Visita de los magos

Después de nacer Jesús(A) en Belén de Judea, en tiempos[a] del rey Herodes(B), he aquí, unos magos[b] del oriente llegaron a Jerusalén, diciendo: ¿Dónde está el Rey de los judíos(C) que ha nacido? Porque vimos su estrella en el oriente(D) y hemos venido a adorarle. Cuando lo oyó el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén con él. Entonces, reuniendo a todos los principales sacerdotes y escribas del pueblo, indagó de ellos dónde había de nacer el Cristo[c]. Y ellos le dijeron: En Belén de Judea(E), porque así está escrito por el[d] profeta:

«Y tú, Belén(F), tierra de Judá,
de ningún modo eres la más pequeña entre los príncipes de Judá;
porque de ti saldrá un Gobernante
que pastoreará(G) a mi pueblo Israel».

Entonces Herodes llamó a los magos en secreto y se cercioró con ellos del tiempo en que había aparecido[e] la estrella(H). Y enviándolos a Belén, dijo: Id y buscad con diligencia al Niño; y cuando le encontréis, avisadme para que yo también vaya y le adore. Y habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí, la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo sobre el lugar donde estaba el Niño. 10 Cuando vieron la estrella, se regocijaron sobremanera con gran alegría. 11 Y entrando en la casa, vieron al Niño con su madre María(I), y postrándose le adoraron(J); y abriendo sus tesoros le presentaron obsequios de oro, incienso y mirra. 12 Y habiendo sido advertidos por Dios en sueños(K) que no volvieran a Herodes, partieron para su tierra por otro camino.

Huida a Egipto

13 Después de haberse marchado ellos, un[f] ángel del Señor(L) se le apareció* a José en sueños, diciendo: Levántate, toma al Niño y a su madre y huye a Egipto, y quédate allí hasta que yo te diga; porque Herodes va a buscar al Niño para matarle[g]. 14 Y él, levantándose, tomó de noche al Niño y a su madre, y se trasladó a Egipto; 15 y estuvo allá hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor habló por medio del profeta, diciendo: De Egipto llamé a mi Hijo(M).

La matanza de los niños

16 Entonces Herodes, al verse burlado por los magos, se enfureció en gran manera, y mandó matar a todos los niños que había en Belén y en todos sus alrededores, de dos años para abajo, según el tiempo que había averiguado de los magos(N). 17 Entonces se cumplió lo que fue dicho por medio del profeta Jeremías, cuando dijo:

18 Se oyó una voz en Ramá,
llanto y gran lamentación;
Raquel que llora a sus hijos,
y que no quiso ser consolada
porque ya no existen(O).

Retorno a Nazaret

19 Pero cuando murió Herodes, he aquí, un ángel del Señor se apareció* en sueños(P) a José en Egipto, diciendo: 20 Levántate, toma al Niño y a su madre y vete a la tierra de Israel, porque los que atentaban contra[h] la vida del Niño han muerto. 21 Y él, levantándose, tomó al Niño y a su madre, y vino a la tierra de Israel. 22 Pero cuando oyó que Arquelao reinaba sobre Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allá; y advertido por Dios en sueños(Q), partió para la región de Galilea; 23 y llegó y habitó en una ciudad llamada Nazaret(R), para que se cumpliera lo que fue dicho por medio de los profetas: Será llamado Nazareno(S).

Footnotes

  1. Mateo 2:1 Lit., días
  2. Mateo 2:1 I.e., sabios dedicados al estudio de la astrología, la medicina, y las ciencias naturales
  3. Mateo 2:4 I.e., el Mesías
  4. Mateo 2:5 Lit., por medio del
  5. Mateo 2:7 Lit., el tiempo del aparecimiento de
  6. Mateo 2:13 Lit., he aquí un
  7. Mateo 2:13 O, destruirle
  8. Mateo 2:20 Lit., buscaban

Parábolas sobre el reino

13 Ese mismo día salió Jesús de la casa(A) y se sentó (B)a la orilla del mar. Y se congregaron junto a Él grandes multitudes, por lo que subió a una barca(C) y se sentó; y toda la multitud estaba de pie en la playa.

Parábola del sembrador

Y les habló muchas cosas en parábolas(D), diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar; y al sembrar, parte de la semilla cayó junto al camino, y vinieron las aves y se la comieron. Otra parte[a] cayó en pedregales donde no tenía mucha tierra; y enseguida brotó porque no tenía profundidad de tierra; pero cuando salió el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Otra parte[b] cayó entre[c] espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron. Y otra parte[d] cayó en tierra buena y dio* fruto, algunas semillas a ciento por uno, otras a sesenta y otras a treinta(E). El que tiene oídos[e], que oiga(F).

Propósito de las parábolas

10 Y acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas en parábolas? 11 Y respondiendo Él, les dijo: Porque a vosotros se os ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no se les ha concedido(G). 12 Porque a cualquiera que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia; pero a cualquiera que no tiene, aun lo que tiene se le quitará(H). 13 Por eso les hablo en parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden(I). 14 Y en[f] ellos se cumple la profecía de Isaías que dice:

«(J)Al oír oiréis, y no entenderéis;
y viendo veréis, y no percibiréis;
15 porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible[g]
y con dificultad oyen con sus oídos;
y sus ojos han cerrado,
no sea que vean con los ojos,
y oigan con los oídos,
y entiendan con el corazón,
y se conviertan,
y yo los sane(K)».

16 (L)Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen. 17 Porque en verdad os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron(M); y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron.

Explicación de la parábola del sembrador

18 (N)Vosotros, pues, escuchad la parábola del sembrador. 19 A todo el que oye la palabra del reino(O) y no la entiende, el maligno viene(P) y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es aquel en quien se sembró la semilla junto al camino. 20 Y aquel en quien se sembró la semilla en pedregales, este es el que oye la palabra y enseguida la recibe con gozo; 21 pero no tiene raíz profunda en sí mismo, sino que solo es temporal, y cuando por causa de la palabra viene la aflicción o la persecución, enseguida tropieza y cae(Q). 22 Y aquel en quien se sembró la semilla entre espinos, este es el que oye la palabra, mas las preocupaciones del mundo[h](R) y el engaño de las riquezas(S) ahogan la palabra, y se queda sin fruto. 23 Pero aquel en quien se sembró la semilla en tierra buena, este es el que oye la palabra y la entiende, este sí da fruto y produce, uno a ciento, otro a sesenta y otro a treinta(T).

Parábola del trigo y la cizaña

24 Jesús les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos(U) puede compararse a[i] un hombre que sembró buena semilla en su campo. 25 Pero mientras los hombres dormían, vino su enemigo y sembró cizaña[j] entre el trigo, y se fue. 26 Cuando el trigo[k] brotó y produjo grano, entonces apareció también la cizaña. 27 Y los siervos del dueño fueron y le dijeron: «Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo[l], pues, tiene cizaña?». 28 Él les dijo: «Un enemigo[m] ha hecho esto». Y los siervos le dijeron*: «¿Quieres, pues, que vayamos y la recojamos?». 29 Pero él dijo*: «No, no sea que al recoger la cizaña, arranquéis el trigo junto con ella. 30 Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega; y al tiempo de la siega diré a los segadores: “Recoged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla, pero el trigo recogedlo en mi granero(V)”».

Parábola del grano de mostaza

31 Les refirió otra parábola, diciendo: (W)El reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza(X), que un hombre tomó y sembró en su campo, 32 y que de todas las semillas es la más pequeña; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de modo que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas(Y).

Parábola de la levadura

33 Les dijo otra parábola: (Z)El reino de los cielos es semejante a la levadura que una mujer tomó y escondió en tres medidas[n] de harina hasta que todo quedó fermentado(AA).

34 Todo esto habló Jesús en parábolas a las multitudes, y nada les hablaba sin parábola(AB), 35 para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta, cuando dijo:

Abriré mi boca en parábolas;
hablare de cosas ocultas desde la fundación del mundo(AC).

