39 Pero respondiendo Él, les dijo: (A)Una generación perversa y adúltera demanda señal[a], y ninguna señal[b] se le dará, sino la señal[c] de Jonás el profeta; 40 porque como estuvo Jonás en el vientre del monstruo marino tres días y tres noches(B), así estará el Hijo del Hombre(C) tres días y tres noches en el corazón de la tierra(D).

Read full chapter

Footnotes

  1. Mateo 12:39 O, milagro
  2. Mateo 12:39 O, milagro
  3. Mateo 12:39 O, milagro

39 Él respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal;(A) pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. 40 Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches,(B) así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.

Read full chapter

Desobediencia de Jonás

Vino palabra del Señor a Jonás(A), hijo de Amitai, diciendo: Levántate, ve a Nínive, la gran ciudad(B), y proclama contra ella(C), porque su maldad ha subido hasta[a](D). Pero Jonás se levantó para huir a Tarsis, lejos de la presencia del Señor. Y descendiendo a Jope(E), encontró un barco que iba a Tarsis, pagó el pasaje y entró en él para ir con ellos a Tarsis(F), lejos de la presencia del Señor(G).

Y el Señor desató sobre el mar un fuerte viento, y hubo una tempestad tan grande en el mar(H) que el barco estuvo a punto de romperse. Los marineros tuvieron miedo y cada uno clamaba a su dios(I); y arrojaron al mar la carga[b] que estaba en el barco para aligerarlo[c](J). Pero Jonás había bajado a la bodega del barco, se había acostado y dormía profundamente. El capitán se le acercó y le dijo: ¿Cómo es que estás durmiendo? ¡Levántate, invoca a tu Dios(K)! Quizás tu Dios piense en nosotros y no pereceremos(L). Y cada uno dijo a su compañero: Venid, echemos suertes(M) para saber por causa de quién nos ha venido esta calamidad. Y echaron suertes, y cayó la suerte sobre Jonás(N). Entonces le dijeron: Decláranos ahora(O) por causa de quién nos ha venido esta calamidad. ¿Qué oficio tienes(P), y de dónde vienes? ¿Cuál es tu tierra, y de qué pueblo eres? Y él les respondió: Soy hebreo(Q), y temo al Señor(R) Dios del cielo(S), que hizo el mar y la tierra[d](T).

10 Los hombres se atemorizaron en gran manera y le dijeron: ¿Qué es esto que has hecho? Porque ellos[e] sabían que él huía de la presencia del Señor(U), por lo que él les había declarado. 11 Entonces le dijeron: ¿Qué haremos contigo para que el mar se calme en torno nuestro[f]? Pues el mar se embravecía más y más. 12 Y él les dijo: Tomadme[g] y lanzadme al mar, y el mar se calmará en torno vuestro[h], pues yo sé que por mi causa ha venido esta gran tempestad sobre vosotros(V). 13 Los hombres se pusieron a remar con afán para volver a tierra firme, pero no pudieron, porque el mar seguía embraveciéndose contra ellos. 14 Entonces invocaron al Señor(W), y dijeron: Te rogamos, oh Señor, no permitas que perezcamos ahora por causa de la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros sangre inocente; porque tú, Señor, has hecho como te ha placido(X).

15 Tomaron[i], pues, a Jonás y lo lanzaron al mar; y el mar cesó en su furia(Y). 16 Y aquellos[j] hombres temieron en gran manera al Señor; ofrecieron un sacrificio al Señor y le hicieron votos(Z).

17 [k]Y el Señor dispuso un gran pez que se tragara a Jonás; y Jonás estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches(AA).

Footnotes

  1. Jonás 1:2 Lit., delante de
  2. Jonás 1:5 Lit., las vasijas
  3. Jonás 1:5 Lit., para aligerar de sobre ellos
  4. Jonás 1:9 Lit., tierra seca
  5. Jonás 1:10 Lit., los hombres
  6. Jonás 1:11 Lit., de sobre nosotros
  7. Jonás 1:12 Lit., Levantadme
  8. Jonás 1:12 Lit., de sobre vosotros
  9. Jonás 1:15 Lit., Levantaron
  10. Jonás 1:16 Lit., los
  11. Jonás 1:17 En el texto heb., cap. 2:1

Jonás huye de Jehová

Vino palabra de Jehová a Jonás(A) hijo de Amitai, diciendo: Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová.

Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en el mar una tempestad tan grande que se pensó que se partiría la nave. Y los marineros tuvieron miedo, y cada uno clamaba a su dios; y echaron al mar los enseres que había en la nave, para descargarla de ellos. Pero Jonás había bajado al interior de la nave, y se había echado a dormir. Y el patrón de la nave se le acercó y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; quizá él tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos.

