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16 Quema una mitad en el fuego,
asa carne en la lumbre y se sacia;
se calienta y dice: “¡Qué bien;
qué caliente delante del hogar!”.
17 Con el resto fabrica un dios,
que luego adora y reverencia,
y le pide con una oración:
“Sálvame, que eres mi dios”.
18 No saben nada ni entienden,
son sus ojos incapaces de ver,
sus mentes no saben comprender.

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