Add parallel Print Page Options

enseña tu desnudez,
que vean tus vergüenzas.
Me vengaré de forma despiadada,
dice nuestro redentor,
el que se llama Señor del universo,
el Santo de Israel.
Siéntate en silencio, entre tinieblas,
capital de los caldeos,
que no volverán a llamarte
“señora de los reinos”.

Read full chapter