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Mujeres para los de Benjamín

21 Los hombres de Israel habían jurado en Mizpa, diciendo: Ninguno de nosotros dará su hija por mujer a los de Benjamín(A). Entonces el pueblo vino a Betel, y permaneció allí delante de Dios hasta la noche; y alzaron sus voces y lloraron amargamente[a](B). Y dijeron: ¿Por qué, oh Señor, Dios de Israel, ha sucedido esto en Israel, que falte hoy una tribu en Israel? Y[b] al día siguiente el pueblo se levantó temprano, y edificaron allí un altar y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz(C).

Después los hijos de Israel dijeron: ¿Quién de entre todas las tribus de Israel no subió a[c] la asamblea del[d] Señor? Porque habían hecho[e] gran juramento en cuanto a todo aquel que no subiera al Señor en Mizpa, diciendo: Ciertamente se le dará muerte(D). Los hijos de Israel se entristecieron por su hermano Benjamín, y dijeron: Ha sido cortada hoy una tribu de Israel. ¿Qué haremos para conseguir mujeres para los que han quedado, ya que hemos jurado por el Señor no darles ninguna de nuestras hijas en matrimonio(E)?

Y dijeron: ¿Cuál de las tribus de Israel no subió al Señor en Mizpa? Y he aquí que ninguno de Jabes-galaad había venido al campamento, a la asamblea. Porque cuando contaron al pueblo, he aquí, ninguno de los habitantes de Jabes-galaad estaba allí. 10 La congregación envió a doce mil de los hombres de guerra[f] allá, y les mandaron diciendo: Id y herid a los habitantes de Jabes-galaad a filo de espada, con las mujeres y los niños(F). 11 Y esto es lo que haréis: destruiréis a todo hombre y a toda mujer que se haya acostado[g] con varón(G). 12 Y hallaron entre los habitantes de Jabes-galaad a cuatrocientas doncellas que no se habían acostado[h] con varón; y las llevaron al campamento en Silo, que está en la tierra de Canaán.

13 Toda la congregación envió palabra, y hablaron a los hijos de Benjamín que estaban en la peña de Rimón(H), y les hablaron de paz(I). 14 Volvieron entonces los de Benjamín, y les dieron las mujeres que habían guardado vivas de entre las mujeres de Jabes-galaad; mas no había suficientes para todos[i]. 15 Y el pueblo tuvo tristeza por Benjamín, porque el Señor había abierto una brecha en las tribus de Israel.

16 Entonces los ancianos de la congregación dijeron: ¿Qué haremos para conseguir mujeres para los que quedan, ya que las mujeres de Benjamín fueron destruidas? 17 Y dijeron: Debe haber herencia para los de Benjamín que han escapado, para que no sea exterminada[j] una tribu de Israel. 18 Pero nosotros no le podemos dar mujeres de nuestras hijas. Porque los hijos de Israel habían jurado diciendo: Maldito el que dé mujer a los de Benjamín(J).

19 Y dijeron: He aquí, cada año hay una fiesta del Señor en Silo(K), que está al norte de Betel, al lado oriental del camino que sube de Betel a Siquem, y al sur de Lebona. 20 Y mandaron a los hijos de Benjamín, diciendo: Id, y emboscaos en las viñas, 21 y velad; y he aquí, si las hijas de Silo salen a tomar parte[k] en las danzas(L), entonces saldréis de las viñas y tomaréis cada uno una[l] mujer de las hijas de Silo, y volved[m] a la tierra de Benjamín. 22 Y sucederá que cuando sus padres o sus hermanos vengan a quejarse a nosotros, les diremos: Dádnoslas voluntariamente, porque no pudimos tomar en batalla una[n] mujer para cada hombre de Benjamín, tampoco[o] vosotros se las disteis, pues entonces seríais culpables(M). 23 Lo hicieron así los hijos de Benjamín, y tomaron mujeres conforme a su número de entre las que danzaban, de las cuales se apoderaron. Y se fueron y volvieron a su heredad, y reedificaron las ciudades y habitaron en ellas(N). 24 Los hijos de Israel se fueron entonces de allí, cada uno a su tribu y a su familia, y todos ellos salieron de allí para su heredad.