Explicación de la parábola del trigo y la cizaña

36 Entonces dejó a la multitud y entró en la casa(AD). Y se le acercaron sus discípulos, diciendo: Explícanos la parábola de la cizaña del campo(AE). 37 Y respondiendo Él, dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre(AF), 38 y el campo es el mundo; y la buena semilla son[o] los hijos del reino(AG), y la cizaña son los hijos(AH) del maligno(AI); 39 y el enemigo que la sembró es el diablo, y la siega es el fin[p] del mundo[q](AJ), y los segadores son los ángeles. 40 Por tanto, así como la cizaña se recoge y se quema en el fuego, de la misma manera será en el fin[r] del mundo[s](AK). 41 El Hijo del Hombre(AL) enviará a sus ángeles(AM), y recogerán de su reino a todos los que son piedra de tropiezo[t] y a los que hacen iniquidad(AN); 42 y los echarán en el horno de fuego(AO); allí será el llanto y el crujir de dientes(AP). 43 Entonces los justos resplandecerán como el sol(AQ) en el reino de su Padre. El que tiene oídos[u], que oiga(AR).

Parábolas del tesoro escondido y la perla de gran valor

44 El reino de los cielos(AS) es semejante a un tesoro escondido en el campo, que al encontrarlo un hombre, lo vuelve a esconder, y de alegría por ello, va, vende todo lo que tiene(AT) y compra aquel campo.

45 El reino de los cielos(AU) también es semejante a un mercader que busca perlas finas, 46 y al encontrar una perla de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía y la compró.

Parábola de la red barredera

47 El reino de los cielos(AV) también es semejante a una red barredera que se echó en el mar, y recogió peces de toda clase; 48 y cuando se llenó, la sacaron a la playa; y se sentaron y recogieron los peces buenos en canastas[v], pero echaron fuera los malos. 49 Así será en el fin[w] del mundo[x](AW); los ángeles saldrán, y sacarán[y] a los malos de entre los justos, 50 y los arrojarán en el horno de fuego(AX); allí será el llanto y el crujir de dientes(AY).

Parábola del dueño de casa

51 ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos le dijeron*: Sí. 52 Y Él les dijo: Por eso todo escriba que se ha convertido en un discípulo del reino de los cielos es semejante al[z] dueño de casa que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.

Jesús enseña en Nazaret

53 Y sucedió que cuando Jesús terminó estas parábolas, se fue de allí(AZ). 54 (BA)Y llegando a su pueblo, les enseñaba en su sinagoga(BB), de tal manera que se maravillaban(BC) y decían: ¿Dónde obtuvo este esta sabiduría y estos poderes milagrosos[aa]? 55 ¿No es este el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos(BD) Jacobo[ab], José, Simón y Judas? 56 ¿No están todas sus hermanas(BE) con nosotros? ¿Dónde, pues, obtuvo este todas estas cosas? 57 Y se escandalizaban a causa de Él(BF). Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa(BG). 58 Y no hizo muchos milagros[ac] allí a causa de la incredulidad de ellos.

Muerte de Juan el Bautista

14 (BH)Por aquel tiempo[ad], Herodes el tetrarca(BI) oyó la fama de Jesús, y dijo a sus sirvientes: Este es Juan el Bautista(BJ). Él ha resucitado de entre los muertos, y por eso es que poderes milagrosos actúan en él. Porque (BK)Herodes había prendido a Juan, lo había atado[ae] y puesto en la cárcel(BL) por causa de Herodías(BM), mujer de su hermano Felipe; porque Juan le decía: No te es lícito tenerla(BN). Y aunque Herodes quería matarlo, tenía miedo al pueblo[af], porque consideraban[ag] a Juan como un profeta(BO). Pero cuando llegó[ah] el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías(BP) danzó ante[ai] ellos y agradó a (BQ)Herodes. Por lo cual le prometió con juramento darle lo que ella pidiera. Ella, instigada por su madre, dijo*: Dame aquí, en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista. Y aunque el rey se entristeció, a causa de sus [aj] juramentos y de sus invitados[ak], ordenó que se la dieran; 10 y mandó decapitar a Juan en la cárcel. 11 Y trajeron su cabeza en una bandeja y se la dieron a la muchacha, y ella se la llevó a su madre. 12 Los discípulos de Juan[al] llegaron y recogieron el cuerpo y lo sepultaron; y fueron y se lo comunicaron a Jesús.

Alimentación de los cinco mil

13 (BR)Al oír esto, Jesús se retiró de allí en una barca, solo, a un lugar desierto; y cuando las multitudes lo supieron[am], le siguieron a pie desde las ciudades. 14 Y al desembarcar[an], vio una gran multitud(BS), y tuvo compasión de ellos y sanó a sus enfermos(BT). 15 Al atardecer se le acercaron los discípulos, diciendo: El lugar está desierto y la hora es ya avanzada; despide, pues, a las multitudes para que vayan a las aldeas y se compren alimentos. 16 Pero Jesús les dijo: No hay necesidad de que se vayan; dadles vosotros de comer. 17 Entonces ellos le dijeron*: No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces(BU). 18 Él les dijo: Traédmelos acá. 19 Y ordenando a la muchedumbre que se recostara sobre la hierba, tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo los alimentos(BV), y partiendo los panes, se los dio a los discípulos y los discípulos a la multitud. 20 Y comieron todos y se saciaron. Y recogieron lo que sobró de los pedazos: doce cestas llenas(BW). 21 Y los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.

Jesús anda sobre el mar

22 (BX)Enseguida hizo que los discípulos[ao] subieran a la barca y fueran delante de Él a la otra orilla, mientras Él despedía a la multitud. 23 Después de despedir a la multitud, subió al monte a solas para orar(BY); y al anochecer, estaba allí solo. 24 Pero la barca estaba ya a muchos estadios[ap] de tierra, y era azotada[aq] por las olas, porque el viento era contrario. 25 Y a la cuarta vigilia(BZ) de la noche[ar], Jesús vino a ellos andando sobre el mar. 26 Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, y decían: ¡Es un fantasma(CA)! Y de miedo, se pusieron a gritar. 27 Pero enseguida Jesús les habló, diciendo: Tened ánimo, soy yo(CB); no temáis(CC). 28 Respondiéndole Pedro, dijo: Señor, si eres tú, mándame que vaya a ti sobre las aguas. 29 Y Él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, caminó sobre las aguas, y fue hacia Jesús. 30 Pero viendo la fuerza del viento tuvo miedo, y empezando a hundirse gritó, diciendo: ¡Señor, sálvame! 31 Y al instante Jesús, extendiendo la mano, lo sostuvo y le dijo*: Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste(CD)? 32 Cuando ellos subieron a la barca, el viento se calmó. 33 Entonces los que estaban en la barca le adoraron, diciendo: En verdad eres Hijo de Dios(CE).

34 (CF)Terminada la travesía, bajaron a[as] tierra en Genesaret(CG). 35 Y cuando los hombres de aquel lugar reconocieron a Jesús[at], enviaron a decirlo por toda aquella comarca de alrededor y le trajeron todos los que tenían algún mal. 36 Y le rogaban que les dejara tocar siquiera el borde de su manto(CH); y todos los que lo tocaban quedaban curados(CI).

Discusión con algunos escribas y fariseos

15 (CJ)Entonces se acercaron* a Jesús algunos escribas y fariseos(CK) de Jerusalén, diciendo: ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Pues no se lavan las manos cuando comen pan(CL). Y respondiendo Él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios a causa de vuestra tradición? Porque Dios dijo: «Honra a tu padre y a tu madre(CM)», y: «Quien hable mal de su padre o de su madre, que muera[au](CN)». Pero vosotros decís: «Cualquiera que diga a su padre o a su madre: “Es ofrenda a Dios todo lo mío con que pudieras ser ayudado”, no necesitará más honrar[av] a su padre o a su madre[aw]». Y así invalidasteis la palabra[ax] de Dios por causa de vuestra tradición. ¡Hipócritas! Bien profetizó Isaías de vosotros cuando dijo:

«Este pueblo con los labios me honra,
pero su corazón está muy lejos de mí(CO).
Mas en vano me rinden culto,
enseñando como doctrinas preceptos de hombres(CP)».

Lo que contamina al hombre

10 Y llamando junto a sí a la multitud, les dijo: Oíd y entended: 11 no es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina(CQ) al hombre. 12 Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron*: ¿Sabes que los fariseos se escandalizaron[ay] cuando oyeron tus palabras[az]? 13 Pero Él contestó y dijo: Toda planta que mi Padre celestial no haya plantado, será desarraigada(CR). 14 Dejadlos; son ciegos guías de ciegos[ba](CS). Y si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo(CT). 15 Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos la parábola(CU). 16 Y Él dijo: ¿También vosotros estáis aún faltos de entendimiento? 17 ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al estómago[bb] y luego se elimina[bc]? 18 Pero lo que sale de la boca proviene del corazón(CV), y eso es lo que contamina al hombre. 19 Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias(CW). 20 Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero comer sin lavarse las manos no contamina al hombre.

