Lucas 22:31-62

La Biblia de las Américas

Jesús predice la negación de Pedro

³¹ Simón, Simón, mira que Satanás os ha reclamado^(A) para zarandearos^(B) como a trigo; ³² pero yo he rogado por ti^(C) para que tu fe no falle; y tú, una vez que hayas regresado, fortalece a tus hermanos^(D). ^33 (E)Y Pedro le dijo: Señor, estoy dispuesto a ir contigo tanto a la cárcel como a la muerte. ³⁴ Pero Jesús le dijo: Te digo, Pedro, que el gallo no cantará hoy hasta que tú hayas negado tres veces que me conoces.

Bolsa, alforja y espada

³⁵ Y les dijo: Cuando os envié sin bolsa, ni alforja, ni sandalias^(F), ¿acaso os faltó algo? Y ellos contestaron: No, nada. ³⁶ Entonces les dijo: Pero ahora, el que tenga una bolsa, que la lleve consigo, de la misma manera también una alforja, y el que no tenga espada, venda su manto y compre una. ³⁷ Porque os digo que es necesario que en mí se cumpla esto que está escrito: «Y con los transgresores fue contado^(G)»; pues ciertamente, lo que se refiere^(H) a mí, tiene su cumplimiento. ³⁸ Y ellos dijeron: Señor, mira, aquí hay dos espadas^(I). Y Él les dijo: Es suficiente.

Jesús en Getsemaní

³⁹ Y saliendo, se encaminó, como de costumbre^(J), hacia el monte de los Olivos^(K); y los discípulos también le siguieron. ^40 (L)Cuando llegó al lugar, les dijo: Orad para que no entréis en tentación^(M). ⁴¹ Y se apartó de ellos como a un tiro de piedra, y poniéndose de rodillas^(N), oraba, ⁴² diciendo: Padre, si es tu voluntad, aparta de mí esta copa^(O); pero no se haga mi voluntad, sino la tuya^(P). ^43 [a]Entonces se le apareció un ángel del cielo, fortaleciéndole^(Q). ⁴⁴ Y estando en agonía, oraba con mucho fervor^(R); y su sudor se volvió como gruesas gotas de sangre, que caían sobre la tierra. ⁴⁵ Cuando se levantó de orar, fue a los discípulos y los halló dormidos a causa de la tristeza, ⁴⁶ y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos y orad para que no entréis en tentación^(S).

Arresto de Jesús

^47 (T)Mientras todavía estaba Él hablando, he aquí, llegó una multitud, y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba delante de ellos, y se acercó a Jesús para besarle. ⁴⁸ Pero Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre? ⁴⁹ Y cuando los que rodeaban a Jesús^[b] vieron lo que iba a suceder, dijeron: Señor, ¿heriremos a espada^(U)? ⁵⁰ Y uno de ellos hirió al siervo del sumo sacerdote y le cortó^[c] la oreja derecha. ⁵¹ Respondiendo Jesús, dijo: ¡Deteneos! Basta de esto. Y^[d] tocando la oreja al siervo, lo sanó. ⁵² Entonces Jesús dijo a los principales sacerdotes, a los oficiales del templo^(V) y a los ancianos que habían venido contra Él: ¿Habéis salido con espadas y garrotes como contra un ladrón^(W)? ⁵³ Cuando estaba con vosotros cada día en el templo, no me echasteis mano; pero esta hora y el poder de las tinieblas son vuestros^[e].

La negación de Pedro

⁵⁴ Habiéndole arrestado, se lo llevaron y le condujeron a la casa del sumo sacerdote^(X); mas Pedro le seguía de lejos^(Y). ^55 (Z)Después de encender ellos una hoguera en medio del patio, y de sentarse juntos, Pedro se sentó entre ellos^(AA). ⁵⁶ Y una sirvienta, al verlo sentado junto a la lumbre, fijándose en él detenidamente, dijo: También este estaba con Él. ⁵⁷ Pero él lo negó, diciendo: Mujer, yo no le conozco. ⁵⁸ Un poco después, otro al verlo, dijo: ¡Tú también eres uno de ellos^(AB)! Pero Pedro dijo: ¡Hombre, no es cierto^[f]! ⁵⁹ Pasada como una hora, otro insistía, diciendo: Ciertamente este también estaba con Él, pues él también es galileo^(AC). ⁶⁰ Pero Pedro dijo: Hombre, yo no sé de qué hablas. Y al instante, estando él todavía hablando, cantó un gallo. ⁶¹ Entonces el Señor^(AD) se volvió y miró a Pedro. Y recordó Pedro la palabra del Señor, cómo le había dicho: Antes que el gallo cante hoy, me negarás tres veces^(AE). ⁶² Y saliendo fuera, lloró amargamente.