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Juicio de Dios sobre Samaria

Éste es el mensaje que el Señor dirigió a Miqueas de Moréset y lo que por revelación le comunicó acerca de Samaria y Jerusalén, en el tiempo en que Jotam, Ahaz y Ezequías reinaban en Judá.

Pueblos todos, escuchen esto;
habitantes de todo el país, pongan atención:
El Señor, desde su santo templo,
va a ser testigo contra ustedes.
El Señor saldrá del lugar donde habita
y vendrá caminando sobre las cumbres de los montes.
Debajo de sus pies se fundirán los montes
como cera puesta al fuego,
y los valles se abrirán en dos
como cortados por las aguas de un torrente.
Todo esto por la rebeldía del pueblo de Jacob,
por los pecados del reino de Israel.
¿Dónde está la rebeldía de Jacob?
¡En el pueblo de Samaria!
¿Y dónde los santuarios paganos de Judá?
¡En la misma Jerusalén!

Por eso dice el Señor:
«Haré de la ciudad de Samaria un montón de ruinas,
un campo abierto donde plantar viñedos.
Esparciré por el valle las piedras de la ciudad
y pondré al descubierto sus cimientos.
Todos sus ídolos quedarán hechos pedazos,
y quemados todos sus troncos sagrados.
Puesto que fueron hechos con dinero de prostitutas,
en dinero de prostitutas los convertiré otra vez.»

Lamento de Miqueas

Por eso lloraré con profunda tristeza;
por eso andaré descalzo y desnudo,
aullando como un chacal
y gritando como un pollo de avestruz.
Porque la herida de Samaria es incurable:
ha alcanzado a Judá
y ha llegado hasta Jerusalén,
la ciudad donde vive mi pueblo.
10 No digan esto a los habitantes de Gat;
no se echen a llorar.
Revuélquense de dolor
entre el polvo de Bet-le-afrá.
11 ¡Habitantes de Safir, vayan al destierro,
desnudos y llenos de vergüenza!
¡No saldrán los que viven en Zaanán!
¡Hay llanto en Bet-ésel,
y ustedes van a quedar sin su apoyo!
12 Los que viven en Marot se retuercen de dolor ansiando sentirse bien,
porque el Señor ha hecho que el mal llegue
a las puertas mismas de Jerusalén.
13 Ustedes, habitantes de Laquis,
que fueron rebeldes como Israel,
que fueron la causa del pecado de Sión,
enganchen caballos a sus carros.
14 Despídanse para siempre de Moréset-gat.
La ciudad de Aczib servirá de trampa
a los reyes de Israel.

15 El Señor dice:
«Contra ustedes, los que viven en Maresá,
enviaré de nuevo un conquistador,
y lo más escogido de Israel
irá a meterse en la cueva de Adulam.
16 Y tú, ciudad de Sión,
rápate la cabeza en señal de dolor,
a causa de los hijos que tanto amas.
Rápate hasta quedar calva como un buitre,
porque tus hijos van a ser llevados al destierro.»

El poder de los opresores

¡Ay de aquellos que aun en sus sueños
siguen planeando maldades,
y que al llegar el día las llevan a cabo
porque tienen el poder en sus manos!
Codician terrenos, y se apoderan de ellos;
codician casas, y las roban.
Oprimen al hombre y a su familia,
al propietario y a su herencia.
Por eso dice el Señor:
«Yo también tengo planes contra ustedes.
Voy a enviarles una desgracia
de la que no podrán librar su cuello,
y ya no podrán caminar orgullosamente
porque serán tiempos de desastre.
En aquel día les cantarán a ustedes
canciones en son de lamento. Les dirán:
“Hemos sido completamente destruidos;
nuestro pueblo, propiedad del Señor,
ha cambiado de dueño sin que nadie lo impida;
nuestros campos han sido repartidos
entre nuestros conquistadores.”»
Por eso ustedes no tendrán parte
en el pueblo del Señor.

Los malos profetas

«¡Que no nos vengan con profecías! —dicen ellos.
¡La desgracia no podrá alcanzarnos!»
¿Acaso está maldito el pueblo de Jacob?
¿Es que Dios ha perdido la paciencia?
¿Es así como Dios actúa?
¿Acaso no beneficia su palabra
al que se porta rectamente?
Ustedes se han alzado en contra de mi pueblo.
Les arrebatan las ropas de valor
a los que vuelven de la guerra
pensando que ya están a salvo.
De sus amados hogares
arrojan a las mujeres,
y a sus niños los privan para siempre
del honor que les he dado.
10 ¡Levántense! ¡Caminen!
Éste no es lugar de descanso;
a causa de la corrupción que hay en él,
será destruido completamente.
11 Si alguien inventa mentiras, y dice:
«Yo anuncio vino y licor»,
ése es el profeta ideal para este pueblo.