Jesús sana a la hija de una cananea

21 (CX)Saliendo Jesús de allí, se retiró a la región de Tiro y de Sidón(CY). 22 Y he aquí, una mujer cananea que había salido de aquella comarca, comenzó a gritar, diciendo: Señor, Hijo de David(CZ), ten misericordia de mí; mi hija está terriblemente endemoniada(DA). 23 Pero Él no le respondió palabra. Y acercándose sus discípulos, le rogaban, diciendo: Atiéndela[bd], pues viene gritando tras nosotros. 24 Y respondiendo Él, dijo: No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel(DB). 25 Pero acercándose ella, se postró[be] ante Él(DC), diciendo: ¡Señor, socórreme! 26 Y Él respondió y dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echárselo a los perrillos. 27 Pero ella dijo: Sí, Señor; pero[bf] también los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. 28 Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Oh mujer, grande es tu fe(DD); que te suceda como deseas. Y su hija quedó sana desde aquel momento[bg].

Jesús sana a muchos junto al mar de Galilea

29 (DE)Y pasando Jesús de allí, vino junto al mar de Galilea(DF), y subiendo al monte, se sentó allí. 30 Y vinieron a Él grandes multitudes trayendo consigo cojos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos y los pusieron a sus pies y Él los sanó(DG); 31 de modo que la muchedumbre se maravilló al ver que los mudos hablaban, los lisiados quedaban restaurados[bh], los cojos caminaban y los ciegos veían; y glorificaron al Dios de Israel(DH).

Alimentación de los cuatro mil

32 (DI)Entonces Jesús, llamando junto a sí a sus discípulos, les dijo: Tengo compasión de la multitud(DJ), porque hace ya tres días que están conmigo y no tienen qué comer; y no quiero despedirlos sin comer, no sea que desfallezcan en el camino. 33 Y los discípulos le dijeron*: ¿Dónde conseguiríamos nosotros en el desierto tantos panes para saciar a una multitud tan grande? 34 Jesús entonces les dijo*: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos respondieron: Siete, y unos pocos pececillos. 35 Y Él mandó a la multitud que se recostara en el suelo; 36 y tomó los siete panes y los peces; y después de dar gracias(DK), los partió y empezó a darlos a los discípulos, y los discípulos a las multitudes. 37 Y comieron todos y se saciaron; y recogieron de lo que sobró de los pedazos, siete canastas llenas(DL). 38 Los que comieron fueron cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. 39 Y después de despedir a la muchedumbre, subió a la barca(DM) y fue a la región de Magadán[bi](DN).

Fariseos y saduceos piden señal

16 (DO)Entonces los fariseos y los saduceos(DP) se acercaron a Jesús, y para ponerle a prueba[bj] le pidieron que les mostrara una señal[bk] del cielo(DQ). Pero respondiendo Él, les dijo: [bl]Al caer la tarde decís: «Hará buen tiempo, porque el cielo está rojizo(DR)». Y por la mañana: «Hoy habrá tempestad, porque el cielo está rojizo y amenazador». ¿Sabéis discernir el aspecto[bm] del cielo, pero no podéis discernir las señales de los tiempos(DS)? Una generación perversa y adúltera(DT) busca señal[bn], y no se le dará señal[bo], sino la señal de Jonás. Y dejándolos, se fue.

La levadura de los fariseos y saduceos

Los discípulos, al pasar al otro lado, se habían olvidado de tomar panes. Y Jesús les dijo: Estad atentos y guardaos(DU) de la levadura de los fariseos y saduceos(DV). Y ellos discutían entre sí, diciendo: Lo dice porque no tomamos panes. Pero Jesús, dándose cuenta, dijo: Hombres de poca fe(DW), ¿por qué discutís entre vosotros que no tenéis pan? ¿Todavía no entendéis ni recordáis los cinco panes para los cinco mil, y cuántas cestas recogisteis(DX)? 10 ¿Ni los siete panes para los cuatro mil, y cuántas canastas recogisteis(DY)? 11 ¿Cómo es que no entendéis que no os hablé de los panes? Pero guardaos(DZ) de la levadura de los fariseos y saduceos(EA). 12 Entonces entendieron que no les había dicho que se guardaran de la levadura de los panes, sino de la enseñanza de los fariseos y saduceos(EB).

La confesión de Pedro

13 (EC)Cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo(ED), preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre(EE)? 14 Y ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista(EF); y otros, Elías(EG); pero otros, Jeremías o uno de los profetas. 15 Él les dijo*: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? 16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo[bp](EH), el Hijo(EI) del Dios viviente(EJ). 17 Y Jesús, respondiendo, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás(EK), porque esto no te lo reveló carne ni sangre(EL), sino mi Padre que está en los cielos. 18 Yo también te digo que tú eres Pedro[bq](EM), y sobre esta roca[br] edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades[bs](EN) no prevalecerán contra ella. 19 Yo te daré las llaves del reino de los cielos(EO); y lo que ates en la tierra, será[bt] atado en los cielos; y lo que desates en la tierra, será[bu] desatado en los cielos(EP). 20 Entonces ordenó a los discípulos(EQ) que a nadie dijeran que Él era el Cristo[bv](ER).

Jesús anuncia su muerte y resurrección

21 (ES)Desde entonces Jesucristo comenzó a declarar[bw] a sus discípulos que debía ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas de parte de los ancianos(ET), de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día. 22 Y tomándole aparte, Pedro comenzó a reprenderle, diciendo: ¡No lo permita Dios[bx], Señor! Eso nunca te acontecerá[by]. 23 Pero volviéndose Él, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí[bz], Satanás(EU)! Me eres piedra de tropiezo; porque no estás pensando en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.

Condiciones para seguir a Jesús

24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz(EV) y sígame. 25 Porque el que quiera salvar su vida[ca], la perderá; pero el que pierda su vida[cb] por causa de mí, la hallará(EW). 26 Pues ¿qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero, pero pierde su alma? O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma? 27 Porque el Hijo del Hombre(EX) ha de venir en la gloria de su Padre(EY) con sus ángeles, y entonces recompensara a cada uno según su conducta(EZ). 28 En verdad os digo que hay algunos de los que están aquí que no probarán la muerte hasta que vean al Hijo del Hombre(FA) venir en su reino(FB).

La transfiguración

17 (FC)Seis días después, Jesús tomó* consigo a Pedro(FD), a Jacobo[cc] y a Juan su hermano, y los llevó* aparte a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos; y su rostro resplandeció como el sol, y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz. Y he aquí, se les aparecieron Moisés y Elías hablando con Él. Entonces Pedro, tomando la palabra, dijo a Jesús: Señor, bueno es estarnos aquí; si quieres, haré aquí tres enramadas[cd], una para ti, otra[ce] para Moisés y otra[cf] para Elías(FE). Mientras estaba aún hablando, he aquí, una nube luminosa los cubrió; y[cg] una voz salió de la nube(FF), diciendo: Este es mi Hijo amado(FG) en quien me he complacido; a Él oíd. Cuando los discípulos oyeron esto, cayeron sobre sus rostros y tuvieron gran temor. Entonces se les acercó Jesús, y tocándolos, dijo: Levantaos y no temáis(FH). Y cuando alzaron sus ojos no vieron a nadie, sino a Jesús solo.

Elías y Juan el Bautista

(FI)Mientras descendían del monte, Jesús les ordenó, diciendo: No contéis a nadie la visión(FJ) hasta que el Hijo del Hombre(FK) haya resucitado de entre los muertos(FL). 10 Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que Elías(FM) debe venir primero? 11 Y respondiendo Él, dijo: Elías ciertamente viene, y restaurará todas las cosas; 12 pero yo os digo que Elías ya vino y no lo reconocieron, sino que le hicieron[ch] todo lo que quisieron. Así también el Hijo del Hombre(FN) va a padecer a manos de ellos. 13 Entonces los discípulos entendieron que les había hablado de Juan el Bautista.

