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(8.23a) Y el oprimido no podrá escapar.

Nacimiento y reinado del Príncipe de la paz

1b (8.23b) Al principio Dios humilló a Galilea, tierra de Zabulón y de Neftalí, región vecina a los paganos, que se extiende desde el otro lado del Jordán hasta la orilla del mar; pero después le concedió mucho honor.

(1) El pueblo que andaba en la oscuridad
vio una gran luz;
una luz ha brillado
para los que vivían en tinieblas.
(2) Señor, has traído una gran alegría;
muy grande es el gozo.
Todos se alegran delante de ti como en tiempo de cosecha,
como se alegran los que se reparten grandes riquezas.
(3) Porque tú has deshecho
la esclavitud que oprimía al pueblo,
la opresión que lo afligía,
la tiranía a que estaba sometido.
Fue como cuando destruiste a Madián.
(4) Las botas que hacían resonar los soldados
y los vestidos manchados de sangre
serán quemados, destruidos por el fuego.
(5) Porque nos ha nacido un niño,
Dios nos ha dado un hijo,
al cual se le ha concedido el poder de gobernar.
Y le darán estos nombres:
Admirable en sus planes, Dios invencible,
Padre eterno, Príncipe de la paz.
(6) Se sentará en el trono de David;
extenderá su poder real a todas partes
y la paz no se acabará;
su reinado quedará bien establecido,
y sus bases serán la justicia y el derecho
desde ahora y para siempre.
Esto lo hará el ardiente amor del Señor todopoderoso.

Ira del Señor contra el reino de Israel

(7) El Señor ha enviado un mensaje a Israel,
al pueblo de Jacob;
(8) todo el pueblo de Efraín, que vive en Samaria,
lo ha entendido.
Ellos dicen con orgullo y altanería:
10 (9) «Se han caído los ladrillos,
pero vamos a construir con piedra.
Han cortado las vigas de sicómoro,
pero las vamos a cambiar por madera de cedro.»
11 (10) El Señor ha hecho venir terribles enemigos;
él mismo les ha ordenado atacar.
12 (11) Por el oriente los sirios,
por el occidente los filisteos.
De un bocado se tragaron a Israel.
Y, sin embargo, la ira del Señor no se ha calmado;
él sigue amenazando todavía.

13 (12) Pero el pueblo no se volvió a Dios, que lo castigaba;
no buscó al Señor todopoderoso.
14 (13) Entonces el Señor trató al reino de Israel
como quien corta a un animal la cola y la cabeza,
como quien derriba palmeras y juncos por igual.
¡Todo esto en un solo día!
15 (14) (La cabeza representa a los ancianos y los jefes,
la cola a los profetas que enseñan mentiras.)
16 (15) Los jefes han extraviado a este pueblo,
y los que buscaban un guía se perdieron.
17 (16) Por eso el Señor no tuvo compasión de los jóvenes,
ni misericordia de los huérfanos y las viudas.
Porque el pueblo entero es impío y perverso
y todos dicen disparates.
Y sin embargo la ira del Señor no se ha calmado;
él sigue amenazando todavía.

18 (17) La maldad hace estragos
como un incendio que devora espinos y matorrales
y quema luego los árboles del bosque,
y los lanza por los aires entre torbellinos de humo.
19-20 (18-19) Por la ira del Señor todopoderoso
el país está incendiado,
el fuego destruye al pueblo;
se comen la carne de sus propios hijos
y no tienen compasión de sus hermanos.
Aquí hay uno que engulle y queda con hambre,
allá hay otro que come y no se siente satisfecho.
21 (20) Manasés destruye a Efraín, Efraín a Manasés,
y ambos se lanzan contra Judá.
Y sin embargo la ira del Señor no se ha calmado;
él sigue amenazando todavía.

10 ¡Ay de ustedes, que dictan leyes injustas
y publican decretos intolerables,
que no hacen justicia a los débiles
ni reconocen los derechos de los pobres de mi pueblo,
que explotan a las viudas
y roban a los huérfanos!
¿Qué harán ustedes cuando tengan que rendir cuentas,
cuando vean venir de lejos el castigo?
¿A quién acudirán pidiendo ayuda?
¿En dónde dejarán sus riquezas?
Si no son humillados y llevados presos,
caerán con los que mueran asesinados.
Y sin embargo la ira del Señor no se ha calmado;
él sigue amenazando todavía.

Dios se vale de Asiria para el castigo

«¡El rey de Asiria!
Él es el palo con que yo en mi ira castigo,
la vara que uso cuando me enojo.
Lo mando a atacar a un pueblo impío,
a una nación que me ofende,
para que la robe y le quite sus riquezas,
para que la pisotee como al barro de las calles.
Pero el rey de Asiria no piensa así,
ni es eso lo que él se propone.
No piensa más que en destruir
y en acabar con muchas naciones.
Dice: “Todos los reyes son jefes a mis órdenes.
Para mí son iguales las ciudades de Calnó y de Carquemis,
Hamat igual que Arpad,
Samaria lo mismo que Damasco.
10 Me he encontrado naciones con muchos dioses,
con más ídolos que los de Jerusalén y Samaria.
11 Pues bien, lo que hice con Samaria y sus dioses,
¿no seré capaz de hacerlo con Jerusalén y sus ídolos?”»

12 Cuando el Señor haya hecho todo lo que tiene que hacer
en el monte Sión y en Jerusalén,
castigará al rey de Asiria
por esta obra de su orgullo,
y por su altanería y arrogancia.

13 El rey de Asiria ha dicho:
«Yo lo he hecho con mi propia fuerza;
yo soy inteligente, y he hecho los planes.
Yo he cambiado las fronteras de las naciones,
me he apoderado de sus riquezas,
y, como un valiente, he derribado a los reyes.
14 He puesto mi mano en las riquezas de los pueblos,
me he apoderado de toda la tierra
como quien toma de un nido unos huevos abandonados,
y no hubo nadie que moviera las alas,
nadie que abriera el pico y chillara.»

15 Pero, ¿acaso puede el hacha
creerse más importante que el que la maneja?,
¿la sierra más que el que la mueve?
¡Como si el bastón, que no es más que un palo,
fuera el que moviera al hombre que lo lleva!

16 Por eso, el Señor todopoderoso
va a dejar sin fuerzas a esos que son tan robustos,
y hará que les arda el cuerpo con el fuego de la fiebre.
17 El Dios Santo, luz de Israel,
se convertirá en llama de fuego,
y en un día quemará y destruirá
todos los espinos y matorrales que hay en el país.
18 Destruirá completamente
la belleza de sus bosques y sus huertos.
Los dejará como un enfermo que ya no tiene fuerzas.
19 Y serán tan pocos los árboles que queden en el bosque,
que hasta un niño los podrá contar.
20 En ese tiempo
los pocos que hayan quedado de Israel,
aquellos del pueblo de Jacob que se hayan salvado,
no volverán a apoyarse en el que los destruyó
sino que se apoyarán firmemente
en el Señor, el Dios Santo de Israel.
21 Unos cuantos del pueblo de Jacob
se volverán hacia el Dios invencible.
22 Aunque tu pueblo, Israel, sea tan numeroso
como los granos de arena del mar,
sólo unos cuantos volverán.
La destrucción está decidida
y se hará justicia por completo.
23 Porque el Señor todopoderoso
ha decidido la destrucción
y la va a llevar a cabo en todo el país.