Dios promete liberar a su pueblo

12 Voy a reunir a todo el pueblo de Jacob;
voy a recoger al pequeño resto de Israel.
Los juntaré como ovejas en el redil,
como rebaño en el pastizal,
y harán el ruido de una multitud.
13 Dios irá abriéndoles camino,
y ellos le seguirán
y saldrán por la puerta de la ciudad.
Su rey, el Señor,
marchará al frente de todos.

Mensaje contra los malos gobernantes

Escuchen ahora, gobernantes y jefes de Israel,
¿acaso no corresponde a ustedes
saber lo que es la justicia?
En cambio, odian el bien y aman el mal;
despellejan a mi pueblo
y le dejan los huesos pelados.
Se comen vivo a mi pueblo;
le arrancan la piel y le rompen los huesos;
lo tratan como si fuera carne para la olla.
Un día llamarán ustedes al Señor,
pero él no les contestará.
En aquel tiempo se esconderá de ustedes
por las maldades que han cometido.

Mensaje contra los profetas engañadores

Mi pueblo sigue caminos equivocados
por culpa de los profetas que lo engañan,
que anuncian paz a quienes les dan de comer
pero declaran la guerra
a quienes no les llenan la boca.
El Señor dice a esos profetas:
«No volverán ustedes a tener
visiones proféticas en la noche
ni a predecir el futuro en la oscuridad.»
El sol se pondrá para esos profetas,
y el día se les oscurecerá.
Esos videntes y adivinos
quedarán en completo ridículo.
Todos ellos se quedarán callados
al no recibir respuesta de Dios.
En cambio, a mí, el espíritu del Señor
me llena de fuerza, justicia y valor,
para echarle en cara a Israel su rebeldía y su pecado.

Ruina de Jerusalén

Escuchen esto ahora, gobernantes y jefes de Israel,
ustedes que odian la justicia
y tuercen todo lo que está derecho,
10 que construyen Jerusalén, la ciudad del monte Sión,
sobre la base del crimen y la injusticia.
11 Los jueces de la ciudad se dejan sobornar,
los sacerdotes enseñan sólo por dinero
y los profetas venden sus predicciones
alegando que el Señor los apoya, y diciendo:
«El Señor está con nosotros;
nada malo nos puede suceder.»
12 Por lo tanto, por culpa de ustedes,
Jerusalén, la ciudad del monte Sión,
va a quedar convertida en barbecho,
en un montón de ruinas,
y el monte del templo se cubrirá de maleza.

Lamento sobre Samaria y Jerusalén

Palabra de Jehová que vino a Miqueas de Moreset en días de Jotam,(A) Acaz(B) y Ezequías,(C) reyes de Judá; lo que vio sobre Samaria y Jerusalén.

Oíd, pueblos todos; está atenta, tierra, y cuanto hay en ti; y Jehová el Señor, el Señor desde su santo templo, sea testigo contra vosotros. Porque he aquí, Jehová sale de su lugar, y descenderá y hollará las alturas de la tierra. Y se derretirán los montes debajo de él, y los valles se hendirán como la cera delante del fuego, como las aguas que corren por un precipicio. Todo esto por la rebelión de Jacob, y por los pecados de la casa de Israel. ¿Cuál es la rebelión de Jacob? ¿No es Samaria? ¿Y cuáles son los lugares altos de Judá? ¿No es Jerusalén? Haré, pues, de Samaria montones de ruinas, y tierra para plantar viñas; y derramaré sus piedras por el valle, y descubriré sus cimientos. Y todas sus estatuas serán despedazadas, y todos sus dones serán quemados en fuego, y asolaré todos sus ídolos; porque de dones de rameras los juntó, y a dones de rameras volverán.

Por esto lamentaré y aullaré, y andaré despojado y desnudo; haré aullido como de chacales, y lamento como de avestruces. Porque su llaga es dolorosa, y llegó hasta Judá; llegó hasta la puerta de mi pueblo, hasta Jerusalén. 10 No lo digáis en Gat, ni lloréis mucho; revuélcate en el polvo de Bet-le-afra. 11 Pásate, oh morador de Safir, desnudo y con vergüenza; el morador de Zaanán no sale; el llanto de Betesel os quitará su apoyo. 12 Porque los moradores de Marot anhelaron ansiosamente el bien; pues de parte de Jehová el mal había descendido hasta la puerta de Jerusalén. 13 Uncid al carro bestias veloces, oh moradores de Laquis, que fuisteis principio de pecado a la hija de Sion; porque en vosotros se hallaron las rebeliones de Israel. 14 Por tanto, vosotros daréis dones a Moreset-gat; las casas de Aczib serán para engaño a los reyes de Israel. 15 Aun os traeré nuevo poseedor, oh moradores de Maresa; la flor de Israel huirá hasta Adulam. 16 Ráete y trasquílate por los hijos de tus delicias; hazte calvo como águila, porque en cautiverio se fueron de ti.