Jesús sana a un muchacho epiléptico

14 (FO)Cuando llegaron a la multitud, se le acercó un hombre, que arrodillándose delante de Él, dijo: 15 Señor, ten misericordia de mi hijo, porque es epiléptico[ci](FP) y sufre terriblemente, porque muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua. 16 Y lo traje a tus discípulos y ellos no pudieron curarlo. 17 Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo acá. 18 Y Jesús lo reprendió y el demonio salió de él, y el muchacho quedó curado desde aquel momento[cj].

19 Entonces los discípulos, llegándose a Jesús en privado, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo? 20 Y Él les dijo*: Por vuestra poca fe; porque en verdad os digo que si tenéis fe(FQ) como un grano de mostaza(FR), diréis a este monte(FS): «Pásate de aquí allá», y se pasará; y nada os será imposible(FT). 21 [ck]Pero esta clase no sale sino con oración y ayuno(FU).

Jesús anuncia otra vez su muerte

22 (FV)Mientras andaban juntos por Galilea, Jesús les dijo: El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres. 23 Y le matarán, y al tercer día resucitará(FW). Y ellos se entristecieron mucho.

Pago del impuesto del templo

24 Cuando llegaron a Capernaúm, se acercaron a Pedro los que cobraban el impuesto de dos dracmas[cl](FX) y dijeron: ¿No paga vuestro maestro las dos dracmas(FY)? 25 Él dijo*: Sí. Y cuando él llegó a casa, Jesús se le anticipó[cm], diciendo: ¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes cobran tributos(FZ) o impuestos(GA) los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños? 26 Y cuando respondió: De los extraños, Jesús le dijo: Entonces los hijos están exentos[cn]. 27 Sin embargo, para que no los escandalicemos[co](GB), ve al mar, echa el anzuelo, y toma el primer pez que salga[cp]; y cuando le abras la boca hallarás un estáter[cq]; tómalo y dáselo por ti y por mí.

El mayor en el reino de los cielos

18 (GC)En aquel momento[cr] se acercaron los discípulos a Jesús, diciendo: ¿Quién es, entonces, el mayor en el reino de los cielos? Y Él, llamando a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: En verdad os digo que si no os convertís[cs] y os hacéis como niños(GD), no entraréis en el reino de los cielos. Así pues, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como este[ct] en mi nombre, a mí me recibe. Pero al que(GE) haga tropezar[cu] a uno de estos pequeñitos que creen en mí(GF), mejor le sería que le colgaran al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y que se ahogara en lo profundo del mar.

¡Ay de los que son piedras de tropiezo!

¡Ay del mundo por sus piedras de tropiezo! Porque es inevitable que vengan piedras de tropiezo(GG); pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo! Y si tu mano o tu pie te es ocasión de pecar[cv], córtatelo y échalo de ti; te es mejor entrar en la vida manco o cojo, que teniendo dos manos y dos pies, ser echado en el fuego eterno(GH). Y si tu ojo te es ocasión de pecar[cw], arráncatelo y échalo de ti. Te es mejor entrar en la vida con un solo ojo, que teniendo dos ojos, ser echado en el infierno[cx] de fuego(GI).

10 Mirad que no despreciéis a uno de estos pequeñitos, porque os digo que sus ángeles en los cielos contemplan siempre el rostro de mi Padre(GJ) que está en los cielos. 11 [cy]Porque el Hijo del Hombre ha venido a salvar lo que se había perdido(GK).

Parábola de la oveja perdida

12 ¿Qué os parece? (GL)Si un hombre tiene cien ovejas y una de ellas se ha descarriado, ¿no deja las noventa y nueve en los montes, y va en busca de la descarriada? 13 Y si sucede que la halla, en verdad os digo que se regocija más por esta que por las noventa y nueve que no se han descarriado. 14 Así, no es la voluntad de[cz] vuestro Padre que está en los cielos que se pierda uno de estos pequeñitos.

Sobre la exhortación y la oración

15 Y si tu hermano peca[da](GM), ve y repréndelo a solas[db]; si te escucha, has ganado a tu hermano. 16 Pero si no te escucha, lleva contigo a uno o a dos más, para que toda palabra sea confirmada por boca de dos o tres testigos(GN). 17 Y si rehúsa escucharlos, dilo a la iglesia(GO); y si también rehúsa escuchar a la iglesia, sea para ti como el gentil(GP) y el recaudador de impuestos[dc]. 18 En verdad os digo: todo lo que atéis[dd] en la tierra, será[de] atado en el cielo; y todo lo que desatéis[df] en la tierra, será[dg] desatado en el cielo(GQ). 19 Además os digo, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan aquí en la tierra, les será hecho por[dh] mi Padre(GR) que está en los cielos. 20 Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos(GS).

Importancia del perdón

21 Entonces se le acercó Pedro, y le dijo: Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí(GT) que yo haya de perdonarlo? ¿Hasta siete veces(GU)? 22 Jesús le dijo*: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete(GV).

Parábola de los dos deudores

23 Por eso, el reino de los cielos(GW) puede compararse[di] a cierto[dj] rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos(GX). 24 Y al comenzar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos[dk]. 25 Pero no teniendo él con qué pagar(GY), su señor ordenó que lo vendieran(GZ), junto con su mujer e hijos y todo cuanto poseía, y así pagara la deuda. 26 Entonces el siervo cayó postrado ante él(HA), diciendo: «Ten paciencia conmigo y todo te lo pagaré». 27 Y el señor de aquel siervo tuvo compasión, y lo soltó y le perdonó la deuda(HB). 28 Pero al salir aquel siervo, encontró a uno de sus consiervos que le debía cien denarios[dl], y echándole mano, lo ahogaba, diciendo: «Paga lo que debes». 29 Entonces su consiervo, cayendo a sus pies, le suplicaba, diciendo: «Ten paciencia conmigo y te pagaré». 30 Sin embargo, él no quiso, sino que fue y lo echó en la cárcel hasta que pagara lo que debía. 31 Así que cuando vieron sus consiervos lo que había pasado, se entristecieron mucho, y fueron y contaron a su señor todo lo que había sucedido. 32 Entonces, llamándolo su señor, le dijo*: «Siervo malvado, te perdoné toda aquella deuda porque me suplicaste. 33 ¿No deberías tú también haberte compadecido de tu consiervo, así como yo me compadecí de ti(HC)?». 34 Y enfurecido su señor, lo entregó a los verdugos hasta que pagara todo lo que le debía. 35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros(HD), si no perdonáis de corazón[dm] cada uno a su hermano.

Jesús en Judea

19 Y aconteció que cuando Jesús terminó estas palabras(HE), partió de Galilea y se (HF)fue a la región de Judea, al otro lado del Jordán; y le siguieron grandes multitudes, y los sanó allí(HG).

Enseñanza de Jesús sobre el divorcio

Y se acercaron a Él algunos fariseos para probarle, diciendo: ¿Es lícito a un hombre divorciarse de[dn] su mujer(HH) por cualquier motivo? Y respondiendo Jesús, dijo: ¿No habéis leído que aquel que los creó, desde el principio los hizo varón y hembra(HI), y añadió: «Por esta razón el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer(HJ), y los dos serán una sola carne(HK)»? Por consiguiente, ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe. Ellos le dijeron*: Entonces, ¿por qué mandó Moisés darle carta de divorcio y repudiarla(HL)? Él les dijo*: Por la dureza de vuestro corazón, Moisés os permitió divorciaros de[do] vuestras mujeres; pero no ha sido así desde el principio. Y yo os digo que cualquiera que se divorcie de[dp] su mujer(HM), salvo por infidelidad, y se case con otra, comete[dq] adulterio[dr]. 10 Los discípulos le dijeron*: Si así es la relación del hombre con su mujer, no conviene casarse. 11 Pero Él les dijo: No todos pueden aceptar este precepto(HN), sino solo aquellos a quienes les ha sido dado(HO). 12 Porque hay eunucos que así nacieron desde el seno de su madre, y hay eunucos que fueron hechos eunucos por los hombres, y también hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que pueda aceptar esto, que lo acepte.

Jesús bendice a los niños

13 (HP)Entonces le trajeron algunos niños para que pusiera las manos sobre ellos y orara; y los discípulos los reprendieron. 14 Pero Jesús dijo: Dejad a los niños(HQ), y no les impidáis que vengan a mí, porque de los que son como estos[ds] es el reino de los cielos(HR). 15 Y después de poner las manos sobre ellos, se fue de allí.