24 El Señor todopoderoso dice así:

«Pueblo mío, que vives en Sión,
no tengas miedo a los asirios,
aunque te golpeen con su vara
y levanten su bastón contra ti
como hicieron los egipcios.
25 Porque dentro de muy poco tiempo
va a llevarse a cabo el castigo,
y mi ira los destruirá.
26 El Señor todopoderoso los castigará
como cuando derrotó a Madián
en la roca de Oreb,
y mostrará su poder contra Asiria
como cuando lo mostró contra Egipto.
27 En ese día se te quitará
la carga que han puesto sobre tus espaldas,
y será quebrado el yugo que te han puesto en la nuca.»

El avance de los asirios

El invasor viene por Rimón,
28 llega a Aiat,
pasa por Migrón,
deja la carga en Micmás,
29 cruza el paso del torrente,
acampa en Gueba;
Ramá se llena de terror,
Guibeá de Saúl sale huyendo.
30 ¡Da gritos, Bat-galim!
¡Óyelos, Laisa!
¡Responde, Anatot!
31 Madmená sale huyendo,
los habitantes de Guebim se esconden.
32 Hoy mismo se detiene el invasor en Nob;
da la señal de atacar el monte Sión,
la colina de Jerusalén.
33 Miren, el Señor todopoderoso
derriba los árboles con fuerza terrible;
los más altos caen cortados,
los más elevados se vienen al suelo.
34 Con un hacha derriba lo más espeso del bosque,
y los árboles más bellos del Líbano se derrumban.

El descendiente de Jesé trae un reinado de paz y justicia

11 De ese tronco que es Jesé, sale un retoño;
un retoño brota de sus raíces.
El espíritu del Señor estará continuamente sobre él,
y le dará sabiduría, inteligencia,
prudencia, fuerza,
conocimiento y temor del Señor.
Él no juzgará por la sola apariencia,
ni dará su sentencia fundándose en rumores.
Juzgará con justicia a los débiles
y defenderá los derechos de los pobres del país.
Sus palabras serán como una vara para castigar al violento,
y con el soplo de su boca hará morir al malvado.
Siempre irá revestido de justicia y verdad.
Entonces el lobo y el cordero vivirán en paz,
el tigre y el cabrito descansarán juntos,
el becerro y el león crecerán uno al lado del otro,
y se dejarán guiar por un niño pequeño.
La vaca y la osa serán amigas,
y sus crías descansarán juntas.
El león comerá pasto, como el buey.
El niño podrá jugar en el hoyo de la cobra,
podrá meter la mano en el nido de la víbora.
En todo mi monte santo
no habrá quien haga ningún daño,
porque así como el agua llena el mar,
así el conocimiento del Señor llenará todo el país.
10 En ese tiempo
el retoño de esta raíz que es Jesé
se levantará como una señal para los pueblos;
las naciones irán en su busca,
y el sitio en que esté será glorioso.

Regreso triunfal de los desterrados

11 En ese tiempo mostrará otra vez el Señor su poder
reconquistando el resto de su pueblo,
haciéndolo volver de Asiria y de Egipto,
de Patros, de Etiopía, de Elam,
de Sinar, de Hamat y de los países del mar.
12 Levantará una señal para las naciones
y reunirá a los israelitas que estaban desterrados;
juntará desde los cuatro puntos cardinales
a la gente de Judá que estaba dispersa.
13 La envidia de Efraín terminará,
y el rencor de Judá se calmará;
Efraín no tendrá envidia de Judá,
y Judá no sentirá rencor contra Efraín.
14 Los dos se lanzarán hacia el occidente contra los filisteos
y les caerán por la espalda;
juntos les quitarán las riquezas a las tribus de oriente.
Su poder llegará hasta Edom y Moab,
y dominarán a los amonitas.
15 El Señor les abrirá un camino por el Mar Rojo,
extenderá su brazo sobre el río Éufrates,
hará soplar un viento terrible
que lo dividirá en siete brazos,
y podrán cruzarlos sin quitarse las sandalias.
16 Cuando ese resto del pueblo del Señor vuelva de Asiria,
encontrará un amplio camino,
como Israel cuando salió de Egipto.

Canto de acción de gracias

12 En ese tiempo dirás:
«Te doy gracias, Señor,
porque aunque estuviste enojado conmigo,
tu ira ya pasó
y me has devuelto la paz.
Dios es quien me salva;
tengo confianza, no temo.
El Señor es mi refugio y mi fuerza,
él es mi salvador.»
También ustedes podrán ir a beber con alegría
en esa fuente de salvación,
y entonces dirán:
«Den gracias e invoquen al Señor,
cuenten a las naciones las cosas que ha hecho,
recuérdenles que él está por encima de todo.
Canten al Señor, porque ha hecho algo grandioso
que debe conocerse en toda la tierra.
Den gritos de alegría, habitantes de Sión,
porque el Dios Santo de Israel está en medio de ustedes
con toda su grandeza.»

Nacimiento y reinado del Mesías

Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles.(A) El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.(B) Multiplicaste la gente, y aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos. Porque tú quebraste su pesado yugo, y la vara de su hombro, y el cetro de su opresor, como en el día de Madián. Porque todo calzado que lleva el guerrero en el tumulto de la batalla, y todo manto revolcado en sangre, serán quemados, pasto del fuego. Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre.(C) El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.

La ira de Jehová contra Israel

El Señor envió palabra a Jacob, y cayó en Israel. Y la sabrá todo el pueblo, Efraín y los moradores de Samaria, que con soberbia y con altivez de corazón dicen: 10 Los ladrillos cayeron, pero edificaremos de cantería; cortaron los cabrahígos, pero en su lugar pondremos cedros. 11 Pero Jehová levantará los enemigos de Rezín contra él, y juntará a sus enemigos; 12 del oriente los sirios, y los filisteos del poniente; y a boca llena devorarán a Israel. Ni con todo eso ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.

13 Pero el pueblo no se convirtió al que lo castigaba, ni buscó a Jehová de los ejércitos. 14 Y Jehová cortará de Israel cabeza y cola, rama y caña en un mismo día. 15 El anciano y venerable de rostro es la cabeza; el profeta que enseña mentira, es la cola. 16 Porque los gobernadores de este pueblo son engañadores, y sus gobernados se pierden. 17 Por tanto, el Señor no tomará contentamiento en sus jóvenes, ni de sus huérfanos y viudas tendrá misericordia; porque todos son falsos y malignos, y toda boca habla despropósitos. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.

18 Porque la maldad se encendió como fuego, cardos y espinos devorará; y se encenderá en lo espeso del bosque, y serán alzados como remolinos de humo. 19 Por la ira de Jehová de los ejércitos se oscureció la tierra, y será el pueblo como pasto del fuego; el hombre no tendrá piedad de su hermano. 20 Cada uno hurtará a la mano derecha, y tendrá hambre, y comerá a la izquierda, y no se saciará; cada cual comerá la carne de su brazo; 21 Manasés a Efraín, y Efraín a Manasés, y ambos contra Judá. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.

10 ¡Ay de los que dictan leyes injustas, y prescriben tiranía, para apartar del juicio a los pobres, y para quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo; para despojar a las viudas, y robar a los huérfanos! ¿Y qué haréis en el día del castigo? ¿A quién os acogeréis para que os ayude, cuando venga de lejos el asolamiento? ¿En dónde dejaréis vuestra gloria? Sin mí se inclinarán entre los presos, y entre los muertos caerán. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.

Asiria, instrumento de Dios

Oh Asiria,(D) vara y báculo de mi furor, en su mano he puesto mi ira. Le mandaré contra una nación pérfida, y sobre el pueblo de mi ira le enviaré, para que quite despojos, y arrebate presa, y lo ponga para ser hollado como lodo de las calles. Aunque él no lo pensará así, ni su corazón lo imaginará de esta manera, sino que su pensamiento será desarraigar y cortar naciones no pocas. Porque él dice: Mis príncipes, ¿no son todos reyes? ¿No es Calno como Carquemis, Hamat como Arfad, y Samaria como Damasco? 10 Como halló mi mano los reinos de los ídolos, siendo sus imágenes más que las de Jerusalén y de Samaria; 11 como hice a Samaria y a sus ídolos, ¿no haré también así a Jerusalén y a sus ídolos?