¡Ay de los que oprimen a los pobres!

¡Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal, y cuando llega la mañana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder! Codician las heredades, y las roban; y casas, y las toman; oprimen al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad. Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí, yo pienso contra esta familia un mal del cual no sacaréis vuestros cuellos, ni andaréis erguidos; porque el tiempo será malo. En aquel tiempo levantarán sobre vosotros refrán, y se hará endecha de lamentación, diciendo: Del todo fuimos destruidos; él ha cambiado la porción de mi pueblo. ¡Cómo nos quitó nuestros campos! Los dio y los repartió a otros. Por tanto, no habrá quien a suerte reparta heredades en la congregación de Jehová.

No profeticéis, dicen a los que profetizan; no les profeticen, porque no les alcanzará vergüenza. Tú que te dices casa de Jacob, ¿se ha acortado el Espíritu de Jehová? ¿Son estas sus obras? ¿No hacen mis palabras bien al que camina rectamente? El que ayer era mi pueblo, se ha levantado como enemigo; de sobre el vestido quitasteis las capas atrevidamente a los que pasaban, como adversarios de guerra. A las mujeres de mi pueblo echasteis fuera de las casas que eran su delicia; a sus niños quitasteis mi perpetua alabanza. 10 Levantaos y andad, porque no es este el lugar de reposo, pues está contaminado, corrompido grandemente. 11 Si alguno andando con espíritu de falsedad mintiere diciendo: Yo te profetizaré de vino y de sidra; este tal será el profeta de este pueblo.

12 De cierto te juntaré todo, oh Jacob; recogeré ciertamente el resto de Israel; lo reuniré como ovejas de Bosra, como rebaño en medio de su aprisco; harán estruendo por la multitud de hombres. 13 Subirá el que abre caminos delante de ellos; abrirán camino y pasarán la puerta, y saldrán por ella; y su rey pasará delante de ellos, y a la cabeza de ellos Jehová.

Acusación contra los dirigentes de Israel

Dije: Oíd ahora, príncipes de Jacob, y jefes de la casa de Israel: ¿No concierne a vosotros saber lo que es justo? Vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo, que les quitáis su piel y su carne de sobre los huesos; que coméis asimismo la carne de mi pueblo, y les desolláis su piel de sobre ellos, y les quebrantáis los huesos y los rompéis como para el caldero, y como carnes en olla.

Entonces clamaréis a Jehová, y no os responderá; antes esconderá de vosotros su rostro en aquel tiempo, por cuanto hicisteis malvadas obras.

Así ha dicho Jehová acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, y claman: Paz, cuando tienen algo que comer, y al que no les da de comer, proclaman guerra contra él: Por tanto, de la profecía se os hará noche, y oscuridad del adivinar; y sobre los profetas se pondrá el sol, y el día se entenebrecerá sobre ellos. Y serán avergonzados los profetas, y se confundirán los adivinos; y ellos todos cerrarán sus labios, porque no hay respuesta de Dios. Mas yo estoy lleno de poder del Espíritu de Jehová, y de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado. Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob, y capitanes de la casa de Israel, que abomináis el juicio, y pervertís todo el derecho; 10 que edificáis a Sion con sangre, y a Jerusalén con injusticia. 11 Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros. 12 Por tanto, a causa de vosotros Sion será arada como campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte de la casa como cumbres de bosque.(D)

Esta es la palabra que el Señor dirigió a Miqueas de Moréset, durante los reinados de Jotán, Acaz y Ezequías, reyes de Judá. Esta es la visión que tuvo acerca de Samaria y de Jerusalén.

La venida del Señor

Escuchen, pueblos todos;
    presten atención la tierra y todo lo que hay en ella.
Desde su santo templo
    el Señor, el Señor y Dios,
    será testigo en contra de ustedes.
¡Miren! Ya sale el Señor de su morada;
    ya baja y se encamina
    hacia las alturas de la tierra.
A su paso se derriten los montes
    como la cera junto al fuego;
se agrietan los valles
    como partidos por el agua de un torrente.
Y todo esto por la transgresión de Jacob,
    por los pecados del pueblo de Israel.
¿Acaso no representa Samaria
    la transgresión de Jacob?
¿Y no es acaso en Jerusalén
    donde están los altares paganos de Judá?

Dejaré a Samaria hecha un montón de ruinas:
    ¡convertida en campo arado para viñedos!
Arrojaré sus piedras al valle
    y pondré al descubierto sus cimientos.
Todos sus ídolos serán hechos pedazos;
    y todo tu pago será arrojado al fuego.
    Yo destrozaré todas sus imágenes.
Lo que ganó como prostituta,
    en paga de prostituta se convertirá.

