Mateo 27:1-31
Reina-Valera 1995
Jesús ante Pilato(A)
27 Cuando llegó la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo dispusieron contra Jesús un plan para entregarlo a muerte. 2 Lo llevaron atado y lo entregaron a Poncio Pilato, el gobernador.
Muerte de Judas
3 Entonces Judas, el que lo había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, 4 diciendo:
—Yo he pecado entregando sangre inocente.
Pero ellos dijeron:
—¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú!
5 Entonces, arrojando las piezas de plata en el Templo, salió, y fue y se ahorcó. 6 Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron:
—No está permitido echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre.
7 Y, después de consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los extranjeros. 8 Por lo cual aquel campo se llama hasta el día de hoy: «Campo de sangre». 9 Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: «Tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, según precio puesto por los hijos de Israel, 10 y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor.»
Pilato interroga a Jesús(B)
11 Jesús, pues, estaba en pie delante del gobernador; y éste le preguntó, diciendo:
—¿Eres tú el Rey de los judíos?
Jesús le dijo:
—Tú lo dices.
12 Y siendo acusado por los principales sacerdotes y por los ancianos, nada respondió. 13 Pilato entonces le dijo:
—¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti?
14 Pero Jesús no le respondió ni una palabra, de tal manera que el gobernador estaba muy asombrado.
Jesús es sentenciado a muerte(C)
15 Ahora bien, en el día de la fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo un preso, el que quisieran. 16 Y tenían entonces un preso famoso llamado Barrabás. 17 Reunidos, pues, ellos, les preguntó Pilato:
—¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás o a Jesús, llamado el Cristo? 18 (Porque sabía que por envidia lo habían entregado.) 19 Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le mandó a decir:
—No tengas nada que ver con ese justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por causa de él.
20 Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud que pidiera a Barrabás y que se diera muerte a Jesús. 21 Respondiendo el gobernador, les dijo:
—¿A cuál de los dos queréis que os suelte?
Y ellos dijeron:
—A Barrabás.
22 Pilato les preguntó:
—¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo?
Todos le dijeron:
—¡Sea crucificado!
23 El gobernador les dijo:
—Pues ¿qué mal ha hecho?
Pero ellos gritaban aún más, diciendo:
—¡Sea crucificado!
24 Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo:
—Inocente soy yo de la sangre de este justo. Allá vosotros.
25 Y respondiendo todo el pueblo, dijo:
—Su sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos.
26 Entonces les soltó a Barrabás, y habiendo azotado a Jesús, lo entregó para ser crucificado.
27 Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la compañía. 28 Lo desnudaron y le echaron encima un manto escarlata; 29 pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, se burlaban, diciendo:
—¡Salve, rey de los judíos!
30 Le escupían, y tomando la caña lo golpeaban en la cabeza. 31 Después de haberse burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos y lo llevaron para crucificarle.
Read full chapterCopyright © 1995 by United Bible Societies