25 En esos días no había rey en Israel(O); cada uno hacía lo que le parecía bien ante sus ojos.

Footnotes

  1. Jueces 21:2 Lit., con gran llanto
  2. Jueces 21:4 Lit., Y fue que
  3. Jueces 21:5 Lit., en
  4. Jueces 21:5 O, ante el
  5. Jueces 21:5 Lit., había un
  6. Jueces 21:10 Lit., valientes guerreros
  7. Jueces 21:11 Lit., que haya conocido el acostarse
  8. Jueces 21:12 Lit., que no habían conocido hombre, acostándose
  9. Jueces 21:14 Lit., no encontraron así para ellos
  10. Jueces 21:17 O, borrada
  11. Jueces 21:21 Lit., a danzar
  12. Jueces 21:21 Lit., su
  13. Jueces 21:21 Lit., id
  14. Jueces 21:22 Lit., su
  15. Jueces 21:22 Lit., porque vosotros no

21 Y LOS varones de Israel habían jurado en Mizpa, diciendo: Ninguno de nosotros dará su hija á los de Benjamín por mujer.

Y vino el pueblo á la casa de Dios, y estuviéronse allí hasta la tarde delante de Dios; y alzando su voz hicieron gran llanto, y dijeron:

Oh Jehová Dios de Israel, ¿por qué ha sucedido esto en Israel, que falte hoy de Israel una tribu?

Y al día siguiente el pueblo se levantó de mañana, y edificaron allí altar, y ofrecieron holocaustos y pacíficos.

Y dijeron los hijos de Israel: ¿Quién de todas las tribus de Israel no subió á la reunión cerca de Jehová? Porque se había hecho gran juramento contra el que no subiese á Jehová en Mizpa, diciendo: Sufrirá muerte.

Y los hijos de Israel se arrepintieron á causa de Benjamín su hermano, y dijeron: Una tribu es hoy cortada de Israel.

¿Qué haremos en cuanto á mujeres para los que han quedado? Nosotros hemos jurado por Jehová que no les hemos de dar nuestras hijas por mujeres.

Y dijeron: ¿Hay alguno de las tribus de Israel que no haya subido á Jehová en Mizpa? Y hallaron que ninguno de Jabes-galaad había venido al campo á la reunión:

Porque el pueblo fué contado, y no hubo allí varón de los moradores de Jabes-galaad.

10 Entonces la congregación envió allá doce mil hombres de los más valientes, y mandáronles, diciendo: Id y poned á cuchillo á los moradores de Jabes-galaad, y las mujeres y niños.

11 Mas haréis de esta manera: mataréis á todo varón, y á toda mujer que hubiere conocido ayuntamiento de varón.

12 Y hallaron de los moradores de Jabes-galaad cuatrocientas doncellas que no habían conocido hombre en ayuntamiento de varón, y trajéronlas al campo en Silo, que es en la tierra de Canaán.

13 Toda la congregación envió luego á hablar á los hijos de Benjamín que estaban en la peña de Rimmón, y llamáronlos en paz.

14 Y volvieron entonces los de Benjamín; y diéronles por mujeres las que habían guardado vivas de las mujeres de Jabes-galaad: mas no les bastaron éstas.

15 Y el pueblo tuvo dolor á causa de Benjamín, de que Jehová hubiese hecho mella en las tribus de Israel.

16 Entonces los ancianos de la congregación dijeron: ¿Qué haremos acerca de mujeres para los que han quedado? Porque el sexo de las mujeres había sido raído de Benjamín.

17 Y dijeron: La heredad de los que han escapado ha de ser lo que era de Benjamín, porque no sea una tribu raída de Israel.

18 Nosotros empero, no les podemos dar mujeres de nuestras hijas, porque los hijos de Israel han jurado, diciendo: Maldito el que diere mujer á Benjamín.

19 Ahora bien, dijeron, he aquí cada un año hay solemnidad de Jehová en Silo, que está al aquilón de Beth-el, y al lado oriental del camino que sube de Beth-el á Sichêm, y al mediodía de Lebona.

20 Y mandaron á los hijos de Benjamín, diciendo: Id, y poned emboscada en las viñas:

21 Y estad atentos: y cuando viereis salir las hijas de Silo á bailar en corros, vosotros saldréis de las viñas, y arrebataréis cada uno mujer para sí de las hijas de Silo, y os iréis á tierra de Benjamín:

22 Y cuando vinieren los padres de ellas ó sus hermanos á demandárnoslo, nosotros les diremos: Tened piedad de nosotros en lugar de ellos: pues que nosotros en la guerra no tomamos mujeres para todos: que vosotros no se las habéis dado, para que ahora seáis culpables.