Lamento de Miqueas

Por eso lloraré y gritaré de dolor
    y andaré descalzo y desnudo.
Aullaré como chacal
    y gemiré como avestruz.
Porque la herida de Samaria es incurable:
    ha llegado hasta Judá.
Se ha extendido hasta mi pueblo,
    ¡hasta la entrada misma de Jerusalén!
10 No lo anuncien en Gat,[a]
    no se entreguen al llanto.
En Bet Leafrá,[b]
    revuélquense en el polvo.
11 Habitantes de Safir,[c]
    emigren desnudos y humillados.
Los habitantes de Zanán[d]
    no se atrevieron a salir.
Bet Ésel está gimiendo,
    y va a retirarles su apoyo.
12 Se retuercen esperando el bien,
    los habitantes de Marot;[e]
el Señor ha enviado el mal
    hasta la entrada misma de Jerusalén.
13 Habitantes de Laquis,[f]
    ¡enganchen al carro los corceles!
Con ustedes comenzó el pecado de la hija de Sión;
    en ustedes se hallaron los delitos de Israel.
14 Por tanto, despídanse
    de Moréset Gat.
Los edificios de la ciudad de Aczib[g]
    son una trampa para los reyes de Israel.
15 Habitantes de Maresá,[h]
    yo enviaré contra ustedes un conquistador
y hasta Adulán irán a parar
    los nobles de Israel.
16 Así que rasúrate la barba y rápate la cabeza;
    haz duelo por tus amados hijos.
Agranda tu calva como la del buitre,
    pues irán al exilio lejos de ti.

El castigo a los ricos opresores

¡Ay de los que piensan en el mal
    y aun en sus camas traman planes malvados!
En cuanto amanece, los llevan a cabo
    porque tienen el poder en sus manos.
Codician campos y se apropian de ellos;
    codician casas y de ellas se adueñan.
Oprimen al dueño y a su familia,
    al hombre y a su propiedad.

Por tanto, así dice el Señor:

«Ahora soy yo el que piensa
    traer sobre ellos una desgracia
    de la que no podrán escapar.
Ya no andarán erguidos,
    porque ha llegado la hora de su calamidad.
En aquel día se les hará burla,
    y se les cantará este lamento:
“¡Estamos perdidos!
    Se están repartiendo los campos de mi pueblo.
¡Cómo me los arrebatan!
    Nuestra tierra se la reparten los traidores”».

Por eso no tendrán en la asamblea del Señor
    a nadie que reparta la tierra.

Falsos profetas

«No profeticen», dicen sus profetas.
    «No profeticen de esas cosas,
    pues la desgracia no nos alcanzará»
Descendientes de Jacob, acaso no se dice:
    «¿Ha perdido el Espíritu del Señor la paciencia?
    ¿Es esta su manera de actuar?».

«¿Acaso no hacen bien mis palabras
    para el que camina en rectitud?
Ayer ustedes eran mi pueblo,
    pero hoy se han vuelto mis enemigos.
A los que pasan confiados,
    a los que vuelven de la guerra,
    los despojan de su manto.
Echan de sus preciadas casas
    a las mujeres de mi pueblo.
Quitan mi bendición
    de sus niños para siempre.
10 ¡Levántense! ¡Pónganse en marcha,
    que este no es un lugar de reposo!
¡Está contaminado,
    destruido sin remedio!
11 Si con la intención de mentirles
    llega algún engañador prometiendo
abundancia de vino y cerveza,
    este pueblo lo verá como un profeta.

Promesa de liberación

12 »Te aseguro, Jacob,
    que yo reuniré a todo tu pueblo.
Te aseguro, Israel,
    que yo juntaré a tu remanente.
Los congregaré como a rebaño en el redil
    y como ovejas en medio del pastizal;
    la multitud hará gran alboroto.
13 El que abre brecha marchará al frente
    y también ellos se abrirán camino;
atravesarán la puerta y se irán,
    mientras su Rey avanza al frente,
    mientras el Señor va a la cabeza».

El castigo a los gobernantes corruptos

Entonces dije:

«Escuchen, príncipes de Jacob,
    autoridades del pueblo de Israel:
¿Acaso no corresponde a ustedes
    conocer el derecho?
Ustedes odian el bien y aman el mal;
    a mi pueblo le arrancan la piel del cuerpo
    y la carne de los huesos.
Ustedes se comen la carne de mi pueblo,
    le arrancan la piel y rompen sus huesos;
lo descuartizan como carne para la olla,
    como carne para el caldero».

Entonces pedirán auxilio al Señor,
    pero él no responderá;
esconderá de ellos su rostro
    porque hicieron lo malo.

