Marcos 2:23-3:12
Reina-Valera 1960
Los discípulos recogen espigas en el día de reposo
(Mt. 12.1-8; Lc. 6.1-5)
23 Aconteció que al pasar él por los sembrados un día de reposo,[a] sus discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas.(A) 24 Entonces los fariseos le dijeron: Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo[b] lo que no es lícito? 25 Pero él les dijo: ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre, él y los que con él estaban; 26 cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes,(B) y aun dio a los que con él estaban?(C) 27 También les dijo: El día de reposo[c] fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo.[d] 28 Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.[e]
El hombre de la mano seca
(Mt. 12.9-14; Lc. 6.6-11)
3 Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano. 2 Y le acechaban para ver si en el día de reposo[f] le sanaría, a fin de poder acusarle. 3 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio. 4 Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo[g] hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban. 5 Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana. 6 Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle.
La multitud a la orilla del mar
7 Mas Jesús se retiró al mar con sus discípulos, y le siguió gran multitud de Galilea. Y de Judea, 8 de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, y de los alrededores de Tiro y de Sidón, oyendo cuán grandes cosas hacía, grandes multitudes vinieron a él. 9 Y dijo a sus discípulos que le tuviesen siempre lista la barca, a causa del gentío, para que no le oprimiesen. 10 Porque había sanado a muchos; de manera que por tocarle, cuantos tenían plagas caían sobre él.(D) 11 Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. 12 Mas él les reprendía mucho para que no le descubriesen.
Footnotes
- Marcos 2:23 Aquí equivale a sábado.
- Marcos 2:24 Aquí equivale a sábado.
- Marcos 2:27 Aquí equivale a sábado.
- Marcos 2:27 Aquí equivale a sábado.
- Marcos 2:28 Aquí equivale a sábado.
- Marcos 3:2 Aquí equivale a sábado.
- Marcos 3:4 Aquí equivale a sábado.
Marcos 2:23-3:12
Nueva Versión Internacional
Señor del sábado(A)(B)
23 Un sábado, al pasar Jesús por los sembrados, sus discípulos comenzaron a arrancar a su paso unas espigas de trigo.
24 —Mira —le preguntaron los fariseos—, ¿por qué hacen ellos lo que está prohibido hacer en día sábado?
25 Él contestó:
—¿Nunca han leído lo que hizo David en aquella ocasión en que él y sus compañeros tuvieron hambre y pasaron necesidad? 26 Entró en la casa de Dios cuando Abiatar era el sumo sacerdote y comió los panes consagrados a Dios, que solo a los sacerdotes les es permitido comer. Y dio también a sus compañeros.
27 »El sábado se hizo para el ser humano y no el ser humano para el sábado —añadió—. 28 Así que el Hijo del hombre es Señor incluso del sábado.
3 En otra ocasión entró en la sinagoga y había allí un hombre que tenía la mano paralizada. 2 Algunos que buscaban un motivo para acusar a Jesús no le quitaban la vista de encima para ver si sanaba al enfermo en día sábado. 3 Entonces Jesús dijo al hombre de la mano paralizada:
—Ponte de pie frente a todos.
4 Luego dijo a los otros:
—¿Qué está permitido en sábado: hacer el bien o hacer el mal?, ¿salvar una vida o matar?
Pero ellos permanecieron callados. 5 Jesús se les quedó mirando, enojado y entristecido por lo obstinados que eran,[a] y dijo al hombre:
—Extiende la mano.
Así que la extendió y la mano quedó restablecida. 6 Tan pronto como salieron los fariseos, comenzaron a tramar con los partidarios del rey Herodes cómo matar a Jesús.
La multitud sigue a Jesús(C)
7 Jesús se retiró al lago con sus discípulos, y mucha gente de Galilea y Judea lo siguió. 8 Cuando se enteraron de todo lo que hacía, acudieron también a él muchos de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán y de las regiones de Tiro y Sidón. 9 Entonces, para evitar que la gente lo atropellara, encargó a sus discípulos que tuvieran preparada una pequeña barca; 10 pues, como había sanado a muchos, todos los que sufrían dolencias se abalanzaban sobre él para tocarlo. 11 Además, los espíritus malignos, al verlo, se postraban ante él, gritando: «¡Tú eres el Hijo de Dios!». 12 Pero él les ordenó terminantemente que no dijeran quién era él.
Footnotes
- 3:5 por lo obstinados que eran. Lit. por su dureza de corazón.
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