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El juicio sobre toda la tierra

24 Miren, el Señor va a arrasar la tierra,
va a devastarla y trastornarla,
y dispersará a sus habitantes.
Y será igual para el sacerdote y el pueblo,
para el amo y el esclavo,
para el ama y la esclava,
para el que compra y el que vende,
para el que presta y el que recibe prestado,
para el deudor y el acreedor.
La tierra será totalmente arrasada,
totalmente saqueada.
Porque esto es lo que ha dicho el Señor.
La tierra se seca y se marchita,
el mundo entero se reseca, se marchita,
y el cielo y la tierra se llenan de tristeza.
La tierra ha sido profanada por sus habitantes,
porque han dejado de cumplir las leyes,
han desobedecido los mandatos,
han violado la alianza eterna.
Por eso, una maldición ha acabado con la tierra,
y sus habitantes sufren el castigo.
Por eso, los habitantes de la tierra han disminuido,
y queda poca gente.

El vino escasea, los viñedos se enferman,
los que vivían alegres se llenan de tristeza.
Se terminó la alegría de los tambores y del arpa,
se calló el bullicio de los amigos de la diversión.
No más beber vino al son de las canciones;
las bebidas se volverán amargas para los bebedores.
10 La ciudad del desorden está en ruinas,
no se puede entrar en ninguna casa.
11 La gente llora en las calles por la escasez de vino;
toda la alegría se ha apagado,
ha quedado desterrada de la tierra.
12 La ciudad está en ruinas,
la puerta quedó hecha pedazos.
13 Así será en todas las naciones de la tierra:
como cuando se hacen caer a golpes las aceitunas,
o cuando se rebuscan las uvas
una vez terminada la cosecha.

14 Los sobrevivientes gritarán llenos de alegría,
levantarán la voz desde occidente
al ver la majestad del Señor.
15 También en el oriente
y en los países del mar
darán gloria al Señor, el Dios de Israel.
16 Desde el extremo de la tierra los hemos oído cantar:
«¡Honor al justo!»

Pero yo dije: ¡Ay, qué miseria, qué miseria!
¡Los traidores cometen una vil traición!
17 Los habitantes de la tierra
serán como animales perseguidos por los cazadores
o en peligro de caer en un hoyo o una trampa.
18 El que escape de los cazadores caerá en el hoyo,
y el que salga del hoyo caerá en la trampa.
Un diluvio caerá del cielo
y temblarán los cimientos de la tierra.

19 La tierra temblará terriblemente,
se sacudirá, se hará pedazos.
20 Se tambaleará como un borracho,
temblará como una débil choza.
Sus pecados pesan tanto sobre ella
que caerá y no volverá a levantarse.
21 En ese día el Señor castigará
a los poderes celestiales
y a los reyes de la tierra;
22 los reunirá, los encerrará en un calabozo,
los tendrá encarcelados,
y después de mucho tiempo los castigará.
23 Cuando el Señor todopoderoso actúe como rey
en el monte Sión, en Jerusalén,
el sol y la luna se oscurecerán
y los jefes de su pueblo verán la gloria del Señor.

Canto de alabanza a Dios

25 Señor, tú eres mi Dios;
yo te alabo y bendigo tu nombre,
porque has realizado tus planes admirables,
fieles y seguros desde tiempos antiguos.
Has convertido las ciudades en montones de piedras,
las ciudades fortificadas en ruinas;
destruiste los palacios de los enemigos,
y no serán reconstruidos jamás.
Por esto un pueblo violento te honra,
las ciudades de gente cruel te temen.
Porque tú has sido un refugio para el pobre,
un protector para el necesitado en su aflicción,
refugio contra la tempestad,
sombra contra el calor.
El aliento de los hombres crueles
es como una tempestad de invierno,
o como el calor en tierra seca.
Tú dominas el tumulto de los enemigos
como calmas el calor con la sombra de una nube.
Tú obligas a los hombres crueles a guardar silencio.

En el monte Sión, el Señor todopoderoso
preparará para todas las naciones
un banquete con ricos manjares y vinos añejos,
con deliciosas comidas y los más puros vinos.
En este monte destruirá el Señor
el velo que cubría a todos los pueblos,
el manto que envolvía a todas las naciones.
El Señor destruirá para siempre la muerte,
secará las lágrimas de los ojos de todos
y hará desaparecer en toda la tierra
la deshonra de su pueblo.
El Señor lo ha dicho.

En ese día se dirá:
«Éste es nuestro Dios,
en él confiamos y él nos salvó.
Alegrémonos, gocémonos, él nos ha salvado.»

10 La mano del Señor protegerá al monte Sión,
mientras que a Moab la pisoteará
como se pisotea la paja en un basurero.
11 Moab extenderá sus brazos
como los extiende un nadador,
pero con cada movimiento
se hundirá más su altanería.
12 El Señor hará caer
sus altas y fuertes murallas;
las derribará,
las dejará tiradas por el suelo.

Canto de victoria

26 En ese día se cantará este canto en la tierra de Judá:

«Tenemos una ciudad fuerte;
para salvarnos,
el Señor levantó murallas y fortificaciones.
Abran las puertas para que pase una nación justa
que se mantiene fiel.
Señor, tú conservas en paz a los de carácter firme,
porque confían en ti.
Confíen siempre en el Señor,
porque él es refugio eterno.
Él hace caer a los orgullosos,
y humilla a la ciudad soberbia
derribándola hasta el suelo,
para que los humildes y los pobres
la pisoteen con sus pies.»

El camino de los justos es recto;
tú, Señor, haces llano su camino.
Nosotros también nos sentimos seguros
en el camino señalado por tus leyes, Señor.
Lo que nuestro corazón desea es pensar en ti.
De todo corazón suspiro por ti en la noche;
desde lo profundo de mi ser te busco.
Cuando tú juzgues la tierra,
los hombres aprenderán lo que es justicia.
10 Aunque tengas compasión de los malos,
ellos no aprenderán a ser rectos;
son perversos en tierra de gente honrada
y no tienen en cuenta la grandeza del Señor.
11 Señor, tienes el castigo preparado,
pero ellos no quieren darse cuenta;
cuando vean tu ardiente amor por tu pueblo,
quedarán en ridículo.
¡Ojalá que el fuego de tu ira los devore!
12 Señor, tú nos concedes bienestar;
eres tú, en verdad,
quien realizas todas nuestras obras.
13 Señor y Dios nuestro,
otros señores han sido nuestros amos,
pero sólo a ti te reconocemos por Señor.
14 Ellos están muertos, no volverán a vivir;
no son más que sombras, y no volverán a levantarse;
pues los has castigado, los has destruido,
has acabado con todo recuerdo de ellos.
15 Tú hiciste crecer la nación, Señor;
la hiciste crecer para gloria tuya,
extendiste todas las fronteras del país.
16 En la aflicción te buscamos, Señor,
cuando nos corriges con un simple murmullo.
17 Delante de ti estábamos, Señor,
como cuando a una mujer encinta
se le acerca el momento del parto
y se retuerce y grita de dolor.
18 Concebimos, sentimos los dolores del parto
y dimos a luz, pero no era más que viento.
No hemos traído la salvación al país,
ni va a nacer gente que pueble el mundo.
19 Pero tus muertos sí volverán a vivir,
sus cadáveres resucitarán.
Los que duermen en la tierra se despertarán
y darán gritos de alegría.
Porque tú envías tu luz como rocío
y los muertos volverán a nacer de la tierra.