Contraste entre el profeta falso y el verdadero

Esto es lo que dice el Señor contra ustedes,
    profetas que desvían a mi pueblo:
«Con el estómago lleno, invitan a la paz;
    con el vientre vacío, declaran la guerra.
Por tanto, tendrán noches sin visiones,
    oscuridad sin adivinaciones».
El sol se ocultará de estos profetas;
    el día se les volverá tinieblas.
Los videntes quedarán en vergüenza;
    los adivinos serán humillados.
Cubrirán sus rostros,
    pues no habrá respuesta de Dios.
Yo, en cambio, estoy lleno de poder,
    del Espíritu del Señor,
    de justicia y de fuerza,
para echarle en cara a Jacob su delito;
    para reprocharle a Israel su pecado.

El gobierno corrupto, causa de la caída de Sión

Escuchen esto ustedes,
    príncipes de la casa de Jacob
y autoridades del pueblo de Israel,
    que abominan la justicia y tuercen el derecho,
10 que edifican a Sión con sangre
    y a Jerusalén con maldad.
11 Sus jueces juzgan por soborno,
    sus sacerdotes instruyen por paga
    y sus profetas predicen por dinero;
para colmo, buscan apoyo en el Señor, diciendo:
    «¿No está el Señor entre nosotros?
    ¡No vendrá sobre nosotros ningún mal!».
12 Por lo tanto, por culpa de ustedes
    Sión será como un campo arado;
Jerusalén quedará en ruinas
    y el monte del Templo se volverá un matorral.

Notas al pie

  1. 1:10 En hebreo, Gat suena como el verbo que significa anuncien.
  2. 1:10 En hebreo, Bet Leafrá significa casa de polvo.
  3. 1:11 En hebreo, Safir significa placentero.
  4. 1:11 En hebreo, Zanán suena como el verbo que significa salir.
  5. 1:12 En hebreo, Marot suena como la palabra que significa amargura.
  6. 1:13 En hebreo, Laquis suena como la palabra que significa corceles.
  7. 1:14 En hebreo, Aczib significa engaño.
  8. 1:15 En hebreo, Maresá suena como la palabra que significa conquistador.

Yo soy Miqueas de Moréset. Dios me comunicó lo que pensaba hacer contra las ciudades de Samaria y Jerusalén. Esto sucedió cuando Jotán, Ahaz y Ezequías eran reyes de Judá. Esto es lo que Dios me dijo:

Juicio contra Samaria

«¡Escúchenme bien,
pueblos todos de la tierra!
¡Préstenme atención,
habitantes de este país!
Yo soy el Dios de Israel
y desde mi santo templo
voy a denunciar sus maldades.

»Ya estoy por salir
y destruiré los pequeños templos
que han construido
en los cerros de este país.

»Cuando ponga mis pies
sobre las montañas,
ellas se derretirán
como la cera en el fuego,
y los valles se partirán en dos,
como se parten las montañas
cuando los ríos bajan por ellas.

»Todo esto sucederá
por la rebeldía de los israelitas,
pues ya son muchos sus pecados.
Los de Israel pecaron
en la ciudad de Samaria;
los de Judá adoraron a otros dioses
en la ciudad de Jerusalén.
Por eso convertiré a Samaria
en un montón de ruinas;
esparciré sus piedras por el valle
y la dejaré al descubierto.
¡Sólo servirá para plantar viñedos!

»Por eso haré pedazos
todos los ídolos de Samaria.
Los hicieron con las monedas
que ganaron las prostitutas;
¡pues yo los fundiré en el fuego
y en monedas los convertiré de nuevo!»

Lamento de Miqueas

8-9 Entonces yo dije:

«Samaria y mi pueblo Judá
han sido heridos de muerte.
La muerte también amenaza
a Jerusalén, capital de Judá.

»Por eso lloro y estoy triste;
por eso ando desnudo y descalzo;
por eso chillo como avestruz,
por eso lanzo aullidos como chacal.

10 »Pero no se pongan a llorar
ni digan nada a los de Gat.
Más bien retuérzanse de dolor
en ese pueblo polvoriento
que se llama Polvareda.

11 »Ustedes, habitantes de Bellavista,
serán llevados como esclavos;
avanzarán desnudos y avergonzados.
Habrá lágrimas en el pueblo vecino,
pero los habitantes de Zaanán
no saldrán en su ayuda.
12 Los habitantes del pueblo de Amargura
se quedarán esperando ayuda,
pero Dios enviará la desgracia
hasta la entrada misma de Jerusalén.

13 »Ustedes, habitantes de Laquis,
¡enganchen sus caballos a los carros!
Fue en la ciudad de ustedes
donde todos nuestros males comenzaron.
Allí pecaron los israelitas,
y allí pecaron los de Jerusalén.
14 Por eso tendrán que despedirse
de su amado pueblo de Moréset-gat.
Los reyes de Israel serán engañados
en el pueblo llamado Trampa».

15 Y Dios dijo:

«Contra ustedes,
habitantes del pueblo llamado Conquista,
voy a enviar un conquistador,
y aun los israelitas más valientes
huirán hasta la cueva de Adulam.
16 Habitantes de Jerusalén,
¡lloren y aféitense la barba!,
¡lloren y córtense el cabello
hasta quedar calvos como un buitre!
¡Sus hijos queridos serán llevados
a un país lejos de aquí!»

