Jueces 15-17
La Biblia de las Américas
Las zorras incendiarias
15 Después de algún tiempo, en los días de la siega del trigo, sucedió que Sansón visitó a su mujer con un cabrito(A), y dijo: Llegaré a mi mujer en su recámara. Pero el padre de ella no lo dejó entrar. 2 Y el padre[a] dijo: Realmente pensé que la odiabas intensamente y se la di a tu compañero(B). ¿No es su hermana menor más hermosa[b] que ella? Te ruego que la tomes en su lugar. 3 Entonces Sansón le[c] respondió: Esta vez no tendré culpa en cuanto a los filisteos cuando les haga daño. 4 Y Sansón fue y capturó trescientas zorras, tomó antorchas, juntó las zorras cola con cola y puso una antorcha en medio de cada dos colas. 5 Después de prender fuego a las antorchas, soltó las zorras[d] en los sembrados de los filisteos, quemando la mies recogida, la mies en pie, y además las viñas y los olivares. 6 Entonces los filisteos dijeron: ¿Quién hizo esto? Y les respondieron: Sansón, el yerno del timnateo, porque este tomó a su mujer y se la dio a su compañero. Y los filisteos vinieron y la quemaron a ella y a su padre(C). 7 Y Sansón les dijo: Ya que actuáis así, ciertamente me vengaré de vosotros, y después de eso, cesaré[e]. 8 Y sin piedad los hirió[f] con gran mortandad; y descendió y habitó en la hendidura de la peña de Etam.
La quijada de asno
9 Subieron los filisteos y acamparon en Judá, y se esparcieron por Lehi. 10 Y los hombres de Judá dijeron: ¿Por qué habéis subido contra nosotros? Y ellos dijeron: Hemos subido para prender a Sansón a fin de hacerle como él nos ha hecho. 11 Tres mil hombres de Judá descendieron a la hendidura de la peña de Etam, y dijeron a Sansón: ¿No sabes que los filisteos reinan sobre nosotros(D)? ¿Qué, pues, es esto que nos has hecho? Y él les dijo: Como ellos me hicieron, así les he hecho. 12 Y ellos le dijeron: Hemos descendido para prenderte y entregarte en manos de los filisteos. Y Sansón les dijo: Juradme que no me mataréis[g]. 13 Ellos le respondieron[h]: No, sino que te ataremos bien y te entregaremos en sus manos; ciertamente no te mataremos. Entonces lo ataron con dos sogas nuevas y lo sacaron de la peña.
14 Al llegar él a Lehi, los filisteos salieron a su encuentro gritando. Y el Espíritu del Señor vino[i] sobre él(E) con poder, y las sogas que estaban en sus brazos fueron como lino quemado con fuego y las ataduras cayeron[j] de sus manos. 15 Y halló una quijada de asno fresca aún, y extendiendo su mano, la tomó y mató[k] a mil hombres con ella(F). 16 Entonces Sansón dijo:
Con la quijada de un asno,
montones sobre montones[l],
con la quijada de un asno
he matado[m] a mil hombres.
17 Y[n] al terminar de hablar, arrojó la quijada de su mano, y llamó a aquel lugar Ramat-lehi[o]. 18 Después sintió una gran sed, y clamando al Señor(G), dijo: Tú has dado esta gran liberación por mano de tu siervo, y ahora, ¿moriré yo[p] de sed y[q] caeré en manos de los incircuncisos? 19 Y abrió Dios la cuenca que está en Lehi y salió agua de ella. Cuando bebió, recobró sus fuerzas[r] y se reanimó(H). Por eso llamó a aquel lugar[s] En-hacore[t], el cual está en Lehi hasta el día de hoy. 20 Sansón juzgó a Israel veinte años(I) en los días de los filisteos(J).
