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Jesús llora por Jerusalén(A)

31 También entonces llegaron algunos fariseos, y le dijeron a Jesús:

—Vete de aquí, porque Herodes te quiere matar.

32 Él les contestó:

—Vayan y díganle a ese zorro: “Mira, hoy y mañana expulso a los demonios y sano a los enfermos, y pasado mañana termino.” 33 Pero tengo que seguir mi camino hoy, mañana y el día siguiente, porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén.

34 »¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los mensajeros que Dios te envía! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus pollitos bajo las alas, pero ustedes no quisieron! 35 Pues miren, el hogar de ustedes va a quedar abandonado; y les digo que no volverán a verme hasta que llegue el tiempo en que ustedes digan: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”

Jesús sana a un enfermo de hidropesía

14 Sucedió que un sábado Jesús fue a comer a casa de un jefe fariseo, y otros fariseos lo estaban espiando. También estaba allí, delante de él, un hombre enfermo de hidropesía. Jesús les preguntó a los maestros de la ley y a los fariseos:

—¿Se permite sanar en sábado a un enfermo, o no?

Pero ellos se quedaron callados. Entonces él tomó al enfermo, lo sanó y le dijo que se fuera. Y a los fariseos les dijo:

—¿Quién de ustedes, si su hijo o su buey se cae a un pozo, no lo saca en seguida, aunque sea sábado?

Y no pudieron contestarle nada.

Los invitados a un banquete

Al ver Jesús cómo los invitados escogían los asientos de honor en la mesa, les dio este consejo:

—Cuando alguien te invite a un banquete de bodas, no te sientes en el lugar principal, pues puede llegar otro invitado más importante que tú; y el que los invitó a los dos puede venir a decirte: “Dale tu lugar a este otro.” Entonces tendrás que ir con vergüenza a ocupar el último asiento. 10 Al contrario, cuando te inviten, siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te invitó, te diga: “Amigo, pásate a un lugar de más honor.” Así recibirás honores delante de los que están sentados contigo a la mesa. 11 Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido.

12 Dijo también al hombre que lo había invitado:

—Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; porque ellos, a su vez, te invitarán, y así quedarás ya recompensado. 13 Al contrario, cuando tú des un banquete, invita a los pobres, los inválidos, los cojos y los ciegos; 14 y serás feliz. Pues ellos no te pueden pagar, pero tú tendrás tu recompensa el día en que los justos resuciten.

Lamento de Jesús sobre Jerusalén

(Mt. 23.37-39)

31 Aquel mismo día llegaron unos fariseos, diciéndole: Sal, y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar. 32 Y les dijo: Id, y decid a aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra. 33 Sin embargo, es necesario que hoy y mañana y pasado mañana siga mi camino; porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén. 34 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste! 35 He aquí, vuestra casa os es dejada desierta; y os digo que no me veréis, hasta que llegue el tiempo en que digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor.(A)

Jesús sana a un hidrópico

14 Aconteció un día de reposo,[a] que habiendo entrado para comer en casa de un gobernante, que era fariseo, estos le acechaban. Y he aquí estaba delante de él un hombre hidrópico. Entonces Jesús habló a los intérpretes de la ley y a los fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo?[b] Mas ellos callaron. Y él, tomándole, le sanó, y le despidió. Y dirigiéndose a ellos, dijo: ¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo sacará inmediatamente, aunque sea en día de reposo?[c],(B) Y no le podían replicar a estas cosas.

Los convidados a las bodas

Observando cómo escogían los primeros asientos a la mesa, refirió a los convidados una parábola, diciéndoles: Cuando fueres convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por él, y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a este; y entonces comiences con vergüenza a ocupar el último lugar. 10 Mas cuando fueres convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa.(C) 11 Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.(D)

12 Dijo también al que le había convidado: Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas recompensado. 13 Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; 14 y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos.

Notas al pie

  1. Lucas 14:1 Aquí equivale a sábado.
  2. Lucas 14:3 Aquí equivale a sábado.
  3. Lucas 14:5 Aquí equivale a sábado.

Lamento de Jesús sobre Jerusalén(A)

31 En ese momento se acercaron a Jesús unos fariseos y dijeron:

—Sal de aquí y vete a otro lugar, porque Herodes quiere matarte.

32 Él contestó:

—Vayan y díganle a ese zorro: “Mira, hoy y mañana seguiré expulsando demonios y sanando a la gente. Al tercer día terminaré lo que debo hacer”. 33 Pero tengo que seguir adelante hoy, mañana y pasado mañana, porque no puede ser que muera un profeta fuera de Jerusalén.