La maldad de los poderosos

Dios continuó diciendo:

«¡Gente malvada,
qué mal les va a ir a ustedes!
Al acostarse hacen planes malvados;
al levantarse los llevan a cabo,
porque tienen el poder de hacerlo.
Si quieren terrenos, los invaden;
si quieren casas, se adueñan de ellas;
maltratan al dueño y a su familia,
y con engaños los echan fuera.

»Por eso yo, el Dios de Israel,
también tengo planes contra ustedes:
voy a enviarles una desgracia
de la que no podrán librarse.
Les vienen tiempos tan difíciles
que se les acabará el orgullo.
Cuando llegue ese día,
la gente se burlará de ustedes
y les cantará esta canción:

“¡Se han quedado en la ruina!
¡Antes eran el pueblo de Dios,
pero han cambiado de dueño!
¡Nuestros ejércitos los conquistaron
y nos repartimos sus campos!”

»¡Escúchenme, israelitas!
Ustedes fueron mi pueblo,
pero no volveré a darles terrenos.

6-7 »Ustedes los israelitas
no quieren que los profetas
les den malas noticias.
Ustedes no quieren creer
que algo malo puede sucederles;
por eso no quieren escucharlos.
Les dicen que yo no estoy enojado,
y que ese no es mi modo de actuar.
Dicen que yo siempre trato bien
a todos los que hacen lo bueno.

»Si ustedes fueron mi pueblo,
¿por qué ahora son mis enemigos?
A los que vuelven de la guerra
y van tranquilos por el camino,
les arrebatan la ropa;
a las mujeres de mi pueblo
les quitan las casas,
donde antes vivían felices,
y a sus hijos les arrebatan
las riquezas que yo mismo les di.

10 »¡Vamos, largo de aquí!
¡Ustedes han hecho de mi templo
una sala de diversiones!
¡Por eso voy a destruirlo!
11 Ustedes serían felices
con profetas mentirosos
que sólo hablaran de vino y de licor.

Dios da esperanza a su pueblo

12 »Pero a los descendientes de Jacob
que hayan quedado con vida,
los reuniré como a un rebaño.
Tal vez no sean muchos,
pero harán mucho alboroto.
13 Yo mismo iré delante de ellos
para abrirles paso y darles libertad.
¡Yo soy su Dios y su rey!

Los malos gobernantes

1-3 »¡Escúchenme ustedes,
jefes y gobernantes de Israel!
¡Ustedes debieran hacer justicia,
pero hacen todo lo contrario!
Prefieren hacer lo malo,
en lugar de hacer lo bueno.
Maltratan mucho a mi pueblo;
se lo están comiendo vivo.

»Por eso, cuando me llamen,
yo no les responderé.
Es tan grande su maldad
que los abandonaré».

Los profetas mentirosos

A los profetas que engañan a mi pueblo, Dios les ha dicho:

«Ustedes sólo hablan de paz
a quienes les dan de comer,
pero a quienes no los alimentan
les declaran la guerra.
Por eso no les voy a informar
lo que pienso hacer.
Nunca más les comunicaré mensajes
y ya no podrán anunciar el futuro.
Esos profetas y adivinos
quedarán en completo ridículo.
No tendrán nada que decir,
porque yo no les responderé».

Pero yo, Miqueas, estoy lleno del poder de Dios. Por eso puedo afirmar que nuestro Dios es un Dios justo. También puedo acusar a los israelitas de ser un pueblo pecador y desobediente.

La derrota de Jerusalén

Dios dijo:

«¡Escúchenme ustedes,
jefes y gobernantes de Israel!
Ustedes rechazan la justicia,
y no respetan ninguna ley.
10 En Jerusalén y en mi templo
los crímenes y la violencia
son cosa de todos los días.
11 Los sacerdotes, profetas y jueces
enseñan, predican o dictan sentencia
sólo a cambio de dinero.

»Y para colmo se atreven a decir:
“No tenemos nada que temer.
¡Dios está con nosotros!”

12 »¡Por culpa de ustedes
mi templo será derribado!
¡Por culpa de ustedes
Jerusalén quedará en ruinas,
y el monte de Sión
se cubrirá de maleza!»

Condenación de Israel y Judá

Palabra del Señor(A) que vino a Miqueas de Moréset(B) en los días de Jotam(C), Acaz(D) y Ezequías(E), reyes de Judá; lo que vio acerca de Samaria y Jerusalén.

