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Pero aquella noche Dios se le apareció a Abimélec en sueños y le dijo:

―Puedes darte por muerto a causa de la mujer que has tomado, porque ella es casada.

Pero, como Abimélec todavía no se había acostado con ella, le contestó:

―Señor, ¿acaso vas a matar al inocente?[a] Como Abraham me dijo que ella era su hermana, y ella me lo confirmó, yo hice todo esto de buena fe y sin mala intención.

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Footnotes

  1. 20:4 al inocente. Lit. a una nación justa.