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14 Jeremías respondió:

—¡No es verdad, no me voy a pasar a los caldeos!

Pero Irías no lo escuchó, sino que lo arrestó y lo llevó ante los funcionarios. 15 Éstos se pusieron furiosos con Jeremías, y mandaron que lo golpearan y lo encarcelaran en la casa de Jonatán, el cronista, la cual habían convertido en cárcel. 16 Jeremías fue a parar al calabozo del sótano, donde estuvo mucho tiempo.

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