20 Ve, pueblo mío, entra en tu casa
y cierra las puertas detrás de ti.
Escóndete un poco, hasta que pase la ira del Señor.
21 Porque el Señor va a salir de su palacio
para castigar por sus pecados
a los habitantes de la tierra,
y la tierra no ocultará más sus víctimas
sino que dejará ver los crímenes cometidos en ella.

Liberación de Israel

27 En ese día el Señor castigará
con su espada terrible, inmensa, poderosa,
a Leviatán, la serpiente enroscada,
a Leviatán, la serpiente tortuosa,
y matará al dragón que está en el mar.

En ese día el Señor dirá:
«Canten al viñedo delicioso.
Yo, el Señor, soy quien lo cuido
y con frecuencia lo riego.
Lo cuido día y noche,
para que no sufra ningún daño.
No estoy enojado con él.
Si tuviera espinos y maleza,
saldría a hacerles la guerra
y los quemaría por completo.
Si quiere que yo lo proteja,
que haga las paces conmigo,
sí, que haga las paces conmigo.»

En el futuro el pueblo de Jacob echará raíces,
Israel retoñará y florecerá,
y llenará el mundo con sus frutos.
Dios no ha castigado a Israel
como castigó a sus opresores,
ni ha dado muerte a Israel
como dio muerte a sus asesinos.
Dios castigó a su pueblo mandándolo al destierro,
lo expulsó con su soplo terrible,
como cuando sopla el viento del este.
Pero perdonará el pecado de Jacob
y bajo esta condición borrará sus faltas:
que haga polvo todos sus altares paganos
como si triturara la piedra de cal,
y que no queden más troncos sagrados
ni altares de incienso en honor de los dioses.

10 La ciudad fortificada quedó en ruinas,
como casa abandonada,
como desierto sin gente.
Es un lugar donde pasta el ganado,
donde come las ramas y se echa a descansar.
11 Las ramas de un árbol se quiebran cuando se secan;
entonces las mujeres las recogen y hacen fuego con ellas.
Es un pueblo sin inteligencia.
Por eso su Creador, el que lo hizo,
no le tendrá compasión ni misericordia.

12 En ese día el Señor actuará
desde el Éufrates hasta el río de Egipto,
como quien trilla las espigas;
pero ustedes, israelitas, serán recogidos uno por uno.
13 En ese día se tocará la gran trompeta,
y los que estaban perdidos en Asiria,
lo mismo que los que estaban desterrados en Egipto,
vendrán a adorar al Señor
en Jerusalén, en el monte santo.

El juicio de Jehová sobre la tierra

24 He aquí que Jehová vacía la tierra y la desnuda, y trastorna su faz, y hace esparcir a sus moradores. Y sucederá así como al pueblo, también al sacerdote; como al siervo, así a su amo; como a la criada, a su ama; como al que compra, al que vende; como al que presta, al que toma prestado; como al que da a logro, así al que lo recibe. La tierra será enteramente vaciada, y completamente saqueada; porque Jehová ha pronunciado esta palabra.

Se destruyó, cayó la tierra; enfermó, cayó el mundo; enfermaron los altos pueblos de la tierra. Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, quebrantaron el pacto sempiterno. Por esta causa la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados; por esta causa fueron consumidos los habitantes de la tierra, y disminuyeron los hombres. Se perdió el vino, enfermó la vid, gimieron todos los que eran alegres de corazón. Cesó el regocijo de los panderos, se acabó el estruendo de los que se alegran, cesó la alegría del arpa. No beberán vino con cantar; la sidra les será amarga a los que la bebieren. 10 Quebrantada está la ciudad por la vanidad; toda casa se ha cerrado, para que no entre nadie. 11 Hay clamores por falta de vino en las calles; todo gozo se oscureció, se desterró la alegría de la tierra. 12 La ciudad quedó desolada, y con ruina fue derribada la puerta. 13 Porque así será en medio de la tierra, en medio de los pueblos, como olivo sacudido, como rebuscos después de la vendimia.

14 Estos alzarán su voz, cantarán gozosos por la grandeza de Jehová; desde el mar darán voces. 15 Glorificad por esto a Jehová en los valles; en las orillas del mar sea nombrado Jehová Dios de Israel. 16 De lo postrero de la tierra oímos cánticos: Gloria al justo. Y yo dije: ¡Mi desdicha, mi desdicha, ay de mí! Prevaricadores han prevaricado; y han prevaricado con prevaricación de desleales.

17 Terror, foso y red sobre ti, oh morador de la tierra. 18 Y acontecerá que el que huyere de la voz del terror caerá en el foso; y el que saliere de en medio del foso será preso en la red; porque de lo alto se abrirán ventanas, y temblarán los cimientos de la tierra. 19 Será quebrantada del todo la tierra, enteramente desmenuzada será la tierra, en gran manera será la tierra conmovida. 20 Temblará la tierra como un ebrio, y será removida como una choza; y se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se levantará.

21 Acontecerá en aquel día, que Jehová castigará al ejército de los cielos en lo alto, y a los reyes de la tierra sobre la tierra. 22 Y serán amontonados como se amontona a los encarcelados en mazmorra, y en prisión quedarán encerrados, y serán castigados después de muchos días. 23 La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine en el monte de Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea glorioso.

Cántico de alabanza por el favor de Jehová

25 Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza. Porque convertiste la ciudad en montón, la ciudad fortificada en ruina; el alcázar de los extraños para que no sea ciudad, ni nunca jamás sea reedificado. Por esto te dará gloria el pueblo fuerte, te temerá la ciudad de gentes robustas. Porque fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, refugio contra el turbión, sombra contra el calor; porque el ímpetu de los violentos es como turbión contra el muro. Como el calor en lugar seco, así humillarás el orgullo de los extraños; y como calor debajo de nube harás marchitar el renuevo de los robustos.

