Juan 21:1-19
La Palabra (España)
Conclusión (21,1-25)
Aparición junto al lago
21 Poco después, se apareció Jesús de nuevo a sus discípulos junto al lago de Tiberíades. El hecho ocurrió así: 2 estaban juntos Simón Pedro, Tomás “el Mellizo”, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. 3 Pedro les dijo:
— Me voy a pescar.
Los otros le contestaron:
— Vamos también nosotros contigo.
Salieron, pues, y subieron a la barca; pero aquella noche no lograron pescar nada. 4 Ya amanecía cuando se presentó Jesús a la orilla del lago, aunque los discípulos no lo reconocieron. 5 Jesús les dijo:
— Muchachos, ¿habéis pescado algo?
Ellos contestaron:
— No.
6 Él les dijo:
— Echad la red al lado derecho de la barca y encontraréis pescado.
Así lo hicieron, y la red se llenó de tal cantidad de peces, que apenas podían moverla. 7 El discípulo a quien Jesús tanto quería dijo entonces a Pedro:
— ¡Es el Señor!
Al oír Simón Pedro que era el Señor, se puso la túnica (pues estaba sólo con la ropa de pescar) y se lanzó al agua. 8 Los otros discípulos, como la distancia que los separaba de tierra era sólo de unos cien metros, llegaron a la orilla en la barca, arrastrando la red llena de peces. 9 Cuando llegaron a tierra, vieron un buen rescoldo de brasas, con un pescado sobre ellas, y pan. 10 Jesús les dijo:
— Traed algunos de los peces que acabáis de pescar.
11 Simón Pedro subió a la barca y sacó a tierra la red llena de peces; en total eran ciento cincuenta y tres peces grandes. Y, a pesar de ser tantos, no se rompió la red. 12 Jesús les dijo:
— Acercaos y comed.
A ninguno de los discípulos se le ocurrió preguntar: “¿Quién eres tú?”, porque sabían muy bien que era el Señor. 13 Jesús, por su parte, se acercó, tomó el pan y se lo repartió; y lo mismo hizo con los peces.
14 Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de haber resucitado.
Jesús y Pedro
15 Terminada la comida, Jesús preguntó a Pedro:
— Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?
Pedro le contestó:
— Sí, Señor, tú sabes que te quiero.
Jesús le dijo:
— Apacienta mis corderos.
16 Jesús volvió a preguntarle:
— Simón, hijo de Juan, ¿me amas?
Pedro respondió:
— Sí, Señor, tú sabes que te quiero.
Jesús le dijo:
— Cuida de mis ovejas.
17 Por tercera vez le preguntó Jesús:
— Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?
Pedro se entristeció al oír que le preguntaba por tercera vez si lo quería, y contestó:
— Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero.
Entonces Jesús le dijo:
— Apacienta mis ovejas.
18 Y añadió:
— Te aseguro que cuando eras más joven, tú mismo te ajustabas la túnica con el cinturón e ibas a donde querías; pero, cuando seas viejo, tendrás que extender los brazos y será otro quien te atará y te conducirá a donde no quieras ir.
19 Jesús se expresó en estos términos para indicar la clase de muerte con la que Pedro daría gloria a Dios. Acto seguido dijo:
— Sígueme.
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