números 15:28 O, a fin de que sea
  20. Números 15:30 Lit., (el) alma
  21. Números 15:30 Lit., con mano levantada
  22. Números 15:30 Lit., (el) alma
  23. Números 15:31 O, iniquidad
  24. Números 15:34 Lit., declarado con claridad
  25. Números 15:35 Lit., lo apedreará con piedras
  26. Números 15:36 Lit., lo apedrearon con piedras
  27. Números 15:38 O, violeta
  28. Números 15:39 Lit., sigáis tras
  29. Números 15:39 Lit., ni tras
  30. Números 16:1 Lit., tomó
  31. Números 16:2 Lit., y hombres
  32. Números 16:2 Lit., llamados
  33. Números 16:3 Lit., Es mucho para vosotros
  34. Números 16:6 Lit., su
  35. Números 16:7 Lit., Es mucho para vosotros
  36. Números 16:9 U, ¿Os es poco
  37. Números 16:9 Lit., servir en
  38. Números 16:11 Lit., ¿qué
  39. Números 16:12 Lit., subiremos
  40. Números 16:13 Lit., ¿No es cosa pequeña
  41. Números 16:14 Lit., horadarías
  42. Números 16:14 Lit., subiremos
  43. Números 16:15 Lit., consideres
  44. Números 16:17 Lit., ellos
  45. Números 16:18 O, vasija
  46. Números 16:18 Lit., ellos
  47. Números 16:18 Lit., ellos
  48. Números 16:21 Lit., consuma
  49. Números 16:24 Lit., diciendo
  50. Números 16:26 Lit., seáis destruidos
  51. Números 16:26 Lit., en
  52. Números 16:28 Lit., no es de mi corazón
  53. Números 16:29 Lit., la muerte de
  54. Números 16:29 Lit., si la visitación de todos los hombres es visitada sobre ellos
  55. Números 16:30 Lit., crea una nueva creación
  56. Números 16:30 I.e., región de los muertos
  57. Números 16:34 O, voces
  58. Números 16:36 En el texto heb., cap. 17:1
  59. Números 16:37 Lit., el fuego
  60. Números 16:38 Lit., estos pecadores contra su vida
  61. Números 16:40 O, memorial
  62. Números 16:40 Lit., extraño
  63. Números 16:40 Lit., simiente
  64. Números 16:40 Lit., mano
  65. Números 16:45 O, Levantaos
  66. Números 16:45 O, los consuma