Y Jehová de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos banquete de manjares suculentos, banquete de vinos refinados, de gruesos tuétanos y de vinos purificados. Y destruirá en este monte la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones. Destruirá a la muerte para siempre;(A) y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros;(B) y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho.

Y se dirá en aquel día: He aquí, este es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; este es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación.

10 Porque la mano de Jehová reposará en este monte; pero Moab(C) será hollado en su mismo sitio, como es hollada la paja en el muladar. 11 Y extenderá su mano por en medio de él, como la extiende el nadador para nadar; y abatirá su soberbia y la destreza de sus manos. 12 Y abatirá la fortaleza de tus altos muros; la humillará y la echará a tierra, hasta el polvo.

Cántico de confianza en la protección de Jehová

26 En aquel día cantarán este cántico en tierra de Judá: Fuerte ciudad tenemos; salvación puso Dios por muros y antemuro. Abrid las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades. Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos. Porque derribó a los que moraban en lugar sublime; humilló a la ciudad exaltada, la humilló hasta la tierra, la derribó hasta el polvo. La hollará pie, los pies del afligido, los pasos de los menesterosos.

El camino del justo es rectitud; tú, que eres recto, pesas el camino del justo. También en el camino de tus juicios, oh Jehová, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra alma. Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia. 10 Se mostrará piedad al malvado, y no aprenderá justicia; en tierra de rectitud hará iniquidad, y no mirará a la majestad de Jehová. 11 Jehová, tu mano está alzada, pero ellos no ven; verán al fin, y se avergonzarán los que envidian a tu pueblo; y a tus enemigos fuego los consumirá.(D) 12 Jehová, tú nos darás paz, porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras. 13 Jehová Dios nuestro, otros señores fuera de ti se han enseñoreado de nosotros; pero en ti solamente nos acordaremos de tu nombre. 14 Muertos son, no vivirán; han fallecido, no resucitarán; porque los castigaste, y destruiste y deshiciste todo su recuerdo. 15 Aumentaste el pueblo, oh Jehová, aumentaste el pueblo; te hiciste glorioso; ensanchaste todos los confines de la tierra.

16 Jehová, en la tribulación te buscaron; derramaron oración cuando los castigaste. 17 Como la mujer encinta cuando se acerca el alumbramiento gime y da gritos en sus dolores, así hemos sido delante de ti, oh Jehová. 18 Concebimos, tuvimos dolores de parto, dimos a luz viento; ninguna liberación hicimos en la tierra, ni cayeron los moradores del mundo. 19 Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos.

20 Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación. 21 Porque he aquí que Jehová sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad contra él; y la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos.

Liberación y regreso de Israel

27 En aquel día Jehová castigará con su espada dura, grande y fuerte al leviatán(E) serpiente veloz, y al leviatán serpiente tortuosa; y matará al dragón que está en el mar.

En aquel día cantad acerca de la viña del vino rojo. Yo Jehová la guardo, cada momento la regaré; la guardaré de noche y de día, para que nadie la dañe. No hay enojo en mí. ¿Quién pondrá contra mí en batalla espinos y cardos? Yo los hollaré, los quemaré a una. ¿O forzará alguien mi fortaleza? Haga conmigo paz; sí, haga paz conmigo.

Días vendrán cuando Jacob echará raíces, florecerá y echará renuevos Israel, y la faz del mundo llenará de fruto. ¿Acaso ha sido herido como quien lo hirió, o ha sido muerto como los que lo mataron? Con medida lo castigarás en sus vástagos. Él los remueve con su recio viento en el día del aire solano. De esta manera, pues, será perdonada la iniquidad de Jacob, y este será todo el fruto, la remoción de su pecado; cuando haga todas las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, y no se levanten los símbolos de Asera ni las imágenes del sol. 10 Porque la ciudad fortificada será desolada, la ciudad habitada será abandonada y dejada como un desierto; allí pastará el becerro, allí tendrá su majada, y acabará sus ramas. 11 Cuando sus ramas se sequen, serán quebradas; mujeres vendrán a encenderlas; porque aquel no es pueblo de entendimiento; por tanto, su Hacedor no tendrá de él misericordia, ni se compadecerá de él el que lo formó.

12 Acontecerá en aquel día, que trillará Jehová desde el río Éufrates hasta el torrente de Egipto, y vosotros, hijos de Israel, seréis reunidos uno a uno. 13 Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran trompeta, y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido desterrados a Egipto, y adorarán a Jehová en el monte santo, en Jerusalén.

Juicio universal

24 Miren, el Señor arrasa la tierra
    y la devasta,
trastorna su faz
    y dispersa a sus habitantes.
Lo mismo pasará
    al pueblo y al sacerdote,
    al esclavo y al amo,
    a la esclava y a la señora,
    al comprador y al vendedor,
    al prestatario y al prestamista,
    al acreedor y al deudor.
La tierra será totalmente arrasada,
    saqueada por completo,
porque el Señor lo ha dicho.

La tierra languidece y se marchita;
    el mundo se marchita y desfallece;
    desfallecen los notables de la tierra.
La tierra yace profanada,
    pisoteada por sus habitantes,
porque han desobedecido las leyes,
    han violado los estatutos,
    han quebrantado el pacto eterno.
Por eso una maldición consume a la tierra
    y los culpables son sus habitantes.
Por eso el fuego los consume,
    y solo quedan unos cuantos.
Languidece el vino nuevo, desfallece la vid;
    gimen todos los corazones alegres.
Cesó el ritmo de los panderos,
    se aplacó el bullicio de los que se divierten,
    se apagó el júbilo del arpa.
Ya no beben vino mientras cantan;
    a los borrachos la cerveza les sabe amarga.
10 La ciudad del caos yace devastada;
    cerrado está el acceso a toda casa.
11 Clamor hay en las calles porque falta el vino;
    toda alegría se ha extinguido;
    el júbilo ha sido desterrado.
12 La ciudad está en ruinas;
    su puerta está hecha pedazos.
13 Así sucederá en medio de la tierra
    y entre las naciones,
como cuando a golpes se cosechan aceitunas,
    como cuando se recoge lo que sobra después de la vendimia.

14 El remanente eleva su voz y grita de alegría;
    desde el occidente aclama la majestad del Señor.
15 Por eso, glorifiquen al Señor en el oriente;
    el nombre del Señor, Dios de Israel,
    en las costas del mar.
16 Desde los confines de la tierra oímos cantar:
    «¡Gloria al justo!».