12 Pero acontecerá que después que el Señor haya acabado toda su obra en el monte de Sion y en Jerusalén, castigará el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria, y la gloria de la altivez de sus ojos. 13 Porque dijo: Con el poder de mi mano lo he hecho, y con mi sabiduría, porque he sido prudente; quité los territorios de los pueblos, y saqueé sus tesoros, y derribé como valientes a los que estaban sentados; 14 y halló mi mano como nido las riquezas de los pueblos; y como se recogen los huevos abandonados, así me apoderé yo de toda la tierra; y no hubo quien moviese ala, ni abriese boca y graznase.

15 ¿Se gloriará el hacha contra el que con ella corta? ¿Se ensoberbecerá la sierra contra el que la mueve? ¡Como si el báculo levantase al que lo levanta; como si levantase la vara al que no es leño! 16 Por esto el Señor, Jehová de los ejércitos, enviará debilidad sobre sus robustos, y debajo de su gloria encenderá una hoguera como ardor de fuego. 17 Y la luz de Israel será por fuego, y su Santo por llama, que abrase y consuma en un día sus cardos y sus espinos. 18 La gloria de su bosque y de su campo fértil consumirá totalmente, alma y cuerpo, y vendrá a ser como abanderado en derrota. 19 Y los árboles que queden en su bosque serán en número que un niño los pueda contar.

20 Acontecerá en aquel tiempo, que los que hayan quedado de Israel y los que hayan quedado de la casa de Jacob, nunca más se apoyarán en el que los hirió, sino que se apoyarán con verdad en Jehová, el Santo de Israel. 21 El remanente volverá, el remanente de Jacob volverá al Dios fuerte. 22 Porque si tu pueblo, oh Israel, fuere como las arenas del mar, el remanente de él volverá; la destrucción acordada rebosará justicia. 23 Pues el Señor, Jehová de los ejércitos, hará consumación ya determinada en medio de la tierra.(E)

24 Por tanto el Señor, Jehová de los ejércitos, dice así: Pueblo mío, morador de Sion, no temas de Asiria. Con vara te herirá, y contra ti alzará su palo, a la manera de Egipto; 25 mas de aquí a muy poco tiempo se acabará mi furor y mi enojo, para destrucción de ellos. 26 Y levantará Jehová de los ejércitos azote contra él como la matanza de Madián en la peña de Oreb, y alzará su vara sobre el mar como hizo por la vía de Egipto. 27 Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción.

28 Vino hasta Ajat, pasó hasta Migrón; en Micmas contará su ejército. 29 Pasaron el vado; se alojaron en Geba; Ramá tembló; Gabaa de Saúl huyó. 30 Grita en alta voz, hija de Galim; haz que se oiga hacia Lais, pobrecilla Anatot. 31 Madmena se alborotó; los moradores de Gebim huyen. 32 Aún vendrá día cuando reposará en Nob; alzará su mano al monte de la hija de Sion, al collado de Jerusalén. 33 He aquí el Señor, Jehová de los ejércitos, desgajará el ramaje con violencia, y los árboles de gran altura serán cortados, y los altos serán humillados. 34 Y cortará con hierro la espesura del bosque, y el Líbano caerá con estruendo.

Reinado justo del Mesías

11 Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago(F) retoñará de sus raíces.(G) Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.(H) Y será la justicia cinto de sus lomos,(I) y la fidelidad ceñidor de su cintura.

Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte;(J) porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.(K)

10 Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí,(L) la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.

11 Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar. 12 Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra. 13 Y se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de Judá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia de Judá, ni Judá afligirá a Efraín; 14 sino que volarán sobre los hombros de los filisteos al occidente, saquearán también a los de oriente; Edom y Moab les servirán, y los hijos de Amón los obedecerán. 15 Y secará Jehová la lengua del mar de Egipto; y levantará su mano con el poder de su espíritu sobre el río, y lo herirá en sus siete brazos, y hará que pasen por él con sandalias.(M) 16 Y habrá camino para el remanente de su pueblo, el que quedó de Asiria, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto.

Cántico de acción de gracias

12 En aquel día dirás: Cantaré a ti, oh Jehová; pues aunque te enojaste contra mí, tu indignación se apartó, y me has consolado. He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová,(N) quien ha sido salvación para mí. Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación. Y diréis en aquel día: Cantad a Jehová, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es engrandecido. Cantad salmos a Jehová, porque ha hecho cosas magníficas; sea sabido esto por toda la tierra. Regocíjate y canta, oh moradora de Sion; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.

Nos ha nacido un niño

A pesar de todo, no habrá más penumbra para la que estuvo angustiada. En el pasado Dios humilló a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pero en el futuro honrará a Galilea de los gentiles, desde el Camino del Mar, al otro lado del Jordán.

El pueblo que andaba en la oscuridad
    ha visto una gran luz;
sobre los que vivían en tierra de sombra de muerte[a]
    una luz ha resplandecido.
Tú has hecho que la nación crezca;
    has aumentado su alegría.
Y se alegran ellos en tu presencia
    como cuando recogen la cosecha,
    como cuando reparten el botín.
Ciertamente tú has quebrado,
    como en la derrota de Madián,
el yugo que los oprimía,
    la barra que pesaba sobre sus hombros,
    el bastón de mando que los subyugaba.
Todas las botas guerreras que resonaron en la batalla
    y toda la ropa teñida en sangre
serán arrojadas al fuego,
    serán consumidas por las llamas.
Porque nos ha nacido un niño,
    se nos ha concedido un hijo;
    la soberanía reposará sobre sus hombros
y se le darán estos nombres:
    Consejero Admirable, Dios Fuerte,
    Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Se extenderán su soberanía y su paz
    y no tendrán fin.
Gobernará sobre el trono de David
    y sobre su reino,
para establecerlo y sostenerlo
    con justicia y rectitud
    desde ahora y para siempre.
Esto lo llevará a cabo
    el celo del Señor de los Ejércitos.

El enojo del Señor contra Israel

El Señor ha enviado su palabra;
    la ha enviado contra Jacob,
    ¡ya cae sobre Israel!
De esto se entera todo el pueblo
    —Efraín y los habitantes de Samaria—,
todos los que dicen con orgullo
    y piensan con arrogancia:
10 «Si se caen los ladrillos,
    reconstruiremos con piedra tallada;
si se caen las vigas de higuera,
    las repondremos con vigas de cedro».
11 Pero el Señor ha fortalecido a los adversarios de Rezín;
    ha incitado a sus enemigos.
12 Los arameos en el este y los filisteos en el oeste
    se comieron a Israel de un solo bocado.

A pesar de todo esto, la ira de Dios no se ha aplacado;
    su mano aún sigue extendida.

13 Pero el pueblo no volvió al que lo ha castigado;
    no ha buscado al Señor de los Ejércitos.
14 Por eso en un mismo día el Señor cortará a Israel la cabeza y la cola,
    la palmera y el junco.
15 La cabeza son los jefes y la gente de alto rango;
    la cola son los profetas, maestros de mentiras.
16 Los guías de este pueblo lo han extraviado;
    los que se dejan guiar son confundidos.
17 Por eso no se complacerá el Señor en los jóvenes;
    tampoco se apiadará de huérfanos y viudas,
porque todos ellos son impíos y malvados;
    sus labios profieren necedades.

A pesar de todo esto, la ira de Dios no se ha aplacado;
    su mano aún sigue extendida.