34 »¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero no quisiste! 35 Pues bien, la casa de ustedes va a quedar abandonada. Y les advierto que ya no volverán a verme hasta que digan: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”.[a]

Jesús en casa de un fariseo

14 Un día Jesús fue a comer a casa de un fariseo prominente. Era sábado, así que estos estaban acechando a Jesús. Allí, delante de él, estaba un hombre enfermo de hidropesía. Jesús preguntó a los expertos en la Ley y a los fariseos:

—¿Está permitido o no sanar en sábado?

Pero ellos se quedaron callados. Entonces tomó al hombre, lo sanó y lo despidió.

También les dijo:

—Si uno de ustedes tiene un hijo[b] o un buey que se le cae en un pozo, ¿no lo saca enseguida, aunque sea sábado?

Y no pudieron contestarle nada.

Al notar cómo los invitados escogían los lugares de honor en la mesa, les contó esta parábola:

—Cuando alguien te invite a una fiesta de bodas, no te sientes en el lugar de honor, no sea que haya algún invitado más distinguido que tú. Si es así, el que los invitó a los dos vendrá y te dirá: “Cédele tu asiento a este hombre”. Entonces, avergonzado, tendrás que ocupar el último asiento. 10 Más bien, cuando te inviten, siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te invitó, te diga: “Amigo, pasa más adelante a un lugar mejor”. Así recibirás honor en presencia de todos los demás invitados. 11 Porque todo el que a sí mismo se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido.

12 También dijo Jesús al que lo había invitado:

—Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos, a su vez, te inviten y así seas recompensado. 13 Más bien, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos. 14 Entonces serás dichoso pues, aunque ellos no tienen con qué recompensarte, serás recompensado en la resurrección de los justos.

Notas al pie

  1. 13:35 Sal 118:26.
  2. 14:5 hijo. Var. burro.

Jesús y Herodes

31 En ese momento llegaron unos fariseos, y le dijeron a Jesús:

—¡Huye, porque el rey Herodes Antipas quiere matarte!

32 Jesús les dijo:

—Vayan y díganle a esa zorra[a] que hoy y mañana estaré expulsando demonios y curando a los enfermos, y que el tercer día ya habré terminado. 33 Aunque, en verdad, hoy, mañana y pasado mañana deberé seguir mi viaje hasta llegar a Jerusalén. Después de todo, allí es donde matan a los profetas.

Jesús llora por la gente de Jerusalén

34 »¡Habitantes de Jerusalén! ¡Ustedes matan a los profetas y a los mensajeros que Dios les envía! Muchas veces quise protegerlos a ustedes, como la gallina que cuida a sus pollitos debajo de sus alas, pero ustedes no me dejaron. 35 Por eso su templo quedará abandonado. Y les aseguro que no volverán a verme, hasta que digan: “¡Bendito el Mesías que viene en el nombre de Dios!”»

Jesús sana a un enfermo

14 Un sábado, Jesús estaba cenando en la casa de un jefe de los fariseos. Todos los que estaban presentes lo vigilaban muy atentos. De pronto, un hombre que tenía las piernas y los brazos hinchados se paró delante de él. Jesús miró a los maestros de la Ley y a los fariseos, y les preguntó: «¿Se debe, o no se debe sanar a un enfermo el día de descanso?» Ellos se quedaron callados.

Entonces Jesús tomó de la mano al enfermo, lo sanó y lo despidió. Después, les preguntó a los que estaban presentes: «Si uno de sus hijos, o uno de sus bueyes, se cayera en un pozo, ¿no es cierto que lo sacarían de inmediato, aunque fuera sábado?» Pero ellos no pudieron decir nada.

Los invitados a la cena

Jesús se había dado cuenta de que los invitados a la cena llegaban y se sentaban en los mejores lugares. Por eso les dio este consejo:

«Cuando alguien te invite a una fiesta de bodas, no te sientes en el mejor lugar. Porque si llega alguien más importante que tú, el que te invitó te dirá: “Dale tu puesto a este otro invitado.” Eso sería muy vergonzoso para ti, y tendrías que sentarte en el último lugar.

10 »Por eso, cuando alguien te invite, busca el último puesto. Así, cuando llegue el que te invitó, te dirá: “Amigo, ven siéntate aquí; este lugar es mejor.” De esa manera, recibirás honores delante de los demás invitados. 11 El que se crea superior a los demás, será puesto en el lugar menos importante. El que es humilde será puesto en un lugar más importante.»