Pero yo digo: «¡Ay de mí!
    ¡Qué dolor me consume!».
Los traidores traicionan,
    los traidores maquinan traiciones.
17 ¡Terror, fosa y trampa
    están contra ti, habitante de la tierra!
18 Quien huya del grito de terror
    caerá en la fosa,
y quien suba del fondo de la fosa
    caerá en la trampa.

Abiertas están las compuertas de lo alto
    y tiemblan los cimientos de la tierra.
19 La tierra se quiebra, se desintegra;
    la tierra se agrieta, se resquebraja;
    la tierra tiembla y retiembla.
20 La tierra se tambalea como un borracho,
    se sacude como una choza.
Tanto pesa sobre ella su rebelión
    que caerá para no volver a levantarse.

21 En aquel día el Señor castigará
    a los ejércitos celestiales en el cielo
    y a los reyes terrenales en la tierra.
22 Serán amontonados en un pozo,
    como prisioneros entre rejas
    y, después de muchos días, se les castigará.
23 La luna se sonrojará
    y el sol se avergonzará,
porque sobre el monte Sión, sobre Jerusalén,
    reinará el Señor de los Ejércitos,
    glorioso entre sus jefes.

Canto de alabanza al Señor

25 Señor, tú eres mi Dios;
    te exaltaré y alabaré tu nombre
    porque has hecho maravillas.
Desde tiempos antiguos
    tus planes son fieles y seguros.
Has convertido la ciudad en un montón de escombros,
    la ciudad fortificada en una ruina.
Ya no existe la ciudad, la fortaleza de extranjeros;
    nunca más volverá a ser reconstruida.
Por eso te glorifica un pueblo poderoso;
    te honrarán las ciudades de las naciones violentas.
Porque tú has sido en su angustia un baluarte para el desvalido,
    un refugio para el necesitado,
un resguardo contra la tormenta,
    una sombra en el calor.
Porque el aliento de los violentos
    es como una tormenta contra un muro,
    como el calor en el desierto.
Tú aplacas el tumulto de los extranjeros,
    como se aplaca el calor bajo la sombra de una nube
    y ahogas el alboroto de los violentos.

Sobre este monte el Señor de los Ejércitos
    preparará para todos los pueblos
un banquete de manjares especiales.
    Un banquete de vinos añejos,
    las mejores carnes y vinos selectos.
Sobre este monte rasgará
    el velo que cubre a todos los pueblos,
el manto que envuelve a todas las naciones.
    Devorará a la muerte para siempre.
El Señor y Dios enjugará las lágrimas
    de todo rostro
y quitará de toda la tierra
    la deshonra de su pueblo.
El Señor mismo lo ha dicho.

En aquel día se dirá:

«¡Sí, este es nuestro Dios;
    en él confiamos y él nos salvó!
¡Este es el Señor, en él hemos confiado;
    regocijémonos y alegrémonos en su salvación!».

10 La mano del Señor se posará sobre este monte,
    pero Moab será pisoteada en su sitio,
    como se pisotea la paja en el muladar.
11 Allí extenderán sus manos,
    como al nadar las extiende un nadador.
Pero Dios abatirá su orgullo,
    junto con la destreza[a] de sus manos.
12 Derribará, hará caer y abatirá
    tus muros altos y fortificados,
    hasta dejarlos hechos polvo sobre la tierra.

Canto de victoria

26 En aquel día se entonará esta canción en la tierra de Judá:

«Tenemos una ciudad fuerte.
    Para salvarla,
    Dios levantó muros y baluartes.
Abran las puertas para que entre la nación justa
    que se mantiene fiel.
Al de carácter firme
    lo guardarás en perfecta paz,
    porque en ti confía.
Confíen en el Señor para siempre,
    porque el Señor, el Señor mismo, es la Roca eterna.
Él hace caer a los que habitan en lo alto
    y humilla a la ciudad enaltecida:
la abate hasta dejarla por el suelo,
    la derriba hasta dejarla hecha polvo.
¡Los pobres y los desvalidos
    la pisotean con sus propios pies!».

La senda del justo es recta;
    tú, que eres íntegro, allanas su camino.
Sí, en ti esperamos, Señor,
    y en la senda de tus juicios;
tu nombre y tu memoria
    son el deseo de nuestra vida.
Todo mi ser te desea por las noches;
    por la mañana mi espíritu te busca.
Pues, cuando tus juicios llegan a la tierra,
    los habitantes del mundo aprenden lo que es justicia.
10 Aunque al malvado se le tenga compasión,
    no aprende lo que es justicia;
en tierra de rectitud actúa con iniquidad
    y no reconoce la majestad del Señor.
11 Levantada está, Señor, tu mano,
    pero ellos no la ven.
¡Que vean tu celo por el pueblo y sean avergonzados;
    que sean consumidos por el fuego destinado a tus enemigos!

12 Señor, tú estableces la paz en favor nuestro,
    porque tú eres quien realiza todas nuestras obras.
13 Señor y Dios nuestro,
    otros señores nos han gobernado,
    pero solo a tu nombre damos honra.
14 Ya están muertos y no revivirán;
    ya son sombras y no se levantarán.
Tú los has castigado y destruido;
    has hecho que perezca su memoria.
15 Tú, Señor, has engrandecido a la nación;
    la has engrandecido y te has glorificado;
    has extendido las fronteras de todo el país.

16 Señor, en la angustia te buscaron;
    apenas lograban susurrar una oración[b]
    cuando tú los corregías.
17 Señor, nosotros estuvimos ante ti
    como cuando una mujer embarazada
se retuerce y grita de dolor
    al momento de dar a luz.
18 Concebimos, nos retorcimos,
    pero dimos a luz tan solo viento.
No trajimos salvación a la tierra
    ni nacieron los habitantes del mundo.

19 Pero tus muertos vivirán;
    sus cadáveres volverán a la vida.
¡Despierten y griten de alegría,
    moradores del polvo!
Porque tu rocío es como el rocío de la mañana
    y la tierra devolverá sus muertos.

20 ¡Anda, pueblo mío, entra en tus habitaciones
    y cierra tus puertas tras de ti;
escóndete por un momento,
    hasta que pase la ira!
21 ¡Estén alerta!
El Señor va a salir de su morada
    para castigar la maldad de los habitantes de la tierra.
La tierra pondrá al descubierto la sangre derramada;
    ya no ocultará a sus muertos.

Liberación de Israel

27 En aquel día

el Señor castigará a Leviatán, la serpiente escurridiza,
    a Leviatán, la serpiente tortuosa.
Con su espada violenta, grande y poderosa,
    matará al monstruo marino.
«Canten en aquel día a la viña escogida:
    Yo, el Señor, soy su guardián;
    todo el tiempo riego mi viña.
Día y noche cuido de ella
    para que nadie le haga daño.
    No estoy enojado.
Si me enfrentan zarzas y espinos,
    pelearía contra ellos
    y los quemaría totalmente,
a menos que ella acudiera a mi refugio
    e hiciera las paces conmigo,
    sí, que hiciera las paces conmigo».