Y dijeron cada uno a su compañero: Venid y echemos suertes, para que sepamos por causa de quién nos ha venido este mal. Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás. Entonces le dijeron ellos: Decláranos ahora por qué nos ha venido este mal. ¿Qué oficio tienes, y de dónde vienes? ¿Cuál es tu tierra, y de qué pueblo eres? Y él les respondió: Soy hebreo, y temo a Jehová, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra. 10 Y aquellos hombres temieron sobremanera, y le dijeron: ¿Por qué has hecho esto? Porque ellos sabían que huía de la presencia de Jehová, pues él se lo había declarado.

11 Y le dijeron: ¿Qué haremos contigo para que el mar se nos aquiete? Porque el mar se iba embraveciendo más y más. 12 Él les respondió: Tomadme y echadme al mar, y el mar se os aquietará; porque yo sé que por mi causa ha venido esta gran tempestad sobre vosotros. 13 Y aquellos hombres trabajaron para hacer volver la nave a tierra; mas no pudieron, porque el mar se iba embraveciendo más y más contra ellos. 14 Entonces clamaron a Jehová y dijeron: Te rogamos ahora, Jehová, que no perezcamos nosotros por la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros la sangre inocente; porque tú, Jehová, has hecho como has querido. 15 Y tomaron a Jonás, y lo echaron al mar; y el mar se aquietó de su furor. 16 Y temieron aquellos hombres a Jehová con gran temor, y ofrecieron sacrificio a Jehová, e hicieron votos.

17 Pero Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás; y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches.(B)

Oración de Jonás

[a]Entonces oró Jonás al Señor su Dios desde el vientre del pez(A), y dijo:

En[b] mi angustia clamé al Señor(B),
y Él me respondió.
Desde el seno[c] del Seol[d] pedí auxilio,
y tú escuchaste mi voz(C);
pues me habías echado a lo profundo,
en el corazón de los mares,
y la corriente me envolvió[e](D);
todas tus encrespadas olas y tus ondas pasaron sobre mí(E).
Entonces dije: «He sido expulsado de delante de tus ojos(F);
sin embargo volveré a mirar hacia tu santo templo(G)».
Me rodearon las aguas hasta el alma,
el gran abismo me envolvió[f](H),
las algas se enredaron a mi cabeza.
Descendí hasta las raíces de los montes(I),
la tierra con sus cerrojos me ponía cerco para siempre(J);
pero tú sacaste de la fosa[g] mi vida(K), oh Señor, Dios mío.
Cuando en mí desfallecía mi alma(L),
del Señor me acordé(M);
y mi oración llegó hasta ti(N),
hasta tu santo templo(O).
Los que confían en vanos ídolos[h](P)
su propia misericordia abandonan,
mas yo con voz de acción de gracias
te ofreceré sacrificios(Q).
Lo que prometí, pagaré(R).
La salvación es del Señor(S).

10 Entonces el Señor dio orden al pez(T), y este vomitó a Jonás en tierra firme.

Footnotes

  1. Jonás 2:1 En el texto heb., cap. 2:2
  2. Jonás 2:2 Lit., Desde
  3. Jonás 2:2 Lit., vientre
  4. Jonás 2:2 I.e., región de los muertos
  5. Jonás 2:3 Lit., me rodeó
  6. Jonás 2:5 Lit., me rodeó
  7. Jonás 2:6 O, corrupción
  8. Jonás 2:8 Lit., vanidades huecas

Oración de Jonás

Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez, y dijo:

Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó;

Desde el seno del Seol clamé,

Y mi voz oíste.

Me echaste a lo profundo, en medio de los mares,

Y me rodeó la corriente;

Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí.

Entonces dije: Desechado soy de delante de tus ojos;

Mas aún veré tu santo templo.

Las aguas me rodearon hasta el alma,

Rodeóme el abismo;

El alga se enredó a mi cabeza.

Descendí a los cimientos de los montes;

La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre;

Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.

Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová,

Y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo.

Los que siguen vanidades ilusorias,

Su misericordia abandonan.

Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios;

Pagaré lo que prometí.

La salvación es de Jehová.

10 Y mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra.

Predicación de Jonás en Nínive

Vino palabra del Señor por segunda vez a Jonás, diciendo: Levántate, ve a Nínive, la gran ciudad(A), y proclama en[a] ella el mensaje que yo te diré(B). Y Jonás se levantó y fue a Nínive conforme a la palabra del Señor. Y Nínive era una ciudad sumamente grande[b](C), de un recorrido de tres días. Jonás comenzó a recorrer[c] la ciudad camino de un día, y proclamaba, diciendo(D): Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada.