23 Y los hijos de Benjamín lo hicieron así; pues tomaron mujeres conforme á su número, pillando de las que danzaban; y yéndose luego, tornáronse á su heredad, y reedificaron las ciudades, y habitaron en ellas.

24 Entonces los hijos de Israel se fueron también de allí, cada uno á su tribu y á su familia, saliendo de allí cada uno á su heredad.

25 En estos días no había rey en Israel: cada uno hacía lo recto delante de sus ojos.

Mujeres para los benjamitas

21 Los varones de Israel habían jurado en Mizpa, diciendo: Ninguno de nosotros dará su hija a los de Benjamín por mujer. Y vino el pueblo a la casa de Dios, y se estuvieron allí hasta la noche en presencia de Dios; y alzando su voz hicieron gran llanto, y dijeron: Oh Jehová Dios de Israel, ¿por qué ha sucedido esto en Israel, que falte hoy de Israel una tribu? Y al día siguiente el pueblo se levantó de mañana, y edificaron allí altar, y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz. Y dijeron los hijos de Israel: ¿Quién de todas las tribus de Israel no subió a la reunión delante de Jehová? Porque se había hecho gran juramento contra el que no subiese a Jehová en Mizpa, diciendo: Sufrirá la muerte. Y los hijos de Israel se arrepintieron a causa de Benjamín su hermano, y dijeron: Cortada es hoy de Israel una tribu. ¿Qué haremos en cuanto a mujeres para los que han quedado? Nosotros hemos jurado por Jehová que no les daremos nuestras hijas por mujeres.

Y dijeron: ¿Hay alguno de las tribus de Israel que no haya subido a Jehová en Mizpa? Y hallaron que ninguno de Jabes-galaad había venido al campamento, a la reunión. Porque fue contado el pueblo, y no hubo allí varón de los moradores de Jabes-galaad. 10 Entonces la congregación envió allá a doce mil hombres de los más valientes, y les mandaron, diciendo: Id y herid a filo de espada a los moradores de Jabes-galaad, con las mujeres y niños. 11 Pero haréis de esta manera: mataréis a todo varón, y a toda mujer que haya conocido ayuntamiento de varón. 12 Y hallaron de los moradores de Jabes-galaad cuatrocientas doncellas que no habían conocido ayuntamiento de varón, y las trajeron al campamento en Silo, que está en la tierra de Canaán.

13 Toda la congregación envió luego a hablar a los hijos de Benjamín que estaban en la peña de Rimón, y los llamaron en paz. 14 Y volvieron entonces los de Benjamín, y les dieron por mujeres las que habían guardado vivas de las mujeres de Jabes-galaad; mas no les bastaron estas. 15 Y el pueblo tuvo compasión de Benjamín, porque Jehová había abierto una brecha entre las tribus de Israel.

16 Entonces los ancianos de la congregación dijeron: ¿Qué haremos respecto de mujeres para los que han quedado? Porque fueron muertas las mujeres de Benjamín. 17 Y dijeron: Tenga Benjamín herencia en los que han escapado, y no sea exterminada una tribu de Israel. 18 Pero nosotros no les podemos dar mujeres de nuestras hijas, porque los hijos de Israel han jurado diciendo: Maldito el que diere mujer a los benjamitas. 19 Ahora bien, dijeron, he aquí cada año hay fiesta solemne de Jehová en Silo, que está al norte de Bet-el, y al lado oriental del camino que sube de Bet-el a Siquem, y al sur de Lebona. 20 Y mandaron a los hijos de Benjamín, diciendo: Id, y poned emboscadas en las viñas, 21 y estad atentos; y cuando veáis salir a las hijas de Silo a bailar en corros, salid de las viñas, y arrebatad cada uno mujer para sí de las hijas de Silo, e idos a tierra de Benjamín. 22 Y si vinieren los padres de ellas o sus hermanos a demandárnoslas, nosotros les diremos: Hacednos la merced de concedérnoslas, pues que nosotros en la guerra no tomamos mujeres para todos; además, no sois vosotros los que se las disteis, para que ahora seáis culpados. 23 Y los hijos de Benjamín lo hicieron así; y tomaron mujeres conforme a su número, robándolas de entre las que danzaban; y se fueron, y volvieron a su heredad, y reedificaron las ciudades, y habitaron en ellas. 24 Entonces los hijos de Israel se fueron también de allí, cada uno a su tribu y a su familia, saliendo de allí cada uno a su heredad.