Días vendrán en que Jacob echará raíces,
    en que Israel retoñará, florecerá
    y llenará el mundo con sus frutos.

¿Acaso el Señor lo ha golpeado
    como hizo con quien lo golpeaba?
¿Acaso le dio muerte
    como mueren los que matan?
Contendió con él con guerra[c] y destierro;
    lo expulsó con su soplo violento
    al soplar el viento del este.
Así quedará perdonada la iniquidad de Jacob;
    este será el fruto del perdón de su pecado:
reducirá a polvo todas las piedras del altar
    como si moliera piedra caliza
y no dejará en pie ninguna imagen de Aserá
    ni altar de incienso alguno.
10 En ruinas está la ciudad fortificada;
    es un sitio sin habitantes, abandonado como el desierto.
Allí se echa el ternero,
    allí pace y deshoja las ramas.
11 Una vez secas, las ramas se quiebran;
    vienen luego las mujeres y con ellas hacen fuego.
Porque este es un pueblo sin entendimiento;
    por eso su Hacedor no le tiene compasión
    ni de él se apiada quien lo formó.

12 En aquel día el Señor trillará desde las corrientes del Éufrates hasta el torrente de Egipto y ustedes, israelitas, serán recogidos uno por uno. 13 En aquel día sonará una gran trompeta. Los que fueron llevados a Asiria y los que fueron desterrados a Egipto vendrán y adorarán al Señor sobre el monte santo en Jerusalén.

Notas al pie

  1. 25:11 la destreza. Palabra de difícil traducción.
  2. 26:16 apenas … oración. Frase de difícil traducción.
  3. 27:8 guerra. Palabra de difícil traducción.

Dios castiga la tierra

24 Isaías dijo:

«¡Dios va a convertir la tierra en un desierto!
¡Todos sus habitantes se dispersarán!
A todos les pasará lo mismo:
al sacerdote y al pueblo,
a los amos y a los esclavos,
al que compra y al que vende,
al que presta y al que pide prestado,
al rico y al pobre.
¡La tierra quedará totalmente arruinada!
El Dios de Israel ha jurado que así lo hará.

»La tierra se ha secado y marchitado;
la gente más poderosa
se ha quedado sin fuerzas.
La tierra se ha llenado de maldad,
porque sus habitantes
no han cumplido las leyes de Dios.
Se habían comprometido
a obedecerlo por siempre,
pero ninguno cumplió con ese pacto.
Todos han pecado;
por eso la tierra está bajo maldición
y muy pocos han quedado con vida.
La ciudad está desierta.

»Los viñedos se han secado;
ya casi no hay vino.
Los que antes cantaban de alegría
ahora mueren de tristeza.
Ya no suenan los alegres tambores
y el arpa ha quedado en silencio;
¡se acabó la fiesta!

»El vino se ha vuelto vinagre
y nadie entona una canción.
10 La ciudad está en ruinas,
todo es un desorden,
y las casas se han cerrado.
11 Por las calles la gente
pide a gritos un poco de vino.

»¡La alegría abandonó la tierra!
12 La ciudad quedó destruida,
y sus portones, hechos pedazos.
13 Las naciones quedaron vacías,
como un árbol de olivo
después de la cosecha.

Algunos se salvarán

14-16 »Los pocos que se salven
gritarán y saltarán de alegría.
¡Por todos los rincones del mundo
se oirán cantos de alabanza
para el Dios que ama la justicia!»

El triunfo de Dios

Isaías continuó diciendo:

«Mi ánimo está por los suelos;
¡siento que me muero de tristeza!

»No se puede confiar en los traidores,
porque engañan y no tienen compasión.
17 Y a ti, habitante de la tierra,
te esperan el terror y las trampas:
18 si te libras del terror,
te hundirás en una trampa,
y si sales de ella con vida,
caerás en otra trampa.

»Lloverá muy fuerte;
un diluvio hará temblar
los cimientos de la tierra.
19 Un gran terremoto sacudirá la tierra
hasta dejarla hecha pedazos.
20 La tierra temblará como un borracho,
y se vendrá abajo como frágil choza.
¡Pesa tanto el pecado de la gente
que la tierra caerá
y no volverá a levantarse!

21 »Ese día, Dios castigará
a los que gobiernan con maldad
en el cielo y en la tierra.
22 Los meterá en un calabozo,
los tendrá encarcelados,
y al final los castigará.
23 El sol y la luna se oscurecerán,
porque el Dios todopoderoso
reinará desde Jerusalén,
y los jefes de su pueblo
serán testigos del poder de Dios».

Canto de acción de gracias

25 Isaías dijo:

«Tú eres mi Dios.
Yo alabo y bendigo tu nombre,
porque has realizado planes admirables
que prometiste desde tiempos antiguos.
Has destruido las fortalezas
de nuestros enemigos,
has dejado las ciudades
hechas un montón de ruinas.
¡Nunca más serán reconstruidas!
Ahora los pueblos fuertes y tiranos
te obedecen y te adoran.

»Has sido un refugio para el débil
y has protegido al pobre en su aflicción.
Tú eres un refugio en la tormenta,
una sombra que protege del calor.

»El soplo de los tiranos
es como una tormenta de invierno;
es como el calor del desierto.
Tú frenaste el ataque de los enemigos,
y así pusiste fin
al canto de victoria de los tiranos.

El banquete de Dios

»El Dios todopoderoso
prepara en Jerusalén
un banquete para todas las naciones.
Allí hay ricos manjares,
comidas deliciosas,
y los mejores vinos.

»Dios acabará
con la tristeza de las naciones.
8-9 Dios destruirá para siempre
el poder de la muerte.
Dios secará las lágrimas de todos
y borrará la vergüenza de su pueblo
en toda la tierra.

»Ese día se dirá:

“Ahí está nuestro Dios.
En él confiamos, y nos salvó.
¡Gritemos de alegría
porque Dios nos ha salvado!”

»Dios ha jurado que así será».

La derrota del pueblo de Moab

10 Isaías continuó diciendo:

«Dios protegerá a Jerusalén,
pero Moab será pisoteado
como se pisotea la basura.
11 Moab intentará surgir de nuevo,
pero por más que se esfuerce,
Dios aplastará su orgullo.
12 Dios hará caer sus altas murallas
y las dejará tendidas por el suelo».

