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¿Cómo puede el hombre
    declararse inocente ante Dios?
¿Cómo puede alegar pureza
    quien ha nacido de mujer?
Si a sus ojos no tiene brillo la luna,
    ni son puras las estrellas,
mucho menos el hombre, simple gusano;
    ¡mucho menos el hombre, miserable lombriz!»

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