18 Porque la maldad arde como un fuego
    que consume espinos y cardos,
que incendia la espesura del bosque
    y sube luego, como torbellino, en una columna de humo.
19 Por la ira del Señor de los Ejércitos
    arderá en fuego la tierra.
Y el pueblo será el combustible:
    ¡Nadie se compadecerá de su hermano!
20 Unos comerán lo que esté a su mano derecha,
    pero se quedarán con hambre;
otros comerán lo que esté a su izquierda,
    pero no quedarán satisfechos.
    ¡Se comerán a sus propios hijos![b]
21 Manasés se comerá a Efraín y Efraín a Manasés;
    entonces los dos juntos atacarán a Judá.

A pesar de todo esto,
    la ira de Dios no se ha aplacado;
    su mano aún sigue extendida.

10 ¡Ay de los que emiten estatutos injustos
    y publican edictos opresivos!
Privan de sus derechos a los pobres
    y no les hacen justicia a los oprimidos de mi pueblo;
hacen de las viudas su presa
    y saquean a los huérfanos.
¿Qué van a hacer cuando deban rendir cuentas,
    cuando llegue desde lejos la tormenta?
¿A quién acudirán en busca de ayuda?
    ¿En dónde dejarán sus riquezas?
No les quedará más remedio que humillarse entre los cautivos
    o morir entre los masacrados.

A pesar de todo esto,
    la ira de Dios no se ha aplacado;
    su mano aún sigue extendida.

Juicio de Dios sobre Asiria

«¡Ay de Asiria, vara de mi ira!
    ¡El garrote de mi enojo está en su mano!
Lo envío contra una nación impía,
    lo mando contra un pueblo que me enfurece,
para saquearlo y despojarlo,
    para pisotearlo como al barro de las calles.
Pero esto Asiria no se lo propuso;
    ¡ni siquiera lo pensó!
Solo busca destruir
    y aniquilar a muchas naciones.
Pues dice: “¿Acaso no son reyes todos mis comandantes?
    ¿No es Calnó como Carquemis?
¿No es Jamat como Arfad
    y Samaria como Damasco?
10 Así como alcanzó mi mano a los reinos de los ídolos,
    reinos cuyas imágenes superaban a las de Jerusalén y de Samaria,
11 y así como hice con Samaria y sus dioses,
    también haré con Jerusalén y sus ídolos”».

12 Cuando el Señor termine lo que va a hacer contra el monte Sión y contra Jerusalén, él dirá: «Castigaré el fruto del orgulloso corazón del rey de Asiria y la arrogancia de sus ojos. 13 Porque afirma:

»“Esto lo hizo el poder de mi mano;
    lo hizo mi sabiduría porque soy inteligente.
He cambiado las fronteras de los pueblos,
    he saqueado sus tesoros;
    como un guerrero poderoso he derribado a sus reyes.
14 Como quien mete la mano en un nido,
    me he adueñado de la riqueza de los pueblos;
como quien recoge huevos abandonados,
    me he apoderado de toda la tierra;
y no hubo nadie que aleteara
    ni abriera el pico para piar”».

15 ¿Puede acaso gloriarse el hacha más que el que la maneja
    o jactarse la sierra contra quien la usa?
¡Como si pudiera el bastón manejar a quien lo tiene en la mano
    o la frágil vara pudiera levantar a quien pesa más que la madera!
16 Por eso enviará el Señor,
    el Señor de los Ejércitos,
una enfermedad devastadora
    sobre sus robustos guerreros.
En vez de honrarlos, les prenderá fuego,
    un fuego como de llama ardiente.
17 La Luz de Israel se convertirá en fuego;
    su Santo se volverá una llama.
En un solo día quemará sus espinos
    y consumirá sus zarzas.
18 Destruirá de extremo a extremo
    el esplendor de sus bosques y de sus huertos,
    como enfermo carcomido por la plaga.
19 Tan pocos árboles quedarán en su bosque
    que hasta un niño podrá contarlos.

El remanente de Israel

20 En aquel día ni el remanente de Israel
    ni los sobrevivientes del pueblo de Jacob
volverán a apoyarse
    en quien los hirió de muerte,
sino que su apoyo verdadero
    será el Señor, el Santo de Israel.
21 Y un remanente volverá;[c]
    un remanente de Jacob volverá al Dios Fuerte.
22 Israel, aunque tu pueblo sea como la arena del mar,
    solo un remanente volverá.
Se ha decretado destrucción,
    abrumadora justicia.
23 Porque el Señor, el Señor de los Ejércitos,
    ejecutará la destrucción decretada contra todo el país.

24 Por eso, así dice el Señor, el Señor de los Ejércitos:

«Pueblo mío que vives en Sión,
    no tengas temor de Asiria,
aunque te golpee con el bastón
    y contra ti levante una vara, como lo hizo Egipto.
25 Dentro de muy poco tiempo
    mi indignación contra ti llegará a su fin y mi ira destruirá a tus enemigos».

26 Con un látigo los azotará el Señor de los Ejércitos,
    como cuando abatió a Madián en la roca de Oreb;
levantará sobre el mar su vara,
    como lo hizo en Egipto.
27 En aquel día
    esa carga se te quitará de los hombros
y, a causa de la gordura,
    se romperá el yugo que llevas en el cuello.

28 Llega el enemigo hasta Ayat,
    pasa por Migrón
    y deja en Micmás su equipaje.
29 Cruza el paso y dice:
    «Acamparemos en Gueba».
Ramá se pone a temblar,
    y huye Guibeá, ciudad de Saúl.
30 ¡Clama a gritos, hija de Galín!
    ¡Escucha, Lais!
    ¡Pobre Anatot!
31 Se ha puesto en fuga Madmena;
    los habitantes de Guebín buscan refugio.
32 Hoy mismo se detendrá en Nob;
    agitará su puño contra el monte
de la ciudad de Sión,
    el monte de Jerusalén.

33 ¡Miren! El Señor, el Señor de los Ejércitos,
    desgaja las ramas con fuerza increíble.
Los árboles más altos son talados;
    los más elevados son abatidos.
34 Derriba con un hacha la espesura del bosque
    y el esplendor del Líbano se viene abajo.

El retoño de Isaí

11 Del tronco de Isaí brotará un retoño;
    un renuevo nacerá de sus raíces.
El Espíritu del Señor reposará sobre él:
    Espíritu de sabiduría y de entendimiento,
    Espíritu de consejo y de poder,
    Espíritu de conocimiento y de temor del Señor.
Él se deleitará en el temor del Señor.

No juzgará según las apariencias
    ni decidirá por lo que oiga decir,
sino que juzgará con justicia a los necesitados,
    y dará un fallo justo en favor de los pobres de la tierra.
Herirá la tierra con la vara de su boca;
    matará al malvado con el aliento de sus labios.
La justicia será el cinto de sus lomos
    y la fidelidad, el ceñidor de su cintura.

El lobo vivirá con el cordero,
    el leopardo se echará con el cabrito,
juntos andarán el ternero y el cachorro de león
    y un niño pequeño los guiará.
La vaca pastará con la osa,
    sus crías se echarán juntas
    y el león comerá paja como el buey.
Jugará el niño de pecho junto a la cueva de la cobra
    y el recién destetado meterá la mano en el nido de la víbora.
No harán ningún daño ni estrago
    en todo mi monte santo,
porque se llenará la tierra con el conocimiento del Señor
    así como las aguas cubren los mares.

10 En aquel día se alzará la raíz de Isaí como bandera de los pueblos; hacia él correrán las naciones, y glorioso será el lugar donde repose. 11 En aquel día el Señor volverá a extender su mano para recuperar al remanente de su pueblo, a los que hayan quedado en Asiria, en Egipto, Patros y Cus; en Elam, Sinar,[d] Jamat y en las islas del Mediterráneo.