Canto de victoria del pueblo de Dios

26 Cuando Dios castigue a nuestros enemigos, la gente de Judá entonará esta canción:

«Tenemos una ciudad muy fuerte;
Dios levantó murallas y fortalezas
para protegernos.
Abran los portones de Jerusalén,
pues por ellos entrará
un pueblo justo y fiel.
Dios hará vivir en paz
a quienes le son fieles
y confían en él.

»Dios es nuestro refugio eterno;
¡confiemos siempre en él!
Dios castiga a los creídos
y derrota a la ciudad orgullosa,
para que la pisoteen
los humildes y los pobres.

»Dios nuestro,
tú cuidas a la gente buena
para que cumpla tus mandamientos.
Por tus enseñanzas aprendemos a vivir;
ellas nos hacen sentirnos seguros.
Lo que más deseamos
es obedecerte y adorarte.
De día y de noche
mi corazón te busca;
cuando tú das una orden,
todos aprenden a hacer lo bueno.

10 »Dios nuestro,
los malvados no aprenden a ser buenos
aunque se les tenga compasión.
Aunque estén entre gente buena,
siguen actuando con maldad
y no les importa
que seas el Dios todopoderoso.
11 Tú les tienes preparado su castigo,
pero ellos ni siquiera se dan cuenta.
¡Demuéstrales cuánto nos amas,
para que sientan vergüenza!
¡Destrúyelos con tu enojo!

12 »Dios nuestro,
tú nos aseguras la paz,
y todo lo que hemos logrado
ha sido por tu gran poder.

13 »Dios nuestro,
aunque otros dioses nos han dominado,
tú eres nuestro único Dios.
14 Esos dioses no tienen vida;
son dioses muertos y no se pueden mover.
Tú les diste su merecido,
y ahora nadie los recuerda.

15 »Tú has engrandecido nuestra nación.
Has extendido nuestras fronteras
para dar a conocer
tu fama y tu poder.
16 Cuando nos castigaste,
nos volvimos a ti
a pesar de nuestro dolor.
17 Tu castigo nos hizo sufrir mucho;
nuestro dolor fue muy grande.
18 Pero ese dolor no produjo nada.
No le dimos a nuestro país
la alegría de la victoria
ni tampoco la alegría
de tener muchos hijos.
19 Pero somos tu pueblo,
y aunque estemos destruidos,
volveremos a vivir.
Tú llenarás de vida y alegría
a esta nación sin vida.

20 »¡Vamos, pueblo mío,
entra ya en tu ciudad!
Cierra los portones y espera
a que Dios calme su enojo.
21 Dios saldrá de su palacio
y castigará por su maldad
a los que habitan la tierra.
Los crímenes de los violentos
no quedarán sin castigo».

El castigo del monstruo del mar

27 Isaías dijo:

«Los enemigos de Israel
son como un monstruo del mar,
y escurridizos como serpientes,
pero Dios empuñará su espada,
grande y poderosa,
y los destruirá».

El canto a Israel

Cuando llegue el castigo de nuestros enemigos, Dios dirá:

«Canten una canción a Israel.
Yo la cuido y la protejo;
día y noche le brindo protección
para que nadie le haga daño.
Ya no estoy enojado con ella;
todavía hay algunos rebeldes,
pero yo los sacaré de allí.
Si Israel quiere que yo la proteja,
deberá reconciliarse conmigo;
¡tendrá que hacer las paces!»

Israel quedará libre de sus pecados

Isaías dijo:

«En el futuro
el pueblo de Israel prosperará
y poblará el mundo.
7-8 Dios no ha castigado a Israel
como castigó a sus enemigos;
es verdad que los castigó
expulsándolos de su país
y mandándolos a tierras lejanas,
pero no los destruyó
como destruyó a sus asesinos.

»Dios perdonará a los israelitas
siempre y cuando ellos destruyan
esos despreciables altares
donde adoran a otros dioses.

10-11 »Pero los habitantes de Samaria
son un pueblo sin inteligencia,
y Dios, su creador,
ya no les tiene compasión.
Por eso su ciudad fortificada
ha quedado abandonada y solitaria;
allí sólo pasta el ganado,
los animales se comen las ramas
y luego se echan a dormir.
Las ramas se quiebran al secarse,
y las mujeres hacen fuego con ellas.

Los israelitas vuelven a su patria

12 »Cuando Dios perdone a Israel,

hará que tiemble la tierra
desde el río Éufrates
hasta el río de Egipto;
pero a ustedes los israelitas
los juntará uno por uno,
como junta el campesino las espigas.
13 Ese día sonará la gran trompeta.
Todos los que estaban prisioneros
en el país de Asiria
y en el país de Egipto,
vendrán para adorar a Dios
en la santa ciudad de Jerusalén».

Juicio de Dios contra las naciones

24 He aquí, el Señor arrasa la tierra, la devasta, trastorna su superficie y dispersa sus habitantes(A). Le sucederá lo mismo al pueblo será como al sacerdote, al siervo como a su amo, a la doncella como a su ama, al comprador como al vendedor, al que presta como al que toma prestado, al acreedor como al deudor(B). La tierra será totalmente arrasada y completamente saqueada, porque el Señor ha dicho esta palabra. De duelo y marchitada está la tierra(C), el mundo languidece y se marchita, languidecen los grandes del pueblo de la tierra(D). También la tierra es profanada por[a] sus habitantes(E), porque traspasaron las leyes, violaron los estatutos, quebrantaron el pacto eterno(F). Por eso, una maldición(G) devora la tierra, y son tenidos por culpables los que habitan en ella. Por eso, son consumidos los habitantes de la tierra(H), y pocos hombres quedan en ella.