El joven rico

16 (HS)Y he aquí se le acercó uno y dijo: Maestro, ¿qué bien haré para obtener la vida eterna(HT)? 17 Y Él le dijo: ¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Solo Uno es bueno; pero si deseas entrar en la vida(HU), guarda los mandamientos. 18 Él le dijo*: ¿Cuáles? Y Jesús respondió: No matarás; no cometerás adulterio; no hurtarás; no darás falso testimonio(HV); 19 honra a tu padre y a tu madre(HW); y amarás a tu prójimo como a ti mismo(HX). 20 El joven le dijo*: Todo esto lo he guardado; ¿qué me falta todavía? 21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, ve y vende lo que posees(HY) y da a los pobres, y tendrás tesoro en los cielos(HZ); y ven, sígueme. 22 Pero al oír el joven estas palabras[dt], se fue triste, porque era dueño de muchos bienes.

Peligro de las riquezas

23 Y Jesús dijo a sus discípulos: En verdad os digo que es difícil que un rico entre en el reino de los cielos(IA). 24 Y otra vez os digo que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el reino de Dios(IB). 25 Al oír esto, los discípulos estaban llenos de asombro, y decían: Entonces, ¿quién podrá salvarse? 26 Pero Jesús, mirándolos, les dijo: Para los hombres eso es imposible, pero para Dios todo es posible(IC). 27 Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué, pues, recibiremos[du]? 28 Y Jesús les dijo: En verdad os digo que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre(ID) se siente en el trono de su gloria, os sentaréis también sobre doce tronos(IE) para juzgar a las doce tribus de Israel. 29 Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre[dv], o hijos o tierras por mi nombre(IF), recibirá cien[dw] veces más, y heredará la vida eterna. 30 Pero muchos primeros serán últimos, y los últimos, primeros(IG).

Parábola de los obreros de la viña

20 Porque el reino de los cielos(IH) es semejante a un hacendado[dx] que salió muy de mañana para contratar obreros para su viña(II). Y habiendo convenido con los obreros en un denario[dy] al día, los envió a su viña. Y salió como a la hora tercera[dz], y vio parados en la plaza a otros que estaban sin trabajo; y a estos les dijo: «Id también vosotros a la viña, y os daré lo que sea justo». Y ellos fueron. Volvió a salir como a la hora sexta y a la novena[ea], e hizo lo mismo. Y saliendo como a la hora undécima[eb], encontró a otros parados, y les dijo*: «¿Por qué habéis estado aquí parados todo el día sin trabajar?». Ellos le dijeron*: «Porque nadie nos contrató». Él les dijo*: «Id también vosotros a la viña». Y al atardecer(IJ), el señor de la viña dijo* a su mayordomo(IK): «Llama a los obreros y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta los primeros». Cuando llegaron los que habían sido contratados como a la hora undécima, cada uno recibió un denario. 10 Y cuando llegaron los que fueron contratados primero, pensaban que recibirían más; pero ellos también recibieron un denario cada uno. 11 Y al recibirlo, murmuraban contra el hacendado[ec], 12 diciendo: «Estos últimos han trabajado solo una hora, pero los has hecho iguales a nosotros que hemos soportado el peso y el calor abrasador del día(IL)». 13 Pero respondiendo él, dijo a uno de ellos: «Amigo(IM), no te hago ninguna injusticia; ¿no conviniste conmigo en un denario? 14 Toma lo que es tuyo, y vete; pero yo quiero darle a este último lo mismo que a ti. 15 ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo que es mío? ¿O es tu ojo malo(IN) porque yo soy bueno?». 16 Así, los últimos serán primeros, y los primeros, últimos(IO).

Jesús anuncia su muerte por tercera vez

17 (IP)Cuando Jesús iba subiendo a Jerusalén, tomó aparte a los doce discípulos, y por el camino les dijo: 18 He aquí, subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado(IQ) a los principales sacerdotes y escribas, y le condenarán a muerte; 19 y le entregarán a los gentiles(IR) para burlarse de Él, azotarle y crucificarle, y al tercer día resucitará(IS).

Petición de los hijos de Zebedeo

20 (IT)Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo(IU) con sus hijos, postrándose ante Él(IV) y pidiéndole algo. 21 Y Él le dijo: ¿Qué deseas? Ella le dijo*: Ordena que en tu reino estos dos hijos míos se sienten(IW) uno a tu derecha y el otro a tu izquierda. 22 Pero respondiendo Jesús, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa(IX) que yo voy a beber? Ellos le dijeron*: Podemos. 23 Él les dijo*: Mi copa ciertamente beberéis(IY), pero sentarse a mi derecha y a mi izquierda no es mío el concederlo, sino que es para quienes(IZ) ha sido preparado por mi Padre(JA). 24 Al oír esto, los diez se indignaron contra los dos hermanos. 25 (JB)Pero Jesús, llamándolos junto a sí, dijo: Sabéis que los gobernantes de los gentiles se enseñorean de ellos, y que los grandes ejercen autoridad sobre ellos. 26 No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera entre vosotros llegar a ser grande, será vuestro servidor(JC), 27 y el que quiera entre vosotros ser el primero, será vuestro siervo; 28 así como el Hijo del Hombre(JD) no vino para ser servido(JE), sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.

Curación de dos ciegos de Jericó

29 (JF)Al salir de Jericó, le siguió una gran multitud. 30 Y he aquí, dos ciegos que estaban sentados junto al camino, al oír que Jesús pasaba, gritaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David(JG), ten misericordia de nosotros(JH)! 31 Y la gente los reprendía para que se callaran, pero ellos gritaban más aún, diciendo: ¡Señor, Hijo de David(JI), ten misericordia de nosotros! 32 Deteniéndose Jesús, los llamó, y dijo: ¿Qué queréis que yo haga por vosotros? 33 Ellos le dijeron*: Señor, deseamos que nuestros ojos sean abiertos. 34 Entonces Jesús, movido a compasión, tocó los ojos de ellos, y al instante recobraron la vista, y le siguieron.

La entrada triunfal

21 (JJ)Cuando se acercaron a Jerusalén y llegaron a Betfagé, junto al monte de los Olivos(JK), Jesús entonces envió a dos discípulos, diciéndoles: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y enseguida encontraréis un asna atada y un pollino con ella; desatadla y traédmelos. Y si alguien os dice algo, decid: «El Señor los necesita»; y enseguida los enviará. (JL)Esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta, cuando dijo:

Decid a la hija de Sión:
«Mira, tu Rey viene a ti,
humilde[ed] y montado en un asna,
y en un pollino, hijo de bestia de carga(JM)».

Entonces fueron los discípulos e hicieron tal como Jesús les había mandado, y trajeron el asna y el pollino; pusieron sobre ellos sus mantos, y Jesús se sentó encima[ee]. La mayoría de la multitud tendió sus mantos en el camino(JN); otros cortaban ramas de los árboles y las tendían por el camino. Y las multitudes que iban delante de Él, y las que iban detrás, gritaban, diciendo:

¡Hosanna al Hijo de David(JO)!
¡Bendito el que viene en el nombre del Señor(JP)!
¡Hosanna en las alturas(JQ)!

10 Cuando Él entró en Jerusalén, toda la ciudad se agitó, y decían: ¿Quién es este? 11 Y las multitudes contestaban: Este es el profeta Jesús(JR), de Nazaret de Galilea(JS).

Jesús echa a los mercaderes del templo

12 (JT)Y entró Jesús en el templo y echó fuera a todos los que compraban y vendían en el templo, y volcó las mesas de los cambistas(JU) y los asientos de los que vendían las palomas(JV). 13 Y les dijo*: Escrito está: «Mi casa será llamada casa de oración(JW)», pero vosotros la estáis haciendo cueva de ladrones(JX). 14 Y en el templo se acercaron a Él los ciegos y los cojos, y los sanó(JY). 15 Pero cuando los principales sacerdotes y los escribas vieron las maravillas que había hecho, y a los muchachos que gritaban en el templo y que decían: ¡Hosanna al Hijo de David(JZ)!, se indignaron 16 y le dijeron: ¿Oyes lo que estos dicen? Y Jesús les respondió*: Sí, ¿nunca habéis leído: «De la boca de los pequeños y de los niños de pecho te has preparado alabanza(KA)»? 17 Y dejándolos, salió fuera de la ciudad, a Betania(KB), y se hospedó allí.