12 Izará una bandera para las naciones,
    reunirá a los desterrados de Israel
y de los cuatro puntos cardinales
    juntará al pueblo esparcido de Judá.
13 Desaparecerán los celos de Efraín;
    los opresores de Judá serán aniquilados.
Efraín no tendrá más celos de Judá
    ni oprimirá Judá a Efraín.
14 Juntos se lanzarán hacia el oeste contra las laderas de los filisteos;
    juntos saquearán a los pueblos del este,
dejarán sentir su poder sobre Edom y Moab
    y se les someterán los amonitas.
15 Secará[e] el Señor el golfo del mar de Egipto;
    pasará su mano sobre el río Éufrates
    y lanzará un viento ardiente;
lo dividirá en siete arroyos
    para que lo puedan cruzar en sandalias.
16 Para el remanente de su pueblo,
    para los que hayan quedado en Asiria,
habrá un camino, como lo hubo para Israel
    cuando salió de Egipto.

Canciones de alabanza

12 En aquel día tú dirás:

«Señor, yo te alabaré
    porque, aunque estabas enojado conmigo,
tu ira se ha calmado
    y me has dado consuelo.
¡Dios es mi salvación!
    Confiaré en él y no temeré.
El Señor es mi fuerza,
    el Señor es mi canción;
    ¡él es mi salvación!».
Con alegría sacarán ustedes agua
    de las fuentes de la salvación.

En aquel día dirán:

«Alaben al Señor, invoquen su nombre;
    den a conocer entre los pueblos sus obras;
    proclamen la grandeza de su nombre.
Canten salmos al Señor, porque ha hecho maravillas;
    que esto se dé a conocer en toda la tierra.
¡Canta y grita de alegría, habitante de Sión,
    pues es grande, en medio de ti, el Santo de Israel!».

Notas al pie

  1. 9:2 O tierra de profunda oscuridad.
  2. 9:20 a sus propios hijos. Lit. la carne de su brazo.
  3. 10:21 un remanente volverá. Véase nota en 7:3.
  4. 11:11 Sinar. Es decir, Babilonia.
  5. 11:15 Secará (LXX); Destruirá (TM).

»Sin embargo,
no durarán para siempre
su angustia y su dolor.»

El reinado del Príncipe de paz

La tierra de Zabulón y Neftalí es una región de Galilea, cerca de donde habitan pueblos que no adoran a nuestro Dios. Esa región se extiende desde el otro lado del río Jordán hasta la orilla del mar. Hace mucho tiempo, Dios humilló a esa región de Galilea, pero después le concedió un gran honor, el cual Isaías anunció así:

«Aunque tu gente viva en la oscuridad,
verá una gran luz.
Una luz alumbrará
a los que vivan
en las tinieblas.
¡Dios nuestro,
tú nos has llenado de alegría!
Todos nos alegramos en tu presencia,
como cuando llega la cosecha,
como cuando la gente
se reparte muchas riquezas.
Tú nos has liberado
de los que nos esclavizaron.
Tu victoria sobre ellos fue tan grande
como tu victoria sobre el pueblo de Madián.
Tú echarás al fuego
las botas de los soldados
y sus ropas manchadas de sangre.

»Nos ha nacido un niño,
Dios nos ha dado un hijo:
a ese niño se le ha dado
el poder de gobernar;
y se le darán estos nombres:
Consejero admirable, Dios invencible,
Padre eterno, Príncipe de paz.
Él se sentará en el trono de David,
y reinará sobre todo el mundo
y por siempre habrá paz.

»Su reino será invencible,
y para siempre reinarán
la justicia y el derecho.

»Esto lo hará el Dios todopoderoso
por el gran amor que nos tiene.»

El enojo de Dios contra el reino de Israel

8-9 Isaías le dijo al pueblo de Israel:

«Dios le ha advertido a Israel
que lo va a castigar.
Y todo el pueblo,
incluyendo a los habitantes de Samaria,
ha recibido esta advertencia.

»Pero todos dicen con mucho orgullo:

10 “No importa que hayan tirado
los edificios de ladrillo;
nosotros construiremos otros,
y los haremos de piedra.
Han derribado los árboles de sicómoro,
pero nosotros plantaremos cedros”.

11 »Dios ordenó que los atacaran
unos enemigos terribles.
12 Por el este, los atacaron los sirios;
por el oeste, los filisteos.
De un solo bocado
se tragaron a Israel.
A pesar de todo esto,
el enojo de Dios no se ha calmado;
nos sigue amenazando todavía.

13 »El Dios todopoderoso
castigó a su pueblo,
pero éste no se arrepintió,
ni buscó su ayuda.
14-15 Entonces Dios, en un solo día,
eliminó a los líderes y jefes de Israel,
y a sus profetas mentirosos.

16 »Los jefes engañaron a este pueblo,
y confundieron a toda su gente.
17 Por eso Dios no perdonó a sus jóvenes,
ni se compadeció de sus huérfanos
ni de sus viudas.
Porque todo el pueblo fue muy malo
y sólo decía tonterías.
A pesar de todo esto,
el enojo de Dios no se ha calmado;
nos sigue amenazando todavía.

18 »La maldad es como el fuego,
que todo lo devora;
no deja espinos ni matorrales,
ni árboles en el bosque
y el humo sube en grandes columnas.

19 »Dios es el rey del universo,
y cuando se enoja
todo el país queda destruido.

»Nadie se compadece de su hermano;
20 se destruyen unos a otros,
y aun así no quedan satisfechos.
21 Las tribus de Efraín y Manasés
se pelean entre ellos,
y luego los dos juntos atacan a Judá.
A pesar de todo esto,
el enojo de Dios no se ha calmado;
nos sigue amenazando todavía.

Mensaje para los jefes de Israel

10 »¡Qué mal les va a ir a ustedes
los que inventan leyes
insoportables e injustas!
¡Ustedes no protegen a los débiles
ni respetan los derechos de los pobres;
maltratan a las viudas
y les roban a los huérfanos!

»¿Qué harán cuando Dios
les pida cuenta de lo que hacen?
¿Qué harán cuando Dios
les mande el castigo que merecen?
¿A quién le pedirán ayuda?
¿Dónde esconderán sus riquezas?

»Porque ustedes serán humillados,
llevados presos y asesinados.
A pesar de todo esto,
el enojo de Dios no se calmará;
nos seguirá amenazando todavía.

Dios enviará a los asirios

»Dios dice:

“Estoy muy enojado;
por eso usaré al rey de Asiria
para castigar a los que me ofenden.
Le ordenaré que ataque
a este pueblo malvado;
que le quite sus riquezas
y lo pisotee como al barro de las calles.

7-8 ”Pero el rey de Asiria
cree que no está bajo mis órdenes;
más bien dice que todos los reyes
siguen sus instrucciones.
Él no piensa más que en destruir
y en arrasar a muchas naciones.

”A este rey no le importó
si se trataba de Carquemis o de Calnó,
de Hamat o de Arpad,
de Samaria o de Damasco;
a todas estas ciudades las destruyó.
10 Por eso dice:
‘He vencido a muchas naciones
con más dioses que Jerusalén y Samaria.
11 Por eso destruiré a Jerusalén
así como destruí a Samaria.’”

12 »Dios hará lo que ha planeado hacer
contra el monte Sión y Jerusalén.
Y una vez que lo haya cumplido,
castigará al rey de Asiria
por su orgullo y su arrogancia.

