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«Habla a Aarón, a sus hijos y a todos los hijos de Israel, y diles: Esto es lo que ha mandado Jehová:

»Cualquier hombre de la casa de Israel que degüelle un buey o un cordero o una cabra, en el campamento o fuera de él, y no lo lleve a la puerta del Tabernáculo de reunión para presentarlo como ofrenda a Jehová delante del tabernáculo de Jehová, será culpado de la sangre derramada. Tal hombre derramó sangre y será por tanto eliminado de su pueblo,

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