Y los habitantes[d] de Nínive creyeron en Dios, y proclamaron ayuno(E) y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos. Cuando llegó la noticia al rey de Nínive, se levantó de su trono, se despojó de su manto, se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza[e](F). E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por decreto del rey y de sus grandes, diciendo: Ni hombre ni bestia, ni buey ni oveja prueben cosa alguna; no pasten ni beban agua(G), sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios(H) con fuerza, y vuélvase cada uno de su mal camino(I) y de la violencia que hay en sus manos[f]. ¡Quién sabe! Quizá Dios se vuelva, se arrepienta y aparte el ardor de su ira, y no perezcamos(J).

10 Y vio Dios sus acciones, que se habían apartado de su mal camino(K); entonces se arrepintió Dios del mal que había dicho que les haría(L), y no lo hizo.

Footnotes

  1. Jonás 3:2 Lit., a
  2. Jonás 3:3 Lit., una ciudad grande para Dios
  3. Jonás 3:4 Lit., entrar en
  4. Jonás 3:5 Lit., hombres
  5. Jonás 3:6 O, el polvo
  6. Jonás 3:8 Lit., palmas

Nínive se arrepiente

Vino palabra de Jehová por segunda vez a Jonás, diciendo: Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te diré. Y se levantó Jonás, y fue a Nínive conforme a la palabra de Jehová. Y era Nínive ciudad grande en extremo, de tres días de camino. Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida. Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos.(A)

Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, se despojó de su vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza. E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua; sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos. ¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su ira, y no pereceremos?

10 Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.

Queja de Jonás y respuesta de Dios

Pero esto desagradó a Jonás en gran manera, y se enojó(A). Y oró al Señor, y dijo(B): ¡Ah Señor! ¿No era esto lo que yo decía[a] cuando aún estaba en mi tierra? Por eso me anticipé a huir a Tarsis(C), porque sabía yo que tú eres un Dios clemente y compasivo lento para la ira y rico en misericordia, y que te arrepientes del mal con que amenazas(D). Y ahora, oh Señor, te ruego que me quites la vida[b](E), porque mejor me es la muerte que la vida(F). Y el Señor dijo: ¿Tienes acaso razón para enojarte?

Entonces salió Jonás de la ciudad y se sentó al oriente de la misma[c]. Allí se hizo un cobertizo y se sentó bajo él a la sombra, hasta ver qué sucedería en la ciudad(G). Y el Señor Dios dispuso que una planta[d] creciera sobre Jonás para que hiciera sombra sobre su cabeza y lo librara de su incomodidad. Y Jonás se alegró grandemente por la planta[e]. Pero Dios dispuso que un gusano al rayar el alba del día siguiente atacara la planta, y esta se secó(H). Y sucedió que al salir el sol, dispuso Dios un sofocante viento solano(I), y el sol hirió la cabeza de Jonás y él desfallecía(J), y deseaba con toda su alma morir, diciendo: Mejor me es la muerte que la vida(K).

Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tienes acaso razón para enojarte por causa de la planta? Y él respondió: Tengo razón para enojarme hasta la muerte. 10 Y dijo el Señor: Tú te apiadaste de la planta por la que no trabajaste ni hiciste crecer, que nació[f] en una noche[g] y en una noche[h] pereció, 11 ¿y no he de apiadarme yo de Nínive(L), la gran ciudad, en la que hay más de ciento veinte mil personas que no saben distinguir entre su derecha y su izquierda(M), y también muchos animales(N)?

Footnotes

  1. Jonás 4:2 Lit., ¿No era esta mi palabra
  2. Jonás 4:3 Lit., el alma
  3. Jonás 4:5 Lit., ciudad
  4. Jonás 4:6 Posiblemente, un ricino, y así en los vers. 7, 9 y 10
  5. Jonás 4:6 Posiblemente, un ricino, y así en los vers. 7, 9 y 10
  6. Jonás 4:10 Lit., fue
  7. Jonás 4:10 Lit., hijo de una noche
  8. Jonás 4:10 Lit., hijo de una noche

El enojo de Jonás

Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó. Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia,(A) y que te arrepientes del mal. Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida. Y Jehová le dijo: ¿Haces tú bien en enojarte tanto? Y salió Jonás de la ciudad, y acampó hacia el oriente de la ciudad, y se hizo allí una enramada, y se sentó debajo de ella a la sombra, hasta ver qué acontecería en la ciudad.

Y preparó Jehová Dios una calabacera, la cual creció sobre Jonás para que hiciese sombra sobre su cabeza, y le librase de su malestar; y Jonás se alegró grandemente por la calabacera. Pero al venir el alba del día siguiente, Dios preparó un gusano, el cual hirió la calabacera, y se secó. Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano, y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la vida. Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte. 10 Y dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció. 11 ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?