13 »El rey de Asiria ha dicho:

“Yo soy muy inteligente.
Todo lo hago con sabiduría
y con mis propias fuerzas.
Como un valiente,
he vencido a muchos reyes.
Me he adueñado de sus países
y les he robado sus riquezas.

14 ”He arrasado con toda la tierra.
He dejado sin nada a los pueblos,
como quien roba huevos de un nido;
¡nadie movió un dedo,
nadie protestó!”

15 »Pero Dios dice:

“El rey de Asiria está equivocado,
porque ni el hacha ni la sierra
son más importantes
que el hombre que las maneja.
¡Dónde se ha visto que el bastón
controle al que lo usa!”

16 »Por eso el Dios todopoderoso
mandará una enfermedad;
una alta fiebre dejará sin fuerzas
a ese rey y a todo su ejército.

17 »El Dios único y perfecto
es nuestra luz,
y se convertirá en una llama de fuego;
en un solo día quemará
al ejército de Asiria,
como si fueran espinos y matorrales.
18-19 Dios destruirá por completo
la belleza de sus bosques y sus huertos.
Quedarán tan pocos árboles,
que hasta un niño los podrá contar.

Unos cuantos se volverán a Dios

20 »Cuando llegue ese día,
los pocos israelitas que se hayan salvado
dejarán de confiar en Asiria;
volverán a confiar en Dios,
el Dios santo de Israel.
21 Sólo unos cuantos israelitas
se volverán hacia el Dios de poder.

22 »Aunque ustedes, israelitas,
sean tan numerosos como la arena del mar,
Dios hará justicia,
pues la destrucción ya está decidida;
sólo unos cuantos se salvarán.
23 Así lo ha resuelto el Dios todopoderoso;
su decisión se cumplirá en el país.

La destrucción de Asiria

24 »Por eso, el Dios todopoderoso dice:

“Pueblo mío, que vives en el monte Sión,
no les tengas miedo a los asirios.
Ellos te golpean y maltratan
como antes lo hicieron los egipcios.
25 Pero dentro de poco tiempo
dejaré de estar enojado contigo.
Mi enojo será contra los asirios,
a quienes destruiré por completo.
26 Yo, el Dios todopoderoso,
los voy a castigar;
mostraré mi poder contra Asiria,
como lo mostré contra Egipto;
los destruiré como lo hice con Madián
donde está la roca de Oreb.
27 Entonces, yo, el Dios de Israel,
los libraré de los asirios
y de su terrible dominio”.

28 »El ejército asirio avanza
por el lado de Rimón;
llega hasta Aiat,
pasa por Migrón,
y deja su equipaje en Micmás.
29 Las tropas cruzan el desfiladero,
y pasan la noche en Gueba.
Tiembla de miedo la gente de Ramá,
y se escapa la gente de Guibeá de Saúl.
30 Se escuchan gritos de Bat Galim,
de Laisa, y de Anatot.
31 Se desbanda Madmená,
se esconden los habitantes de Guebim.
32 Hoy mismo los invasores asirios
se detienen en Nob;
dan la señal de atacar el monte Sión,
la ciudad de Jerusalén

33 »¡Miren a los asirios!
¡Son como árboles en un bosque!
El Dios todopoderoso
los derriba con una fuerza terrible;
a los más altos los corta,
y los tira al suelo.
34 ¡Dios derriba de un solo golpe
los árboles más bellos del Líbano!

Un reinado de paz y justicia

11 »Si de un tronco viejo sale un retoño,
también de la familia de David
saldrá un nuevo rey.
El espíritu de Dios estará sobre él
y le dará sabiduría,
inteligencia y prudencia.
Será un rey poderoso,
y conocerá y obedecerá a Dios.

»No juzgará por las apariencias,
ni se guiará por los rumores,
pues su alegría será obedecer a Dios.
Defenderá a los pobres
y hará justicia a los indefensos.
Castigará a los violentos,
y hará morir a los malvados.
Su palabra se convertirá en ley.
Siempre hará triunfar la justicia y la verdad.

»Cuando llegue ese día,
el lobo y el cordero se llevarán bien,
el tigre y el cabrito descansarán juntos,
el ternero y el león crecerán uno junto al otro
y se dejarán guiar por un niño pequeño.
La vaca y la osa serán amigas,
sus crías descansarán juntas,
y el león y el buey comerán pasto juntos.
El niño jugará con la serpiente
y meterá la mano en su nido.
En la Jerusalén de aquel día
no habrá nadie que haga daño,
porque todos conocerán a Dios,
y ese conocimiento llenará todo el país,
así como el agua llena el mar.

10 »Cuando llegue ese día,
subirá al trono un descendiente de David,
y juntará a todas las naciones.
Su país alcanzará la fama y el poder.

11 »Entonces, Dios hará que vuelva
todo su pueblo dispersado
en los países de:
Asiria,
Egipto,
Patros,
Etiopía,
Elam,
Sinar,
Hamat,
y las islas del mar.

12 »Reunirá a las naciones
y a los refugiados
de Israel y de Judá,
que fueron esparcidos por todo el mundo.

13 »Ya no habrá celos entre Israel y Judá,
ni tampoco serán enemigos.
14 Juntos atacarán a los filisteos
que viven en la costa del Mediterráneo.
Juntos atacarán a los edomitas,
moabitas y amonitas,
que viven al otro lado del río Jordán.
15 Dios secará el Mar de los Juncos.
Enviará un viento caluroso
sobre el río Éufrates,
y lo dividirá en siete arroyos
para que lo puedan cruzar a pie.
16 Así como hubo un camino para Israel
cuando salió de Egipto,
habrá un camino de regreso
para los que hayan quedado en Asiria.»

Canto de gratitud

12 Isaías continuó diciendo:

«Ese día, el pueblo de Israel cantará:

“Te damos gracias, Dios nuestro,
porque aunque estuviste enojado,
ya se te pasó el enojo
y nos has consolado.
Confiamos en ti, Dios nuestro,
y no tenemos miedo,
porque tú eres nuestro salvador,
nuestro refugio y nuestra fuerza”.

»También ustedes se alegrarán
y gozarán de la salvación de Dios,
y entonces dirán:

“Demos gracias,
adoremos a nuestro Dios,
digamos a las naciones
todo lo que él ha hecho.
Que se reconozca
que él es el rey del universo.
Cantemos a Dios,
porque él ha hecho algo muy grande,
algo que debe darse a conocer
en toda la tierra.
Demos gritos de alegría,
habitantes de Jerusalén,
porque en medio de nosotros
está el Dios único y perfecto,
con toda su grandeza”».

Nacimiento y reinado del Príncipe de Paz

[a]Pero no habrá más lobreguez para la que estaba en angustia(A). Como en tiempos pasados Él trató con desprecio a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí(B), pero después la hará gloriosa por el camino del mar al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles[b](C).

[c]El pueblo que andaba en tinieblas
ha visto gran luz;
a los que habitaban en tierra de sombra de muerte,
la luz ha resplandecido sobre ellos(D).
Multiplicaste la nación(E),
aumentaste[d] su[e] alegría(F);
se alegran en tu presencia
como con la alegría de[f] la cosecha,
como se regocijan los hombres cuando se reparten el botín(G).
Porque tú quebrarás el yugo de su carga, el báculo de sus hombros(H),
y la vara de su opresor(I), como en la batalla[g] de Madián(J).
Porque toda bota que calza el guerrero en el fragor de la batalla,
y el manto revolcado en sangre, serán para quemar, combustible para el fuego.
Porque un niño nos ha nacido(K), un hijo nos ha sido dado(L),
y la soberanía[h](M) reposará[i] sobre sus hombros(N);
y se llamará su nombre Admirable Consejero(O), Dios Poderoso(P),
Padre Eterno(Q), Príncipe de Paz(R).
El aumento de su soberanía[j] y de la paz no tendrán fin(S)
sobre el trono de David y sobre su reino(T),
para afianzarlo y sostenerlo con el derecho y la justicia(U)
desde entonces y para siempre.
El celo del Señor de los ejércitos hará esto(V).

