Add parallel Print Page Options

29 Pues Jesús ya le había ordenado al espíritu maligno[a] que saliera del hombre. Ese espíritu a menudo tomaba control de él. Aun cuando el hombre estaba bajo custodia, con cadenas y grilletes, simplemente los rompía y se escapaba al desierto, totalmente controlado por el demonio.

30 Jesús le preguntó:

—¿Cómo te llamas?

—Legión—contestó, porque estaba lleno de muchos demonios.

31 Los demonios seguían suplicándole a Jesús que no los enviara al abismo sin fondo.[b]

Read full chapter

Footnotes

  1. 8:29 En griego impuro.
  2. 8:31 O al abismo, o al averno.

Bible Gateway Recommends