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Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse solo respecto de sí mismo, y no en otro; porque cada uno llevará su propia carga.

El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye.

No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. 10 Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.

Pablo se gloría en la cruz de Cristo

11 Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano. 12 Todos los que quieren agradar en la carne, estos os obligan a que os circuncidéis, solamente para no padecer persecución a causa de la cruz de Cristo. 13 Porque ni aun los mismos que se circuncidan guardan la ley; pero quieren que vosotros os circuncidéis, para gloriarse en vuestra carne. 14 Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo. 15 Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación. 16 Y a todos los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea a ellos, y al Israel de Dios.

17 De aquí en adelante nadie me cause molestias; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús.

Bendición final

18 Hermanos, la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.

La ley de Cristo. La ayuda mutua

Hermanos, si alguno incurre en falta, vosotros, los animados por el Espíritu, corregidlo con amabilidad. Y manteneos todos sobre aviso, porque nadie está libre de ser puesto a prueba. Ayudaos mutuamente a soportar las dificultades, y así cumpliréis la ley de Cristo. Si alguno se figura ser algo, cuando en realidad no es nada, se engaña a sí mismo. Que cada uno examine su propia conducta y sea la suya, sin compararla con la del prójimo, la que le proporcione motivos de satisfacción, pues cada uno debe llevar su propia carga. Por su parte, el que recibe instrucción en la fe, debe compartir todos sus bienes con el que lo instruye. No os hagáis ilusiones: de Dios no se burla nadie. Lo que cada uno haya sembrado, eso cosechará. Quien siembre para satisfacer sus apetitos desordenados, de ellos cosechará frutos de muerte; mas quien siembre para agradar al Espíritu, el Espíritu le dará una cosecha de vida eterna. No nos cansemos de hacer el bien ya que, si no desfallecemos, a su tiempo recogeremos la cosecha. 10 En una palabra, aprovechemos cualquier oportunidad para hacer el bien a todos, y especialmente a los hermanos en la fe.

Conclusión (6,11-18)

Advertencias finales

11 Mirad con qué letras tan grandes os escribo; son de mi propio puño y letra. 12 Quienes os fuerzan a circuncidaros, lo hacen para quedar bien ante los demás y no ser perseguidos a causa de la cruz de Cristo. 13 Porque lo que es la ley, ni los mismos circuncidados la observan. Si quieren que os circuncidéis, es sólo para presumir de haberos obligado a pasar por ese rito. 14 Por mi parte, si de algo presumo, es de nuestro Señor Jesucristo crucificado; en su cruz, el mundo ha muerto para mí y yo para el mundo. 15 ¡Qué más da estar circuncidados o no estarlo! Lo que importa es ser nuevas criaturas.

Despedida

16 Paz y misericordia a cuantos se ajusten a esta norma, y al Israel de Dios. 17 ¡Y a ver si en adelante no me ocasionáis más preocupaciones! Bastante tengo con llevar impresas en mi cuerpo las marcas de Jesús. 18 Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con vosotros, hermanos. Amén.

HERMANOS, si alguno fuere tomado en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restaurad al tal con el espíritu de mansedumbre; considerándote á ti mismo, porque tú no seas también tentado.

Sobrellevad los unos las cargas de los otros; y cumplid así la ley de Cristo.

Porque el que estima de sí que es algo, no siendo nada, á sí mismo se engaña.

Así que cada uno examine su obra, y entonces tendrá gloria sólo respecto de sí mismo, y no en otro.

Porque cada cual llevará su carga.

Y el que es enseñado en la palabra, comunique en todos los bienes al que lo instruye.

No os engañeis: Dios no puede ser burlado: que todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.

Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

No nos cansemos, pues, de hacer bien; que á su tiempo segaremos, si no hubiéremos desmayado.

10 Así que, entre tanto que tenemos tiempo, hagamos bien á todos, y mayormente á los domésticos de la fe.

11 Mirad en cuán grandes letras os he escrito de mi mano.

12 Todos los que quieren agradar en al carne, éstos os constriñen á que os circuncidéis, solamente por no padecer persecución por la cruz de Cristo.

13 Porque ni aun los mismos que se circuncidan guardan la ley; sino que quieren que vosotros seáis circuncidados, para gloriarse en vuestra carne.

14 Mas lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo me es crucificado á mí, y yo al mundo.

15 Porque en Cristo Jesús, ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino la nueva criatura.

16 Y todos los que anduvieren conforme á esta regla, paz sobre ellos, y misericordia, y sobre el Israel de Dios.

17 De aquí adelante nadie me sea molesto; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús.

18 Hermanos, la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.

Brethren, if a man be overtaken in a fault, ye which are spiritual, restore such an one in the spirit of meekness; considering thyself, lest thou also be tempted.

Bear ye one another's burdens, and so fulfil the law of Christ.

For if a man think himself to be something, when he is nothing, he deceiveth himself.

But let every man prove his own work, and then shall he have rejoicing in himself alone, and not in another.

For every man shall bear his own burden.

Let him that is taught in the word communicate unto him that teacheth in all good things.

Be not deceived; God is not mocked: for whatsoever a man soweth, that shall he also reap.

For he that soweth to his flesh shall of the flesh reap corruption; but he that soweth to the Spirit shall of the Spirit reap life everlasting.

And let us not be weary in well doing: for in due season we shall reap, if we faint not.

10 As we have therefore opportunity, let us do good unto all men, especially unto them who are of the household of faith.

11 Ye see how large a letter I have written unto you with mine own hand.

12 As many as desire to make a fair shew in the flesh, they constrain you to be circumcised; only lest they should suffer persecution for the cross of Christ.

13 For neither they themselves who are circumcised keep the law; but desire to have you circumcised, that they may glory in your flesh.

14 But God forbid that I should glory, save in the cross of our Lord Jesus Christ, by whom the world is crucified unto me, and I unto the world.

15 For in Christ Jesus neither circumcision availeth any thing, nor uncircumcision, but a new creature.

16 And as many as walk according to this rule, peace be on them, and mercy, and upon the Israel of God.

17 From henceforth let no man trouble me: for I bear in my body the marks of the Lord Jesus.

18 Brethren, the grace of our Lord Jesus Christ be with your spirit. Amen.