La higuera estéril

18 (KC)Por la mañana, cuando regresaba a la ciudad, tuvo hambre. 19 Y al ver una higuera junto al camino, se acercó a ella, pero no halló nada en ella sino solo hojas, y le dijo*: Nunca jamás brote fruto de ti. Y al instante se secó la higuera(KD). 20 Al ver esto, los discípulos se maravillaron y decían: ¿Cómo es que la higuera se secó al instante? 21 Respondiendo Jesús, les dijo: En verdad os digo que si tenéis fe(KE) y no dudáis, no solo haréis lo de la higuera, sino que aun si decís a este monte: «Quítate y échate al mar», así sucederá. 22 Y todo lo que pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis(KF).

La autoridad de Jesús puesta en duda

23 (KG)Cuando llegó Jesús[ef] al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se le acercaron mientras enseñaba(KH), diciendo: ¿Con qué autoridad haces estas cosas, y quién te dio esta autoridad? 24 Y respondiendo Jesús, les dijo: Yo también os haré una pregunta[eg], que si me la contestáis, yo también os diré con qué autoridad hago estas cosas. 25 ¿De dónde era el bautismo de Juan?, ¿del cielo o de los hombres? Y ellos discurrían entre sí, diciendo: Si decimos: «Del cielo», Él nos dirá: «Entonces, ¿por qué no le creísteis?». 26 Y si decimos: «De los hombres», tememos a la multitud; porque todos tienen a Juan por profeta(KI). 27 Y respondiendo a Jesús, dijeron: No sabemos. Él a su vez[eh] les dijo: Tampoco yo os diré[ei] con qué autoridad hago estas cosas. 28 Pero, ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y llegándose al primero, le dijo: «Hijo, ve, trabaja hoy en la viña(KJ)». 29 Y respondiendo él, dijo: «No quiero»; pero después, arrepentido, fue[ej]. 30 Y llegándose al otro, le dijo lo mismo; pero él respondió y dijo: «Yo iré, señor»; y no fue[ek]. 31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre? Ellos dijeron*: El primero[el]. Jesús les dijo*: En verdad os digo que los recaudadores de impuestos[em] y las rameras entran en el reino de Dios antes que vosotros(KK). 32 Porque Juan vino a vosotros en camino de justicia y no le creísteis, pero los recaudadores de impuestos y las rameras le creyeron(KL); y vosotros, viendo esto, ni siquiera os arrepentisteis después para creerle.

Parábola de los labradores malvados

33 Escuchad otra parábola. (KM)Había una vez un hacendado[en] que planto(KN) una viña y la cerco con un muro(KO), y cavo en ella un lagar y edifico una torre(KP), la arrendó a unos labradores y se fue de viaje(KQ). 34 Y cuando se acercó el tiempo de la cosecha[eo], envió sus siervos(KR) a los labradores para recibir sus frutos. 35 Pero los labradores, tomando a los siervos, a uno lo golpearon, a otro lo mataron y a otro lo apedrearon. 36 Volvió a mandar otro grupo de siervos(KS), mayor que el primero; y les hicieron lo mismo. 37 Finalmente les envió a su hijo, diciendo: «Respetarán a mi hijo». 38 Pero cuando los labradores vieron al hijo, dijeron entre sí: «Este es el heredero; venid, matémoslo y apoderémonos de su heredad». 39 Y echándole mano, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron. 40 Cuando venga, pues, el dueño[ep] de la viña, ¿qué hará a esos labradores? 41 Ellos le dijeron*: Llevará a esos miserables a un fin lamentable, y arrendará la viña a otros labradores(KT) que le paguen los frutos a su tiempo. 42 Jesús les dijo*: ¿Nunca leísteis en las Escrituras:

«La piedra que desecharon los constructores,
esa, en piedra angular[eq] se ha convertido;
esto fue hecho de parte del Señor,
y es maravilloso a nuestros ojos(KU)»?

43 Por eso os digo que el reino de Dios os será quitado y será dado a una nación que produzca sus frutos. 44 Y el que caiga sobre esta piedra será hecho pedazos; pero sobre quien ella caiga(KV), lo esparcirá como polvo. 45 Al oír sus parábolas los principales sacerdotes y los fariseos, comprendieron que hablaba de ellos. 46 Y cuando procuraron prenderle, tuvieron miedo de la multitud(KW), porque le tenían por profeta(KX).

Parábola del banquete de bodas

22 Tomando Jesús la palabra, les habló otra vez en parábolas, diciendo: (KY)El reino de los cielos puede compararse a[er] un rey[es] que hizo un banquete de bodas(KZ) para su hijo. Y envió a sus siervos(LA) a llamar a los que habían sido invitados a las bodas, pero no quisieron venir. De nuevo envió otros siervos(LB), diciendo: Decid a los que han sido invitados: «Ved, ya he preparado mi banquete; he matado mis novillos y animales cebados, y todo está aparejado; venid a las bodas». Pero ellos no hicieron caso y se fueron: uno a su campo, otro a sus negocios, y los demás, echando mano a los siervos, los maltrataron y los mataron. Entonces el rey se enfureció, y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos asesinos e incendió su ciudad. Luego dijo* a sus siervos: «La boda está preparada, pero los que fueron invitados no eran dignos. Id, por tanto, a las salidas de los caminos(LC), e invitad a las bodas a cuantos encontréis». 10 Y aquellos siervos salieron por los caminos, y reunieron a todos los que encontraron, tanto malos como buenos; y el salón de bodas se llenó de comensales[et]. 11 Pero cuando el rey entró a ver a los comensales, vio allí a uno que no estaba vestido con traje de boda(LD), 12 y le dijo*: «Amigo(LE), ¿cómo entraste aquí sin[eu] traje de boda?». Y él enmudeció. 13 Entonces el rey dijo a los sirvientes: «Atadle las manos y los pies, y echadlo a las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes(LF)». 14 Porque muchos son llamados[ev], pero pocos son escogidos(LG).

El pago del impuesto al César

15 (LH)Entonces se fueron los fariseos y deliberaron entre sí cómo atraparle, sorprendiéndole en alguna palabra. 16 Y le enviaron* sus discípulos junto con los herodianos(LI), diciendo: Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con verdad, y no buscas el favor[ew] de nadie, porque eres imparcial[ex]. 17 Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito pagar[ey] impuesto(LJ) al César(LK), o no? 18 Pero Jesús, conociendo su malicia, dijo: ¿Por qué me ponéis a prueba, hipócritas? 19 Mostradme la moneda(LL) que se usa para pagar ese impuesto. Y le trajeron un denario[ez]. 20 Y Él les dijo*: ¿De quién es esta imagen y esta inscripción? 21 Ellos le dijeron*: Del César. Entonces Él les dijo*: Pues dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios(LM). 22 Al oír esto, se maravillaron; y dejándole, se fueron(LN).

Pregunta sobre la resurrección

23 (LO)Ese día se le acercaron algunos saduceos(LP) (los que dicen que no hay resurrección(LQ)), y le preguntaron, 24 diciendo: Maestro, Moisés dijo: «Si alguno muere sin tener hijos, su hermano, como pariente más cercano, se casará con su mujer y levantará descendencia a su hermano(LR)». 25 Ahora bien, había entre nosotros siete hermanos; y el primero se casó, y murió; pero no teniendo descendencia, le dejó la mujer a su hermano; 26 de igual manera también el segundo, y el tercero, hasta el séptimo. 27 Y después de todos, murió la mujer. 28 Por tanto, en la resurrección, ¿de cuál de los siete será mujer? Porque todos ellos la tuvieron. 29 Pero Jesús respondió y les dijo: Estáis equivocados por no comprender[fa] las Escrituras ni el poder de Dios(LS). 30 Porque en la resurrección, ni se casan(LT) ni son dados en matrimonio, sino que son como los ángeles de Dios[fb] en el cielo. 31 Y en cuanto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dijo: 32 «Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob(LU)»? Él no es Dios de muertos, sino de vivos. 33 Al oír esto, las multitudes se admiraban de su enseñanza(LV).