Ira de Dios contra Israel

El Señor envía mensaje[k] contra Jacob,
y cae sobre Israel.
Y todo el pueblo lo sabe,
es decir, Efraín y los habitantes de Samaria(W),
los que con arrogancia y altivez de corazón(X) afirman[l]:
10 Los ladrillos han caído,
pero con piedras labradas reedificaremos(Y);
los sicómoros han sido cortados,
pero con cedros los reemplazaremos.
11 Por tanto el Señor levanta adversarios de Rezín(Z) contra ellos,
e incita a sus enemigos,
12 los arameos en el oriente y los filisteos en el occidente(AA),
que devoran a Israel(AB) a boca llena[m].
Con todo eso no se aparta su ira,
y aún está su mano extendida(AC).

13 Pero el pueblo no ha vuelto a Aquel que los hirió(AD),
no han buscado al Señor de los ejércitos(AE).
14 El Señor, pues, corta de Israel la cabeza y la cola,
la hoja de palmera y el junco(AF) en un mismo día(AG).
15 El anciano y venerable es la cabeza(AH),
y el profeta que enseña la mentira, es la cola(AI).
16 Porque los que guían a este pueblo lo extravían;
y los guiados por ellos son confundidos[n](AJ).
17 Por eso no se complace el Señor en sus jóvenes(AK),
ni se compadece(AL) de sus huérfanos ni de sus viudas;
porque todos ellos son impíos y malhechores(AM),
y toda boca habla necedades(AN).
Con todo eso no se aparta su ira,
y aún está su mano extendida(AO).

18 Porque arde como fuego la impiedad,
zarzas y espinos consume,
y enciende la espesura del bosque;
como remolino suben en columna de humo(AP).
19 Por el furor del Señor de los ejércitos(AQ) es quemada la tierra(AR),
y el pueblo es como combustible para el fuego(AS);
el hombre no perdona a su hermano(AT).
20 Cortan[o] de un tajo lo que está a la derecha, pero aún tienen hambre(AU),
y comen[p] lo que está a la izquierda, pero no se sacian;
cada cual come la carne de su propio brazo[q](AV).
21 Manasés devora a Efraín, y Efraín a Manasés,
y ambos están contra Judá(AW).
Con todo eso no se ha apartado su ira,
y aún está su mano extendida(AX).

10 ¡Ay de los que decretan estatutos inicuos,
y de los que constantemente escriben decisiones injustas[r](AY),
para privar[s] de justicia a los necesitados,
para robar de sus derechos a los pobres de mi pueblo(AZ),
para hacer de las viudas su botín,
y despojar a los huérfanos(BA)!
¿Y que haréis(BB) en el día del castigo[t],
en la devastación(BC) que vendrá de lejos(BD)?
¿A quién huiréis por auxilio(BE)?
¿Y dónde dejaréis vuestra riqueza[u]?
Solo queda encorvarse entre[v] los cautivos(BF)
o caer entre[w] los muertos(BG).
Con todo eso no se aparta su ira,
y aún está su mano extendida(BH).

Asiria, instrumento de castigo

¡Ay de Asiria(BI), vara de mi ira(BJ)
y báculo en cuyas manos está mi indignación(BK)!
Contra una nación impía(BL) la envío
y contra el pueblo de mi furor la mandaré(BM),
para que capture botín y tome despojos(BN)
y los pisotee[x] como el lodo de las calles(BO).
Pero ella no tiene tal intento,
ni piensa así en su corazón(BP),
sino que su intención[y] es destruir
y exterminar no pocas naciones.
Porque dice: ¿No son mis príncipes todos ellos[z] reyes?
¿No es Calno(BQ) como Carquemis(BR)?
¿No es Hamat(BS) como Arfad?
¿No es Samaria(BT) como Damasco(BU)?
10 Como alcanzó mi mano los reinos de los ídolos(BV),
cuyas imágenes talladas excedían a las de Jerusalén y Samaria,
11 como hice a Samaria y a sus ídolos(BW),
¿no haré así también a Jerusalén y a sus imágenes?

12 Y sucederá que cuando el Señor haya terminado toda su obra en el monte Sión y en Jerusalén(BX), dirá: Castigaré[aa] el fruto del corazón orgulloso del rey de Asiria y la ostentación de su altivez[ab](BY). 13 Porque ha dicho:

Con el poder de mi mano lo hice,
y con mi sabiduría, pues tengo entendimiento;
quité las fronteras de los pueblos,
saqueé sus tesoros(BZ),
y como hombre fuerte abatí a sus habitantes[ac](CA).
14 Alcanzó mi mano las riquezas de los pueblos como a un nido(CB);
como se recogen los huevos abandonados, yo junté toda la tierra,
y no hubo quien aleteara ni abriera el pico ni gorgojeara.

15 ¿Ha de enaltecerse el hacha(CC) sobre el que corta con ella?
¿Ha de engrandecerse la sierra sobre el que la maneja(CD)?
¡Como si un báculo manejara a los que lo levantan,
como si una vara(CE) levantara al que no es madera!
16 Por eso el Señor, Dios[ad] de los ejércitos, enviará una enfermedad extenuante(CF) entre sus robustos guerreros(CG);
y debajo de su gloria encenderá una hoguera como fuego abrasador(CH).
17 La luz de Israel se convertirá en fuego(CI) y su Santo(CJ) en llama,
y quemará y consumirá sus espinos y sus zarzas en un solo día(CK).
18 Él destruirá la gloria de su bosque y de su fértil huerto, tanto el alma como el cuerpo(CL),
y será como cuando un enfermo languidece;
19 y los árboles que queden de su bosque serán tan pocos(CM)
que un niño podrá contarlos[ae].

20 Sucederá en aquel día que el remanente de Israel y los de la casa de Jacob que hayan escapado(CN), no volverán a apoyarse más en el que los hirió(CO), sino que en verdad se apoyarán en el Señor, el Santo de Israel(CP).

21 Un remanente volverá(CQ), el remanente de Jacob, al Dios poderoso(CR).
22 Pues aunque tu pueblo, oh Israel, sea como la arena del mar,
solo un remanente de él volverá(CS);
la destrucción está decidida, rebosando justicia(CT).

23 Pues una destrucción completa, ya decretada, ejecutará el Señor, Dios de los ejércitos, en medio de toda la tierra(CU).

24 Por tanto, así dice el Señor, Dios de los ejércitos: Pueblo mío que moras en Sión(CV), no temas al asirio(CW) que[af] te hiere con vara y levanta su báculo contra ti a la manera de Egipto(CX). 25 Porque dentro de muy poco(CY) mi indignación contra ti terminará, y mi ira la dirigiré a su destrucción(CZ). 26 Y el Señor de los ejércitos levantará un azote contra él como la matanza(DA) de Madián en la peña de Oreb(DB); su báculo estará sobre el mar y lo levantará de la manera que lo hizo en Egipto(DC). 27 Y sucederá en aquel día que la carga de Asiria será quitada de tus hombros(DD) y su yugo de tu cerviz, y el yugo será quebrado a causa de la grosura(DE).

