32 Los fariseos oyeron a la multitud murmurando estas cosas acerca de Él, y los principales sacerdotes y los fariseos enviaron alguaciles(A) para que le prendieran(B). 33 Entonces Jesús dijo: Por un poco más de tiempo estoy con vosotros(C); después voy al que me envió(D). 34 Me buscaréis y no me hallaréis; y donde yo esté, vosotros no podéis ir(E). 35 Decían entonces los judíos(F) entre sí: ¿Adónde piensa irse este(G) que no le hallemos? ¿Será acaso que quiere irse a la dispersión(H) entre los griegos(I) y enseñar a los griegos? 36 ¿Qué quiere decir esto que ha dicho: «Me buscaréis y no me hallaréis; y donde yo esté, vosotros no podéis ir(J)»?

La gran invitación

37 Y en el último día, el gran día de la fiesta(K), Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz, diciendo: Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba[a](L). 38 El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: «De lo más profundo de su ser[b] brotarán ríos de agua(M) viva(N)». 39 Pero Él decía esto del Espíritu(O), que los que habían creído en Él habían de recibir; porque el Espíritu no había sido dado todavía[c](P), pues Jesús aún no había sido glorificado(Q). 40 Entonces algunos de la multitud, cuando oyeron estas palabras, decían: Verdaderamente este es el Profeta(R). 41 Otros decían: Este es el Cristo[d]. Pero otros decían: ¿Acaso el Cristo[e] ha de venir de Galilea(S)? 42 ¿No ha dicho la Escritura que el Cristo viene de la descendencia de David, y de Belén(T), la aldea de donde era David? 43 Así que se suscitó una división(U) entre la multitud por causa de Él. 44 Y algunos de ellos querían prenderle, pero nadie le echó mano(V).

Los alguaciles confundidos

45 Entonces los alguaciles(W) vinieron a los principales sacerdotes y fariseos, y estos les dijeron: ¿Por qué no le trajisteis? 46 Los alguaciles(X) respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre habla(Y)! 47 Entonces los fariseos les contestaron: ¿Es que también vosotros os habéis dejado engañar(Z)? 48 ¿Acaso ha creído en Él alguno de los gobernantes(AA), o de los fariseos? 49 Pero esta multitud que no conoce de la ley, maldita es. 50 Nicodemo(AB), el que había venido a Jesús[f] antes, y que era uno de ellos, les dijo*: 51 ¿Acaso juzga nuestra ley a un hombre a menos que le oiga primero(AC) y sepa lo que hace? 52 Respondieron y le dijeron: ¿Es que tú también eres de Galilea(AD)? Investiga, y verás que ningún profeta surge de Galilea. 53 [g]Y cada uno se fue a su casa.

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Notas al pie

  1. Juan 7:37 I.e., que siga viniendo a mí y que siga bebiendo
  2. Juan 7:38 Lit., de su vientre
  3. Juan 7:39 Otros mss. dicen: porque todavía no se había dado el Espíritu Santo
  4. Juan 7:41 I.e., el Mesías
  5. Juan 7:41 I.e., el Mesías
  6. Juan 7:50 Lit., El
  7. Juan 7:53 Los vers. de 7:53 a 8:11, no aparecen en los mss. más antiguos.

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