El gran mandamiento

34 (LW)Pero al oír los fariseos que Jesús había dejado callados a los saduceos(LX), se agruparon; 35 y uno de ellos, intérprete de la ley[fc](LY), para ponerle a prueba[fd] le preguntó: 36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la ley? 37 Y Él le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente(LZ). 38 Este es el grande y el primer mandamiento. 39 Y el segundo es semejante a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo(MA). 40 De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas(MB).

Jesús, Hijo y Señor de David

41 (MC)Estando reunidos los fariseos, Jesús les hizo una pregunta, 42 diciendo: ¿Cuál es vuestra opinión sobre el Cristo[fe]? ¿De quién es hijo? Ellos le dijeron*: De David(MD). 43 Él les dijo*: Entonces, ¿cómo es que David en el Espíritu[ff](ME) le llama «Señor», diciendo:

44 «Dijo el Señor a mi Señor:
siéntate a mi diestra,
hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies(MF)”»?

45 Pues si David le llama «Señor», ¿cómo es Él su hijo? 46 Y nadie pudo contestarle ni una palabra(MG), ni ninguno desde ese día se atrevió a hacerle más preguntas.

Jesús denuncia a los escribas y fariseos

23 (MH)Entonces Jesús habló a la muchedumbre y a sus discípulos, diciendo: Los escribas y los fariseos(MI) se han sentado en la cátedra de Moisés. De modo que haced y observad todo lo que os digan; pero no hagáis conforme a sus obras, porque ellos dicen y no hacen. Atan cargas pesadas(MJ) y difíciles de llevar, y las ponen sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. Sino que hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres(MK); pues ensanchan sus filacterias[fg](ML) y alargan los flecos de sus mantos(MM); aman el lugar de honor en los banquetes(MN) y los primeros asientos en las sinagogas, y los saludos respetuosos en las plazas y ser llamados por los hombres Rabí [fh](MO). Pero vosotros no dejéis(MP) que os llamen Rabí(MQ); porque uno es vuestro Maestro y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis a nadie padre vuestro en la tierra, porque uno es vuestro Padre(MR), el que está en los cielos. 10 Ni dejéis que os llamen preceptores[fi]; porque uno es vuestro Preceptor, Cristo. 11 Pero el mayor de vosotros será vuestro servidor(MS). 12 Y cualquiera que se ensalce, será humillado, y cualquiera que se humille, será ensalzado(MT).

Ocho ayes contra los escribas y fariseos

13 Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas(MU)!, porque cerráis el reino de los cielos(MV) delante de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando. 14 [fj]¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque devoráis las casas de las viudas(MW), aun cuando por pretexto hacéis largas oraciones; por eso recibiréis mayor condenación.

15 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque recorréis el mar y la tierra para hacer un prosélito(MX), y cuando llega a serlo, lo hacéis hijo del infierno[fk](MY) dos veces más que vosotros.

16 ¡Ay de vosotros, guías ciegos(MZ)!, que decís: «No es nada el que alguno jure por el templo[fl](NA); pero el que jura por el oro del templo[fm], contrae obligación». 17 ¡Insensatos y ciegos!, porque ¿qué es más importante[fn](NB): el oro, o el templo[fo] que santificó el oro? 18 También decís: «No es nada el que alguno jure por el altar; pero el que jura por la ofrenda que está sobre él, contrae obligación». 19 ¡Ciegos!, porque ¿qué es más importante[fp](NC): la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda? 20 Por eso, el que jura por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él; 21 y el que jura por el templo[fq], jura por él y por el que en él habita(ND); 22 y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios(NE) y por el que está sentado en él.

23 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas(NF)!, porque pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y habéis descuidado los preceptos de más peso de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad; y estas son las cosas que debíais haber hecho, sin descuidar aquellas. 24 ¡Guías ciegos(NG), que coláis el mosquito y os tragáis el camello!

25 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque limpiáis el exterior del vaso y del plato(NH), pero por dentro están llenos de[fr] robo y de desenfreno. 26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de adentro del vaso y del plato(NI), para que lo de afuera también quede limpio.

27 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas(NJ)!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. 28 Así también vosotros, por fuera parecéis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.

29 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas(NK)!, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos, 30 y decís: «Si nosotros hubiéramos vivido[fs] en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en derramar la sangre de los profetas». 31 Así que dais testimonio en contra de vosotros mismos, que sois hijos[ft] de los que asesinaron a los profetas(NL). 32 Llenad, pues[fu], la medida de la culpa de vuestros padres. 33 ¡Serpientes! ¡Camada de víboras(NM)! ¿Cómo escaparéis del juicio[fv] del infierno[fw](NN)? 34 (NO)Por tanto, mirad, yo os envío profetas, sabios y escribas(NP): de ellos, a unos los mataréis y crucificaréis, y a otros los azotaréis en vuestras sinagogas(NQ) y los perseguiréis de ciudad en ciudad(NR), 35 para que recaiga[fx] sobre vosotros la culpa de toda la sangre justa derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel(NS) hasta la sangre de Zacarías, hijo de Berequías(NT), a quien asesinasteis entre el templo[fy] y el altar(NU). 36 En verdad os digo que todo esto vendrá sobre esta generación(NV).

Lamentación sobre Jerusalén

37 ¡(NW)Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que son enviados a ella(NX)! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus pollitos debajo de sus alas(NY), y no quisiste! 38 He aquí, vuestra casa(NZ) se os deja desierta[fz]. 39 Porque os digo que desde ahora en adelante no me veréis más hasta que digáis: «Bendito el que viene en el nombre del Señor(OA)».