25 En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía.(A)

La supervivencia de la tribu de Benjamín

21 Los hombres de Israel habían hecho este juramento en Mizpa: «Ninguno de nosotros dará su hija a los de Benjamín por mujer.»

Pero luego fue el pueblo a la casa de Dios, y se estuvieron allí hasta la noche en presencia de Dios. Alzando su voz, lloraron mucho:

«Jehová, Dios de Israel, ¿por qué ha sucedido esto en Israel, que falte hoy de Israel una tribu?»

Al día siguiente, el pueblo se levantó de mañana; edificaron allí un altar y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz.

Y se preguntaban: «¿Quién de todas las tribus de Israel no subió a la reunión delante de Jehová?»

Porque se había hecho un gran juramento contra el que no subiera a Jehová en Mizpa, diciendo: «Sufrirá la muerte.»

Los hijos de Israel se arrepintieron a causa de Benjamín, su hermano, y decían: «Eliminada es hoy de Israel una tribu. ¿Cómo daremos mujeres a los que han quedado? Nosotros hemos jurado por Jehová que no les daremos nuestras hijas por mujeres.»

Y preguntaban: «¿Hay alguno de las tribus de Israel que no haya subido a Jehová en Mizpa?»

Entonces se acordaron de que ninguno de Jabes-galaad había venido al campamento, para la reunión. Porque fue contado el pueblo y ninguno de los habitantes de Jabes-galaad respondió. 10 Así que la congregación envió allá a doce mil hombres de los más valientes, y los mandaron, diciendo:

«Id y pasad a filo de espada a los que viven en Jabes-galaad, con las mujeres y los niños. 11 Pero haréis de esta manera: mataréis a todo hombre y a toda mujer que haya conocido ayuntamiento de varón.»

12 Entre los que habitaban en Jabes-galaad hallaron cuatrocientas doncellas que no habían conocido varón, y las trajeron al campamento en Silo, que está en la tierra de Canaán. 13 Toda la congregación envió luego un mensaje a los hijos de Benjamín que estaban en la peña de Rimón, y los llamaron en paz. 14 Volvieron entonces los de Benjamín, y ellos les dieron por mujeres las que habían traído vivas de Jabes-galaad; pero no les bastaron.

15 El pueblo tuvo compasión de Benjamín, porque Jehová había abierto una brecha entre las tribus de Israel. 16 Entonces los ancianos de la congregación se preguntaron: «¿Qué haremos para dar mujeres a los que han quedado?»

Porque habían sido exterminadas las mujeres de Benjamín.

17 Dijeron, pues: «Tenga Benjamín herencia en los que han escapado, para que no sea exterminada una tribu de Israel. 18 Pero nosotros no les podemos dar mujeres de nuestras hijas, porque los hijos de Israel han jurado diciendo: “Maldito el que dé mujer a los benjaminitas.”» 19 Y añadieron: «Ahora bien: Cada año hay una fiesta solemne de Jehová en Silo, que está al norte de Bet-el y al lado oriental del camino que sube de Bet-el a Siquem, y al sur de Lebona.»

20 Mandaron, pues, a los hijos de Benjamín, diciendo:

«Id, poned emboscadas en las viñas 21 y estad atentos. Cuando veáis salir a las hijas de Silo a bailar en corros, salid de las viñas, arrebatad cada uno mujer para sí de las hijas de Silo y luego id a tierra de Benjamín. 22 Si vienen los padres o los hermanos de ellas a demandárnoslas, nosotros les diremos: “Hacednos la merced de concedérnoslas, ya que en la guerra nosotros no tomamos mujeres para todos. Además, no sois vosotros los que se las disteis, para que ahora seáis culpados.”»

23 Los hijos de Benjamín lo hicieron así y tomaron mujeres conforme a su número, robándolas de entre las que danzaban. Luego se fueron, volvieron a su heredad, reedificaron las ciudades y habitaron en ellas.