Oíd, pueblos todos[a],
escucha, tierra y cuanto hay en ti(F);
sea el Señor Dios[b] testigo contra vosotros(G),
el Señor desde su santo templo.
Porque he aquí, el Señor sale de su lugar(H),
y descenderá y hollará las alturas de la tierra(I).
Debajo de Él los montes se derretirán(J),
y los valles se hendirán,
como la cera ante el fuego,
como las aguas derramadas por una pendiente.
Todo esto por la rebelión de Jacob
y por los pecados de la casa de Israel.
¿Cuál es la rebelión de Jacob(K)?
¿No es Samaria(L)?
¿Cuál es el lugar alto[c] de Judá?
¿No es Jerusalén(M)?
Haré, pues, de Samaria un montón de ruinas en el[d] campo(N),
lugares para plantar viñas(O);
derramaré sus piedras por el valle(P),
y pondré al descubierto sus cimientos(Q).
Todos sus ídolos serán destrozados(R),
y todas sus ganancias serán quemadas por el fuego,
y asolaré todas sus imágenes,
porque las juntó de ganancias de ramera(S),
y a ganancias de ramera volverán.

Por eso me lamentaré y gemiré,
andaré descalzo y desnudo(T),
daré aullidos como los chacales
y lamentos como los avestruces(U).
Porque es incurable su herida[e](V),
pues ha llegado hasta Judá(W);
se ha acercado hasta la puerta de mi pueblo,
hasta Jerusalén(X).
10 En Gat no lo anunciéis(Y),
tampoco[f] lloréis.
En Bet-le-afrá[g] revuélcate en el polvo.
11 Vete[h] al cautiverio, habitante de Safir[i], en vergonzosa desnudez(Z).
La que habita en Zaanán[j](AA) no escapa[k].
La lamentación de Bet-esel[l] es
que Él quitará de vosotros su apoyo[m].
12 Porque se debilita esperando el bien(AB)
la que habita en Marot[n],
pues la calamidad ha descendido del Señor
hasta la puerta de Jerusalén(AC).
13 Unce al carro los corceles,
habitante de Laquis(AD)
(ella fue principio de pecado
para la hija de Sión);
porque en ti fueron halladas
las rebeliones de Israel(AE).
14 Por tanto, darás presentes(AF) de despedida
a Moréset-gat;
las casas de Aczib[o](AG) serán un engaño(AH)
para los reyes de Israel.
15 Además, traeré contra ti
al que toma posesión,
oh habitante de Maresa[p](AI).
Hasta Adulam se irá la gloria de Israel(AJ).
16 Arráncate los cabellos y ráete(AK)
por los hijos de tus delicias;
ensancha tu calva como la del buitre,
porque irán al cautiverio lejos de ti(AL).

¡Ay de los opresores!

¡Ay de los que planean la iniquidad,
los que traman el mal en sus camas(AM)!
Al clarear[q] la mañana lo ejecutan(AN),
porque está en el poder de sus manos(AO).
Codician(AP) campos y se apoderan de ellos(AQ),
casas, y las toman.
Roban[r] al dueño[s] y a su casa,
al hombre y a su heredad(AR).
Por tanto, así dice el Señor:
He aquí, estoy planeando traer contra esta familia(AS) un mal
del cual no libraréis vuestro cuello(AT),
ni andaréis erguidos(AU);
porque será un tiempo malo(AV).
En aquel día se dirá[t] contra vosotros un refrán[u](AW)
y se proferirá[v] una amarga(AX) lamentación, diciendo:
«Hemos sido totalmente destruidos(AY);
Él ha cambiado la porción de mi pueblo.
¡Cómo me la ha quitado!
Al infiel[w] ha repartido nuestros campos(AZ)».
Por tanto, no habrá quién eche para vosotros[x]
el cordel en el sorteo
en la asamblea del Señor(BA).

«No profeticéis[y]» dicen, y profetizan[z](BB).
Aunque ellos[aa] no profeticen[ab] acerca de estas cosas(BC),
no serán retenidos los reproches(BD).
¿No se dice, oh casa de Jacob:
«Es impaciente el Espíritu del Señor(BE)?
¿Son estas sus obras?».
¿No hacen bien mis palabras(BF)
al que camina rectamente(BG)?
Hace poco[ac] mi pueblo se ha levantado como enemigo(BH).
De sobre las vestiduras arrebatáis el manto[ad](BI)
a los que pasan confiados,
a los que vuelven de la guerra(BJ).
A las mujeres de mi pueblo arrojáis(BK)
de la casa de sus delicias;
de sus hijos arrebatáis mi gloria para siempre(BL).
10 Levantaos y marchad,
pues este no es lugar de descanso(BM)
por la impureza que trae destrucción,
destrucción dolorosa(BN).
11 Si un hombre, andando tras el viento y la falsedad,
hablara mentiras(BO), diciendo:
«Os hablaré[ae] del vino y del licor(BP)»,
ese sería el profeta[af] para este pueblo(BQ).