Footnotes

  1. Mateo 13:5 Lit., Y otras
  2. Mateo 13:7 Lit., Y otras
  3. Mateo 13:7 Lit., sobre los
  4. Mateo 13:8 Lit., Y otras
  5. Mateo 13:9 Algunos mss. antiguos dicen: oídos para oír
  6. Mateo 13:14 O, para
  7. Mateo 13:15 Lit., se ha engrosado
  8. Mateo 13:22 O, siglo
  9. Mateo 13:24 Lit., fue comparado con
  10. Mateo 13:25 I.e., planta gramínea muy parecida al trigo
  11. Mateo 13:26 Lit., la hierba
  12. Mateo 13:27 Lit., De dónde
  13. Mateo 13:28 Lit., Un hombre enemigo
  14. Mateo 13:33 Gr., sata; un sato equivale aprox. a 13 litros
  15. Mateo 13:38 Lit., estos son
  16. Mateo 13:39 Lit., la consumación
  17. Mateo 13:39 O, siglo
  18. Mateo 13:40 Lit., la consumación
  19. Mateo 13:40 O, siglo
  20. Mateo 13:41 O, todo lo que ofende
  21. Mateo 13:43 Algunos mss. antiguos dicen: oídos para oír
  22. Mateo 13:48 O, vasijas
  23. Mateo 13:49 O, la consumación
  24. Mateo 13:49 O, siglo
  25. Mateo 13:49 O, separarán
  26. Mateo 13:52 Lit., a un hombre
  27. Mateo 13:54 O, milagros
  28. Mateo 13:55 O, Santiago
  29. Mateo 13:58 O, muchas obras de poder
  30. Mateo 14:1 O, aquella ocasión
  31. Mateo 14:3 O, encadenado
  32. Mateo 14:5 O, a la multitud
  33. Mateo 14:5 Lit., tenían
  34. Mateo 14:6 Lit., ocurrió
  35. Mateo 14:6 Lit., en medio de
  36. Mateo 14:9 Lit., los
  37. Mateo 14:9 Lit., de los que se reclinaban a la mesa con él
  38. Mateo 14:12 Lit., Y sus discípulos
  39. Mateo 14:13 Lit., oyeron
  40. Mateo 14:14 Lit., Y saliendo
  41. Mateo 14:22 Lit., obligó a los discípulos que
  42. Mateo 14:24 Un estadio equivale aprox. a 180 metros
  43. Mateo 14:24 Lit., atormentada
  44. Mateo 14:25 I.e., entre las tres y las seis de la mañana
  45. Mateo 14:34 Lit., llegaron a la
  46. Mateo 14:35 Lit., El
  47. Mateo 15:4 Lit., muera a muerte
  48. Mateo 15:6 I.e., en el sentido de socorrer
  49. Mateo 15:6 Algunos mss. antiguos no incluyen: o a su madre
  50. Mateo 15:6 Algunos mss. antiguos dicen: la ley
  51. Mateo 15:12 O, fueron ofendidos
  52. Mateo 15:12 Lit., la palabra
  53. Mateo 15:14 Varios mss. antiguos no incluyen: de ciegos
  54. Mateo 15:17 Lit., vientre
  55. Mateo 15:17 Lit., se echa en la letrina
  56. Mateo 15:23 Lit., Despídela
  57. Mateo 15:25 O, adoró
  58. Mateo 15:27 Lit., porque
  59. Mateo 15:28 Lit., desde aquella hora
  60. Mateo 15:31 O, sanos
  61. Mateo 15:39 Algunos mss. posteriores dicen: Magdala
  62. Mateo 16:1 Lit., tentándole
  63. Mateo 16:1 O, un milagro
  64. Mateo 16:2 Los mss. más antiguos no incluyen el resto del vers. 2 y el vers. 3
  65. Mateo 16:3 Lit., la faz
  66. Mateo 16:4 O, milagro
  67. Mateo 16:4 O, milagro
  68. Mateo 16:16 I.e., el Mesías
  69. Mateo 16:18 Gr., Petros; i.e., una piedra
  70. Mateo 16:18 Gr., petra; i.e., una piedra grande
  71. Mateo 16:18 I.e., los poderes de la muerte
  72. Mateo 16:19 O, habrá sido
  73. Mateo 16:19 O, habrá sido
  74. Mateo 16:20 I.e., el Mesías
  75. Mateo 16:21 Lit., a mostrar
  76. Mateo 16:22 Lit., (Dios tenga) misericordia de ti
  77. Mateo 16:22 Lit., será
  78. Mateo 16:23 Lit., Ponte detrás de mí
  79. Mateo 16:25 O, alma
  80. Mateo 16:25 O, alma
  81. Mateo 17:1 O, Santiago
  82. Mateo 17:4 O, tiendas sagradas
  83. Mateo 17:4 Lit., una
  84. Mateo 17:4 Lit., una
  85. Mateo 17:5 Lit., y he aquí
  86. Mateo 17:12 Lit., hicieron en él o hicieron en su caso
  87. Mateo 17:15 Lit., lunático
  88. Mateo 17:18 Lit., aquella hora
  89. Mateo 17:21 Los mss. más antiguos no incluyen este vers.
  90. Mateo 17:24 Impuesto para sostener el templo, equivalente a dos denarios, o sea dos días de sueldo
  91. Mateo 17:25 I.e., anticipó lo que Pedro le iba a decir
  92. Mateo 17:26 O, libres
  93. Mateo 17:27 O, no sea que los ofendamos
  94. Mateo 17:27 Lit., suba
  95. Mateo 17:27 O, siclo; i.e., moneda equivalente a cuatro dracmas
  96. Mateo 18:1 Lit., aquella hora
  97. Mateo 18:3 Lit., os volvéis
  98. Mateo 18:5 Lit., a un tal niño
  99. Mateo 18:6 O, escandalice
  100. Mateo 18:8 Lit., tropezar
  101. Mateo 18:9 Lit., tropezar
  102. Mateo 18:9 Gr., guéenna
  103. Mateo 18:11 La mayoría de los mss. antiguos no incluyen este vers.
  104. Mateo 18:14 Lit., delante de
  105. Mateo 18:15 Muchos mss. agregan: contra ti
  106. Mateo 18:15 Lit., entre tú y él solos
  107. Mateo 18:17 O, publicano; i.e., uno que explotaba la recaudación de los impuestos romanos
  108. Mateo 18:18 O, prohibáis
  109. Mateo 18:18 O, habrá sido
  110. Mateo 18:18 O, permitáis
  111. Mateo 18:18 O, habrá sido
  112. Mateo 18:19 Lit., de
  113. Mateo 18:23 Lit., fue comparado
  114. Mateo 18:23 Lit., un hombre
  115. Mateo 18:24 Un talento equivale aprox. a 21.6 kg. de plata
  116. Mateo 18:28 Un denario valía aprox. 4 gramos de plata, o el equivalente al salario de un día
  117. Mateo 18:35 Lit., de vuestros corazones
  118. Mateo 19:3 O, repudiar a
  119. Mateo 19:8 O, repudiar a
  120. Mateo 19:9 O, repudie a
  121. Mateo 19:9 Algunos mss. antiguos dicen: la hace cometer
  122. Mateo 19:9 Algunos mss. antiguos agregan: y el que se casa con una mujer divorciada, comete adulterio.
  123. Mateo 19:14 O, de los tales
  124. Mateo 19:22 Lit., la palabra
  125. Mateo 19:27 Lit., habrá para nosotros
  126. Mateo 19:29 Muchos mss. agregan: o mujer
  127. Mateo 19:29 Algunos mss. dicen: muchas
  128. Mateo 20:1 Lit., un hombre, dueño de casa
  129. Mateo 20:2 Un denario valía aprox. 4 gramos de plata, o el equivalente al salario de un día
  130. Mateo 20:3 I.e., las nueve de la mañana
  131. Mateo 20:5 I.e., las doce del día, y las tres de la tarde
  132. Mateo 20:6 I.e., las cinco de la tarde
  133. Mateo 20:11 Lit., dueño de casa
  134. Mateo 21:5 O, manso
  135. Mateo 21:7 Lit., sobre ellos
  136. Mateo 21:23 Lit., El
  137. Mateo 21:24 Lit., preguntaré una palabra
  138. Mateo 21:27 Lit., también
  139. Mateo 21:27 Lit., digo
  140. Mateo 21:29 Algunos mss. dicen: Yo iré, señor, y no fue
  141. Mateo 21:30 Algunos mss. dicen: No quiero; pero después, arrepentido fue
  142. Mateo 21:31 Algunos mss. dicen: El segundo
  143. Mateo 21:31 O, publicanos; i.e., los que explotaban la recaudación de los impuestos romanos
  144. Mateo 21:33 Lit., un hombre, dueño de casa
  145. Mateo 21:34 Lit., de los frutos
  146. Mateo 21:40 Lit., el señor
  147. Mateo 21:42 Lit., cabeza del ángulo
  148. Mateo 22:2 Lit., fue comparado con
  149. Mateo 22:2 Lit., un hombre rey
  150. Mateo 22:10 Lit., de los que se reclinaban a la mesa; y así en el vers. 11
  151. Mateo 22:12 Lit., no teniendo
  152. Mateo 22:14 O, invitados
  153. Mateo 22:16 Lit., y no te preocupas
  154. Mateo 22:16 Lit., no miras la apariencia de los hombres
  155. Mateo 22:17 Lit., dar
  156. Mateo 22:19 Un denario valía aprox. 4 gramos de plata, o el equivalente al salario de un día
  157. Mateo 22:29 O, saber
  158. Mateo 22:30 Algunos mss. no incluyen: de Dios
  159. Mateo 22:35 I.e., un experto en la ley de Moisés
  160. Mateo 22:35 O, tentándole
  161. Mateo 22:42 I.e., el Mesías
  162. Mateo 22:43 O, por inspiración
  163. Mateo 23:5 I.e., pequeñas cajas que contenían textos de las Escrituras, que se usaban para propósitos religiosos
  164. Mateo 23:7 O, Maestro
  165. Mateo 23:10 O, maestros
  166. Mateo 23:14 Este vers. no aparece en los mss. más antiguos
  167. Mateo 23:15 Gr., guéenna
  168. Mateo 23:16 O, santuario
  169. Mateo 23:16 O, santuario
  170. Mateo 23:17 Lit., ¿cuál es mayor
  171. Mateo 23:17 O, santuario
  172. Mateo 23:19 Lit., ¿cuál es mayor
  173. Mateo 23:21 O, santuario
  174. Mateo 23:25 O, por causa de
  175. Mateo 23:30 Lit., hubiéramos estado
  176. Mateo 23:31 O, descendientes
  177. Mateo 23:32 Lit., Y vosotros llenad
  178. Mateo 23:33 O, de la sentencia
  179. Mateo 23:33 Gr., guéenna
  180. Mateo 23:35 Lit., venga
  181. Mateo 23:35 O, santuario
  182. Mateo 23:38 Algunos mss. no incluyen: desierta

Bible Gateway Recommends