La autoridad de Jesús puesta en duda

27 Llegaron* de nuevo a Jerusalén; (A)y cuando Jesús andaba por el templo, se le acercaron* los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos, 28 y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas, o quién te dio la autoridad para hacer esto? 29 Y Jesús les dijo: Yo también os haré una pregunta[a]; respondédmela, y entonces os diré con qué autoridad hago estas cosas. 30 El bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres? Respondedme. 31 Y ellos discurrían entre sí, diciendo: Si decimos: «Del cielo», Él dirá: «Entonces, ¿por qué no le creísteis?». 32 ¿Mas si decimos: «De los hombres»? Pero temían a la multitud, porque todos consideraban que Juan verdaderamente había sido un profeta. 33 Y respondiendo a Jesús, dijeron*: No sabemos. Y Jesús les dijo*: Tampoco yo os diré[b] con qué autoridad hago estas cosas.

Parábola de los labradores malvados

12 (B)Entonces comenzó a hablarles en parábolas(C): Un hombre plantó una viña y la cercó con un muro[c], cavó un estanque debajo del lagar y edificó una torre(D); la arrendó a labradores y se fue de viaje. Al tiempo de la vendimia envió un siervo a los labradores para recibir de los labradores su parte de los frutos de la viña. Pero ellos, echándole mano, lo golpearon y lo enviaron con las manos vacías. De nuevo les mandó otro siervo, y a él lo hirieron en la cabeza y lo trataron vergonzosamente. Y envió a otro y a este lo mataron; y así con otros muchos, golpeando a unos y matando a otros. Todavía le quedaba[d] uno, un hijo amado; y les envió a este último, diciendo: «Respetarán a mi hijo». Pero aquellos labradores se dijeron entre sí: «Este es el heredero; ¡venid, matémosle, y la heredad será nuestra!». Y echándole mano, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña. ¿Qué hará, entonces, el dueño[e] de la viña? Vendrá y destruirá a los labradores, y dará la viña a otros. 10 ¿Ni aun esta Escritura habéis leído:

«La piedra que desecharon los constructores,
esa, en piedra angular[f] se ha convertido(E);
11 esto fue hecho de parte del Señor,
y es maravilloso a nuestros ojos(F)»?

12 Y procuraban prenderle(G), pero temían a la multitud, porque comprendieron que contra ellos había dicho la parábola. Y dejándole, se fueron(H).

El pago del impuesto al César

13 (I)Y le enviaron* algunos de los fariseos y de los herodianos(J) para sorprenderle en alguna palabra(K). 14 Y cuando ellos llegaron*, le dijeron*: Maestro, sabemos que eres veraz y que no buscas el favor[g] de nadie, porque eres imparcial[h], y enseñas el camino de Dios con verdad. ¿Es lícito pagar[i] impuesto al César, o no? 15 ¿Pagaremos[j] o no pagaremos[k]? Pero Él, dándose cuenta de su hipocresía, les dijo: ¿Por qué me estáis poniendo a prueba? Traedme un denario[l] para verlo. 16 Se lo trajeron, y Él les dijo*: ¿De quién es esta imagen y la inscripción? Y ellos le dijeron: Del César. 17 Entonces Jesús les dijo: Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios(L). Y se maravillaban de Él.

Footnotes

  1. Marcos 11:29 Lit., preguntaré una palabra
  2. Marcos 11:33 Lit., os digo
  3. Marcos 12:1 O, una cerca
  4. Marcos 12:6 Lit., tenía
  5. Marcos 12:9 Lit., señor
  6. Marcos 12:10 Lit., cabeza del ángulo
  7. Marcos 12:14 Lit., no te preocupas
  8. Marcos 12:14 Lit., no miras la apariencia de los hombres
  9. Marcos 12:14 Lit., dar
  10. Marcos 12:15 Lit., Daremos
  11. Marcos 12:15 Lit., Daremos
  12. Marcos 12:15 Un denario valía aprox. 4 gramos de plata, o el equivalente al salario de un día

La autoridad de Jesús

(Mt. 21.23-27; Lc. 20.1-8)

27 Volvieron entonces a Jerusalén; y andando él por el templo, vinieron a él los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos, 28 y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas, y quién te dio autoridad para hacer estas cosas? 29 Jesús, respondiendo, les dijo: Os haré yo también una pregunta; respondedme, y os diré con qué autoridad hago estas cosas. 30 El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los hombres? Respondedme. 31 Entonces ellos discutían entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis? 32 ¿Y si decimos, de los hombres…? Pero temían al pueblo, pues todos tenían a Juan como un verdadero profeta. 33 Así que, respondiendo, dijeron a Jesús: No sabemos. Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Tampoco yo os digo con qué autoridad hago estas cosas.

Los labradores malvados

(Mt. 21.33-46; Lc. 20.9-19)

12 Entonces comenzó Jesús a decirles por parábolas: Un hombre plantó una viña,(A) la cercó de vallado, cavó un lagar, edificó una torre, y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos. Y a su tiempo envió un siervo a los labradores, para que recibiese de estos del fruto de la viña. Mas ellos, tomándole, le golpearon, y le enviaron con las manos vacías. Volvió a enviarles otro siervo; pero apedreándole, le hirieron en la cabeza, y también le enviaron afrentado. Volvió a enviar otro, y a este mataron; y a otros muchos, golpeando a unos y matando a otros. Por último, teniendo aún un hijo suyo, amado, lo envió también a ellos, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo. Mas aquellos labradores dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y la heredad será nuestra. Y tomándole, le mataron, y le echaron fuera de la viña. ¿Qué, pues, hará el señor de la viña? Vendrá, y destruirá a los labradores, y dará su viña a otros. 10 ¿Ni aun esta escritura habéis leído:

La piedra que desecharon los edificadores

Ha venido a ser cabeza del ángulo;

11 El Señor ha hecho esto,

Y es cosa maravillosa a nuestros ojos(B)?

12 Y procuraban prenderle, porque entendían que decía contra ellos aquella parábola; pero temían a la multitud, y dejándole, se fueron.

La cuestión del tributo

(Mt. 22.15-22; Lc. 20.20-26)

13 Y le enviaron algunos de los fariseos y de los herodianos, para que le sorprendiesen en alguna palabra. 14 Viniendo ellos, le dijeron: Maestro, sabemos que eres hombre veraz, y que no te cuidas de nadie; porque no miras la apariencia de los hombres, sino que con verdad enseñas el camino de Dios. ¿Es lícito dar tributo a César, o no? ¿Daremos, o no daremos? 15 Mas él, percibiendo la hipocresía de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Traedme la moneda para que la vea. 16 Ellos se la trajeron; y les dijo: ¿De quién es esta imagen y la inscripción? Ellos le dijeron: De César. 17 Respondiendo Jesús, les dijo: Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaron de él.