²⁸ ¡Padre, glorifica tu nombre!

Se oyó entonces, desde el cielo, una voz que decía: «Ya lo he glorificado y volveré a glorificarlo». ²⁹ La multitud que estaba allí y que oyó la voz decía que había sido un trueno; otros decían que un ángel le había hablado.

³⁰ —Esa voz no vino por mí, sino por ustedes —dijo Jesús—. ³¹ El juicio de este mundo ha llegado ya y el príncipe de este mundo va a ser expulsado. ³² Pero yo, cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo.

³⁰ Ya no hablaré más con ustedes, porque viene el príncipe de este mundo. Él no tiene ningún dominio sobre mí,

⁴ El dios de este mundo ha cegado la mente de estos incrédulos, para que no vean la luz del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios.

¹⁹ Sabemos que somos hijos de Dios y que el mundo entero está bajo el control del maligno.