Juan 7:11-52

La Biblia de las Américas

¹¹ Por eso los judíos^(A) le buscaban en la fiesta^(B) y decían: ¿Dónde está ese? ¹² Y había mucha murmuración entre la gente acerca de Él. Unos decían: Él es bueno. Otros decían: No, al contrario, extravía a la gente^(C). ¹³ Sin embargo, nadie hablaba abiertamente de Él por miedo a los judíos^(D).

Jesús enseña durante la fiesta

¹⁴ Pero ya a mitad de la fiesta, Jesús subió al templo y se puso a enseñar^(E). ¹⁵ Entonces los judíos^(F) se maravillaban, diciendo: ¿Cómo puede este saber de letras^(G) sin haber estudiado? ¹⁶ Jesús entonces les respondió y dijo: Mi enseñanza^(H) no es mía, sino del que me envió. ¹⁷ Si alguien quiere hacer su voluntad, sabrá si mi enseñanza es de Dios o si hablo de mí mismo^(I). ¹⁸ El que habla de sí mismo busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que le envió^(J), este es verdadero y no hay injusticia en Él. ¹⁹ ¿No os dio Moisés la ley^(K), y sin embargo ninguno de vosotros la cumple^[a]? ¿Por qué procuráis matarme^(L)? ²⁰ La multitud contestó: ¡Tienes un demonio^(M)! ¿Quién procura matarte? ²¹ Respondió Jesús y les dijo: Una sola obra hice^(N) y todos os admiráis. ²² Por eso Moisés os ha dado la circuncisión^(O) (no porque sea de Moisés, sino de los padres^(P)), y en el día de reposo circuncidáis al hombre. ²³ Y si para no violar la ley de Moisés un hombre recibe la circuncisión en el día de reposo^(Q), ¿por qué estáis enojados conmigo porque sané por completo a un hombre en el día de reposo? ²⁴ No juzguéis por la apariencia, sino juzgad con^[b] juicio justo^(R).

²⁵ Entonces algunos de Jerusalén decían: ¿No es este al que procuran matar? ²⁶ Y ved, habla en público y no le dicen nada. ¿No será que en verdad los gobernantes^(S) reconocen que este es el Cristo^[c]? ²⁷ Sin embargo, nosotros sabemos de dónde es este; pero cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde es^(T). ²⁸ Jesús entonces, mientras enseñaba^(U) en el templo, exclamó en alta voz, diciendo: Vosotros me conocéis y sabéis de dónde soy^(V). Yo no he venido por mi propia cuenta^(W), pero el que me envió es verdadero, a quien vosotros no conocéis. ²⁹ Yo le conozco^(X), porque procedo de Él^(Y), y Él me envió^(Z). ³⁰ Procuraban, pues, prenderle^(AA); pero nadie le echó mano porque todavía no había llegado su hora^(AB). ³¹ Pero muchos de la multitud creyeron en Él^(AC), y decían: Cuando el Cristo^[d](AD) venga, ¿acaso hará más señales^[e](AE) que las que este ha hecho? ³² Los fariseos oyeron a la multitud murmurando estas cosas acerca de Él, y los principales sacerdotes y los fariseos enviaron alguaciles^(AF) para que le prendieran^(AG). ³³ Entonces Jesús dijo: Por un poco más de tiempo estoy con vosotros^(AH); después voy al que me envió^(AI). ³⁴ Me buscaréis y no me hallaréis; y donde yo esté, vosotros no podéis ir^(AJ). ³⁵ Decían entonces los judíos^(AK) entre sí: ¿Adónde piensa irse este^(AL) que no le hallemos? ¿Será acaso que quiere irse a la dispersión^(AM) entre los griegos^(AN) y enseñar a los griegos? ³⁶ ¿Qué quiere decir esto que ha dicho: «Me buscaréis y no me hallaréis; y donde yo esté, vosotros no podéis ir^(AO)»?

La gran invitación

³⁷ Y en el último día, el gran día de la fiesta^(AP), Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz, diciendo: Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba^[f](AQ). ³⁸ El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: «De lo más profundo de su ser^[g] brotarán ríos de agua^(AR) viva^(AS)». ³⁹ Pero Él decía esto del Espíritu^(AT), que los que habían creído en Él habían de recibir; porque el Espíritu no había sido dado todavía^[h](AU), pues Jesús aún no había sido glorificado^(AV). ⁴⁰ Entonces algunos de la multitud, cuando oyeron estas palabras, decían: Verdaderamente este es el Profeta^(AW). ⁴¹ Otros decían: Este es el Cristo^[i]. Pero otros decían: ¿Acaso el Cristo^[j] ha de venir de Galilea^(AX)? ⁴² ¿No ha dicho la Escritura que el Cristo viene de la descendencia de David, y de Belén^(AY), la aldea de donde era David? ⁴³ Así que se suscitó una división^(AZ) entre la multitud por causa de Él. ⁴⁴ Y algunos de ellos querían prenderle, pero nadie le echó mano^(BA).

Los alguaciles confundidos

⁴⁵ Entonces los alguaciles^(BB) vinieron a los principales sacerdotes y fariseos, y estos les dijeron: ¿Por qué no le trajisteis? ⁴⁶ Los alguaciles^(BC) respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre habla^(BD)! ⁴⁷ Entonces los fariseos les contestaron: ¿Es que también vosotros os habéis dejado engañar^(BE)? ⁴⁸ ¿Acaso ha creído en Él alguno de los gobernantes^(BF), o de los fariseos? ⁴⁹ Pero esta multitud que no conoce de la ley, maldita es. ⁵⁰ Nicodemo^(BG), el que había venido a Jesús^[k] antes, y que era uno de ellos, les dijo*: ⁵¹ ¿Acaso juzga nuestra ley a un hombre a menos que le oiga primero^(BH) y sepa lo que hace? ⁵² Respondieron y le dijeron: ¿Es que tú también eres de Galilea^(BI)? Investiga, y verás que ningún profeta surge de Galilea.