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Nombre simbólico de un hijo de Isaías

El Señor me dijo: «Toma una tabla grande y escribe en ella, con letras comunes y corrientes: “Maher-salal-hasbaz.” Toma luego como testigos de confianza al sacerdote Urías y a Zacarías, el hijo de Jeberequías.»

Más tarde me uní a la profetisa, mi esposa, y ella quedó encinta y tuvo un niño. Entonces el Señor me dijo: «Ponle por nombre Maher-salal-hasbaz. Porque antes de que el niño sepa decir “papá” y “mamá”, Damasco y Samaria serán saqueadas, y sus riquezas serán llevadas al rey de Asiria.» Y de nuevo me dijo el Señor:

«Ya que por miedo a Resín y al hijo de Remalías
desprecia esta gente el agua de Siloé,
que corre mansamente,
el Señor los va a inundar
con la violenta corriente del río Éufrates
(es decir, el rey de Asiria con todo su poder).
Se desbordará por todos sus canales,
se saldrá por todas las orillas,
pasará hasta Judá y la cubrirá, la inundará,
le llegará hasta el cuello.
Será como un ave con las alas extendidas,
que cubrirá, Emanuel, toda tu tierra.»

Reúnanse, naciones, y llénense de espanto;
escuchen esto, todos los países lejanos:
por más que tomen las armas, quedarán espantados;
sí, por más que tomen las armas, quedarán espantados.
10 Hagan planes, que serán desbaratados;
propongan lo que quieran, que no se realizará,
porque Dios está con nosotros.

Al Señor es a quien hay que temer

11 El Señor me tomó fuertemente con su mano y me advirtió que no siguiera el camino de esta gente. Me dijo: 12 «No llamen ustedes conspiración a todo lo que este pueblo llama conspiración. No se asusten ni tengan miedo por todo lo que a ellos les da miedo. 13 Al Señor todopoderoso es a quien hay que tener por santo; a él es a quien hay que temer; hay que tener miedo en su presencia. 14 Él será para ustedes como una trampa; será la piedra con la que tropezarán, la cual hará caer a los dos reinos de Israel; será como una trampa en la que caerán los habitantes de Jerusalén. 15 Muchos tropezarán, caerán y morirán; muchos caerán en la trampa, y quedarán atrapados.»

Advertencias de Isaías a sus discípulos

16 Guarden bien este mensaje;
mantengan ocultas estas instrucciones, estas enseñanzas mías.
17 Aunque el Señor se oculta del pueblo de Jacob,
yo confío en él.
En él he puesto mi esperanza.
18 Yo y los hijos que me dio el Señor
somos señales milagrosas para Israel,
puestas por el Señor todopoderoso
que vive en el monte Sión.
19 Sin duda la gente les dirá a ustedes:
«Consulten a los espíritus de los muertos
y a esos adivinos que cuchichean y susurran.
¿Acaso no debe un pueblo consultar a sus dioses,
y pedir consejo a los muertos acerca de los vivos
20 para recibir una instrucción o un mensaje?»
Sin duda que hablarán así,
pero lo que dicen es una tontería.

21 La gente irá de una parte a otra,
oprimida y con hambre,
y por el hambre se pondrán furiosos.
Maldecirán a su rey y a sus dioses.
Volverán la cara hacia arriba
22 y después mirarán al suelo,
y no encontrarán más que miseria y oscuridad,
tinieblas y angustia.
Todo lo cubrirá la noche.

Sea Jehová vuestro temor

Me dijo Jehová:

—Toma una tabla grande y escribe en ella con caracteres legibles tocante a Maher-salal-hasbaz.

Y junté conmigo por testigos fieles al sacerdote Urías y a Zacarías hijo de Jeberequías. Me llegué a la profetisa, la cual concibió y dio a luz un hijo. Y me dijo Jehová: «Ponle por nombre Maher-salal-hasbaz. Porque antes que el niño sepa decir “padre mío” y “madre mía”, será quitada la riqueza de Damasco y los despojos de Samaria delante del rey de Asiria.»

Otra vez volvió Jehová a hablarme, diciendo:

«Por cuanto desechó este pueblo
las aguas de Siloé, que corren mansamente,
y se regocijó con Rezín y con el hijo de Remalías,
he aquí, por tanto, que el Señor hace subir sobre ellos
aguas de ríos, impetuosas y abundantes:
al rey de Asiria con todo su poder.
Él rebasará todos sus ríos
y desbordará sobre todas sus riberas;
y, pasando por Judá, inundará y seguirá creciendo
hasta llegar a la garganta.
Luego, extendiendo sus alas,
llenará la anchura de tu tierra, Emanuel.

»Reuníos, pueblos, y seréis quebrantados.
Oíd, todos los que sois de lejanas tierras:
ceñíos, y seréis quebrantados;
preparaos, y seréis quebrantados.
10 Haced planes, y serán anulados;
proferid palabra, y no será firme,
porque Dios está con nosotros.»

11 Porque Jehová me habló de esta manera con mano fuerte y me advirtió que no caminara por el camino de este pueblo, diciendo: 12 «No llaméis conspiración a todas las cosas que este pueblo llama conspiración, ni temáis lo que ellos temen, ni tengáis miedo. 13 A Jehová de los ejércitos, a él santificad; sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo. 14 Entonces él será por santuario; pero a las dos casas de Israel, por piedra para tropezar, por tropezadero para caer y por lazo y red al morador de Jerusalén. 15 Muchos de entre ellos tropezarán, caerán y serán quebrantados; se enredarán y serán apresados.

16 »Ata el testimonio,
sella la instrucción entre mis discípulos.

17 »Esperaré, pues, a Jehová,
el cual escondió su rostro de la casa de Jacob.
En él confiaré.
18 He aquí que yo y los hijos
que me dio Jehová
somos por señales y presagios en Israel,
de parte de Jehová de los ejércitos,
que mora en el monte Sión.
19 Si os dicen:
“Preguntad a los encantadores
y a los adivinos,
que susurran hablando”,
responded:
“¿No consultará el pueblo a su Dios?
¿Consultará a los muertos por los vivos?”
20 ¡A la ley y al testimonio!
Si no dicen conforme a esto,
es porque no les ha amanecido.

21 »Pasarán por la tierra fatigados y hambrientos,
y acontecerá que, a causa del hambre,
se enojarán y maldecirán a su rey y a su Dios,
levantando el rostro con altivez.
22 Y mirarán a la tierra,
y he aquí tribulación y tinieblas,
oscuridad y angustia;
y quedarán sumidos en las tinieblas.»