Jeremías 31:29-37
La Biblia de las Américas
29 En aquellos días no dirán más:
30 sino que cada cual por su propia iniquidad(B) morirá; los dientes de todo hombre que coma uvas agrias tendrán dentera[b]. 31 He aquí, vienen días —declara el Señor— en que haré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto(C), 32 no como el pacto(D) que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra(E) de Egipto, mi pacto que ellos rompieron(F), aunque fui un esposo para ellos —declara el Señor; 33 porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días —declara el Señor—. Pondré mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré(G); y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo(H). 34 Y no tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo(I) y cada cual a su hermano, diciendo: «Conoce al Señor», porque todos me conocerán(J), desde el más pequeño de ellos hasta el más grande —declara el Señor— pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado(K).
35 Así dice el Señor,
el que da el sol para luz del día,
y las leyes[c] de la luna y de las estrellas para luz de la noche(L),
el que agita el mar para que bramen sus olas;
el Señor de los ejércitos es su nombre(M):
36 Si se apartan estas leyes[d](N)
de mi presencia —declara el Señor—
también la descendencia de Israel dejará
de ser nación en mi presencia para siempre[e](O).
37 Así dice el Señor:
Si los cielos arriba pueden medirse,
y explorarse abajo los cimientos de la tierra(P),
también yo desecharé toda la descendencia de Israel
por todo lo que hicieron —declara el Señor(Q).
Footnotes
- Jeremías 31:29 O, están embotados
- Jeremías 31:30 O, estarán embotados
- Jeremías 31:35 Lit., los estatutos
- Jeremías 31:36 Lit., los estatutos
- Jeremías 31:36 Lit., todos los días