12 Ciertamente os reuniré a todos[ag](BR), oh Jacob,
ciertamente recogeré al remanente de Israel(BS),
los agruparé como ovejas en el aprisco;
como rebaño en medio de su pastizal,
harán estruendo por la multitud de hombres.
13 El que abre brecha subirá delante de ellos;
abrirán brecha, pasarán la puerta y saldrán por ella;
su rey pasará delante de ellos,
y el Señor a su cabeza.

Denuncia contra los gobernantes

Y dije:

Oíd ahora, jefes de Jacob
y gobernantes de la casa de Israel(BT).
¿No corresponde a vosotros conocer la justicia[ah](BU)?
Vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo,
que les[ai] arrancáis la piel de encima
y la carne de sobre sus huesos(BV);
que coméis la carne de mi pueblo(BW),
les[aj] desolláis su piel,
quebráis sus huesos,
y los hacéis pedazos como para la olla(BX),
como carne dentro de la caldera.
Entonces clamarán al Señor,
pero Él no les responderá(BY);
sino que esconderá de ellos su rostro en aquel tiempo(BZ),
porque han hecho malas obras(CA).

Así dice el Señor acerca de los profetas
que hacen errar a mi pueblo(CB),
los cuales cuando tienen algo que morder[ak],
proclaman: Paz(CC).
Pero contra aquel que no les pone nada en la boca,
declaran guerra santa.
Por tanto, para vosotros será noche sin visión(CD),
y oscuridad sin adivinación.
Se pondrá el sol sobre los profetas,
y se oscurecerá el día sobre ellos(CE).
Los videntes serán avergonzados(CF),
y confundidos los adivinos(CG).
Todos ellos se cubrirán la boca[al](CH)
porque no hay respuesta de Dios(CI).
Yo, en cambio, estoy lleno de poder,
del Espíritu del Señor(CJ),
y de juicio y de valor,
para dar a conocer a Jacob su rebelión,
y a Israel su pecado(CK).
Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob(CL)
y gobernantes de la casa de Israel,
que aborrecéis la justicia[am](CM)
y torcéis todo lo recto,
10 que edificáis a Sión con sangre(CN)
y a Jerusalén con iniquidad.
11 Sus jefes juzgan por soborno(CO),
sus sacerdotes enseñan por precio,
sus profetas adivinan por dinero(CP),
y se apoyan en el Señor, diciendo:
¿No está el Señor en medio de nosotros(CQ)?
No vendrá sobre nosotros mal alguno.
12 Por tanto, a causa de vosotros,
Sión será arada como un campo,
Jerusalén se convertirá en un montón de ruinas(CR),
y el monte del templo[an] será como las alturas de un bosque(CS).

Notas al pie

  1. Miqueas 1:2 Lit., todos ellos
  2. Miqueas 1:2 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
  3. Miqueas 1:5 Lit., ¿Cuáles los lugares altos
  4. Miqueas 1:6 Lit., del
  5. Miqueas 1:9 Lit., sus heridas
  6. Miqueas 1:10 O posiblemente, en Acó no
  7. Miqueas 1:10 I.e., casa de polvo
  8. Miqueas 1:11 Lit., Pasa para vosotros
  9. Miqueas 1:11 I.e., delicias
  10. Miqueas 1:11 I.e., salida
  11. Miqueas 1:11 Lit., saldrá
  12. Miqueas 1:11 I.e., casa de retención
  13. Miqueas 1:11 Lit., su sitio
  14. Miqueas 1:12 I.e., amargura
  15. Miqueas 1:14 I.e., engaño
  16. Miqueas 1:15 I.e., posesión
  17. Miqueas 2:1 Lit., En la luz de
  18. Miqueas 2:2 Lit., Oprimen
  19. Miqueas 2:2 Lit., hombre
  20. Miqueas 2:4 Lit., se levantará
  21. Miqueas 2:4 O, insulto
  22. Miqueas 2:4 Lit., se hará lamentación con
  23. Miqueas 2:4 O, apóstata
  24. Miqueas 2:5 Lit., para ti
  25. Miqueas 2:6 Lit., No destiléis
  26. Miqueas 2:6 Lit., destilan
  27. Miqueas 2:6 I.e., los profetas de Dios
  28. Miqueas 2:6 Lit., destilan
  29. Miqueas 2:8 Lit., Y ayer
  30. Miqueas 2:8 O, los adornos
  31. Miqueas 2:11 Lit., destilaré
  32. Miqueas 2:11 Lit., uno que destila
  33. Miqueas 2:12 Lit., a ti todo
  34. Miqueas 3:1 O, el derecho
  35. Miqueas 3:2 I.e., al pueblo
  36. Miqueas 3:3 Lit., de sobre ellos
  37. Miqueas 3:5 Lit., morder con sus dientes
  38. Miqueas 3:7 Lit., el bigote
  39. Miqueas 3:9 O, el derecho
  40. Miqueas 3:12 Lit., de la casa