24 Entonces los hijos de Israel se fueron también de allí, cada uno a su tribu y a su familia, y cada uno salió hacia su heredad. 25 En aquellos días no había rey en Israel y cada cual hacía lo que bien le parecía.

Esposas para los benjamitas

21 Los israelitas habían jurado en Mizpa: «Ninguno de nosotros dará su hija en matrimonio a un benjamita».

El pueblo fue a Betel[a] y allí permanecieron hasta el anochecer, clamando y llorando amargamente en presencia de Dios. «Oh Señor, Dios de Israel —clamaban—, ¿por qué le ha sucedido esto a Israel? ¡Hoy ha desaparecido una de nuestras tribus!».

Al día siguiente el pueblo se levantó de madrugada, construyó allí un altar, y presentaron holocaustos y sacrificios de comunión.

Luego preguntaron los israelitas: «¿Quién de entre todas las tribus de Israel no se presentó a la asamblea del Señor?». Porque habían pronunciado un juramento solemne contra cualquiera que no se presentara ante el Señor en Mizpa, que decía así: «Tendrá que morir».

Los israelitas se afligieron por sus hermanos, los benjamitas. «Hoy ha sido arrancada una tribu de Israel —dijeron ellos—. ¿Cómo podemos proveerles esposas a los que quedan, si ya hemos jurado ante el Señor no darles ninguna de nuestras hijas en matrimonio?». Entonces preguntaron: «¿Cuál de las tribus de Israel no se presentó ante el Señor en Mizpa?». Y resultó que ninguno de Jabés de Galaad había llegado al campamento para la asamblea, porque al pasar revista al pueblo notaron que de los habitantes de Jabés de Galaad no había allí ninguno.

10 Así que la asamblea envió doce mil de los mejores guerreros con la siguiente orden: «Vayan y maten a filo de espada a los habitantes de Jabés de Galaad. Maten también a las mujeres y a los niños. 11 Esto es lo que van a hacer: Exterminarán a todos los hombres y a todas las mujeres que no sean vírgenes». 12 Entre los habitantes de Jabés de Galaad encontraron a cuatrocientas muchachas que no habían tenido relaciones sexuales con ningún hombre y las llevaron al campamento de Siló, que está en la tierra de Canaán.

13 Entonces toda la comunidad envió una oferta de paz a los benjamitas que estaban en la peña de Rimón. 14 En esa ocasión, regresaron los benjamitas y les entregaron las mujeres de Jabés de Galaad que habían dejado con vida. Pero no hubo mujeres para todos.

15 El pueblo todavía se afligía por Benjamín, porque el Señor había dejado un vacío en las tribus de Israel. 16 Y los jefes de la asamblea dijeron: «¿Cómo podemos dar mujeres a los hombres que quedaron, si las mujeres de Benjamín fueron exterminadas? 17 ¡Los sobrevivientes benjamitas deben tener herederos —exclamaron—, para que no sea aniquilada una tribu de Israel! 18 Pero nosotros no podemos darles nuestras hijas como esposas, porque hemos jurado diciendo: “Maldito sea el que dé una mujer a un benjamita”. 19 Pero miren, se acerca la fiesta del Señor que todos los años se celebra en Siló, al norte de Betel, y al este del camino que va de Betel a Siquén, y al sur de Leboná».

20 Así que dieron estas instrucciones a los de Benjamín: «Vayan, escóndanse en los viñedos 21 y estén atentos. Cuando las muchachas de Siló salgan a bailar, salgan ustedes de los viñedos y róbese cada uno de ustedes una de esas muchachas para esposa, y váyase a la tierra de Benjamín. 22 Y si sus padres o sus hermanos vienen a reclamarnos algo, les diremos: “Sean bondadosos con ellos, porque no conseguimos esposas para todos durante la guerra. Además, ustedes son inocentes, ya que no les dieron sus hijas”».

23 Así lo hicieron los de la tribu de Benjamín. Mientras bailaban las muchachas, cada uno de ellos se robó una y se la llevó. Luego regresaron a sus propias tierras, reconstruyeron las ciudades y se establecieron en ellas.

24 Luego de eso los israelitas también se fueron de aquel lugar y regresaron a sus tribus y a sus clanes, cada uno a su propia tierra.

25 En aquella época no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía mejor.

Footnotes

  1. 21:2 Betel. Alt. la casa de Dios.