Sansón y Dalila
16 Y Sansón fue a Gaza(K), y allí vio a una ramera y se llegó a ella. 2 Entonces fue dicho[u] a los de Gaza: Sansón ha venido acá. Y ellos cercaron el lugar y se apostaron a la puerta de la ciudad toda la noche, acechándolo(L). Y estuvieron callados toda la noche, diciendo: Esperemos hasta que amanezca[v], entonces lo mataremos. 3 Pero Sansón permaneció acostado hasta la medianoche, y a la medianoche se levantó, y tomando las puertas de la ciudad con los dos postes, las arrancó junto con las trancas; entonces se las echó sobre los hombros y las llevó hasta la cumbre del monte que está frente a Hebrón.
4 Después de esto sucedió que se enamoró de una mujer del[w] valle de Sorec, que se llamaba Dalila. 5 Y los príncipes de los filisteos(M) fueron a ella y le dijeron: Persuádelo(N), y ve dónde está su gran fuerza, y cómo[x] podríamos dominarlo para atarlo y castigarlo[y]. Entonces cada uno de nosotros te dará mil cien piezas de plata. 6 Dijo, pues, Dalila a Sansón: Te ruego que me declares dónde está tu gran fuerza y cómo[z] se te puede atar para castigarte[aa]. 7 Y Sansón le dijo: Si me atan con siete cuerdas frescas que no se hayan secado, me debilitaré y seré como cualquier otro hombre. 8 Los príncipes de los filisteos le llevaron siete cuerdas frescas que no se habían secado, y Dalila lo ató con ellas. 9 Y tenía ella hombres al acecho en un aposento interior. Entonces le dijo: ¡Sansón, los filisteos se te echan encima[ab]! Pero él rompió las cuerdas como se rompe un hilo de estopa cuando toca[ac] el fuego. Y no se descubrió el secreto de su fuerza.
10 Entonces Dalila dijo a Sansón: Mira, me has engañado y me has dicho mentiras; ahora pues, te ruego que me declares cómo[ad] se te puede atar. 11 Y él le respondió: Si me atan fuertemente con sogas nuevas que no se hayan usado[ae], me debilitaré y seré como cualquier otro hombre. 12 Dalila tomó sogas nuevas, lo ató con ellas, y le dijo: ¡Sansón, los filisteos se te echan encima[af]! Pues los hombres estaban al acecho en el aposento interior. Pero él rompió las sogas[ag] de sus brazos como un hilo.
13 Entonces Dalila dijo a Sansón: Hasta ahora me has engañado y me has dicho mentiras; declárame, ¿cómo[ah] se te puede atar? Y él le dijo: Si tejes siete trenzas de mi cabellera[ai] con la tela [aj]y la aseguras con una clavija, entonces me debilitaré y seré como cualquier otro hombre. 14 Y mientras él dormía Dalila tomó las siete trenzas de su cabellera[ak] y las tejió con la tela, y la aseguró con la clavija, y le dijo: ¡Sansón, los filisteos se te echan encima[al]! Pero él despertó de su sueño y arrancó la clavija del telar y la tela.
15 Entonces ella le dijo: ¿Cómo puedes decir: «Te quiero», cuando tu corazón no está conmigo(O)? Me has engañado estas tres veces y no me has declarado dónde reside tu gran fuerza. 16 Y[am] como ella le presionaba diariamente con sus palabras y le apremiaba, su alma se angustió hasta[an] la muerte. 17 Él le reveló[ao], pues, todo lo que había en su corazón, diciéndole: Nunca ha pasado navaja sobre mi cabeza, pues he sido nazareo para Dios desde el vientre de mi madre(P). Si me cortan el cabello[ap], mi fuerza me dejará y me debilitaré y seré como cualquier otro hombre.
18 Viendo Dalila que él le había declarado todo lo que había en su corazón, mandó llamar a los príncipes de los filisteos, diciendo: Venid una vez más, porque él me ha declarado todo lo que hay en su corazón. Entonces los príncipes de los filisteos vinieron a ella y trajeron el dinero en sus manos. 19 Y ella lo hizo dormir sobre sus rodillas, y mandó llamar a un hombre que le rasuró las siete trenzas de su cabellera[aq]. Luego ella comenzó a afligirlo y su fuerza lo dejó. 20 Ella entonces dijo: ¡Sansón, los filisteos se te echan encima[ar]! Y él despertó de su sueño, y dijo: Saldré como las otras veces y escaparé[as]. Pero no sabía que el Señor se había apartado de él(Q). 21 Los filisteos lo prendieron y le sacaron los ojos; y llevándolo a Gaza, lo ataron con cadenas de bronce y lo pusieron a girar el molino[at] en la prisión. 22 Pero el cabello de su cabeza comenzó a crecer de nuevo después de rasurado.