12 Luego, Jesús le dijo al hombre que lo había invitado:

«Cuando hagas una fiesta o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus otros familiares, ni a tus vecinos más ricos. Si haces eso, también ellos te invitarán a ti, y de esa manera te recompensarán por haberlos invitado. 13 En el futuro, cuando hagas una fiesta, invita a los pobres, a los tullidos, a los cojos y a los ciegos. 14 Ellos no podrán darte nada a cambio, pero Dios te bendecirá. Él te dará un premio cuando resuciten todos los que practican la justicia.»

Notas al pie

  1. Lucas 13:32 Zorra: En los escritos rabínicos, la palabra zorra se usa para referirse a alguien inferior o de poco valor, es decir, un don nadie.

Lamento sobre Jerusalén

31 En ese momento llegaron unos fariseos diciéndole: Sal y vete de aquí, porque Herodes(A) te quiere matar. 32 Y Él les dijo: Id y decidle a ese zorro: «Yo[a] expulso demonios, y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día cumplo mi propósito[b](B)». 33 Sin embargo, debo seguir mi camino, hoy, mañana y pasado mañana(C); porque no puede ser que un profeta(D) muera fuera de Jerusalén. 34 ¡(E)Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus pollitos debajo de sus alas(F), y no quisiste! 35 He aquí, vuestra casa se os deja desierta[c]; y os digo que no me veréis más, hasta que llegue el tiempo en que digáis: «Bendito el que viene en nombre del Señor(G)».

Jesús sana otra vez en día de reposo

14 Y aconteció que cuando Jesús[d] entró en casa de uno de los principales de los fariseos[e] un día de reposo para comer pan, ellos le estaban observando cuidadosamente(H). Y allí[f], frente a Él, estaba un hombre hidrópico. Y dirigiéndose[g] Jesús, a los intérpretes de la ley[h](I) y a los fariseos, les habló diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo, o no(J)? Pero ellos guardaron silencio. Y Él, tomándolo de la mano, lo sanó y lo despidió. Y a ellos les dijo: ¿A quién de vosotros se le cae un hijo[i] o un buey en un hoyo en día de reposo, y no lo saca inmediatamente(K)? Y no pudieron responderle a esto(L).

Lección sobre la humildad

Y comenzó a referir una parábola a los invitados, cuando advirtió cómo escogían los lugares de honor a la mesa(M), diciéndoles: Cuando seas invitado por alguno a un banquete de bodas, no tomes[j] el lugar de honor(N), no sea que él haya invitado a otro más distinguido que tú, y viniendo el que te invitó a ti y a él, te diga: «Dale el lugar a este»; y entonces, avergonzado(O), tengas que irte al[k] último lugar. 10 Sino que cuando seas invitado, ve y siéntate[l] en el último lugar, para que cuando llegue el que te invitó, te diga: «Amigo, ven más adelante[m](P)»; entonces serás honrado delante de todos los que se sientan[n] a la mesa contigo. 11 Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille será ensalzado(Q).

12 Y dijo también al que le había convidado: Cuando ofrezcas una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos, no sea que ellos a su vez también te conviden y tengas ya tu[o] recompensa. 13 Antes bien, cuando ofrezcas un banquete, llama a pobres, mancos[p], cojos, ciegos, 14 y serás bienaventurado[q], ya que ellos no tienen para recompensarte; pues tú serás recompensado en la resurrección de los justos(R).

Notas al pie

  1. Lucas 13:32 Lit., He aquí, yo
  2. Lucas 13:32 O, completo mi obra
  3. Lucas 13:35 Muchos mss. antiguos no incluyen: desierta
  4. Lucas 14:1 Lit., El
  5. Lucas 14:1 I.e., miembro del Sanedrín
  6. Lucas 14:2 Lit., he aquí
  7. Lucas 14:3 Lit., respondiendo
  8. Lucas 14:3 I.e., expertos en la ley de Moisés
  9. Lucas 14:5 Algunos mss. antiguos dicen: asno
  10. Lucas 14:8 Lit., no te recuestes en
  11. Lucas 14:9 O, comiences a ocupar el
  12. Lucas 14:10 Lit., recuéstate
  13. Lucas 14:10 Lit., sube más arriba
  14. Lucas 14:10 Lit., se reclinan
  15. Lucas 14:12 Lit., y te sea hecha
  16. Lucas 14:13 O, lisiados
  17. Lucas 14:14 O, dichoso