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Pasado algún tiempo, Sansón se enamoró de una mujer del valle de Sorec, que se llamaba Dalila. Los jefes de los filisteos fueron a verla y le dijeron: «Sedúcelo, para que te revele el secreto de su tremenda fuerza y cómo podemos vencerlo, de modo que lo atemos y lo tengamos sometido. Cada uno de nosotros te dará mil cien monedas de plata».[a]

Dalila le dijo a Sansón:

―Dime el secreto de tu tremenda fuerza, y cómo se te puede atar y dominar.

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Footnotes

  1. 16:5 mil cien monedas de plata. Lit. mil cien [siclos] de plata.