El mosto está de duelo(I),
languidece la vid,
suspiran todos los de alegre corazón.
Cesa el júbilo de los panderos,
se acaba el alboroto de los que se divierten,
cesa el júbilo de la lira(J).
No beben vino con canción;
el licor(K) es amargo(L) a los que lo beben.
10 Derribada está la ciudad(M) del caos,
toda casa está cerrada para que no entre nadie(N).
11 Hay clamor(O) por vino en las calles,
toda alegría se convierte en tinieblas[b],
desterrado está el júbilo de la tierra(P).
12 Desolación queda en la ciudad,
y la puerta está hecha pedazos, en ruinas(Q).
13 Porque así será en medio de la tierra, entre los pueblos,
como cuando se varea el olivo(R),
como en los rebuscos cuando se acaba la vendimia.
14 Ellos alzan sus voces, gritan de júbilo;
desde el occidente[c] dan voces por la majestad del Señor(S).
15 Por tanto, glorificad(T) al Señor en el oriente[d],
el nombre del Señor, Dios de Israel(U),
en las costas[e] del mar(V).
16 Desde los confines de la tierra oímos cánticos(W): Gloria al Justo(X).
Mas yo digo: ¡Pobre de[f] mí! ¡Pobre de[g] mí! ¡Ay de mí(Y)!
Los pérfidos obran con perfidia,
con mucha perfidia obran los pérfidos(Z).
17 Terror, foso y lazo
te asedian[h], oh morador de la tierra(AA).
18 Y sucederá que el que huya del ruido del terror, caerá en el foso,
y el que salga[i] del foso, será atrapado en el lazo;
porque las ventanas de arriba[j] están abiertas(AB), y los cimientos de la tierra se estremecen(AC).
19 Se hace pedazos la tierra,
en gran manera se agrieta[k](AD),
con violencia tiembla la tierra.
20 Se tambalea, oscila la tierra como un ebrio(AE),
se balancea como una choza,
pues pesa sobre ella su transgresión(AF),
y caerá, y no volverá a levantarse(AG).
21 Y sucederá en aquel día,
que el Señor castigará[l](AH) al ejército de lo alto en lo alto,
y a los reyes de la tierra(AI) en la tierra.
22 Y serán agrupados en montón
como prisioneros en un calabozo[m](AJ);
serán encerrados en la cárcel
y después de muchos días serán castigados[n](AK).
23 Entonces la luna se abochornará y el sol se avergonzará(AL)
porque el Señor de los ejércitos reinará en el monte Sión y en Jerusalén(AM),
y delante de sus ancianos estará su gloria.

Cántico de alabanza por el favor de Dios

25 Oh Señor, tú eres mi Dios(AN);
te ensalzaré, daré alabanzas a tu nombre,
porque has hecho maravillas(AO),
designios(AP) concebidos desde tiempos antiguos con toda fidelidad.
Porque has convertido la ciudad en un montón de escombros,
la ciudad fortificada, en una ruina(AQ);
el palacio de extranjeros ya no es ciudad,
nunca será reedificado(AR).
Por eso te glorificará un pueblo fuerte(AS),
ciudades de crueles naciones te reverenciarán(AT).
Porque tú has sido baluarte para el desvalido,
baluarte para el necesitado en su angustia(AU),
refugio contra la tormenta, sombra contra el calor(AV);
pues el aliento de los crueles
es como turbión contra el muro(AW).
Como calor durante la sequía, tú aquietas el estruendo(AX) de los extranjeros;
como el calor a la sombra de una nube, es acallado[o] el cántico de los tiranos.

Y el Señor de los ejércitos preparará en este monte(AY) para todos los pueblos un banquete de manjares suculentos[p](AZ),
un banquete de vino añejo[q], pedazos escogidos[r] con tuétano,
y vino añejo[s] refinado.
Y destruirá en este monte la[t] cobertura(BA) que cubre todos los pueblos,
el velo que está extendido[u] sobre todas las naciones.
El destruirá[v] la muerte para siempre(BB);
el Señor Dios[w] enjugará las lágrimas de todos los rostros(BC),
y quitará el oprobio de su pueblo de sobre toda la tierra(BD),
porque el Señor ha hablado.
Y en aquel día se dirá:
He aquí, este es nuestro Dios(BE) a quien hemos esperado(BF) para que nos salvara(BG);
este es el Señor a quien hemos esperado;
regocijémonos y alegrémonos en su salvación(BH).
10 Porque la mano del Señor reposará en este monte,
y Moab(BI) será hollado en su sitio
como es hollada la paja en el agua del muladar.
11 Y en medio de él, Moab extenderá sus manos(BJ)
como el nadador extiende sus manos para nadar,
pero el Señor abatirá(BK) su arrogancia y[x] la destreza de sus manos.
12 Y derribará las fortalezas inexpugnables[y] de tus murallas,
las humillará y las echará por tierra, hasta el polvo(BL).

Cántico de confianza

26 En aquel día(BM) se cantará este cántico en la tierra de Judá:

Ciudad fuerte(BN) tenemos;
para protección[z] Él pone murallas y baluartes(BO).
Abrid las puertas(BP) para que pueda entrar la nación justa(BQ),
la que permanece fiel[aa].
Al de firme propósito guardarás en perfecta paz(BR),
porque en ti confía.
Confiad en el Señor para siempre(BS),
porque en Dios[ab] el Señor, tenemos una Roca eterna(BT).
Porque Él ha abatido a los que moran en lo alto, a la ciudad inexpugnable;
la humilla, la humilla hasta la tierra, la derriba hasta el polvo(BU).
La hollará el pie(BV):
los pies de los afligidos(BW), las pisadas de los desvalidos.

La senda del justo es rectitud(BX);
tú, que eres recto, allana el sendero del justo(BY).
Ciertamente, siguiendo la senda de tus juicios(BZ),
oh Señor, te hemos esperado;
tu nombre(CA) y tu memoria(CB) son el anhelo del alma.
En la noche te desea mi alma[ac](CC),
en verdad mi espíritu dentro de mí te busca[ad](CD) con diligencia;
porque cuando la tierra tiene conocimiento de tus juicios,
aprenden justicia los habitantes del mundo(CE).
10 Aunque se le muestre piedad al impío,
no aprende justicia(CF);
obra injustamente en tierra de rectitud,
y no ve la majestad del Señor(CG).

11 Oh Señor, alzada está tu mano, mas ellos no la ven(CH).
Que vean tu celo(CI) por el pueblo y se avergüencen;
ciertamente el fuego devorará a tus enemigos[ae](CJ).
12 Señor, tú establecerás paz para nosotros(CK),
ya que también todas nuestras obras tú las hiciste por nosotros.
13 Oh Señor, Dios nuestro, otros señores fuera de ti nos han gobernado(CL);
pero en ti solo confesamos[af] tu nombre(CM).
14 Los muertos no vivirán, los espíritus[ag] no se levantarán(CN),
pues los castigaste[ah] y destruiste(CO),
y has borrado todo recuerdo de ellos.
15 Has aumentado la nación(CP), oh Señor,
has aumentado la nación, te has glorificado,
has ensanchado todos los límites de la tierra(CQ).
16 Oh Señor, en la angustia te buscaron(CR);
apenas susurraban una oración[ai],
cuando tu castigo estaba sobre ellos.
17 Como la mujer encinta, al acercarse el momento de dar a luz,
se retuerce y grita en sus dolores de parto(CS),
así éramos nosotros delante de ti, oh Señor.
18 Estábamos encinta, nos retorcíamos en los dolores,
dimos a luz(CT), al parecer, solo viento.
No logramos liberación para la tierra,
ni nacieron[aj] habitantes del mundo(CU).
19 Tus muertos vivirán(CV),
sus[ak] cadáveres se levantarán.
¡Moradores del polvo, despertad(CW) y dad gritos de júbilo!,
porque tu rocío es como el rocío del alba[al],
y la tierra dará a luz[am] a los espíritus[an].