23 Y los príncipes de los filisteos se reunieron para ofrecer un gran sacrificio a su dios Dagón(R), y para regocijarse, pues decían:
Nuestro dios ha entregado a nuestro enemigo Sansón en nuestras manos.
24 Y cuando la gente lo vio, alabaron a su dios(S), pues decían:
Nuestro dios ha entregado en nuestras manos a nuestro enemigo(T),
al que asolaba nuestra tierra,
y multiplicaba nuestros muertos.
25 Y sucedió que cuando estaban alegres[au], dijeron: Llamad a Sansón para que nos divierta. Llamaron, pues, a Sansón de la cárcel, y él los divertía[av]. Y lo pusieron de pie entre las columnas. 26 Entonces Sansón dijo al muchacho que lo tenía de la mano: Déjame palpar las columnas sobre las que el edificio[aw] descansa, para apoyarme en ellas. 27 Y el edificio estaba lleno de hombres y mujeres, y todos los príncipes de los filisteos estaban allí. Y sobre la azotea había como tres mil hombres y mujeres mirando mientras Sansón los divertía.
28 Sansón invocó al Señor(U) y dijo: Señor Dios[ax], te ruego que te acuerdes de mí, y te suplico que me des fuerzas solo esta vez, oh Dios, para vengarme ahora de los filisteos por mis dos ojos(V). 29 Y Sansón asió las dos columnas del medio sobre las que el edificio descansaba y se apoyó contra ellas, con su mano derecha sobre una y con su mano izquierda sobre la otra. 30 Y dijo Sansón: ¡Muera yo con los filisteos! Y se inclinó con todas sus fuerzas y el edificio se derrumbó sobre los príncipes y sobre todo el pueblo que estaba en él. Así que los[ay] que mató al morir fueron más que los que había matado durante su vida. 31 Entonces descendieron sus hermanos y toda la casa de su padre, y tomándolo, lo llevaron y lo sepultaron entre Zora y Estaol en la tumba de Manoa, su padre. Él había juzgado a Israel veinte años(W).
Idolatría de Micaía
17 Había un hombre de la región montañosa de Efraín, llamado Micaía. 2 Y él dijo a su madre: Las mil cien piezas de plata que te quitaron, acerca de las cuales proferiste una maldición a mis oídos[az], he aquí, la plata está en mi poder[ba]; yo la tomé. Y su madre dijo: Bendito sea mi hijo por el Señor. 3 Entonces él devolvió las mil cien piezas de plata a su madre, y su madre dijo: Yo de corazón[bb] dedico la plata de mi mano al Señor por mi hijo, para hacer una imagen tallada y una de fundición(X); ahora, por tanto, yo te las[bc] devuelvo. 4 Cuando él devolvió la plata a su madre, su madre tomó doscientas piezas de plata y se las dio al platero que las[bd] convirtió en una imagen tallada y una de fundición, y quedaron[be] en casa de Micaía. 5 Y este hombre Micaía tenía un santuario[bf](Y), e hizo un efod e ídolos domésticos[bg](Z), y consagró a[bh] uno de sus hijos para que fuera su sacerdote(AA). 6 En aquellos días no había rey en Israel(AB); cada uno hacía lo que a sus ojos le parecía(AC) bien.
