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Acusación contra Jesús(A)

14 Jesús estaba expulsando un demonio que había dejado mudo a un hombre; y cuando el demonio salió, el mudo comenzó a hablar. La gente se admiró de esto, 15 pero algunos dijeron: «Beelzebú, el jefe de los demonios, es quien ha dado a este hombre el poder de expulsarlos.»

16 Otros, para tenderle una trampa, le pidieron una señal milagrosa del cielo. 17 Pero él, que sabía lo que estaban pensando, les dijo:

«Todo país dividido en bandos enemigos, se destruye a sí mismo y todas sus casas se derrumban una sobre otra. 18 Así también, si Satanás se divide contra sí mismo, ¿cómo mantendrá su poder? Esto lo digo porque ustedes afirman que yo expulso los demonios por el poder de Beelzebú; 19 pero si es así, ¿quién da a los seguidores de ustedes el poder para expulsarlos? Por eso, ellos mismos los condenarán a ustedes. 20 Porque si yo expulso los demonios por la mano de Dios, eso significa que el reino de Dios ya ha llegado a ustedes.

21 »Cuando un hombre fuerte está bien armado y cuida su casa, lo que en ella guarda está seguro. 22 Pero si otro más fuerte que él viene y lo vence, le quita las armas en que confía, y sus pertenencias, y dispone de ellas.

23 »El que no está a mi favor, está en contra mía, y el que conmigo no recoge, desparrama.

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Una casa dividida contra sí misma(A)

14 Estaba Jesús echando fuera un demonio, que era mudo; y aconteció que, después de salir el demonio, el mudo habló y la gente quedó maravillada. 15 Pero algunos de ellos decían:

—Por Beelzebú, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios.

16 Otros, para tentarlo, le pedían señal del cielo.

17 Pero él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo:

—Todo reino dividido contra sí mismo es asolado, y una casa dividida contra sí misma, cae. 18 De igual manera, si Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo permanecerá su reino? Os digo esto ya que decís que por Beelzebú echo yo fuera los demonios. 19 Si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿vuestros hijos por quién los echan? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. 20 Pero si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros.

21 »Mientras el hombre fuerte y armado guarda su palacio, en paz está lo que posee. 22 Pero cuando viene otro más fuerte que él y lo vence, le quita todas las armas en que confiaba y reparte el botín.

23 »El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.

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