Parábola de la viuda y el juez injusto

18 Y les refería Jesús una parábola para enseñarles que ellos debían orar(A) en todo tiempo, y no desfallecer(B), diciendo: Había en cierta ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre alguno(C). Y había en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él constantemente, diciendo: «Hazme justicia de mi adversario». Por algún tiempo él no quiso, pero después dijo para sí: «Aunque ni temo a Dios, ni respeto a hombre alguno(D), sin embargo, porque esta viuda me molesta(E), le haré justicia; no sea que por venir continuamente me agote la paciencia[a](F)». Y el Señor(G) dijo: Escuchad lo que dijo* el juez injusto. ¿Y no hará Dios justicia(H) a sus escogidos(I), que claman a Él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles[b](J)? Os digo que pronto les hará justicia. No obstante, cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe[c](K) en la tierra?

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Footnotes

  1. Lucas 18:5 Lit., me abofetee
  2. Lucas 18:7 O, noche, y no obstante es muy paciente en cuanto a ellos?
  3. Lucas 18:8 Lit., la fe

Parábola de la viuda y el juez injusto

18 También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?

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Saludo

Santiago [a](A), siervo de Dios(B) y del Señor Jesucristo(C):

A las doce tribus(D) que están en la dispersión[b](E): Saludos(F).

Fe y sabiduría

Tened por sumo gozo(G), hermanos míos, el que[c] os halléis en[d] diversas pruebas[e](H), sabiendo que la prueba(I) de vuestra fe(J) produce paciencia[f](K), y que la paciencia[g](L) tenga su perfecto resultado[h], para que seáis perfectos[i](M) y completos, sin que os falte nada.

Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría(N), que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche[j], y le será dada(O). Pero que pida con fe(P), sin dudar(Q); porque el que duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra(R). No piense, pues, ese hombre, que recibirá cosa alguna del Señor, siendo hombre de doble ánimo[k](S), inestable en todos sus caminos(T).

Lo transitorio de las riquezas

Pero que el hermano de condición humilde se gloríe en su alta posición(U), 10 y el rico en su humillación, pues él pasará como la flor de la hierba(V). 11 Porque el sol sale con calor abrasador(W) y seca la hierba(X), y su flor se cae y la hermosura de su apariencia perece; así también se marchitará el rico en medio de sus empresas.

La tentación explicada

12 Bienaventurado el hombre que persevera(Y) bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado[l], recibirá la corona de la vida(Z) que el Señor ha prometido(AA) a los que le aman(AB).

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Footnotes

  1. Santiago 1:1 O, Jacobo
  2. Santiago 1:1 O, dispersas
  3. Santiago 1:2 Lit., cuando
  4. Santiago 1:2 O, confrontéis
  5. Santiago 1:2 O, tentaciones
  6. Santiago 1:3 O, perseverancia
  7. Santiago 1:4 O, perseverancia
  8. Santiago 1:4 U, obra perfecta
  9. Santiago 1:4 O, maduros
  10. Santiago 1:5 Lit., no reprochando
  11. Santiago 1:8 O, que duda, o, que vacila
  12. Santiago 1:12 O, habiendo pasado la prueba

Salutación

Santiago,(A) siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión: Salud.

La sabiduría que viene de Dios

Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.

Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.

El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación; 10 pero el que es rico, en su humillación; porque él pasará como la flor de la hierba. 11 Porque cuando sale el sol con calor abrasador, la hierba se seca,(B) su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitará el rico en todas sus empresas.

Soportando las pruebas

12 Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.

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