20 Ven, pueblo mío, entra en tus aposentos(CX)
y cierra tras ti tus puertas;
escóndete por corto tiempo[ao](CY)
hasta que pase la indignación(CZ).
21 Porque he aquí, el Señor va a salir de su lugar(DA)
para castigar[ap] la iniquidad de los habitantes de la tierra[aq](DB),
y la tierra pondrá de manifiesto su sangre derramada(DC)
y no ocultará más a sus asesinados.

Liberación de Israel

27 Aquel día el Señor castigará[ar]
con su espada feroz(DD), grande y poderosa,
a Leviatán[as], serpiente huidiza,
a Leviatán[at](DE), serpiente tortuosa,
y matará al dragón que vive en el mar(DF).

Aquel día se dirá:
Una viña de vino[au](DG); de ella cantad.
Yo, el Señor, soy su guardador;
a cada momento la riego(DH).
Para que nadie la dañe[av],
la guardo(DI) noche y día.
No tengo furor.
Si alguien[aw] me da zarzas y espinos(DJ) en batalla,
los pisotearé, los quemaré completamente[ax](DK),
a no ser que[ay] él confíe en[az] mi protección(DL),
que haga la paz conmigo,
que conmigo haga la paz(DM).
En los días[ba] venideros Jacob echará raíces(DN),
Israel florecerá(DO) y brotará,
y llenará el mundo entero[bb] de fruto(DP).

¿Acaso con la herida del que lo hirió fue herido(DQ),
o como con la matanza de sus muertos fue muerto?
Contendiste con él desterrándolo[bc], expulsándolo(DR).
Con su soplo violento lo echó en el día del viento solano(DS).
Así pues, con esto la iniquidad de Jacob será perdonada[bd](DT),
y este será todo el fruto del perdón[be] de su pecado(DU):
cuando haga todas las piedras del altar como piedras de cal pulverizadas;
cuando no estén en pie las Aseras[bf] y los altares de incienso[bg](DV).
10 Porque solitaria está la ciudad fortificada(DW),
una morada[bh] desamparada y abandonada como un desierto;
allí pastará el becerro,
y allí se echará y se alimentará de[bi] sus ramas(DX).
11 Cuando su ramaje está seco, es quebrado(DY),
vienen las mujeres y le prenden fuego.
Porque no es pueblo de discernimiento(DZ),
por tanto su Hacedor no le tendrá compasión,
y su Creador(EA) no tendrá piedad de él(EB).

12 Y sucederá en aquel día que el Señor trillará(EC) desde la corriente del Eufrates[bj] hasta el torrente de Egipto(ED), y vosotros seréis recogidos(EE) uno a uno, oh hijos de Israel. 13 Sucederá también en aquel día que se tocará una gran trompeta(EF), y los que perecían en la tierra de Asiria y los desterrados en la tierra de Egipto(EG), vendrán y adorarán al Señor en el monte santo en Jerusalén(EH).

Notas al pie

  1. Isaías 24:5 Lit., bajo
  2. Isaías 24:11 Lit., se oscurece
  3. Isaías 24:14 Lit., mar
  4. Isaías 24:15 Lit., la región de la luz
  5. Isaías 24:15 O, islas
  6. Isaías 24:16 Lit., Destrucción para
  7. Isaías 24:16 Lit., Destrucción para
  8. Isaías 24:17 Lit., están sobre ti
  9. Isaías 24:18 Lit., sube de en medio
  10. Isaías 24:18 Lit., de lo alto; i.e., el cielo
  11. Isaías 24:19 Lit., se agrieta la tierra
  12. Isaías 24:21 Lit., visitará
  13. Isaías 24:22 Lit., foso
  14. Isaías 24:22 Lit., visitados
  15. Isaías 25:5 Lit., humillado
  16. Isaías 25:6 Lit., banquete de enjundia; i.e., de abundancia
  17. Isaías 25:6 Lit., vino en su sedimento
  18. Isaías 25:6 Lit., trozos de enjundia
  19. Isaías 25:6 Lit., vino en su sedimento
  20. Isaías 25:7 Lit., tragará la faz de la
  21. Isaías 25:7 Lit., tejido
  22. Isaías 25:8 Lit., tragará
  23. Isaías 25:8 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
  24. Isaías 25:11 Lit., con
  25. Isaías 25:12 Lit., del baluarte
  26. Isaías 26:1 O, salvación
  27. Isaías 26:2 Lit., mantiene fidelidad
  28. Isaías 26:4 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
  29. Isaías 26:9 Lit., con mi alma te deseo
  30. Isaías 26:9 Lit., con mi espíritu dentro de mí te busco
  31. Isaías 26:11 O, que el fuego para tus adversarios los devore
  32. Isaías 26:13 O, hacemos que sea recordado
  33. Isaías 26:14 O, las sombras
  34. Isaías 26:14 Lit., visitaste
  35. Isaías 26:16 Lit., emitían un susurro
  36. Isaías 26:18 Lit., ni cayeron
  37. Isaías 26:19 Así en algunas versiones antiguas; en heb., mis
  38. Isaías 26:19 Lit., de las luces
  39. Isaías 26:19 Lit., hará caer
  40. Isaías 26:19 O, las sombras
  41. Isaías 26:20 Lit., momento
  42. Isaías 26:21 Lit., visitar
  43. Isaías 26:21 Así en la sept., el texto heb. añade «contra El»
  44. Isaías 27:1 Lit., visitará
  45. Isaías 27:1 O, al monstruo marino
  46. Isaías 27:1 O, al monstruo marino
  47. Isaías 27:2 Algunos mss. dicen: una viña deleitosa
  48. Isaías 27:3 O, castigue; lit., visite
  49. Isaías 27:4 Lit., Quien
  50. Isaías 27:4 Lit., a una
  51. Isaías 27:5 Lit., o
  52. Isaías 27:5 Lit., eche mano a
  53. Isaías 27:6 Lit., Los
  54. Isaías 27:6 Lit., la faz del mundo
  55. Isaías 27:8 Algunas versiones antiguas dicen: con medida exacta
  56. Isaías 27:9 Lit., expiada
  57. Isaías 27:9 Lit., del quitar
  58. Isaías 27:9 I.e., símbolos de madera de una deidad femenina
  59. Isaías 27:9 O, pilares del sol
  60. Isaías 27:10 O, un pastizal
  61. Isaías 27:10 Lit., consumirá
  62. Isaías 27:12 Lit., río