28 Él ha venido contra Ajat,
ha pasado por Migrón(DF);
en Micmas(DG) dejó su bagaje(DH).
29 Han pasado por el desfiladero(DI), diciendo:
Geba será nuestro alojamiento(DJ).
Ramá está aterrada(DK), y Guibeá de Saúl ha huido(DL).
30 ¡Clama a gran[ag] voz, oh hija de Galim(DM)!
¡Pon atención, Lais; desdichada de ti[ah], Anatot(DN)!
31 Ha huido Madmena.
Los habitantes de Gebim han buscado refugio.
32 Hoy mismo él se detendrá en Nob(DO),
agitará su mano(DP) contra el monte de la hija[ai] de Sión(DQ), la colina de Jerusalén.

33 He aquí, el Señor, Dios de los ejércitos,
desgajará el ramaje con terrible crujido;
los árboles de gran altura serán cortados(DR),
los elevados serán abatidos.
34 Él cortará la espesura del bosque con hacha de hierro,
y el Líbano(DS) caerá ante el Poderoso[aj].

Reinado justo del Mesías

11 Y brotará un retoño(DT) del tronco de Isaí(DU),

y un vástago(DV) de sus raíces dará fruto(DW).
Y reposará sobre Él el Espíritu del Señor(DX),
espíritu de sabiduría y de inteligencia(DY),
espíritu de consejo y de poder(DZ),
espíritu de conocimiento y de temor del Señor.
Se deleitará en el temor del Señor,
y no juzgará por lo que vean sus ojos,
ni sentenciará por lo que oigan sus oídos(EA);
sino que juzgará al pobre(EB) con justicia(EC),
y fallará con equidad por los afligidos de la tierra(ED);
herirá la tierra con la vara de su boca(EE),
y con el soplo de sus labios matará al impío(EF).
La justicia será ceñidor de sus lomos(EG),
y la fidelidad ceñidor de su cintura(EH).

El lobo morará con el cordero,
y el leopardo se echará con el cabrito;
el becerro, el leoncillo y el animal doméstico[ak] andarán juntos[al](EI),
y un niño los conducirá.
La vaca y la osa pacerán,
sus crías se echarán juntas,
y el león, como el buey, comerá paja(EJ).
El niño de pecho jugará junto a la cueva de la cobra,
y el niño destetado extenderá su mano sobre la guarida de la víbora.
No dañarán ni destruirán en todo mi santo monte(EK),
porque la tierra estará llena del conocimiento del Señor
como las aguas cubren el mar(EL).

10 Acontecerá en aquel día
que las naciones(EM) acudirán a la raíz de Isaí(EN),
que estará puesta como señal[am] para los pueblos(EO),
y será gloriosa[an] su morada[ao](EP).

11 Entonces acontecerá en aquel día que el Señor
ha de recobrar de nuevo con su mano, por segunda vez,
al remanente de su pueblo(EQ) que haya quedado
de Asiria(ER), de Egipto(ES), de Patros, de Cus[ap], de Elam(ET), de Sinar, de Hamat
y de las islas[aq] del mar(EU).
12 Alzará un estandarte ante las naciones(EV),
reunirá a los desterrados de Israel,
y juntará a los dispersos de Judá(EW)
de los cuatro confines de la tierra.
13 Entonces se disipará la envidia de Efraín,
y los que hostigan a Judá serán exterminados;
Efraín no envidiará a Judá,
y Judá no hostigará a Efraín(EX).
14 Y ellos se lanzarán[ar](EY) sobre el costado de los filisteos al occidente(EZ),
juntos despojarán a los hijos del oriente(FA);
Edom(FB) y Moab(FC) estarán bajo su dominio[as],
y los hijos de Amón les estarán sujetos[at].
15 Y el Señor destruirá[au](FD)
la lengua del mar de Egipto[av];
agitará su mano sobre el río[aw](FE)
con su viento abrasador,
lo partirá en siete arroyos
y hará que se pueda pasar en sandalias.
16 Y habrá una calzada desde Asiria(FF)
para el remanente que quede de su pueblo(FG),
así como la hubo para Israel
el día que subieron de la tierra de Egipto(FH).

Cántico de acción de gracias

12 Y en aquel día dirás:

Te doy gracias, oh Señor(FI),
porque aunque estabas airado conmigo,
se ha apartado tu ira
y me has consolado(FJ).
He aquí, Dios es mi salvador(FK),
confiaré y no temeré(FL);
porque mi fortaleza y mi canción es el Señor[ax] Dios[ay],
Él ha sido mi salvación(FM).
Con gozo sacarás agua(FN)
de los manantiales de la salvación(FO).
Y aquel día dirás(FP):
Dad gracias al Señor, invocad su nombre,
haced conocer entre los pueblos sus obras(FQ),
haced recordar[az] que su nombre es enaltecido(FR).
Cantad alabanzas al Señor, porque ha hecho cosas maravillosas[ba];
sea conocido esto por toda la tierra(FS).
Clama y grita de júbilo, habitante de Sión(FT),
porque grande es en medio de ti el Santo de Israel(FU).

Notas al pie

  1. Isaías 9:1 En el texto heb., cap. 8:23
  2. Isaías 9:1 O, las naciones
  3. Isaías 9:2 En el texto heb., cap. 9:1
  4. Isaías 9:3 Otra posible lectura es: no aumentarás
  5. Isaías 9:3 Lit., la
  6. Isaías 9:3 Lit., en
  7. Isaías 9:4 Lit., el día
  8. Isaías 9:6 O, el gobierno
  9. Isaías 9:6 Lit., estará
  10. Isaías 9:7 O, gobierno
  11. Isaías 9:8 Lit., palabra
  12. Isaías 9:9 Lit., diciendo
  13. Isaías 9:12 Lit., con toda la boca
  14. Isaías 9:16 O, tragados
  15. Isaías 9:20 Lit., Y corta
  16. Isaías 9:20 Lit., come
  17. Isaías 9:20 Algunas versiones antiguas dicen: de su prójimo
  18. Isaías 10:1 Lit., escriben penalidades o iniquidades
  19. Isaías 10:2 Lit., desviar
  20. Isaías 10:3 Lit., de la visita
  21. Isaías 10:3 Lit., gloria
  22. Isaías 10:4 Lit., bajo
  23. Isaías 10:4 Lit., bajo
  24. Isaías 10:6 Lit., lo haga un lugar hollado
  25. Isaías 10:7 Lit., en su corazón
  26. Isaías 10:8 Lit., juntamente
  27. Isaías 10:12 Lit., Visitaré
  28. Isaías 10:12 Lit., de la altivez de sus ojos
  29. Isaías 10:13 O, a los que se sientan sobre tronos
  30. Isaías 10:16 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor y así en los vers. 23, 24 y 33
  31. Isaías 10:19 Lit., escribirlos
  32. Isaías 10:24 Lit., él
  33. Isaías 10:30 Lit., con tu
  34. Isaías 10:30 La versión siriaca dice: respóndele
  35. Isaías 10:32 Otra posible lectura es: casa
  36. Isaías 10:34 O, como un poderoso
  37. Isaías 11:6 Lit., cebado
  38. Isaías 11:6 Algunas versiones antiguas dicen: y el becerro y el leoncillo comerán juntos
  39. Isaías 11:10 O, estandarte
  40. Isaías 11:10 Lit., gloria
  41. Isaías 11:10 O, lugar de reposo
  42. Isaías 11:11 O, Etiopía
  43. Isaías 11:11 O, costas
  44. Isaías 11:14 Lit., volarán
  45. Isaías 11:14 Lit., serán la extensión de su mano
  46. Isaías 11:14 Lit., bajo su obediencia
  47. Isaías 11:15 Otra posible lectura es: secará
  48. Isaías 11:15 Posiblemente, el mar Rojo
  49. Isaías 11:15 I.e., el Eufrates
  50. Isaías 12:2 Heb., Yah
  51. Isaías 12:2 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
  52. Isaías 12:4 O, proclamad
  53. Isaías 12:5 O, ha obrado gloriosamente