7 Y había un joven de Belén de Judá(AD), de la familia de Judá, que era levita y forastero allí. 8 Y el hombre salió de la ciudad, de Belén de Judá, para residir donde encontrara lugar; y mientras proseguía[bi] su camino, llegó a la región montañosa de Efraín(AE), a la casa de Micaía. 9 Y Micaía le dijo: ¿De dónde vienes? Y él le respondió: Soy un levita de Belén de Judá; y voy a residir donde encuentre lugar. 10 Entonces Micaía le dijo: Quédate conmigo y sé padre y sacerdote para mí(AF), y yo te daré diez piezas de plata por año[bj], el[bk] vestido y la comida. Y el levita entró[bl]. 11 Consintió el levita en quedarse con el hombre; y el joven fue para él como uno de sus hijos. 12 Micaía consagró al[bm] levita, y el joven vino a ser su sacerdote(AG), y moró[bn] en la casa de Micaía. 13 Y Micaía dijo: Ahora sé que el Señor me prosperará, porque tengo un levita por sacerdote.
Notas al pie
- Jueces 15:2 Lit., el padre de ella
- Jueces 15:2 Lit., mejor
- Jueces 15:3 Lit., les
- Jueces 15:5 Lit., las soltó
- Jueces 15:7 I.e., de tomar venganza
- Jueces 15:8 Lit., Y les hirió la pierna sobre el muslo
- Jueces 15:12 Lit., caeréis sobre mí
- Jueces 15:13 Lit., le dijeron, diciendo
- Jueces 15:14 Lit., cayó
- Jueces 15:14 Lit., se derritieron
- Jueces 15:15 Lit., e hirió
- Jueces 15:16 Lit., un montón, dos montones
- Jueces 15:16 Lit., herido
- Jueces 15:17 Lit., Y fue que
- Jueces 15:17 I.e., la colina de la quijada
- Jueces 15:18 O, y ahora, yo moriré
- Jueces 15:18 U, o
- Jueces 15:19 Lit., su espíritu
- Jueces 15:19 Lit., lo llamó
- Jueces 15:19 I.e., el manantial del que clamó
- Jueces 16:2 Lit., Diciendo
- Jueces 16:2 Lit., la luz de la mañana
- Jueces 16:4 Lit., en el
- Jueces 16:5 Lit., con qué
- Jueces 16:5 Lit., afligirlo
- Jueces 16:6 Lit., con qué
- Jueces 16:6 Lit., afligirte
- Jueces 16:9 Lit., están sobre ti
- Jueces 16:9 Lit., huele
- Jueces 16:10 Lit., con qué
- Jueces 16:11 Lit., con las que no se ha hecho trabajo
- Jueces 16:12 Lit., están sobre ti
- Jueces 16:12 Lit., las rompió
- Jueces 16:13 Lit., con qué
- Jueces 16:13 Lit., cabeza
- Jueces 16:13 Las palabras: y la aseguras...con la tela (vers. 14), están en la sept., pero no en ningún ms. heb.
- Jueces 16:14 Lit., cabeza
- Jueces 16:14 Lit., están sobre ti
- Jueces 16:16 Lit., Y fue que
- Jueces 16:16 Lit., impacientó hasta el punto de
- Jueces 16:17 O, descubrió
- Jueces 16:17 Lit., fuera rapado
- Jueces 16:19 Lit., cabeza
- Jueces 16:20 Lit., están sobre ti
- Jueces 16:20 Lit., me soltaré
- Jueces 16:21 Lit., fue molinero
- Jueces 16:25 Lit., el corazón de ellos estaba alegre
- Jueces 16:25 Lit., era objeto de burla
- Jueces 16:26 Lit., la casa, y así en el resto del cap.
- Jueces 16:28 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
- Jueces 16:30 Lit., los muertos
- Jueces 17:2 Lit., y también lo hablaste a mis oídos
- Jueces 17:2 Lit., conmigo
- Jueces 17:3 O, totalmente
- Jueces 17:3 Lit., la
- Jueces 17:4 Lit., la
- Jueces 17:4 Lit., y estaba
- Jueces 17:5 Lit., una casa de dioses
- Jueces 17:5 Heb., terafim
- Jueces 17:5 Lit., llenó la mano de
- Jueces 17:8 Lit., hacía
- Jueces 17:10 Lit., días
- Jueces 17:10 Lit., combinaciones de
- Jueces 17:10 Lit., fue
- Jueces 17:12 Lit., llenó la mano del
- Jueces 17:12 Lit., estuvo