Y conforme pasaban por las ciudades, entregaban los acuerdos(A) tomados por los apóstoles y los ancianos(B) que estaban en Jerusalén, para que los observaran. Así que las iglesias(C) eran confirmadas en la fe[a], y diariamente crecían en número(D).

Visión de Pablo del hombre macedonio

Pasaron por la región de Frigia(E) y Galacia[b](F), habiendo sido impedidos por el Espíritu Santo de hablar la palabra en Asia[c](G), y cuando llegaron a Misia(H), intentaron ir a Bitinia(I), pero el Espíritu de Jesús(J) no se lo permitió. Y pasando por Misia(K), descendieron a Troas(L). Por la noche se le mostró a Pablo una visión(M): un hombre de Macedonia estaba de pie, suplicándole y diciendo: Pasa a Macedonia(N) y ayúdanos. 10 Cuando tuvo[d] la visión(O), enseguida procuramos(P) ir a[e] Macedonia, persuadidos de que Dios nos había llamado para anunciarles el evangelio(Q).

Conversión de Lidia

11 Así que[f], zarpando de Troas(R), navegamos con rumbo directo(S) a Samotracia, y al día siguiente a Neápolis, 12 y de allí a Filipos(T), que es una ciudad principal de la provincia de Macedonia(U), una colonia romana(V); en esta ciudad nos quedamos por varios días. 13 Y en el día de reposo(W) salimos fuera de la puerta, a la orilla de un río, donde pensábamos que habría un lugar de oración; nos sentamos y comenzamos a hablar a las mujeres que se habían reunido. 14 Y estaba escuchando cierta mujer llamada Lidia, de la ciudad de Tiatira(X), vendedora de telas de púrpura, que adoraba a Dios(Y); y el Señor abrió su corazón[g](Z) para que recibiera lo que Pablo decía. 15 Cuando ella y su familia[h](AA) se bautizaron, nos rogó, diciendo: Si juzgáis que soy fiel al Señor, venid a mi casa y quedaos en ella. Y nos persuadió a ir.

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Footnotes

  1. Hechos 16:5 O, en fe
  2. Hechos 16:6 O, Frigia y la región de Galacia
  3. Hechos 16:6 I.e., la provincia de la costa occidental de Asia Menor
  4. Hechos 16:10 Lit., vio
  5. Hechos 16:10 Lit., salir para
  6. Hechos 16:11 Algunos mss. antiguos dicen: Y
  7. Hechos 16:14 Lit., cuyo corazón el Señor abrió
  8. Hechos 16:15 Lit., casa

Y al pasar por las ciudades, les entregaban las ordenanzas que habían acordado los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén, para que las guardasen. Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y aumentaban en número cada día.

La visión del varón macedonio

Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió. Y pasando junto a Misia, descendieron a Troas. Y se le mostró a Pablo una visión de noche: un varón macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos. 10 Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio.

Encarcelados en Filipos

11 Zarpando, pues, de Troas, vinimos con rumbo directo a Samotracia, y el día siguiente a Neápolis; 12 y de allí a Filipos, que es la primera ciudad de la provincia de Macedonia, y una colonia; y estuvimos en aquella ciudad algunos días. 13 Y un día de reposo[a] salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido. 14 Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. 15 Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.

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Footnotes

  1. Hechos 16:13 Aquí equivale a sábado.

El poder de Dios y las flaquezas de Pablo

12 El gloriarse(A) es necesario, aunque no es provechoso; pasaré entonces a las visiones y revelaciones del Señor(B). Conozco a un hombre en Cristo(C), que hace catorce años (no sé si en el cuerpo, no sé si fuera del cuerpo, Dios lo sabe(D)) el tal fue arrebatado hasta el tercer cielo(E). Y conozco a tal hombre (si en el cuerpo o fuera[a] del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe(F)) que fue arrebatado al paraíso(G), y escuchó palabras inefables que al hombre no se le permite expresar. De tal hombre sí me gloriaré(H); pero en cuanto a mí mismo, no me gloriaré sino en mis debilidades(I). Porque si quisiera gloriarme, no sería insensato, pues diría la verdad(J); mas me abstengo de hacerlo para que nadie piense de mí más de lo que ve en mí, u oye de mí. Y dada la extraordinaria grandeza de las revelaciones(K), por esta razón, para impedir que me enalteciera, me fue dada una espina en la carne(L), un mensajero de Satanás(M) que me abofetee, para que no me enaltezca. Acerca de esto, tres veces(N) he rogado al Señor para que lo quitara de mí. Y Él me ha dicho: Te basta mi gracia, pues mi[b] poder(O) se perfecciona en la debilidad. Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades(P), para que el poder de Cristo more en mí. 10 Por eso me complazco en las debilidades, en insultos[c], en privaciones, en persecuciones y en angustias(Q) por amor a Cristo(R); porque cuando soy débil, entonces soy fuerte(S).

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Footnotes

  1. 2 Corintios 12:3 O, separado
  2. 2 Corintios 12:9 Los mss. más antiguos no incluyen: mi
  3. 2 Corintios 12:10 O, maltratos

El aguijón en la carne

12 Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. De tal hombre me gloriaré; pero de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis debilidades. Sin embargo, si quisiera gloriarme, no sería insensato, porque diría la verdad; pero lo dejo, para que nadie piense de mí más de lo que en mí ve, u oye de mí. Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

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